SOLO POR HOY

"La recaida nunca es un accidente, indica que aún tenemos reservas con nuestro programa"
Una reserva es algo que apartamos para usar en el futuro.
En nuestro caso, una reserva es esperar que si pasa tal o cual cosa,
seguramente recaeremos.
¿Que acontecimiento preveemos como demasiado doloroso para soportar?
Quizas pensemos que si nos deja el conyuge o la pareja, tendremos que ir a la sala de Juego.
O tal vez la posibilidad de que muera un ser querido nos parezca insoportable.
En todo caso, las reservas que albergamos nos autorizarán a realizar apuestas compulsivas cuando estas cosas se hagan realidad: lo que sucede a menudo.
En vez de prepararnos para la recaida, si examinamos nuestra expectativas y las modificamos allí donde sea posible, podemos preparanos para el éxito.
La mayoría llevamos dentro un catálogo de desgracias anticipadas,
estrechamente relacionadas con nuestros miedos.
Si observamos cómo otros miembros superan penas semejantes,
podemos aprender a sobrevivir al dolor.
Podemos aplicar estas lecciones a nuestras expectativas.
En lugar de decir, si pasa tal cosa tendre que irme a la sala de juego para olvidarme, podemos tranquilizarnos diciendonos que nosotros tambien somos capaces de superar abstinentes lo que nos traiga hoy la vida.

Solo por hoy:
Examinare las reservas que puedan poner en peligro mi recuperacion
y las compartire con otro hermano adicto del grupo.

" Debido a nuestra incapacidad para aceptar las responsabilidades personales, nos creábamos nuestros propios problemas"
Cuando nos negamos a asumir la responsabilidad de nuestra vida
abandonamos todo nuestro poder personal.
Debemos recordar que somos impotentes ante nuestra adicción
no ante nuestro comportamiento personal.
Muchos usábamos equivocadamente el concepto de impotencia para evitar
tomar desiciones o para aferrarnos a cosas que habían quedado atrás.
Alegábamos impotencia ante todas nuestras acciones.
Culpabamos a otros de nuestras circunstancias en lugar de tomar medidas efectivas para cambiarlas.
Si seguimos evitanto la responsabilidad afirmando que somos "Impotentes"
nos disponemos a ir en busca de la misma desesperación e infelicidad
de nuestra adicción activa. La posiblidad de pasar años en recuperación
creyéndonos victimas es muy real.
En vez de vivir la vida sin dar la cara, podemos aprender a tomar decisiones responsables y a correr riesgos.
Quizás nos equivoquemos, pero podemos aprender de esos errores.
Una elevada conciencia de nosotros mismos y una creciente buena voluntad
para aceptar las responsabilidades personales nos brindan la libertad para cambiar, elegir y crecer.

Solo por hoy:
Mis sentimientos, acciones y decisiones son mías.
Seré responsables de ellos.

Gracias .....

La esperanza es la única cosa buena que la desilusión respeta.
La desilusión llega cuando las ilusiones se hacen añicos y no tenemos nada mejor para reemplazarlas.
En las ilusiones que yo tenía como jugador compulsivo estaba a la raíz de mi enfermedad.
Y la más importante de todas era la creencia de que podía pasar mis días con la sola ayuda de la carrera loca de apuestas.
Jugadores Anónimos me liberó de esa ilusión y de muchas otras.
La esperanza de que podría recuperarme me dio la voluntad y la energía
para examinar las ideas que me conducían a usar la apuesta como analgésico.
Cuando son expuestas a la brillante luz de la realidad estas ideas mis viejas ilusiones se desintegran en un polvo que es dispersado.

Sólo por hoy:
Hay tanta esperanza en JA que me llena y renueva si sólo voy y escucho.

«... un padrino de JA es un miembro de Jugadores Anónimos que vive nuestro programa de recuperación y está dispuesto a establecer una relación especial, de apoyo y personal con nosotros.»
¿Qué es un padrino o una madrina? Ya sabes, esa persona agradable con la que tomaste un café después de tu primera reunión.
Esa alma generosa que sigue compartiendo su experiencia de recuperación sin pedir nada a cambio, que sigue sorprendiéndote con su asombrosa agudeza respecto a tus defectos de carácter, que te recuerda una y otra vez que termines el Cuarto Paso, que escucha tu Quinto Paso y que no le cuenta a nadie lo raro que eres.
Cuando nos acostumbramos a tener a alguien para nosotros, es bastante fácil tomar todo esto como si estuviera garantizado.
Puede que nos descontrolemos durante una temporada y nos digamos:
«Más tarde llamaré a mi padrino, pero ahora tengo que limpiar la casa, ir de compras, perseguir a esa persona atractiva...»
Y terminamos en apuros, preguntándonos dónde nos equivocamos.
Nuestro padrino no puede leer el pensamiento. Somos nosotros quienes tenemos que acudir y pedir ayuda.
Tanto si necesitamos ayuda con los pasos, o una valoración realista que nos ayude a enderezar nuestra descabellada manera de pensar, o simplemente un amigo, es tarea nuestra hacer el pedido.
Los padrinos son personas cálidas, sensatas, maravillosas, y su experiencia de recuperación es nuestra; no tenemos más que pedirla.

Sólo por hoy:
Estoy agradecido por el tiempo, el amor y la experiencia que mi padrino comparte conmigo. Hoy lo llamaré.

«Cuando dejamos de vivir en el aquí y el ahora, nuestros problemas se magnifican de manera exagerada.»

«Sólo por hoy»... es una idea reconfortante. Si tratamos de vivir en el pasado, quizás nos desgarren recuerdos dolorosos e inquietantes. Las lecciones de nuestro consumo no son las que buscamos para nuestra recuperación.
Vivir en el mañana significa avanzar con miedo. No sabemos cómo será el futuro secreto y la incertidumbre nos preocupa.
Cuando dejamos de centrarnos en el hoy, nuestra vida parece agobiante.
Vivir el momento brinda libertad. En este momento sabemos que estamos a salvo.
No apostamos y tenemos todo lo que necesitamos. Es más, la vida transcurre en el aquí y el ahora.
El pasado se ha ido y el futuro todavía no ha llegado; preocuparnos no cambiará nada.
Hoy, en este mismo instante, podemos disfrutar de nuestra recuperación.
Sólo por hoy:
Permaneceré en el aquí y ahora. Hoy, en este mismo instante, soy libre.

Hoy es el discípulo del ayer.

Mi historia como jugador compulsivo es muy valiosa para mi. Me enseña como vivir hoy.
En el momento en que puse mi pie en el sendero de la recuperación de JA, supe que las ideas convencionales acerca de cómo controlar mi apuesta estaban fuera de mi vida por completo.
Si no fuera por mi gran y buen maestro, el ayer, nunca habría aprendido esta maravillosa lección, que es en gran medida responsable de mantenerme abstinente, delgado, feliz, alegre y libre hoy.
El inventario del cuarto paso, hecho no una vez sino varias, me permite mantener el ayer como un maestro en un proceso continuo; y todo lo que aprendo hace avanzar mi recuperación.

Sólo por hoy:
Lo que mi experiencia como jugador compulsivo me enseña no tiene precio cuando la utilizo como me indica este programa.

Puede haber personas responsables, pero no hay culpables.
La culpa es una emoción inútil, humillante, que me impide enfrentarme a mis problemas.
De la misma forma que elijo no paralizarme por causa de mis errores, no tengo ningún deseo de hacer que otros se sientan culpables por los suyos.
Tengo mucho cuidado de no decir nunca a nadie, “¿No te da vergüenza?”,
sobre todo a los niños.
Culpar y encontrar defectos no me enseña lo que necesito aprender:
aceptar mis errores, admitir mi responsabilidad por ellos y continuar con la vida.
Sólo por hoy:
Demuestro respeto hacia mi mismo y hacia otros aceptando nuestros errores como prueba de nuestra humanidad.

Hoy en día mucha gente no quiere respuestas sincerasen tanto que sinceras signifiquen desagradables o molestas.
Quieren una respuesta amable que aleje la ansiedad.
Si como miembro de Jugadores Anónimos, sigo sin poder aceptar respuestas sinceras, puedo estar condenándome a mi mismo a una vida de “De una total SERENIDAD”.
En JA, los “vencedores” van a las reuniones, trabajan los pasos, tienen padrinos, llaman por teléfono y PRACTICAN LA ABSTINENCIA.
¿He estado esperando una forma mas fácil?
No hay ninguna. No estoy exento de los principios de causa y efecto que gobiernan las vidas de los demás.

Sólo por hoy:
Que Dios me ayude a ver la verdad sobre mi mismo a pedir la ayuda que necesito y luego a utilizarla.

La gente sólo ve lo que está preparada para ver.
¿Qué palabras podrán transmitir a un jugador compulsivo activo que la vida puede ser mejor de lo que jamás haya imaginado?
Dios me dará las palabras, yo llevo el mensaje. Los resultados no dependen de mi.
Esto toma lo necesario, me digo a mi mismo y me dirijo al próximo recién llegado.
Quizás necesito observar mi actitud:
¿Los abordo agresivamente?
¿Uso palabras y conceptos que sólo los miembros experimentados de JA podrían entender?
¿Doy la impresión de que quiero que el recién llegado lo haga a mi manera o que se busque otro padrino?

Sólo por hoy:
Aquellos a quienes les llevo el mensaje quizá estén más dispuestos a escuchar si recuerdo que el nuestro es un programa de atracción.

«Lo que más nos derrotará en nuestra recuperación es una actitud de indiferencia o intolerancia hacia principios espirituales.»

Al principio, cuando llegamos a JA, a muchos nos resultó muy difícil
aceptar los principios espirituales sobre los que se basa este programa... y por buenas razones. Por mucho que hubiéra mostratado de controlar nuestra adicción, notábamos nuestra impotencia.
Estábamos cada vez más frustrados y enojados con todos los que nos sugerían que había esperanza para nosotros, porque sabíamos más que nadie.
Las ideas espirituales quizás tuvieran algún valor en la vida de los demás, pero en la nuestra, no.
A pesar de nuestra indiferencia o intolerancia hacia principios espirituales,
Jugadores Anónimos nos atrajo. Allí conocimos a otros adictos.
Habían estado donde estábamos nosotros, impotentes y desesperados,
y sin embargo habían encontrado una manera no sólo de dejar de consumir, sino también de vivir y gozar de la vida en abstinencia.
Hablaban de principios espirituales que les habían indicado el camino hacia esta nueva vida de recuperación.
Para ellos, estos principios no eran sólo teorías sino parte de su experiencia práctica.
Sí, teníamos una buena razón para ser escépticos, pero estos principios espirituales de los que hablaban otros miembros de JA parecían funcionar de verdad.
No necesariamente aceptamos todas las ideas espirituales que oímos una vez que admitimos esto, pero empezamos a pensar que si estos principios
habían funcionado para otros, a lo mejor nos funcionarían también a nosotros.
Para empezar, bastaba con esta buena voluntad.

Sólo por hoy:
A lo mejor los principios espirituales de los que oigo hablar en JA me funcionan.
Estoy dispuesto, al menos, a abrir mi mente a la posibilidad.

Ni un sólo acontecimiento puede aparecer para nosotros como totalmente desconocido.
Vivir es ir naciendo poco a poco.
Tanto si una experiencia me trae placer o dolor, siempre hay un gran beneficio: la lenta revelación de un nuevo conocimiento.
Gradualmente al practicar los principios de este programa lo mejor posible, emerge una nueva persona: estoy empezando a aceptarme a mi mismo,
dando paso a la realidad, al lento y enriquecedor camino de la naturaleza.
Cuando me siento impaciente, me vuelvo y miro lo que el crecimiento comedido me ha deparado.
Veo cómo desaparecen los resentimientos, el dolor cicatriza y en su lugar aparece la capacidad de perdonarme a mi mismo y a los demás, como Dios me ama y me perdona.
Sólo por hoy:
Una flor tarda una estación para crecer, un árbol, largos años para madurar.
TODO LO QUE CRECE, INCLUSO YO, TIENE UN HORARIO DE CRECIMIENTO

¿Qué forma tomo bajo escrutinio para justificar mi obsesión por jugar?
Esas racionalizaciones y la gimnasia mental que implican, pueden ser las que me mantienen apostando.
Si continúo apostando, ¿qué evidencia tiene el recién llegado de que el programa funciona?
Necesito enfrentarme a la verdad, empezando por mi definición de abstinencia.
Puede que necesite reemplazar un padrino, quien por una equivocada amabilidad,me ayuda a mantener el mito de la recuperación espiritual,
MIENTRAS CONTINÚO ABSTINENTE.
Sólo por hoy:
Creo en el principio de JA de que cada persona es el único juez de su abstiencia, pero la honestidad es la honestidad y no está sujeta a interpretaciones.
¿Qué honesto somos?

Superar la autoobsesión

«Al vivir los pasos, empezamos a desprendemos de nuestra autoobsesión.»
Muchos llegamos al programa convencidos de que nuestros sentimientos, deseos y necesidades eran de suma importancia para todo el mundo. Habíamos practicado durante toda la vida una conducta egoísta y egocéntrica y creíamos que era la única forma de vivir.
El egocentrismo no cesa sólo porque dejemos de jugar a las apuestas.
Quizás, asistimos a nuestro primer acontecimiento de JA y estamos seguros de que todo el mundo en la sala nos mira, nos juzga y nos condena. Tal vez le exijamos a nuestro padrino que esté a mano para escucharnos cada vez que lo necesitamos; y él, a su vez, puede que nos indique amablemente que el mundo no gira a nuestro alrededor. Cuanto más insistimos en ser el centro del universo, menos satisfechos nos sentimos
con nuestros amigos, nuestro padrino y todo lo demás.
Si nos centramos menos en nuestras necesidades y más en las de otros, podemos librarnos de la autoobsesión. Cuando los demás tienen problemas, podemos ofrecerles ayuda. Cuando los recién llegados necesitan que los lleven a una reunión, podemos pasar a buscarlos. Cuando nuestros amigos se sienten solos, podemos pasar un rato con ellos. Cuando nos parece que no nos quieren o no nos hacen caso, podemos ofrecer a otra persona el cariño y la atención que necesitamos.
Si damos, recibimos mucho más a cambio; y esa es una promesa en la que podemos confiar

Sólo por hoy:
Compartiré el mundo con los demás porque sé que son tan importantes como yo.
Cultivaré mi espíritu por medio de mi entrega.

Remedios extremos son muy apropiados para enfermedades extremas.
Ve a las reuniones. Lee la literatura de J.A. Consigue un padrino. Haz lo que sea.
¿Todo eso? ¿Cuándo tendré tiempo para vivir mi vida?
Haz tiempo. Jugar compulsivamente es una enfermedad mortal.
Pero yo no estoy tan mal.
No, aún no. Pero esta enfermedad es progresiva; empeora, nunca mejora.
La abstinencia es una nueva vida, no en teoría sino en la práctica.
Esto significa seguir sugerencias, escuchar a alguien que sepa más que yo acerca de cómo vivir sin jugar.
Significa leer: "Raramente hemos visto fallar a una persona que haya seguido completamente nuestro camino."
Si deseo dejar de jugar al azar y una vida mejor, he llegado al lugar apropiado.


Sólo por hoy:
He dado el primer paso. Dios ayúdame a permanecer en este nuevo camino hacia la recuperación física, mental y espiritual.

Buenos» y «malos» sentimientos

«Muchas cosas suelen suceder en un día, tanto negativas como positivas.
Si no nos tomamos el tiempo para apreciar ambas, es posible que pasemos por alto algo que nos ayudaría a madurar.»

juzgar

Al parecer, la mayoría juzgamos inconscientemente lo que nos pasa en un día como algo bueno o malo, un éxito o un fracaso.
Tendemos a sentirnos felices por lo «bueno» y enojados, frustrados o culpables por lo «malo».
Aunque a menudo, los sentimientos buenos o malos tiene poco que ver con lo que de verdad es bueno o malo para nosotros.
Puede que aprendamos más de nuestros fracasos que de los éxitos, especialmente si el fracaso es fruto de habernos atrevido a algo.
Asociar juicios de valor a nuestras reacciones emocionales nos ata a viejas formas de pensar. Podemos cambiar nuestra forma de ver los incidentes de la vida cotidiana, tomándolos como oportunidades de crecer, no como algo bueno o malo. Podemos buscar lecciones en vez de asignar valores.
Cuando lo intentamos, aprendemos algo nuevo cada día.
Nuestro Décimo Paso diario es una herramienta excelente para evaluar los acontecimientos cotidianos y aprender tanto del éxito como del fracaso.

Sólo por hoy:
Me han dado la oportunidad de aplicar los principios de recuperación para aprender y crecer.
Tengo éxito cuando aprendo de los acontecimientos de la vida.

Arriesgarse a ser vulnerable

«A medida que crecemos, aprendemos a dominar la tendencia a huir y escondemos de nosotros y nuestros sentimientos.»

La mayoría, en lugar de arriesgarnos a ser vulnerables, hemos desarrollado hábitos para mantener a los demás a distancia prudencial.
Estos patrones de aislamiento emocional nos dan la sensación de que estamos irremediablemente ocultos tras nuestras máscaras.
Solíamos arriesgar nuestra vida, ahora podemos arriesgarnos con nuestros sentimientos.
Al compartir con otros adictos a los juegos de azar, aprendemos que no somos únicos; como estamos en buena compañía, no nos convertimos en personas exageradamente vulnerables sólo porque dejemos que los demás nos conozcan.
Mediante el trabajo de los Doce Pasos del programa de JA crecemos y cambiamos.
Ya no queremos, ni nos hace falta, esconder nuestra personalidad que emerge.
Nos han dado la oportunidad de despojarnos del camuflaje emocional que habíamos elaborado para sobrevivir a nuestra adicción activa.
Al abrirnos a los demás, nos arriesgamos a ser vulnerables, pero es un riesgo que bien vale la recompensa.
Con la ayuda de nuestro padrino y otros adictos en recuperación aprendemos a expresar nuestros sentimientos honesta y abiertamente.
A cambio, recibimos el amor incondicional de nuestros compañeros que nos nutre y anima.
A medida que practicamos principios espirituales encontramos fortaleza y libertad, tanto en nosotros como en quienes nos rodean.
Quedamos en libertad de ser nosotros mismos y disfrutar de la compañía de nuestros compañeros adictos.

Sólo por hoy:
Compartiré abierta y honestamente con otros adictos a los juegos de azar en recuperación.
Correré el riesgo de ser vulnerable y gozaré de mí y de mi amistad con otros miembros de J.A. y Creceré.

A las mentes, como a los cuerpos, a menudo les salen granos, debido a un estado enfermizo por un exceso de comodidades…
El exceso mata las mismas cualidades que busco en todo, sea en posesiones, en actividades o en apuesta. Jugar compulsivamente da la ilusión de bienestar, pero lo que empieza como un intento de llenar necesidades insatisfechas pronto cobra vida por sí mismo, exigiendo cada vez más y dando menos a cambio.
El verdadero bienestar ha de ser encontrado en el equilibrio y el sano juicio de la abstinencia.
Tan profundo y puro es este bienestar que bien vale la pena
cualquier problema o dolor por el que tenga que pasar para conseguirlo.

Sólo por hoy:
Abstenerse de jugar compulsivamente es un estado de mente, no un método.
Dios me conceda mi abstinencia hoy y, si hace falta, la buena voluntad de llegar hasta donde haga falta para conseguirla.

Dificultades

“Creíamos ser diferentes (….) consolidamos nuestra rendición y sólo a partir de este momento empezamos a superar la alienación de la adicción”

< ¡No lo comprendes! >, balbuceábamos mientras tratábamos de disimular.
<< ¡Soy diferente! ¡De verdad lo tengo muy mal!>>
Durante nuestra adicción activa, usábamos estas frases una y otra vez;
o bien en un intento de huir de las consecuencias de nuestros actos, o para evitar seguir las normas aplicadas a todos los demás.
Es posible que nos hayamos lamentado de esta manera en nuestra primera reunión.
Quizás, últimamente, nos sorprendimos usándolas para quejarnos.
Muchos nos sentimos diferentes o únicos.
Los adictos podemos utilizar casi cualquier cosa para aislarnos.
Perno no hay excusa para ausentarnos de la recuperación, nada que nos dé derecho a este programa: ni una enfermedad mortal, ni la miseria, nada de nada.
Millares de adictos a los juegos de azar recuperan a pesar de las dificultades auténticas a las que han tenido que enfrentarse.
Al trabajar el programa la conciencia espiritual ha crecido
a pesar de (o quizás como repuesta a) estas dificultades.
Nuestras circunstancias y diferencias particulares son irrelevantes cuando se trata de nuestra recuperación.
Si nos desprendemos de nuestra originalidad y nos rendimos a esta sencilla forma de vida, inevitablemente veremos que formamos parte de algo.
Y sentirnos integrados Nos da la fortaleza para afrontar la vida con todas sus dificultades.

Solo por hoy:
Me desprenderé de mi originalidad y seguiré los principios de recuperación que tengo en común con tantas otras personas. Las dificultades no me excluyen de la recuperación, mas bien me atraen hacia ella.

Nada pierde aquél que tiene a Dios como amigo.

Muchos de los que llegan a JA están tan receptivos a la idea de tener a Dios como un amigo como lo estarían a la sugerencia de levitar durante una hora o así cada día.
Una historia de literatura de Jugadores Anónimos habla de un miembro recién llegado, un ateo, quien, al oír la sugerencia de “actúa como si”
Dios fuera real, le preocupaba la idea de ser un hipócrita.
“¡De ninguna manera!”, le contestó su padrino.
“Puedes ser un jugador compulsivo. glotón, un ladrón y un egomaníaco -
tener todos los vicios; puedes oler mal, tener un aspecto fatal, pero por Dios, ¡no queremos que seas un hipócrita!”.
El hombre aceptó seguir las sugerencias, encontró un Poder Superior como él lo concebía, no aposto esta en abstinencia y sigue recuperándose en JA doce años después.

Sólo por hoy:
No tengo nada que perder al buscar a Dios como lo concibo excepto mi falso orgullo, mi obsesión por la apuesta compulsiva, mi decrepitud y todas las quimeras que destrozan mi vida y que esta enfermedad alimenta.

Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad.
Venir a JA abrió una pequeña brecha en el muro que había edificado para protegerme a mi mismo. Lo que vi fue tan interesante que decidí dejar entrar un poco más de luz una decisión realmente aterradora.
Observar mis defensas era verme a mi mismo, quizás por primera vez.
Aunque he descubierto mucho beneficios mirando a mi interior, todavía tengo la tendencia a resistirme.
Sólo cuando me canso de tropezar en la oscuridad es cuando dejo de protestar por “como son las cosas” y enciendo la luz que me llevará a una nueva libertad.
Sólo por hoy:
¿Sobre qué necesito escribir?
No tengo que sentir miedo de mirar dentro de mi corazón y anotar lo que encuentro.

No existe calamidad más grande que los opulentos deseos.
Lao-Tze
La necesidad de satisfacer los innombrables anhelos y los opulentos deseos me condujeron a jugar compulsivamente.
Es una enfermedad progresiva: empieza con cantidades moderadas de apuesta extra y se convierte en una pesadilla de obsesiva sobre indulgencia.
¿Existe algo que pueda llenar mi vacío y satisfacer el deseo de apostar que la apuesta no puede aliviar?
Sí; el sustento espiritual que se consigue al rendirse. Dejo todo al cuidado de Dios y acepto en su lugar la paz que "supera toda comprensión."

Sólo por hoy:
Dios me concede todo lo que necesito aunque tal vez yo mismo no lo sepa.

Soy nueva en el foro llegué a el, decidida a buscar ayuda, también es muy reciente, un año la compulsión ¿irregular? ( todos los días,una semana cada mes o dos meses). Soy consciente que es una enfermedad. además de asumirla. quisiera saber por qué empecé a los 57 años. ¿Cuantas situaciones de mi vida me impactaron como para buscar esta salida? Hoy, en particular estoy muy angustiaada, ayer hablé con mis hijos. Mi marido no está en condiciones psíquicas ni para entender, ni para ayudarme, no cree en problemas emocionales, dice que esto loca, y un desastre. En 35 años de casada fui el eje del matrimonio, Dios es mi testigo.
Gracias por tus comentarios. Amo a Dios con todo mi corazón, desde siempre. Siento que lo he traicionado. Un abrazo en el amor de Dios

Hola Crsital, bienvenida a este foro de ayuda. Al igual que tu, llegué a este foro sumida en el foso más profundo; deudas millonarias ocasionadas por el juego, mentiras y más mentiras ante mi familia, iba prácticamente todos los dias, hasta que no pude más y decidí gritar al mundo y a mi misma BASTAAAAA. Le conté a mi esposo e hijos e inicié un proceso de rehabilitación con las medidas preventivas que acá los amigos nos indican:
1.- Alejamiento del casino
2. Dejar de jugar
3. Entregar el control del dinero a familiares
4. Entregue formulario de Autoprohibición en el casino de mi ciudad

En mi ciudad no hay asociaciones de jugadores anónimos. Si las hubiera en tu ciudad ingresa inmediatamente; son una de las mediadas preventivas más importantes.

Cristal te puedo decir que desde el momento que ingresas a este foro es porque te has dado cuenta que estás enferma ( al igual que yo), y que sola no puedes salir . lee todos los temas que aquí se mencionan, especialmente los referidos a los 12 pasos de recuperación de nuestro amigo JMG, serán de gran ayuda.
Te entiendo toda tu angustia, yo también soy madre y esposa y tenemos edades un tanto similares. Arriba el ánimo, secate las lágrimas y a empezar este largo camino...tu lema diario debe ser SOLO POR HOY, SOLO POR 24 HORAS SIN JUEGO.
jUGUÉ MÁQUINAS DURANTE 4 AÑOS, PRACTICAMENTE TODOS LOS DÍAS Y LLEVO 4 MESES MARAVILLOSOS DE PAZ, DE TRANQUILIDAD Y CONTENTA...PERO CAUTELOSA, PUES ESTA ENFERMEDAD LA CARGAREMOS TODA LA VIDA.
SALUDOS DESDE CHILE