SOLO POR HOY

Colócate en el lugar y actitud donde veas tu derecho incuestionable,
y todo el mundo estará de acuerdo.

En este mundo moderno estoy rodeado por influencias que favorecen mi autoengaño.
Tanto si estoy leyendo una revista, mirando la televisión o escuchando la radio, constantemente estoy siendo importunado para salir corriendo y realizar una apuesta
– o con la idea de ganar y a la mayoria de las veces solo realizar la apuesta.
Ni yo mismo ni nadie a quien yo ame se beneficiará
si estos cánticos de sirena consiguen desviarme de mi camino.
La fortaleza para no sufrir el daño está en relación directa con mi contacto
con mi Poder Superior. Sólo tengo que recordar las veces que dije,
“Sólo esta vez”, y el sentimiento posterior de ser vencido.
Servir a mi Poder Superior es servirme a mi mismo
– la parte de mi mismo sana, fuerte y en crecimiento.

Sólo por hoy: No necesito separarme del mundo para permanecer abstinente, ni debo rendirme a aquellas influencias que pueden destruirme.
Ni yo ni aquellos que amo necesitan apostar.

No puedes crear la experiencia.
Debes vivirla.

Traté de fabricar mi propia experiencia, hacer de mi vida el “país de nunca jamás” sin dolor.
En su lugar, atraje sobre mi la compulsión, deteniendo todo crecimiento,
bloqueando la alegría con dolor, y los buenos sentimientos junto con los malos.
Hoy, aunque por naturaleza quiero evitar las experiencias dolorosas,
prefiero sentir mis sentimientos con toda su intensidad, sentirme vivo y luchar
con todo lo que se pone en mi camino, hacia la libertad.
Estoy dispuesto a pasar por todo lo que antes evité, a experimentar cada momento como si fuese el primero, como un niño aprendiendo acerca del mundo.

Sólo por hoy: Ya no eludo la experiencia ni trato de crearla por medio de la fantasía. Estoy dispuesto a pasar por todo lo que la vida me depare.

Hoy es el discípulo del ayer.

Mi historia como jugador compulsivo es muy valiosa para mi. Me enseña como vivir hoy.
En el momento en que puse mi pie en el sendero de la recuperación de JA, supe que las ideas convencionales acerca de cómo controlar mi apuesta estaban fuera de mi vida por completo.
Si no fuera por mi gran y buen maestro, el ayer, nunca habría aprendido esta maravillosa lección, que es en gran medida responsable de mantenerme abstinente, delgado, feliz, alegre y libre hoy.
El inventario del cuarto paso, hecho no una vez sino varias, me permite mantener el ayer como un maestro en un proceso continuo; y todo lo que aprendo hace avanzar mi recuperación.

Sólo por hoy: Lo que mi experiencia como jugador compulsivo me enseña no tiene precio cuando la utilizo como me indica este programa.

El mucho aprender no enseña comprensión

El programa de JA no es académico.
Ni los muchos estudios ni los logros académicos me capacitaron
nunca para tratar mi enfermedad de una forma efectiva.
Los JA nos hablan de leer libros con el fin de aprender
cómo dejar de jugar compulsivamente,
pasando de una a otra por todas las ramas de la psicología,
filosofía, teología, metafísica-
por no nombrar nada de libros y teorias esotericas, etc.
La comprensión de la verdadera naturaleza de la enfermedad
llegó en las salas de reuniones de jugadores anónimos.
La gente que hablaba no eran académicos ni expertos en nada;
eran jugadores compulsivos como yo, excepto por una cosa;
habían encontrado una forma de liberarse de la obsesión

Sólo por hoy: Éste es un programa espiritual, no uno académico.
Para comprenderme a mi mismo y a mi enfermedad,
asisto a las reuniones de JA y sigo las direcciones de los doce pasos.

Reza, pero continúa remando hacia la orilla.
Proverbio ruso
Dios no es ni mis brazos ni mis piernas. A mi me corresponde hacer el trabajo. El nuestro es un programa de acción.
Los dos primeros pasos requieren reflexión y con¬templación; los demás requieren acción directa.
Desde luego, me cuesta trabajar perfecta¬mente el programa. Cuando me siento re¬belde como a veces sucede,
rezo para es¬tar dispuesto a ponerme a mi mismo y a mi terquedad en manos de Dios.
Debido a la vieja programación toda¬vía necesito ser perfecto antes de poder gustarme.
Pero Dios en su infinito e in¬condicional amor por mí, me concede todo lo que necesito incluyendo la buena vo¬luntad para tomar acción.
Pero tengo que pedírselo.
Sólo por hoy: Dios hace por mí lo que yo no puedo hacer por mi mismo, no lo que yo si puedo hacer.

Aprender en recuperación, es un trabajo duro. Las cosas que más
necesitamos saber, muchas veces son las más difíciles de aprender.
Estudiamos recuperación para prepararnos para las experiencias que nos
traerá la vida. Cuando escuchamos compartir a otras personas en las
reuniones, tomamos apuntes mentales a los cuales podemos recurrir más
adelante. Para estar preparados entre “clase y clase” estudiamos los
apuntes y la literatura.
Del mismo modo que los estudiantes tienen ocasión de aplicar sus
conocimientos en los exámenes, también nosotros tenemos oportunidad de
aplicar nuestros conocimientos en las épocas de crisis.

Como siempre podemos escoger la manera de enfrentarnos a los desafíos
de la vida, o les tenemos miedo y los evitamos como amenazas a nuestra
serenidad o los aceptamos agradecidos como oportunidades para crecer.
Son oportunidades que nos empujan a nuevos despertares espirituales.

Descubriremos que por lo general después de cada crisis hay un periodo
de calma que nos permite y nos da tiempo para acostumbrarnos a
nuestros nuevos conocimientos. Una vez que reflexionamos sobre nuestra
experiencia, nos piden que compartamos lo que sabemos con alguien que
está estudiando lo que acabamos de aprender, en la escuela de la
recuperación todos somos maestros y alumnos a la vez.

SOLO POR HOY Seré un estudiante en recuperación, recibiré con gusto
los desafíos, seguro de lo que he aprendido, e ilusionado de
compartirlo con los demás.

El hombre no es la suma total de lo que ya tiene, sino más bien la suma de lo que todavía no tiene, de lo que podría tener.


¿Cómo sé lo que puedo ser, o tener? ¿Es posible un mayor conocimiento de los demás? Estoy abierto a sacar mas provecho de las experiencias,
a saborear las pequeñas cosas y a vivir en una especie de bienestar sano y cordial. Si estoy dispuesto a dejar de ser tan especial o tan diferente,
puedo renunciar a mi coraza protectora a cambio de una nueva manera de ver, de creer y de ser.
Estar consciente de los defectos de carácter que me quedan me permite ver lo que todavía no tengo - y podría conseguir.

Sólo por hoy: Mi historia como jugador compulsivo no es la suma total de lo que soy. Yo soy la suma de lo que estoy consiguiendo a través JA.

Entregarse a la realidad
«Hoy en día, la recuperación para nosotros es una realidad.»
Texto Básico, p. 117
El dolor y el sufrimiento eran realidades de nuestra vida de adicción activa. No estábamos dispuestos a aceptar nuestro es¬tado ni a cambiar lo que era inaceptable en nuestra vida. Intentá¬bamos escapar del dolor de la vida por medio de las APUESTAS , pero apostar no hacía más que agravar nuestros problemas. Nues¬tra percepción alterada de la realidad se convirtió en una pesadilla.
Al vivir el programa de Jugadores Anónimos, aprendemos que los sueños pueden reemplazar a las pesadillas. Maduramos y cam¬biamos. Adquirimos la libertad de elegir. Somos capaces de dar y recibir amor. Podemos compartir honestamente sobre nosotros, ya no tenemos que exagerar ni minimizar la verdad. Aceptamos los retos reales que nos presenta la vida y los afrontamos de manera madura y responsable.
Aunque la recuperación no nos inmuniza a la realidad de la vida, en la Confraternidad de JA podemos encontrar apoyo, genuina protección y el interés que necesitamos para afrontar la realidad. Ya no tenemos que volver a escondernos de la realidad a través del juego compulsivo, porque la unión con otros adictos en re¬cuperación nos da fuerza. Hoy en día, el apoyo, el interés y la iden¬tificación de la recuperación es como una ventana limpia y clara a través de la cual podemos mirar, experimentar y apreciar la rea¬lidad tal cual es.
Sólo por hoy: Vivir y disfrutar la vida real es un don de mi
recu¬peración.
Hoy me entregaré a la realidad.

Nos honramos a nosotros mismos y a nuestros amigos cuando podemos decirles cómo nos sentimos.


Expresar mis sentimientos, especialmente los negativos, no es fácil. Quiero gustar a la gente. Prefiero complacerlos mas que enfadarles o preocuparles. Sin embargo, hay algunas cosas, que no valen el precio que tengo que pagar por ellas.
Como todo progreso, la buena voluntad es todo lo que se necesita para manejar las emociones como la ira, de una forma que no me haga daño ni a mi ni a otros.
Sintiendo mi ira de una forma consciente, más que actuando como si no existiera, estoy realmente expresándola, aunque sólo sea a mi misma. A partir de este punto, puedo seguir aprendiendo cómo expresar mis verdaderos sentimientos a otros.

Sólo por hoy: Ser honesto y abierto con los amigos y la familia es una señal de agradecimiento.

No hay nada más fuerte que una extrema necesidad.

El fondo más bajo es un lugar donde el cambio es absolutamente necesario. Debo cambiar o morir. La fuerza de esa necesi¬dad me condujo a JA, entreabrió mi cerrada mente e introdujo imágenes de una vida mucho más allá de mi más fan¬tástica imaginación.
Hoy, la admisión de mi impotencia, es la necesidad imperiosa que me da la for¬taleza requerida para seguir viviendo y funcionar como un miembro de la so¬ciedad, contribuyente y responsable.
Estoy abstinente, trabajo los doce pa¬sos del programa de recuperación lo mejor que puedo cada día, voy a las re¬uniones y permanezco en contacto con miembros de JA.
Sólo por hoy: Nada me proporciona más fortaleza que la abstinencia. Es la Núme¬ro Uno de las necesidades en mi vida.

La primera prueba para un hombre realmente grande es su humildad.


Las grandes personas no se jactan de sus éxitos ni posesiones, ni llaman a los presidentes por su nombre de pila ni presumen de vivir en la mejor parte de la ciudad. Por el contrario, a menudo llevan coches pequeños, ganan el dinero suficiente para vivir y prefieren escuchar a hablar. Las grandes personalidades han logrado llegar a estar completamente libres de sí mismos; sus defectos de carácter no los controlan. Parecen vivir totalmente en el ahora, prestando toda su atención y energía al momento presente.

Sólo por hoy: La humildad es tratar de hacer la voluntad de Dios tal como yo la veo, lo mejor que pueda, en todo momento, en todo lugar.

Todo se interpone entre nosotros mismos.

¿Qué tan bien me conozco?
"Bastante bien, supongo" contesto. Pero hay tantas distracciones que impi¬den que aprenda más de mí, de ver quien soy en realidad. Estoy completamente abstraído con el trabajo, la familia, los amigos, la economía, los acontecimientos diarios que ocurren en todo el mundo y que me llegan a través de los noticieros.
Ahora que pienso en ello, puede que sepa menos acerca de mí que de muchos otros temas.
Como otros proyectos importantes, co¬nocerme a mi mismo se hace un poco a la vez. Puedo tomar algunos minutos al día si es de todo lo que dispongo y dar un paso más en mi propio conocimiento.
Los doce pasos son un curso maravillo¬so que trata de mí.
Sólo por hoy: Asignándome un tiempo para el tema de mi mismo, me da una com¬prensión más clara de la voluntad de Dios para mí.

Ciertamente es de la experiencia de la belleza y de la felicidad, de la ocasional armonía entre nuestra naturaleza
y nuestro entorno de donde sacamos nuestra concepción de la vida divina.

Nunca en mi vida ha sido tan evidente mi Poder Superior como al liberarme de mi compulsión por la apuesta,
al darme el programa de recuperación de JA. Si no era creyente cuando llegué a JA, ahora lo soy.
Era, y sigo siéndo, impotente ante la apuesta.
Llegué a JA justo con la esperanza suficiente para intentarlo; no tenía otro sitio a donde ir, nada más que hacer. Entregué mi voluntad y fui liberado de la obsesión.
Hoy, confío más que ayer, y mañana confiaré más de lo que confío hoy.

Sólo por hoy: Qué agradecido estoy por la idea de Dios tal como yo lo concibo.
Sólo con fe en un Poder Superior a mi no tengo miedo a disfrutar de lo que es bello, y ser feliz.

Si nuestros deseos fueran satisfechos muchas veces lo lamentaríamos.
Uno de los lemas de JA que previene contra deseos insensatos y excesivos es: “Ten Cuidado Con Lo Que Pides; Puedes Conseguirlo”.
Una mujer que comparte ese punto de vista habló de la necesidad de cirugía plástica . Al concertar un lifting facial, decidió también operarse para conseguir una nariz perfecta, a pesar de haber estado siempre contenta con su nariz. Para su completo horror, la nueva nariz resultó ser un desastre, nada que ver con la nariz “perfecta” que había imaginado y desde luego muchísimo peor que la vieja nariz.
Pocas cosas no hubiera estado dispuesta a dar para que su deseo de una nueva nariz no se hubiera cumplido.

Sólo por hoy: Aunque mis deseos sobrepasan con mucho mis necesidades, sé que para mi, el sano juicio y el equilibrio es igualarlos.

Las más profundas afinidades son las que más fácilmente se sienten.
¡Qué bien conozco ese sentimiento de encontrarme en "casa" en una reunión de JA! No importa lo lejos que me en¬cuentre de mi propio grupo,
la cálida bien¬venida, los gestos de comprensión me di¬cen que estoy en compañía de gente con la que tengo más en común que con mu¬chos otros amigos o asociados.
Ser un jugador compulsivo que se está recuperando en JA, significa que nun¬ca será necesario sentirme Sólo con mi enfermedad.
Lo único que tengo que ha¬cer es tomar el teléfono, ir a una reunión y encontrarme con alguien que comparte la misma enfermedad,
los mismos sínto¬mas físicos, emocionales y espirituales. Sólo otro miembro de JA sabe lo que se necesitó para traernos aquí.
Sólo por hoy:
La alegría en recuperación se multiplica en proporción directa a la que comparto con otros jugadores compulsivos

Salir del aislamiento

«Nos sorprendemos haciendo y disfrutando cosas que nunca pensamos hacer.»

La adicción activa nos mantiene aislados por muchas razones. Al principio evitábamos a la familia y los amigos para que no su¬pieran que apostabamos.
Algunos evitábamos a todos los que no eran adictos por temor a reacciones morales y repercusiones legales.
Despreciábamos a las personas que tenían vidas «nor¬males» con familia y aficiones;
las llamábamos «sosas» ( significa que no tiene gracias, o que le falta sal) y creía¬mos que nunca podríamos disfrutar de los placeres sencillos de la vida.
Con el tiempo, hasta evitábamos a otros adictos porque no queríamos compartir nuestras compulsiones
. Nuestra vida se hacía cada vez más estrecha y nuestros intereses se limitaban al man¬tenimiento diario de nuestra enfermedad.

Hoy en día, nuestra vida es mucho más completa. Disfrutamos de actividades con otros adictos en recuperación.
Tenemos tiem¬po para la familia. Y hemos descubierto muchos otros intereses placenteros
. ¡Qué cambio en comparación con lo de antes! Po¬demos vivir la vida tan plenamente como la gente «normal» que en una época despreciábamos.
El goce ha vuelto a nuestra vida. Es un don de la recuperación.

Sólo por hoy: Puedo disfrutar de las rutinas sencillas de la vida cotidiana.

Nuestro conocimiento es como una pequeña isla
en medio de un gran océano de ignorancia.

El orgullo del género humano muchas veces está muy cerca de la arrogancia. Compararnos con el resto de los habitantes de la tierra
tiende a darnos una sensa¬ción de divina superioridad.
La historia humana nos enseña que tanto individual como colectivamente,
los que más orgu¬llosos están de su sabiduría, suelen tener cerradas sus mentes
a lo nuevo. Los ana¬les de la ciencia y de la medicina están llenos con tales ejemplos.
La presunción de sabiduría es incom¬patible con la humildad,
que es el estado de aprendizaje; "Sólo sabemos un poco,
" declara el Libro Grande; y "más nos será revelado."
En este programa, se sugiere que pon¬gamos a un lado
nuestros conocimientos y mantengamos la mente abierta.
Sólo por hoy:
Tal vez sepa lo que creo que sé, pero puedo ponerlo
a un lado para lo que me falta aprender.

«Creemos que nuestro Poder Superior cuidará de nosotros.»


Nuestro programa se basa en la idea de que la aplicación de
sencillos principios puede producir efectos profundos en nues¬tra vida,
uno de estos principios consiste en que nuestro Poder Superior,
si se lo pedimos, nos cuidará. Como es un principio tan básico,
quizás tengamos tendencia a ignorarlo.
A menos que aprendamos a aplicar conscientemente
esta verdad espiritual, pasaremos por alto algo tan importante
para nuestra recupera¬ción como respirar para vivir.
¿Qué sucede cuando estamos tensos o asustados?
Si hemos intentado mejorar conscientemente la relación
con nuestro Po¬der Superior, no habrá problemas.
En lugar de actuar precipita¬damente, nos detendremos durante un momento y recordaremos ejemplos específicos en que nuestro Poder Superior
nos ha de¬mostrado su interés en nosotros.
Es algo que nos asegurará que el Poder Superior
todavía está a cargo de nuestra vida.
Después,buscaremos orientación y fortaleza
para la situación que tenemos delante, y procederemos con tranquilidad, seguros de que nues¬tra vida está en manos de Dios.
«Nuestro programa es una serie de principios», como nos dice nuestro «Librito Blanco». Cuanto más consecuentemente inten¬temos mejorar nuestra valoración consciente de estos principios,
más fácilmente podremos aplicarlos.
*
Sólo por hoy:
Intentaré mejorar mi contacto consciente
con el Poder Superior que me cuida.
Cuando surja la necesidad,
sé que podré confiar en esa protección.

Yo soy Responsable
Cuando cualquiera, donde quiera,
extienda su mano pidiendo ayuda,
quiero que la mano de JA siempre este alli...
Y por esto: Yo soy Responsable...

Hay momentos en nuestra recuperación
en que pedir ayuda a Dios
es nuestra mayor fuente
de
fortaleza y valor.»

Cuando hacemos el Tercer Paso, decidimos dejar que un Po¬der Superior
bondadoso
nos guíe y cuide en nuestra vida diaria.
Tomamos la decisión de dejar que esta orientación y protección entre en nuestra vida.
Algunos creemos que una vez hecho el Tercer Paso, Dios nos guía.
A partir de entonces, es sólo cuestión de ver hacia dónde nos lleva.
La decisión del Tercer Paso es un acto de fe, y pedir la ayuda de Dios es una forma de renovarlo. Poner la fe en acción, en nuestra vida cotidiana, nos da el valor y la fortaleza que necesitamos, porque sabemos que contamos con la ayuda de un Poder Superior bondadoso.
Confiamos en que todas nuestras necesi¬dades serán cubiertas.
Podemos utilizar esa fe y esa confianza sólo con pedirlas.
Sólo por hoy: Recordaré que no estoy solo,
pidiéndole a mi Poder Superior que me ayude en cada paso del camino.

Puedo luchar contra la apuesta y puedo luchar contra la idea de admitir un poder superior...
pero no estoy condenando a usar mi fuerza
de voluntad para recuperarme de mi enfermedad.

La gente desea estar tranquila;
pero sólo mientras tengan inquietudes
habrá esperanza para ellos.

Se dice que la inquietud es una situación conveniente.
Esto es lo que estamos ha¬ciendo en Jugadores Anónimos.
Así como madurar es un proceso que nunca acaba,
la recuperación es tam¬bién un continuo proceso:
Estoy en recu¬peración, no recuperado.
Estar tranquilo no es para siempre.
Puedo decir: "Cuan¬do esto pase, estaré bien.
"Pero entonces algo aparece y el proceso empieza de nue¬vo.
Ese es el patrón natural de madura¬ción, un paso después de otro.
¿Si no hay dolor, ¿en qué trabajaremos para apren¬der y crecer superándonos?

Sólo por hoy: Me regocijo que la sensa¬ción de estar inquieto...
teniendo proble¬mas que resolver, y ajustes qué hacer, me envían al Poder Superior, en vez de ir al lugar donde se apuesta.

“Las celebraciones de este día se acabaran a la media noche
y mañana me despertaré feliz de estar vivo y abstinente.
Solo por hoy!!!!!!!!!

Una Sala de Juego y un amigo que me invita a ese lugar: estos eventos siempre están ahí y me permiten tomar los instrumentos que el programa amorosamente me ha entregado.
Inicio mi día pidiéndole ayuda al Dios de mi entendimiento.
He aprendido a llamar y palabras amables me reciben del otro lado de la línea.
Suavemente me recuerdan el dolor que pensé que me tendía atrapado por siempre y lo más importante que voy a hacer hoy: mantener mi abstinencia.
El agradecimiento me envuelve y tranquilamente digo gracias y mi día pasa.
Cuando pongo mi cabeza en la almohada la gratitud me arrulla hasta dormir.



¿Si no hay dolor, ¿en qué trabajaremos para aprender y crecer superándonos?


Sólo por hoy: Me regocijo que la sensación de estar inquieto...teniendo problemas que resolver, y ajustes qué hacer, me envían al Poder Superior, en vez de ir a la sala de juego y ponerme a relizar una fuerte apuesta compulsiva

Quienes quieren recuperarse.

«Hemos visto que este programa le funciona a cualquier
miembro que
honesta
y sinceramente quiera parar [de apostar compulsivamente].»



¿Cómo sabemos cuando alguien quiere honesta y sinceramen¬te dejar de apostar?
¡La verdad es que no lo sabemos!
Como no podemos adivinar el pensamiento ni conocer las moti¬vaciones y deseos de otra persona,
sencillamente tenemos que esperar lo mejor.
Quizás hablemos con un recién llegado en una reunión y pen¬semos que no lo volveremos a ver;
pero al cabo de unos años nos lo volvemos a encontrar y va bien en su recuperación.
Tal vez estemos tentados de abandonar a alguien que no para de recaer o no consigue estar abstinente en seguida,
pero no debemos hacer¬lo. Por muy poca buena voluntad que alguien demuestre, hay un hecho indiscutible:
el adicto a los juegos de azar está en una reunión.
Quizás nunca sepamos los resultados de un Duodécimo Paso;
no es trabajo nuestro calibrar la buena voluntad de un recién lle¬gado.
El mensaje que llevamos es parte de nosotros.
Lo llevamos dondequiera que vayamos y lo compartimos generosamente,
dejando los resultados a un Poder más grande que nosotros.
Sólo por hoy: Compartiré mi recuperación con cualquier adic¬to a las apuestas,
en cualquier parte,
en cualquier momento y bajo cualquier cir¬cunstancia.

Dejaré los resultados a mi Poder Superior.

Encuentras en la soledad sólo lo que lleves a ella.

Si tengo un problema y sólo aplico nociones preconcebidas,
¿Qué puedo aprender?
Para aprender algo nuevo, necesito una mente abierta,
una mente confiada que pueda adentrarse en lugares que antes me aterrorizaban.
En vez de intentar reprimir pensamientos y sentimientos,
es mucho mejor airear¬los, y verlos claramente a la luz del día.
Los sentimientos escondidos, sin analizar, como las ilusiones, antes me vencían.
Hoy, sé que los sentimientos no pueden hacer¬me daño
mientras esté dispuesto a mirarlos
y verlos por lo que son.


Sólo por hoy: Lo que traigo a mis mo¬mentos de soledad,
cuando miro en mi in¬terior a mis sentimientos y actitudes,
es honestidad conmigo mismo, y una mente abierta.

Somos sanados del sufrimiento sólo cuando lo experimentamos al máximo.

Cuando sufro, busco distraerme: ir aquí, correr allá, y seguir corriendo hasta que no haya donde ir. Cualquier forma que use como evasión- ya sea la hiperactividad o retirarme en aislamiento
y jugar compulsivamente- toma lo que sea nece¬sario para hacerme caer de rodillas,
y experimentar lo que sea que estoy evitando,
entregar mi voluntad al Poder Superior, y en un instante, ser libre.
Me voy, sintién¬dome ligero y alegre y preguntándome por qué luché tan duramente.
¿Haré lo mismo la próxima vez? Posi¬blemente. Pero cada experiencia confir¬ma lo que he aprendido; mi dolor puede durar un minuto, una hora, una semana o un mes- pero permitirme sentirlo es un alivio en si mismo y el comienzo de la libertad.

Sólo por hoy: Es natural evitar el sufri¬miento, pero como jugador compulsivo,
estoy alerta a mi tendencia a intentar eva¬dir lo que
la mayoría de la gente acepta como parte de la vida.

La voluntad de Dios, no la nuestra
«Sabemos que si pedimos que se cumpla la voluntad de Dios, recibiremos lo mejor para nosotros, independientemente de lo que pensemos.»
*
Cuando llegamos a JA, nuestra voz interna se había vuelto in¬digna de confianza y autodestructiva. La adicción había distorsionado nuestros deseos, nuestros intereses y nuestra in¬tuición de lo que era mejor para nosotros. Por eso, en recupera¬ción, era tan importante que llegáramos a creer en un Poder más grande que nosotros, en algo que pudiera proporcionamos una orientación más sensata y fiable que la nuestra. Hemos empeza¬do a aprender a confiar en el cuidado de este Poder y en la orien¬tación interna que nos brinda.
Como todo proceso de aprendizaje, pedir «solamente cono¬cer su voluntad para con nosotros y la fortaleza para cumplirla» requiere práctica. La actitud egoísta que desarrollamos durante nuestra adicción no se abandona de la noche a la mañana y es posible que afecte la forma en que rezamos. Hasta podríamos sorprendernos pidiendo algo así como: «Quítame este defecto de carácter así quedo bien».
Cuanto más francos seamos respecto a nuestras ideas y de¬seos, más fácil nos resultará distinguir nuestra voluntad de la del Poder Superior. «Dios, sólo para que lo sepas —podríamos de¬cir—, esto es lo que yo quiero de esta situación. Sin embargo, te pido que se haga tu voluntad, no la mía». Una vez que lo hace¬mos, estamos preparados para reconocer y aceptar la orientación de nuestro Poder Superior.
*
Sólo por hoy: Poder Superior, he aprendido a confiar en tu orien¬tación, sin embargo todavía tengo mis ideas respecto a lo que quiero en la vida. Déjame compartir estas ideas contigo, y des¬pués hazme comprender claramente tu voluntad para conmigo. Al final, que sea tu voluntad, no la mía, la que se cumpla.

Es nada menos que un completo giro lo que este programa provoca.
Me concede la asombrosa habilidad de dejar en liber¬tad a las personas que amo; para separar¬me de su dolor, confusión y sufrimiento, los entrego con amor al mismo Poder in¬terno que me está guiando.
Este acto de liberación, practicado dia¬riamente en un momento de serena ora¬ción, ejerce una influencia increíble en todos aquellos que puedo ayudar. Digo y hago sólo lo necesario para atender mis responsabilidades diarias, demostrando el amor que siento, e irradiando la calma y la paz que viene de renunciar al control.

Sólo por hoy: Entrego la responsabili¬dad de las vidas de los demás al mismo Poder Superior dentro de cada uno de ellos que también dirige mi propia vida