SOLO POR HOY

Aprender a vivir de otra manera puede ser difícil. A veces, cuando las cosas se ponen especialmente duras, quizás nos tiente tomar el camino más fácil y vivir de acuerdo a nuestras viejas ideas. Olvidamos que éstas nos estaban matando.
Para vivir de otra manera, tenemos que abrir la mente a nuevas ideas.
Trabajar los pasos, asistir a reuniones, compartir con los demás, confiar en un padrino o madrina... son sugerencias que pueden toparse con nuestra resistencia e incluso nuestra rebeldía.
El programa de JA requiere esfuerzo, pero cada paso nos acerca más a la clase de persona que de verdad deseamos ser.
Queremos cambiar, crecer, convertirnos en algo más que lo que somos hoy.
Para hacerlo, abrimos la mente, probamos las nuevas ideas que hemos descubierto en JA y aprendemos a vivir de otra manera.
*
Sólo por hoy:
Abriré mi mente a nuevas ideas y aprenderé a vivir de otra manera.

La verdadera ambición no es lo que pensábamos que era.
La verdadera ambición es un profundo deseo de vivir siendo útil y caminar humildemente bajo la gracia de Dios.

Mi valor como ser humano y sí, mi felicidad no se mide en dinero, posición o lo que poseo.
Viene de mi utilidad para mi mismo y para los demás, y se encuentra en algo que ninguna cantidad de dinero o prestigio puede comprar: el programa de recuperación de J.A.
¿Qué valora una nueva calidad de pensamiento?
Hoy puedo aprender, tengo libertad para crecer, cambiar, resolver
problemas y sentirme bien.
¿Dónde venden esto?
Un día bueno es cuando puedo usar mis dones para ayudar a otra persona, y eso no puede ser comprado.
Las adquisiciones mundanas, pueden darme la apariencia de sentirme bien
pero eso es todo lo que dan apariencia y hoy sé la diferencia.

Sólo por hoy:
Cuando me encuentro atrapado en los valores materiales y pienso que el dinero o la posición pueden resolverme, recuerdo que ni el dinero ni la posición podrían haberme dado lo que recibí en J.A.

Aprender a vivir otra vez
«Aprendemos a vivir de otra manera. Ya no estamos limitados a nuestras viejas ideas.»

De niños puede que a algunos nos hayan enseñado y a otros no a diferenciar el bien del mal y otros principios básicos. Da igual, en el momento en que descubrimos la recuperación la mayoría sólo teníamos una idea de lo más vaga sobre cómo vivir. Nuestro aislamiento de la sociedad nos había hecho ignorar las responsabilidades humanas básicas y desarrollar extrañas habilidades de supervivencia para arreglárnoslas en el mundo en que vivíamos.
Algunos no sabíamos cómo decir la verdad; otros éramos tan francos que heríamos a todos aquellos con los que hablábamos.
Algunos no podíamos afrontar ni el más sencillo de los problemas personales; mientras que otros tratábamos de resolver los problemas del mundo entero.
Algunos jamás nos enojábamos, aunque nos trataran injustamente; mientras otros no tardábamos en soltar nuestras quejas contra todo y todos.
Tengamos los problemas que tengamos, por muy graves que sean, en Jugadores Anónimos todos tenemos la oportunidad de aprender a vivir otra vez.
Quizás nos haga falta aprender a ser buenos y a ocuparnos de los demás. Quizás debamos aceptar responsabilidades personales.
O tal vez tengamos que superar el miedo y correr algunos riesgos. Pero de una cosa podemos estar seguros: cada día, simplemente por vivir la vida, aprendemos algo nuevo.
Sólo por hoy:
Sé más acerca de vivir que ayer, pero no tanto como mañana. Hoy aprenderé algo nuevo.

Hola J.G.M.

Yo también he aprendido algo nuevo, que en ocasiones, y por no darles una nueva oportunidad a las personas, se queda por el camino gente tan valida cómo tú. Que nos riegas todos los días de paz, sabiduría y buenos consejos. Sigue así por mucho tiempo.
Hasta pronto.

No merece la pena estropear un día antes de que llegue.
Hacer planes de antemano requiere equilibrio y moderación; tienes que saber cuando parar.
Como persona compulsiva, pocas veces estaba satisfecho y me contentaba con dejar las cosas a medias.
Planear, significaba preocuparme todo el día anterior por adelantado.
Cuanto más practico el programa de JA, más afición le tengo a vivir un día a la vez.
No siempre es fácil saber si debo planear mucho o poco, pero tengo una buena regla para medir.
Cuando empiezo a preocuparme o inquietarme sobre cómo hacer que las cosas salgan como quiero, PARO.
El alivio de soltar riendas, de entregar la responsabilidad de lo que ocurra mañana, es infalible.

Sólo por hoy:
Más que ninguna otra cosa, quiero la libertad que viene con la renuncia al control.
Planeo y preparo, pero me detengo antes de decidir cómo algo va a resultar.

No puedes rezar una mentira

Tan imposible es engañar a esa parte de mi que lleva la cuenta de mis delitos, como lo es engañar a Dios.
Las reuniones de JA, el compartir con otro miembro, me ayuda a verme a mi mismo con honestidad. Según voy siendo consciente de mis defectos, estoy más dispuesto a aceptarlos, viéndolos como fallos humanos, no como pecados imperdonables. Si puedo hablar de ellos, puedo rezar para ser liberado de ellos. Seguir tapando mis defectos mata el camino del crecimiento. La honestidad libera mi vida de la ilusión, la racionalización y la auto justificación. La honestidad mira, descubre y acepta.

Sólo por hoy:
De la misma forma que la verdad me liberó de la obsesión por la apuesta, puede liberarme de los otros problemas de vida. No tengo miedo de buscar la verdad.

Equilibrio emocional
«El equilibrio emocional es uno de los primeros resultados de la meditación, y nuestra experiencia lo demuestra.»

Aunque cada uno de nosotros tenga una definición un poco diferente de «equilibrio emocional», todos debemos buscarlo. Puede significar encontrar y conservar una forma positiva de ver la vida, independientemente de lo que suceda a nuestro alrededor.
Para algunos, quizás sea una comprensión de nuestras emociones que nos permita responder en lugar de reaccionar a nuestros sentimientos; o sea,
que experimentemos nuestros sentimientos tan intensamente como podamos y al mismo tiempo no los expresemos con exageración.
El equilibrio emocional viene con la práctica de la oración y la meditación.
Nos quedamos en silencio y compartimos nuestros pensamientos,
esperanzas y preocupaciones con el Dios que concebimos.
Luego prestamos atención a su orientación y esperamos la fortaleza para actuar en esa dirección.
Con el tiempo, nuestra capacidad para mantener una especie de equilibrio mejora, y los violentos altibajos emocionales que solíamos tener empiezan a calmarse.
Desarrollamos el talento de dejar a los demás sentir sus sentimientos; no tenemos necesidad de juzgarlos.
Y nos entregamos completamente a toda nuestra gama de emociones.
Sólo por hoy:
A través de la oración y la meditación regular, descubriré lo que significa para mí el equilibrio emocional.

Atravesar el dolor

«Ya no tenemos por qué volver a los juegos de azar, no importa
cómo nos sintamos, tarde o temprano todos los
sentimientos pasarán.»

Duele como nunca. Sales de la cama después de una noche sin dormir, hablas con Dios, y aun así no te sientes mejor.
«Pasará», te dice una vocecita. «¿Cuándo?», preguntas mientras andas, rezongas y sigues adelante con tu día.
Sollozas en el coche y enciendes la radio todo el camino para no oír tus pensamientos. Pero vas directamente al trabajo y ni piensas en apostar.
Tienes un nudo en el estómago. Cuando el sufrimiento se vuelve insoportable, te quedas atontado y en silencio.
Vas a una reunión; ojalá estuvieras tan contento como parecen estar los otros miembros. Pero no recaes.
Lloras un poco más y llamas a tu padrino. Conduces hasta la casa de un amigo y ni siquiera notas la belleza del paisaje porque tu horizonte interior es un desierto.
Quizás no te sientas mejor después de la visita, pero por lo menos no has ido a ver al prestamista o al banco.
Escuchas un Quinto Paso. Compartes en una reunión. Miras el calendario y te das cuenta de que has conseguido pasar otro día sin apostar.
Entonces, un buen día te despiertas, miras afuera y te das cuenta de que es un día precioso. El sol brilla. El cielo está azul.
Respiras hondo, sonríes de nuevo y sabes que sí, que en realidad todo pasa.
Sólo por hoy:
Independientemente de cómo me sienta hoy, seguiré con mi recuperación.

La más profunda necesidad del hombre es la necesidad de superar su aislamiento y abandonar la prisión de la soledad.

Si la sensación de aislamiento es endémica a la condición humana, los jugadores compulsivos sienten su aislamiento más intensamente.
La gente que apuesta ocasionalmente por placer, para ser sociable, confortarse a sí mismos o pasar el tiempo.
Los que tenemos obsesión por la apuesta intentamos larga y duramente ser como los jugadores normales, sólo para encontrar que no podemos limitarnos a la ocasión; seguimos apostando más allá de nuestras necesidades, de la sociabilidad “y el sano juicio”.
La recuperación en J.A está basada en el reconocimiento de que no somos y nunca seremos jugadores normales o sociales.

Sólo por hoy:
Si, soy diferente de los miembros de mi familia, amigos y colegas que no son jugadores compulsivos.

La duda forma parte de todas las religiones.
Todos los pensadores religiosos han dudado.

A veces tengo dificultad en creer lo que está frente a mis ojos, sin contar con lo que no puedo ver. Aunque ya no dudo respecto a mi Poder Superior, tengo períodos en los que me siento muy lejano. Por medio del dolor y del miedo sentido en esos momentos, mi fe en la presencia de Dios en mi vida se ha fortalecido.
Por muy sombrío que sea este “período seco” por el que estoy pasando,
sé que no he sido abandonado.
La gracia que me salvó antes, todavía está ahí y me será revelada cuando Dios quiera, no como resultado de cualquier cosa que haga o deje de hacer.

Sólo por hoy:
Como siempre, permaneceré abstinente, aceptando las cosas como son y reafirmando que he dejado mi vida en manos de Dios.

La exhuberancia es belleza.

La cultura occidental parece que aplasta la exuberancia.
Siendo niños, a la mayoría de nosotros se nos pide que adoptemos un rígido nivel de "buena" conducta en el salón de clase y en la casa.
No debemos ser muy expresivos, ni demasiado alegres; resulta frustrante para el adulto que está a nuestro cargo.
Pronto los niños imitando a sus mayores, empiezan a burlarse de los alardes excesivos, o de las manifestaciones poco moderadas de lo bien
que se siente estar vivos en este bello mundo.
¿Cómo puede reaprender un adulto a expresar su exuberancia? quizás no sea posible rescatar lo que se perdió, pero con este programa de recuperación casi lo conseguimos.
Cuanto más practico portarme "como un niño" especialmente al dar los pasos tercero y undécimo, más se apodera de mi espíritu una incontrolable alegría que demanda expresión.

Sólo por hoy:
No tengo ningún miedo de disfrutar de todo lo que es bello, ni de expresar mi exuberancia en cualquier forma que se me ocurra.

Motivaciones de Servicio.


«Todo lo que ocurra en el transcurso del servicio de JA debe estar motivado por el deseo de llevar mejor el mensaje de recuperación al adicto que todavía sufre.»
Nuestras motivaciones a menudo nos sorprenden. Al comienzo de nuestra recuperación casi siempre eran una sorpresa.
Hemos aprendido a revisar nuestras motivaciones a través de la oración, la meditación, los pasos, de hablar con nuestro padrino o madrina y otros adictos.
Cuando sentimos la necesidad particularmente fuerte de hacer o tener algo, es importante que echemos un vistazo a nuestras motivaciones para ver qué queremos en realidad.
Al comienzo de la recuperación, muchos nos entregamos con gran fervor al servicio sin haber empezado una práctica regular de comprobación de motivaciones.
Tardamos un tiempo en aprender a ser conscientes de las auténticas razones de nuestro entusiasmo.
Quizás queramos Impresionar a los demás, demostrar nuestra capacidad o ser conocidos e importantes.
Ahora bien, es posible que estos deseos no sean perjudiciales en otro ambiente, exteriorizados de otra manera, pero en el servicio de JA pueden causar mucho daño.
Cuando acordamos hacer servicio en JA, tomamos la decisión de ayudar a otros adictos a descubrir y mantener la recuperación.
Tenemos que revisar cuidadosamente los motivos por los que hacemos servicio y recordar que es mucho más fácil ahuyentar a los adictos en activo que convencerlos de que se queden.
Cuando les mostramos jugarretas, manipulación o pomposidad, les presentamos una imagen poco atractiva de la recuperación.
Sin embargo, el deseo generoso de servir a los demás crea un ambiente atractivo para el adicto que todavía sufre.
*
Sólo por hoy:
Revisaré mis motivaciones en busca de un verdadero espíritu de servicio.

La conversación más feliz es en la que no hay ni competencia, ni vanidad, sino un tranquilo y sosegado intercambio de sentimientos.

¡Qué bien se siente estar con la gente de JA! Tanto en una reunión como en un café o al teléfono, la conversación es un tranquilo compartir, a diferencia de las conversaciones que conocemos "afuera." Discutimos interminablemente lo que es la enfermedad y lo que el programa ha hecho
y está haciendo por nosotros. Si participamos durante el tiempo suficiente oiremos nuestra historia o por lo menos encontraremos algo con lo que podemos identificarnos intensamente. Incluso las personas más competitivas, eventualmente se darán cuenta de que no hay necesidad
de impresionar a nadie o probar que ellas son mejores que cualquier otra persona.Los principios del programa encarnados en los pasos y las tradiciones hacen de Jugadores Anónimos una comunidad de gente amable y cariñosa Cuya Única Meta Es La Libertad, Para Ellos Y Para Otros, De Jugar Compulsivamente.
Sólo por hoy:
La compañía de los miembros de JA es un precioso regalo, disponible para mí en cualquier momento que lo desee.

La verdadera ambición no es lo que pensábamos que era.
La verdadera ambición es un profundo deseo de vivir siendo útil y caminar humildemente bajo la gracia de Dios.

Mi valor como ser humano y sí, mi felicidad no se mide en dinero,
posición o lo que poseo. Viene de mi utilidad para mi mismo y para los demás, y se encuentra en algo que ninguna cantidad de dinero o prestigio puede comprar: el programa de recuperación de J.A.
¿Qué valora una nueva calidad de pensamiento?
Hoy puedo aprender, tengo libertad para crecer, cambiar, resolver problemas y sentirme bien.
¿Dónde venden esto?
Un día bueno es cuando puedo usar mis dones para ayudar a otra persona, y eso no puede ser comprado. Las adquisiciones mundanas,
pueden darme la apariencia de sentirme bien pero eso es todo lo que dan
apariencia y hoy sé la diferencia.

Sólo por hoy:
Cuando me encuentro atrapado en los valores materiales y pienso que el dinero o la posición pueden resolverme, recuerdo que ni el dinero ni la posición podrían haberme dado lo que recibí en J.A.

Aprender a vivir de otra manera puede ser difícil.
A veces, cuando las cosas se ponen especialmente duras, quizás nos tiente tomar el camino más fácil y vivir de acuerdo a nuestras viejas ideas.
Olvidamos que éstas nos estaban matando.
Para vivir de otra manera, tenemos que abrir la mente a nuevas ideas.
Trabajar los pasos, asistir a reuniones, compartir con los demás, confiar en un padrino o madrina... son sugerencias que pueden toparse con nuestra resistencia e incluso nuestra rebeldía.
El programa de JA requiere esfuerzo, pero cada paso nos acerca más a la clase de persona que de verdad deseamos ser.
Queremos cambiar, crecer, convertirnos en algo más que lo que somos hoy.
Para hacerlo, abrimos la mente, probamos las nuevas ideas que hemos descubierto en JA y aprendemos a vivir de otra manera.
*
Sólo por hoy:
Abriré mi mente a nuevas ideas y aprenderé a vivir de otra manera.

«Compartir con otros evita que nos sintamos aislados y solos.»
Intimidad es compartir con otro ser humano nuestros pensamientos y sentimientos más profundos.
Muchos ansiamos el cariño y la compañía que brinda la intimidad, pero no son cosas que llegan sin esfuerzo.
Durante nuestra adicción a las apuestas, aprendimos a guardarnos de los demás para que no amenazaran nuestro consumo.
En recuperación, aprendemos a confiar en los demás. La intimidad exige que bajemos la guardia.
Para sentir la proximidad que produce la intimidad, debemos permitir que los demás se acerquen a nosotros... a nuestro verdadero yo.
Si vamos a compartir lo más profundo de nuestro ser con otros, primero debemos tener una idea de cómo somos realmente en nuestro interior.
Examinamos nuestra vida con regularidad para averiguar quiénes somos, qué queremos y cómo nos sentimos.
Después, basándonos en nuestro inventario periódico, debemos ser con nuestros amigos lo más completa y coherentemente honestos que podamos.
La intimidad es parte de la vida, y por lo tanto, parte de vivir abstinente; como todo en recuperación, tiene su precio.
El riguroso autoexamen que la intimidad requiere puede ser un trabajo duro, y la total honestidad que implica muchas veces trae complicaciones.
Pero el resultado, librarnos del aislamiento y la soledad, bien vale el esfuerzo.
Sólo por hoy:
Como resultado de la intimidad, aspiro a librarme del aislamiento y la soledad.
Hoy, llegaré a conocer a «mi verdadero yo» a traves de un inventario personal e intentaré ser completamente honesto con otra persona.

El azar es quizá el pseudónimo que utiliza Dios cuando El no quiere identificarse.

La gente que ha estado al borde de la destrucción y luego un día despierta y se encuentra restablecido a una perfecta salud, no cree en la coincidencia.
Nos quedamos sin aliento, pasmados con las historias personales cuya recuperación realmente la vida misma dependía de una "suerte" ciega, de una serie de eventos tan increíbles que los habrían descartado en otras circunstancias.
Hay miembros que cancelaron una operación porque, en el lapso que estaba pautado para la operación y el día en que iban a ingresar al hospital, encontraron a JA.
Otros, cuyos doctores les habían dado un periodo muy corto de vida, nos cuentan del "fondo", literalmente hablando, al que habían llegado donde el deterioro físico y mental era total.
Ellos, también fueron dirigidos a nuestra puerta y están recuperándose.

Sólo por hoy:
La poderosa fuerza que me trajo a JA, está lista para guiarme a las promesas de este programa.

Compartir nuestra gratitud
Devolverla con Servicio

Mi gratitud habla cuando me preocupo por los demás y cuando comparto con otros a la manera de JA.»
Oración de la Gratitud *
Cuanto más tiempo pasamos sin apostar, mayor gratitud sentimos por nuestra recuperación.
Estos sentimientos de gratitud no se limitan a determinados dones, tales como los nuevos amigos o la capacidad de tener trabajo.
Es más frecuente que surjan del placer general que nos produce nuestra nueva vida y se intensifican con la certeza del rumbo que hubiera tomado ésta de no haber sido por el milagro experimentado en Jugadores Anónimos.
Son sentimientos tan amplios, maravillosos y a veces tan abrumadores que a menudo no encontramos palabras para describirlos.
En ocasiones lloramos de felicidad abiertamente mientras compartimos en una reunión, y aun así buscamos palabras para expresar lo que sentimos. Tenemos tantas ganas de trasmitir a los recién llegados la gratitud que sentimos, pero parece que a nuestro vocabulario le faltan superlativos para describirla.
Cuando compartimos con lágrimas en los ojos, cuando tenemos un nudo en la garganta y no podemos ni hablar... éstas son las ocasiones en que más claramente habla nuestra gratitud. La compartimos directamente de corazón, mientras otros la escuchan y la comprenden también de corazón. Nuestra gratitud habla con elocuencia, aunque nuestras palabras no lleguen a hacerlo.
Sólo por hoy:
Mi gratitud tiene voz propia. Cuando habla, el corazón comprende. Hoy compartiré mi gratitud con los demás, encuentre o no las palabras.

No hay nada más fuerte que una extrema necesidad.
El fondo más bajo es un lugar donde el cambio es absolutamente necesario. Debo cambiar o morir.
La fuerza de esa necesidad me condujo a JA, entreabrió mi cerrada mente e introdujo imágenes de una vida mucho más allá de mi más fantástica imaginación.
Hoy, la admisión de mi impotencia, es la necesidad imperiosa que me da la fortaleza requerida para seguir viviendo y funcionar como un miembro de la sociedad, contribuyente y responsable.
Estoy abstinente, trabajo los doce pasos del programa de recuperación lo mejor que puedo cada día, voy a las reuniones y permanezco en contacto con miembros de JA.
Sólo por hoy:
Nada me proporciona más fortaleza que la abstinencia. Es la Número Uno de las necesidades en mi vida.

Ganas, fortaleza, valor y confianza en cada experiencia en que realmente te detienes para mirar al miedo de frente.
Eres capaz de decirte a ti mismo, "he vivido a través de este horror. Estoy preparado para lo próximo que venga "...
Debes hacer lo que crees que no puedes hacer.
La incapacidad de encarar mis miedos fue uno de los factores principales causantes de mi enfermedad.
Si no los miraba a la cara, no sabría de qué estaban hechos; y si no los conocía no tendría por qué sentirlos.
El jugar compulsivamente hizo un admirable trabajo al ayudarme a enterrar vivos mis miedos.
El programa de JA sobresale en ayudarnos a tratar con nuestros temores.
Un pequeño paso a la vez descubrimos lo que nos aterroriza, lo superamos y seguimos con nuestra recuperación.
Procurándonos la ayuda de un padrino y usando los demás instrumentos- es una manera efectiva para empezar a enfrentarnos al miedo.

Sólo por hoy:
La ayuda que necesito para lidiar con el miedo, está disponible en el programa de los Doce pasos, los miembros de JA y los instrumentos. ¿Estoy usando esa ayuda?

Contemplad cuan bello y placentero es para los hermanos vivir juntos en unidad.
Voy a las reuniones porque es donde me siento en casa. Aquí encuentro amigos, unidos en una cálida conversación y expreso mis sentimientos. Aquí soy aceptado.
Al principio JA me parecía extraño, pero la gente se me acercó y me
dijo, "Nunca tendrás que apostar compulsivamente ," y les creí.
Me escucharon al hablar, me animaron cuando estaba angustiado, celebraron mi recién hallada abstinencia.
No tardé mucho en ser yo quien buscaba a los recién llegados para darles la bienvenida, como me la habían dado a mí, y los escuché con paciencia y comprensión.
Sí, estoy en unidad con mis hermanos y hermanas.

Sólo por hoy:
Gracias a Dios por las reuniones de JA, donde los jugadores compulsivos
no tienen qué explicar, defender o intentar ser algo que no son sólo se comparten tal cual son.

El cuidado de nuestro Poder Superior
«Creemos que nuestro Poder Superior cuidará de nosotros.»
Nuestro programa se basa en la idea de que la aplicación de sencillos principios puede producir efectos profundos en nuestra vida, uno de estos principios consiste en que nuestro Poder Superior, si se lo pedimos, nos cuidará.
Como es un principio tan básico, quizás tengamos tendencia a ignorarlo. A menos que aprendamos a aplicar conscientemente esta verdad espiritual,
pasaremos por alto algo tan importante para nuestra recuperación como respirar para vivir.
¿Qué sucede cuando estamos tensos o asustados? Si hemos intentado mejorar conscientemente la relación con nuestro Poder Superior, no habrá problemas.
En lugar de actuar precipitadamente, nos detendremos durante un momento y recordaremos ejemplos específicos en que nuestro Poder Superior nos ha demostrado su interés en nosotros.
Es algo que nos asegurará que el Poder Superior todavía está a cargo de nuestra vida.
Después, buscaremos orientación y fortaleza para la situación que tenemos delante, y procederemos con tranquilidad, seguros de que nuestra vida está en manos de Dios.
«Nuestro programa es una serie de principios», como nos dice
nuestro «Librito Blanco».
Cuanto más consecuentemente intentemos mejorar nuestra valoración consciente de estos principios, más fácilmente podremos aplicarlos.
*
Sólo por hoy:
Intentaré mejorar mi contacto consciente con el Poder Superior que me cuida. Cuando surja la necesidad, sé que podré confiar en esa protección.

Nuestro conocimiento es como una pequeña isla en medio de un gran océano de ignorancia.
El orgullo del género humano muchas veces está muy cerca de la arrogancia.
Compararnos con el resto de los habitantes de la tierra tiende a darnos una sensación de divina superioridad.
La historia humana nos enseña que tanto individual como colectivamente, los que más orgullosos están de su sabiduría, suelen tener cerradas sus mentes a lo nuevo. Los anales de la ciencia y de la medicina están llenos con tales ejemplos.
La presunción de sabiduría es incompatible con la humildad, que es el estado de aprendizaje; "Sólo sabemos un poco," declara el Libro Grande; y "más nos será revelado."
En este programa, se sugiere que pongamos a un lado nuestros conocimientos y mantengamos la mente abierta.

Sólo por hoy:
Tal vez sepa lo que creo que sé, pero puedo ponerlo a un lado para lo que me falta aprender.

Cualquiera que sean los juegos que practiquemos con nosotros, no debemos jugar con nosotros mismos, sino actuar en privado con la máxima sinceridad y verdad.
No puedo jugar conmigo en lo que a mi enfermedad se refiere, y pretender tener sano juicio y estar espiritualmente en forma.
No me arrestarán por conducir bajo los efectos de jugar compulsivamente, pero mi pensamiento puede ser tan irracional y alejado de mis valores como el de un conductor borracho. He practicado ese juego antes y conozco una mejor manera de vivir.
En cuanto di el primer paso admitir que la apuesta me había vencido encontré que podía buscar sin miedo otras respuestas sinceras.

Sólo por hoy:
Mi abstinencia y mi sano juicio dependen, sobre todo, de ser sincero conmigo mismo.

¿Miedo o fe?
«... pero fuéramos donde fuésemos lo llevábamos siempre [el miedo] con nosotros.»
Antes de llegar a Jugadores Anónimos, para muchos el miedo era un factor constante en nuestra vida.
Apostabamos porque nos asustaba sentir dolor físico o emocional. Nuestro temor a la gente y las situaciones nos daba una excusa cómoda para apostar.
Algunos teníamos tanto miedo de todo que no podíamos salir de casa sin un plan para ir a la sala de juego y previamente realizar maniobras para conseguir dinero.
Al mantenernos abstientes, reemplazamos el miedo por la creencia en la hermandad de jugadores anonimos, los pasos y un Poder Superior.
A medida que crece esta creencia, nuestra fe en el milagro de la recuperación empieza a influir sobre todos los aspectos de nuestra vida. Empezamos a vernos de otra manera.
Nos damos cuenta de que somos seres espirituales y procuramos vivir de acuerdo a principios espirituales.
Aplicar dichos principios nos ayuda a eliminar el miedo de nuestra vida. Nos damos cuenta de que si no hacemos daño ni perjudicamos con actos ilícitos a otras personas, no tenemos por qué temer su reacción.
Si practicamos el amor, la compasión, la comprensión y la paciencia en nuestras relaciones con los demás, nos tratan con respeto y consideración.
Vemos que estos cambios positivos son el resultado de permitir que el Poder Superior obre a través de nosotros.
Llegamos a creer no a pensar, sino a creer que nuestro Poder Superior nos desea lo mejor.
Independientemente de las circunstancias, descubrimos que podemos avanzar con fe en vez de miedo.

Sólo por hoy:
Ya no necesito correr asustado, puedo avanzar con fe en que mi Poder Superior me reserva sólo lo mejor.

"La recaida nunca es un accidente, indica que aún tenemos reservas con nuestro programa"
Una reserva es algo que apartamos para usar en el futuro.
En nuestro caso, una reserva es esperar que si pasa tal o cual cosa,
seguramente recaeremos.
¿Que acontecimiento preveemos como demasiado doloroso para soportar?
Quizas pensemos que si nos deja el conyuge o la pareja, tendremos que ir a la sala de Juego.
O tal vez la posibilidad de que muera un ser querido nos parezca insoportable.
En todo caso, las reservas que albergamos nos autorizarán a realizar apuestas compulsivas cuando estas cosas se hagan realidad: lo que sucede a menudo.
En vez de prepararnos para la recaida, si examinamos nuestra expectativas y las modificamos allí donde sea posible, podemos preparanos para el éxito.
La mayoría llevamos dentro un catálogo de desgracias anticipadas,
estrechamente relacionadas con nuestros miedos.
Si observamos cómo otros miembros superan penas semejantes,
podemos aprender a sobrevivir al dolor.
Podemos aplicar estas lecciones a nuestras expectativas.
En lugar de decir, si pasa tal cosa tendre que irme a la sala de juego para olvidarme, podemos tranquilizarnos diciendonos que nosotros tambien somos capaces de superar abstinentes lo que nos traiga hoy la vida.

Solo por hoy:
Examinare las reservas que puedan poner en peligro mi recuperacion
y las compartire con otro hermano adicto del grupo.

" Debido a nuestra incapacidad para aceptar las responsabilidades personales, nos creábamos nuestros propios problemas"
Cuando nos negamos a asumir la responsabilidad de nuestra vida
abandonamos todo nuestro poder personal.
Debemos recordar que somos impotentes ante nuestra adicción
no ante nuestro comportamiento personal.
Muchos usábamos equivocadamente el concepto de impotencia para evitar
tomar desiciones o para aferrarnos a cosas que habían quedado atrás.
Alegábamos impotencia ante todas nuestras acciones.
Culpabamos a otros de nuestras circunstancias en lugar de tomar medidas efectivas para cambiarlas.
Si seguimos evitanto la responsabilidad afirmando que somos "Impotentes"
nos disponemos a ir en busca de la misma desesperación e infelicidad
de nuestra adicción activa. La posiblidad de pasar años en recuperación
creyéndonos victimas es muy real.
En vez de vivir la vida sin dar la cara, podemos aprender a tomar decisiones responsables y a correr riesgos.
Quizás nos equivoquemos, pero podemos aprender de esos errores.
Una elevada conciencia de nosotros mismos y una creciente buena voluntad
para aceptar las responsabilidades personales nos brindan la libertad para cambiar, elegir y crecer.

Solo por hoy:
Mis sentimientos, acciones y decisiones son mías.
Seré responsables de ellos.