SOLO POR HOY

¡Cuando al final del camino nos damos cuenta de que
no podemos seguir funcionando como seres humanos,
ni con apuestas ni sin ellas, todos nos enfrentamos al
mismo dilema: o continuamos lo mejor que podamos hasta el amargo final (cárceles, hospitales o la
muerte) o encontramos una nueva manera de vivir.»

¿Cuál era el peor aspecto de la adicción activa a los juegos de azar?
Para muchos no era la posibilidad de morir algún día a causa de nuestra enfermedad.
Lo peor era la muerte en vida que experimentábamos a diario, esa interminable vida sin sentido.
Nos veíamos como fantasmas andantes, no como una parte viva y bondadosa del mundo que nos rodeaba.
En recuperación hemos llegado a creer que estamos aquí por una razón: amarnos a nosotros mismos y amar a los demás. Trabajando los Doce Pasos hemos aprendido a aceptarnos; y con la autoaceptación ha llegado el respeto por uno mismo. Hemos visto que todo lo que hacemos afecta a los demás; somos parte de la vida de las personas que nos rodean y ellas de la nuestra. Hemos empezado a confiar en los demás y a reconocer nuestra responsabilidad hacia ellos.
En recuperación, hemos vuelto a la vida. Cuidamos de nuestra nueva vida contribuyendo al bienestar de los demás e intentando hacerlo mejor cada día; es aquí donde intervienen el Décimo, el undécimo y el Duodécimo Paso.
La época de vivir como fantasmas ha pasado, pero sólo si tratamos activamente de ser una influencia saludable, bondadosa y útil en nuestra vida y en las de quienes nos rodean.

Sólo por hoy:
He descubierto una nueva forma de vida. Hoy, intentaré servir a los demás con cariño y me querré a mí mismo.

Nunca estés apresurado; haz todo tranquilamente y con el espíritu en calma.
No pierdas tu paz interior por nada, aunque todo tu mundo parezca disturbado.
Encomiéndale todo a Dios, luego permanece tranquilo
y descansa en Su seno.
San Francisco de Sales
La paz interior no llega fácilmente para el jugador compulsivo.
Enterrar la ansiedad y los miedos con apuesta, da una ilusión de calma, pero la apuesta como anestésico, es de todas las sustancias adictivas la que tiene el más corto efecto.
¿Entonces, cómo conservo mi paz interior?
De la misma manera que me mantengo abstinente,
dándole todo a Dios: mis miedos, mis preocupaciones, mi vida.
Abandono todos los esfuerzos de controlar, de forzar la vida para que se amolde a mi voluntad.
Y descanso tan pacíficamente como un niño en los brazos de su madre.

Sólo por hoy:

El programa de los doce pasos puede ser anunciado como un conjunto de instrucciones para encontrar y conservar la paz interior.

Todo cambia, todo cede su lugar y se va.
La fecha puede ser la misma, hasta el lugar y alguna de la gente. Pero he cambiado. No soy la persona que era antes de venir a JA. Hoy tengo una manera de vivir y un programa que seguir que me mantiene abstinente y con sano juicio,
SIEMPRE Y CUANDO ESTÉ DISPUESTO A SEGUIRLO.
Aunque sea en un picnic o que me inviten a jugar a las cartas, hoy ya no me permito hacerlo ni sentirme apresurado.
Me muevo despacio, con deliberación y con sentido de propósito.
Un día especial es un día para disfrutar de la gente que me rodea y de la belleza de la naturaleza.
Una vez encontré un momentáneo placer en el paseo, pero el placer de la abstinencia durará mucho más allá de este día y todos sus acontecimientos.

Sólo por hoy:

La celebración de este día acabará después de la media noche, y mañana me despertaré alegre de estar vivo v abstinente.

La igualdad consiste en tratar de la misma forma a personas similares.
Creo que las personas hacen las cosas lo mejor que pueden, pero ¿me incluyo a mi mismo en esa filosofía?.
¿O tengo un baremo mas alto para mi mismo y me reprocho no llegar a él?
Creo que a la gente se la ha de tratar bien, pero ¿me concedo a mi mismo esa misma consideración, o me juzgo dura y despectivamente?
Creo que debo ser justo con otros, pero ¿soy justo conmigo mismo o me concedo poco crédito en la incesante necesidad de ser perfecto?.
Lo que yo crea debe valer para todas las personas, incluido yo mismo.

Sólo por hoy:
No soy básicamente distinto de otras personas así que, de igual forma que no pediría perfección a otros, no me la pido a mi mismo. Soy tan cariñoso, tolerante y comprensivo conmigo mismo como lo soy con otros jugadores compulsivos.

DESPRENDERSE DEL ANTIGUO YO

Leyendo cuidadosamente las cinco primeras proposiciones, nos preguntamos si hemos omitido algo,
porque estamos construyendo un arco por el que pasaremos para llegar a ser, por fin, hombres libres . . .
¿Estamos ahora dispuestos a dejar que Dios elimine de nosotros todas esas cosas que hemos admitido como inconvenientes?

El Paso Sexto es el último Paso de "preparación". A pesar de que ya he usado la oración extensamente, en los primeros Seis Pasos no he hecho ninguna petición formal a mi Poder superior. He identificado mis problemas, he llegado a creer que hay una solución, he tomado la decisión de buscar esta solución, y
he "limpiado mi casa".
Ahora me pregunto: ¿Estoy deseoso de vivir una vida de sobriedad, de cambio, de desprenderme de mi antiguo yo?
Debo determinar si estoy verdaderamente listo para CAMBIAR. Reviso lo que he hecho y estoy dispuesto a que Dios me libre de todos mis defectos de carácter;
porque en el siguiente Paso le diré a mi Creador que estoy dispuesto y pediré ayuda.

SOLO POR HOY:

"Si todavía me aferro a algo de lo que yo no quiero desprenderme, le pido a Dios que me ayude a tener buena voluntad para hacerlo"

“Somos impotentes ante cada uno de nuestros defectos de carácter, igual que somos impotentes ante la apuesta.
Es necesario un Poder más grande que nosotros para quitarlos; no podemos hacerlo solos.”
Por un tiempo bien largo, yo pensé que yo tenía que hacer que mis defectos de carácter desaparecieran,
que tenía que intentar muy duro ser una mejor persona, luchar con las reacciones impulsivas y forzar que emerja una nueva personalidad.
Yo vine a ver que este proceso era mucho más suave.
Yo pude ver los beneficios de dejar que mi Poder Superior trabaje en mi problema con las apuestas.
La INCOMODIDAD que sentí a cerca de mis imperfecciones fue el catalizador para acercarme más a mi Poder Superior.
Siendo consciente de mi impotencia y pidiendo ayuda en mis oraciones, recibí nuevos conocimientos, límites necesarios y la habilidad para negociar las aguas turbulentas sin dejar una gota de disturbio en mi camino.

SOLO POR HOY:

Mi programa se convirtió en un mecanismo de vida que me lleva a ser más amable, un ser humano más tratable y me permitió prepararme para enfrentarme con los escombros de mi pasado.

Mucho de nuestro dolor es auto elegido. Es la amarga pócima con la que el médico que llevamos dentro cura nuestro yo enfermo.
Si no fuera por el dolor yo no estaría aquí.
Sólo cuando el dolor de jugar compulsivamente fue peor que el que se supone debía suprimir, estuve dispuesto a abandonar la pretensión de controlar mi vida.
Tomar contacto con mi sufrimiento es una nueva experiencia.
Hasta el día que me hizo caer de rodillas, la apuesta era mi primera línea de defensa contra todas mis angustias,
incluso las que me eran causadas por la propia apuesta.
En JA he empezado a comprender que tengo que sentir dolor antes de empezar a recuperarme.

Sólo por hoy:

Ya no opto por evitar mis crecientes sufrimientos.
Mi Poder Superior, mi programa, mis reuniones, mis amigos todos me acompañan a enfrentar con la cabeza bien alta todo lo que deba ser enfrentado.

Dios, concedeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar.
Valor para cambiar las cosas que yo pueda y
Sabiduria para distinguir la diferencia
Hagase tu voluntad y no la mia.

Fuerza y adelante!!!!!!!!
Con amor todo es posible!!!!!!!!!

La filosofía de la espera es apoyada por todos los oráculos del universo.
Sólo tengo que mirar y ver que todas las cosas suceden a su debido tiempo.
La resolución de todos los problemas tiene un horario determinado.
Ni desearlo mucho, ni retorcer las manos, ni la rabia, cambiará nada.
La aceptación es el simple hecho de pasar por lo que en este momento tengo frente a mi, sea dolor, ira, desesperación, desesperanza o sus contrarios. Cuando la vida tal como es se convierte en un hecho que acepto con tanta naturalidad como respiro, los acontecimientos pierden su poder de desequilibrarme o de perturbar el ritmo básico de mi vida.

Sólo por hoy:

La aceptación viene también a su debido tiempo, y no me culpo a mi mismo por no tenerla cuando quiero.

Los medios por los que se consiguen ciertos placeres, traen dolores muchas veces más grandes que los placeres obtenidos.

No se puede saber qué precio tendré que pagar por romper mi abstinencia "sólo esta vez." Puede que no ocurra nada o puede que viaje de regreso al pozo de jugar compulsivamente.
La verdad es que no tengo por qué correr ese riesgo. Es irracional sentirme culpable por rechazar invitaciones de ex amigos para ir a una sala de juego. Si me ponen entre la espada y la pared, puedo decir "Lo siento, no me va." Lo cual es completamente cierto.
Ya he pagado demasiado por los "placeres" de jugar compulsivamente. Cuando ya no pude pagar el precio, me rendí, admití mi impotencia y me entregué al Poder que todavía dirige mi vida.

Sólo por hoy:

Ninguna invitación, nadie a mi alrededor, puede persuadirme de perder la libertad que disfruto siempre y cuando esté abstinente.

Nunca sabemos cuánto es suficiente hasta que nos damos cuenta de que ya ha sido demasiado.
He tenido mi lección con los excesos. Jugar más de lo necesario para satisfacer mis anhelos emocionales, se convirtió en una compulsión astuta, desconcertante, poderosa e incurable.
Hoy siento un gran bienestar conociendo y aceptando mis límites al decir:
"Solo por hoy no apuesto."
Como soy incapaz de disciplinarme con la apuesta, dependo de un Poder más grande que yo para que me guíe; por lo cual mantengo un contacto consciente con Dios tal como lo comprendo, y comparto mi experiencia con otros que sufren como yo.

Sólo por hoy:

Con oración y meditación, y comunicándome con otros jugadores compulsivos, desarrollo la habilidad para distinguir entre suficiente y excesivo, tanto con la apuesta como en otras cosas.

CONSECUENCIAS

«Antes de estar limpios, la mayoría de nuestras acciones
estaban guiadas por impulsos. Hoy en día, ya no estamos limitados a este tipo de comportamiento...»

¿Nunca has estado tentado de hacer algo aunque supieras que los resultados serían desastrosos? ¿Nunca pensaste cuánto sufrirías por hacer algo que te tentaba, pero lo hiciste de todos modos?
Se dice que todos los actos tienen sus consecuencias. Antes de estar en abstinencia, muchos de nosotros sencillamente no lo creíamos. Pero ahora sabemos exactamente lo que significa. Cuando actuamos, sabemos que tendremos que pagar las consecuencias. Ya no podemos decidir hacer algo amparados en la ignorancia, porque sabemos perfectamente bien que no nos gustará el precio que debamos pagar.
Hay premios y hay precios. Actuar a pesar de las consecuencias no tiene nada de malo si estamos dispuestos a pagar el precio, pero siempre hay un precio que pagar.

Sólo por hoy:

Pensaré en las consecuencias de mis actos antes de realizarlos.

Errar es humano; perdonar divino.

Si no puedo aceptar el hecho de que las personas cometen errores, ¿no estoy rechazándolos como seres humanos?.
Mas aún: ¿acaso mi incapacidad de aceptar mis propios fallos hacen que me vea a mi mismo no dando la talla?
Para mi propia paz mental, necesito perdonar incluso las mas dolorosas transgresiones; pero el saber perdonar a otros sólo llegará cuando haya aprendido a perdonarme a mi mismo.

Sólo por hoy:

Rezo pidiendo un corazón que perdone y la buena voluntad para dejar ir la amargura

Nada concede más paz que la sincera búsqueda de la verdad.
Hay muchas distracciones que me alejan de seguir mi búsqueda de la verdad: el trabajo, la familia, los amigos.
Pero inevitablemente llega un momento de relax en el que me encuentro a mi mismo inquieto, un poco incómodo.
¿Es que hay algo que me preocupa?
¿Por qué no estoy cómodo sin algo de que ocuparme?
No sé la respuesta, pero sé lo que el programa sugiere.
Puedo escribir un poco más de mi inventario, llamar a algún amigo de JA o sólo sentarme con tranquilidad, abrir mi mente y dejar que los pensamientos me lleguen. Siempre encuentro algún elemento de la verdad que estoy buscando y me siento aliviado de mi ansiedad e inquietud.

Sólo por hoy:

Intentar encontrar fortalezas y debilidades es un proceso a través del cual voy con mi Poder Superior para que me guíe. No tengo nada que temer de conocer la verdad.

La vida se ha hecho para vivirla, y la curiosidad debe mantenerse viva. No debemos nunca, por ninguna razón, volver la espalda a la vida.
Eleonor Roosevelt

Ser como un niño es una gran meta que merece la pena.
La curiosidad y el entusiasmo son dos excepcionales características de los niños, los humanos más bendecidos son aquellos que mantienen esas cualidades durante toda su vida.
Vivo la vida saliendo y explorándola, ahondando en ella sólo por el placer de sentirme vivo lo cual es en sí recompensa suficiente.
Dar la cara a la vida tiene la gran virtud de ver todo y saber en el instante cómo proceder mejor y luego seguir adelante y hacerlo. Estoy aquí con el propósito de vivir, que significa poner todas las facultades que Dios me ha dado, a su máximo y mejor uso.

Sólo por hoy:

Tengo un programa que estimula mi curiosidad y entusiasmo por vivir; y lo que descubra lo comparto con los demás.

La felicidad interior

«Desde el comienzo de nuestra recuperación
descubrimos que la felicidad no proviene de cosas
materiales sino de nosotros mismos.»

Algunos llegamos a Jugadores Anónimos empobrecidos por nuestra enfermedad.
Habíamos perdido todo lo que poseíamos por culpa de nuestra adicción.
una vez en abstinencia, dedicamos toda nuestra energía a recuperar nuestros bienes materiales y terminamos sintiéndonos más insatisfechos con nuestra vida que antes.
Otros miembros han intentando aliviar su dolor emocional con cosas materiales, una posible pareja nos ha rechazado? Compremos algo. ¿Se ha muerto el perro?
Vayamos a un centro comercial. El problema es que la satisfacción espiritual no se puede comprar, ni siquiera en cómodos plazos.
Las cosas materiales, en sí, no tienen nada de malo. Pueden hacer la vida más cómoda o más lujosa, pero no pueden arreglarnos. ¿Dónde se puede encontrar entonces la felicidad verdadera?
Lo sabemos; la respuesta está dentro de nosotros.
¿Cuándo somos felices? Cuando nos hemos puesto al servicio de otros sin esperar recompensa.
En el compañerismo no sólo en JA sino también en nuestra familia en nuestras relaciones, y en nuestra comunidad descubrimos auténtico calor humano.
Y hallamos la fuente más segura de satisfacción en nuestro contacto consciente con Dios.
La paz interior, un certero sentido de orientación y la seguridad emocional no provienen de las cosas materiales, sino de dentro.

Sólo por hoy:

La felicidad auténtica no puede comprarse. La buscaré en el servicio, en el compañerismo, en mi Poder Superior y... dentro de mí.

Cuando el alumno está listo aparece el maestro.
Jugadores Anónimos apareció en mi vida cuando estaba preparado para ella.
No estaba espiritualmente preparado para ser enseñado
hasta que mi enfermedad me obligó a mirar en esa dirección.
Era lo único que quedaba; ningún poder humano podía liberarme de mi compulsión.
No estoy completamente libre del orgullo y la arrogancia que frena nuestro crecimiento.
El proceso de recuperación parece incluir rendir mi voluntad y volverla a tomar alternativamente.
Esto produce periódicos retrocesos, pero cada vez que sucede aprendo algo.

Sólo por hoy:

Tengo tres formas de comprobar mi disponibilidad para ser enseñado:
¿Estoy abierto a sugerencias?
¿Evito juzgar sin investigar?
¿Intento averiguar y hacer la voluntad de Dios?

Alguien que crea en mí

«Sólo por hoy confiaré en alguien de JA que crea en mí
y quiera ayudarme en mi recuperación.»
No todos llegamos a JA y automáticamente nos mantenemos en abstinencia de apuestas. Pero si seguimos asistiendo, en Jugadores Anónimos
encontramos el apoyo necesario para nuestra recuperación.
Resulta fácil mantenerse limpio cuando tenemos alguien
que cree en nosotros aunque nosotros mismos no creamos.
Hasta el recaedor más empedernido de JA por lo general tiene un apoyo constante que siempre está allí, pase lo que pase.
Es necesario que encontremos a esa persona o a ese grupo que crea en nosotros. Cuando les preguntamos si alguna vez lograremos mantenernos en abstinencia, siempre nos responden: «Sí, puedes y lo harás. ¡Sigue viniendo!»
Todos necesitamos alguien que crea en nosotros, especialmente cuando nosotros no podemos hacerlo. Cuando recaemos, minamos nuestra ya quebrantada
confianza en nosotros, a veces de manera tan terrible que empezamos a sentirnos completamente desesperados.
En esos momentos necesitamos el apoyo de nuestros leales amigos de JA.
Son ellos quienes nos dicen que ésta puede ser nuestra última recaída.
Saben por experiencia que si seguimos asistiendo a las reuniones, con el tiempo dejaremos de apostar y nos mantendremos abstinentes.
A muchos nos cuesta bastante creer en nosotros mismos.
Pero cuando alguien nos ama incondicionalmente y nos apoya independientemente de las veces que recaigamos,
la recuperación en JA se vuelve un poco más real para nosotros.

Sólo por hoy:

Buscaré personas que crean en mí y creeré en ellas.

Todos los conocimientos que tengo los puede conseguir todo el mundo, pero mi corazón es sólo mío.
Lo que leo en los libros lo pueden leer otros.
La forma de responder al mundo es sólo mía.
Éste no es un programa de investigación después de los hechos, sino de mirar hacia dentro, atendiendo a mis necesidades espirituales.
Es mi espiritualidad la que nutre todo lo que es único en mi.
Los doce pasos abren mi corazón, liberan mi mente y dejan salir el potencial que Dios me ha dado para disfrutar tranquilamente de conseguir ese pacifico placer de sólo SER.
Después de ignorar durante tanto tiempo la parte espiritual en mi, es una aventura descubrir que existe y
pasar parte de mi tiempo explorando sus posibilidades.

Sólo por hoy:

Tanto si mi progreso en el programa es lento o rápido y es sobre todo lento hay una cosa que sé que encontraré: ESPERANZA.

Algo diferente

«Teníamos que tener algo diferente y pensábamos haberlo encontrado en las apuestas»

Muchos de nosotros siempre nos hemos sentido diferentes al resto de la gente. Sabemos que no somos los únicos en sentirnos así: hemos oído compartir lo mismo a muchos adictos. Buscamos toda la vida algo que nos pusiera bien, que arreglara esa cosa «diferente» que llevábamos dentro, que nos convirtiera en personas íntegras y aceptables. Las apuestas parecían llenar esa necesidad. Cuando estábamos apostando, por lo menos no sentíamos ese vacío o esa necesidad.
Pero había un inconveniente: las apuestas, que eran nuestra solución, pronto se convirtieron en nuestro problema.
Cuando las dejamos, la sensación de vacío reapareció. Al principio estábamos desesperados porque no teníamos ninguna solución propia para ese penoso deseo.
Pero estábamos dispuestos a dejarnos orientar y trabajar los pasos. Al hacerlo, descubrimos lo que buscábamos, ese «algo diferente».
Hoy en día, creemos que lo que habíamos buscado toda la vida era poder concebir un Poder Superior; ese «algo diferente» que necesitábamos era una relación con un Dios bondadoso. Los pasos nos dicen cómo empezar esa relación.

Sólo por hoy:

Mi Poder Superior es ese «algo diferente» que siempre me ha faltado en la vida, utilizaré los pasos para recuperar ese elemento ausente de mi espíritu.

Errar es humano; perdonar divino.

Si no puedo aceptar el hecho de que las personas cometen errores, ¿no estoy rechazándolos como seres humanos?.
Mas aún: ¿acaso mi incapacidad de aceptar mis propios fallos hacen que me vea a mi mismo no parando de pensar en realizar apuestas?
Para mi propia paz mental, necesito perdonar incluso las mas dolorosas transgresiones; pero el saber perdonar a otros sólo llegará cuando haya aprendido a perdonarme a mi mismo.

Sólo por hoy:

Rezo pidiendo un corazón que perdone y la buena voluntad para dejar ir la amargura

No existe calamidad más grande que los opulentos deseos.
La necesidad de satisfacer los innombrables anhelos y los opulentos deseos me condujeron a jugar compulsivamente.
Es una enfermedad progresiva: empieza con cantidades moderadas de apuesta extra y se convierte en una pesadilla de obsesiva sobrindulgencia.
¿Existe algo que pueda llenar mi vacío y satisfacer
el deseo de apostar que la apuesta no puede aliviar?
Sí; el sustento espiritual que se consigue al rendirse.
Dejo todo al cuidado de Dios y acepto en su lugar la paz que "supera toda comprensión."

Sólo por hoy:

Dios me concede todo lo que necesito aunque tal vez yo mismo no lo sepa

Anteponer los principios a las personalidades

«El anonimato es la base espiritual de todas nuestras
tradiciones, recordándonos siempre anteponer los
principios a las personalidades.»
Duodécima Tradición
«Anteponer los principios a las personalidades».
Muchos pronunciamos estas palabras a coro cada vez que se leen las Doce Tradiciones.
El hecho de que se hayan convertido en una frase trillada no las hace menos importantes ni en el servicio ni en nuestra vida.
Estas palabras son una afirmación:
«Prestamos atención a nuestra conciencia y a lo correcto, independientemente de quién esté involucrado».
Y este principio es una de las piedras angulares de la recuperación, así como de las tradiciones.
¿Qué significa en realidad «principios antes que personalidades»?
Significa que practicamos la honestidad, la humildad, la compasión, la tolerancia y la paciencia con todos, nos caigan bien o no. Anteponer los principios a las personalidades nos enseña a tratar igual a todo el mundo.
El Duodécimo Paso nos pide que apliquemos los principios en todos los aspectos de nuestra vida; la Duodécima Tradición nos pide que los apliquemos en nuestras relaciones con todos.
La práctica de estos principios no termina con nuestros amigos ni cuando nos vamos de la reunión.
Es para todos los días, con todo el mundo... en todos los aspectos de nuestra vida.

Sólo por hoy:

Escucharé mi conciencia y haré lo correcto. Me centraré en los principios, no en la personalidad de la gente.