SOLO POR HOY

Es nada menos que un completo giro lo que este programa provoca.
Me concede la asombrosa habilidad de dejar en liber¬tad a las personas que amo; para separar¬me de su dolor, confusión y sufrimiento, los entrego con amor al mismo Poder in¬terno que me está guiando.
Este acto de liberación, practicado dia¬riamente en un momento de serena ora¬ción, ejerce una influencia increíble en todos aquellos que puedo ayudar. Digo y hago sólo lo necesario para atender mis responsabilidades diarias, demostrando el amor que siento, e irradiando la calma y la paz que viene de renunciar al control.

Sólo por hoy: Entrego la responsabili¬dad de las vidas de los demás al mismo Poder Superior dentro de cada uno de ellos que también dirige mi propia vida

«Ya no luchamos contra el miedo, la ira, la culpa, la autocompasión ni la depresión.»
Muchos adictos tenemos depresiones de vez en cuando. Cuan¬do nos sentimos deprimidos, quizás estemos tentados de aislar¬nos. Sin embargo, si lo hacemos, la depresión podría convertirse en desesperación. No podemos darnos el lujo de permitir que la depresión nos lleve a consumir otra vez.
Tratamos, en cambio, de seguir con la rutina de nuestra vida. Convertimos la asistencia a reuniones y el contacto con nuestro padrino en prioridades número uno. Compartir nuestros senti¬mientos con otras personas, tal vez nos enseñe que no somos los únicos que se deprimen en recuperación. Trabajar con un recién llegado hace maravillas en nuestro estado de ánimo. Y lo más importante, la oración y la meditación pueden ayudarnos a encontrar la fuerza que necesitamos para superar una depresión.
Practicamos la aceptación y recordamos que los estados tales como la depresión, con el tiempo indudablemente pasan. En lugar de luchar con nuestros sentimientos, los aceptamos y pedimos la fortaleza para superarlos.
*
Sólo por hoy: Acepto que mis depresiones no durarán para siem¬pre. Hablaré abiertamente sobre mis sentimientos con mi padri¬no u otra persona comprensiva.


"Para alcanzar algo que nunca has tenido,
tendrás que hacer algo que nunca hiciste".
“La voluntad de Dios no te llevará
donde la gracia de Dios no te proteja".

Sólo por hoy:
El milagro central de mi vida es que se me ha devuelto
el sano juicio y la capacidad de ser útil.
Puede que no me lo hayan pedido,
pero si busco encontraré algún servicio al que puedo ofrecerme voluntario.

No hay nada que contribuya más a la paz de espíritu que no tener opiniones en absoluto.


Un veterano habló en una reunión acerca de las opiniones y esto es lo que dijo: “Tenía muchas y grandes opiniones: los partidarios del pensamiento positivo son estúpidos; no hay nada en este mundo que justifique el optimismo o la alegría; definitivamente no hay ningún Dios”.
Me atuve a estas opiniones, defendiéndolas tercamente mientras mi enfermedad progresaba. Al final, parecía que no había nada bueno en ninguna parte, ninguna satisfacción en nada excepto en la apuesta.
“Ése fue el fondo que tuve que tocar antes de encontrar JA. Yo era uno de esos cabezas duras que fue sacudido enseguida por un despertar espiritual. Como resultado, abandoné el equipo de debates y dejé a un lado mis opiniones. No puedo describiros la paz interior que tengo desde entonces”.

Sólo por hoy: La paz interior es más importante que tener opiniones.

No te enfades cuando no consigas que los demás sean como tu quisieras, cuando ni tú mismo puedes ser como te gustaría.
Sólo a través de la ayuda de este progra¬ma, y procurando continuamente soltar las riendas y entregárselas a Dios, es que puedo separarme de los problemas de las personas que amo.
Puedo ayudar mucho más a mi pareja, mis hijos, mis padres
y a mis íntimos amigos amándolos tal cual son.
Cuando dejo de intentar que los demás sean como yo pienso que deben ser,
em¬piezan a llegar lo más cerca posible de su verdadero potencial.
Esto es porque al aceptarlos tal como son, claramente yo estoy cambiando
y actuando sólo para de¬sarrollar al máximo mis habilidades.

Sólo por hoy: La influencia que ejerzo sobre los demás practicando los princi¬pios del programa en mi vida diaria, es mucho más efectiva que cualquier cosa que diga o haga para cambiarlos.

«Toma mi voluntad y mi vida. Guíame en mi recuperación. Enséname a vivir.»
¿Cómo empezamos el proceso de dejar que el Poder Superior guíe nuestra vida? Cuando pedimos consejo sobre situaciones que nos perturban, a menudo vemos que nuestro Poder Superior opera a través de los demás.
Cuando reconocemos que no tene¬mos todas las respuestas, nos abrimos a opciones nuevas y dife¬rentes.
La buena voluntad de desprenderse de ideas y opiniones preconcebidas
abre el canal para que la orientación espiritual ilu¬mine nuestra vida.
A veces, debemos llegar a cierto grado de locura antes de es¬tar dispuestos a poner las situaciones difíciles
en manos de nues¬tro Poder Superior. Tramar, luchar, planear y preocuparse ansio¬samente no es suficiente.
Podemos estar seguros de que si po¬nemos los problemas al cuidado de nuestro Poder Superior,
al escuchar la experiencia de los demás o al meditar tranquilamen¬te, llegarán las respuestas.
No hay razón para vivir una existencia frenética. Arremeter con¬tra la vida como si hubiera un incendio nos desgasta
y no nos lleva a ninguna parte. A largo plazo, por mucho que manipule¬mos, no cambiará la situación.
Cuando soltemos las riendas y dejemos entrar a un Poder Superior, descubriremos la mejor for¬ma de actuar.
Tengamos la seguridad de que las respuestas que surgen de una sólida base espiritual
son infinitamente superiores a todas las que podríamos elaborar por nuestra cuenta.
*
Sólo por hoy; Soltaré la riendas y dejaré que mi Poder Superior guie mi vida.

Prioridades

Los buenos momentos también pueden ser un trampa; existe el peligro de que olvidemos la prioridad número uno: mantenernos limpios.

Las cosas pueden salir realmente bien en recuperación. Quizás hayamos encontrado nuestra … alma gemela…. Construido una profesión gratificante o fundado una familia.
Tal vez se hayan arreglado las relaciones con los miembros de nuestra familia. Las cosas van tan bien, que apenas tenemos tiempo de ir a las reuniones. Quizas empezamos a reintegrarnos con tanto éxito en la sociedad, que olvidamos que no siempre reaccionamos ante las situaciones como los demás.
Quizás y es solo una posibilidad, hayamos puesto algunas prioridades por delante

¿Sigue siendo la asistencia a las reuniones lo mas importante?

¿Aun tenemos ahijados?

¿ Llamamos a nuestro padrino?

¿Qué paso estamos trabajando?

¿Todavía estamos dispuesto a salir de la cama a una hora incomoda para acudir a la llamada del duodécimo paso?

¿Recordamos practicar los principios en todos los aspectos de nuestra vida?

¿Estamos disponibles cuando otros miembros de J.A nos piden ayuda?

¿Recordamos de donde venimos , o las no han hecho olvidarlo?

Para mantenernos abstinente debemos recordar que solo esa primera apuesta nos separa de nuestro pasado. Estamos agradecidos de las buenas temporadas, pero no dejamos que nos desvíen de nuestra recuperación continua en Jugadores Anónimos.

Solo por hoy: Reconoceré los despertares bruscos que tenga como oportunidades para avanzar hacia un despertar espiritual.

Las cosas que más apreciamos son las que más nos han costado.
Michel de Montaigne

He pagado un precio muy alto para llegar a JA, y mi vida de abstinencia y cordura son más valiosas para mi que cualquier otra cosa.
Pero es fácil olvidar.
Los solitarios días de mi compulsión por la apuesta se vuelven vagos y puedo quedar aprisionado por las preocupaciones diarias, corriendo para aquí, corriendo para allá. Es fácil caer en los viejos hábitos y formas de pensar que obstruyen mi capacidad de ser útil tanto a mi mismo como a los demás. Necesito recordarme que el programa de JA es un programa de acción: ir a reuniones, trabajar los pasos, hacer llamadas del paso doce - todo parte de mi vida de abstinencia y cordura.

Sólo por hoy: No hay nada en el mundo que cambiaría por lo que tengo en JA. Hago todo lo que sea para conservarlo.

¿Cómo podemos esperar caridad de los demás, cuando somos incapaces de ser caritativos con nosotros mismos?

La injusticia que cometemos con nosotros mismos fue bien expresada por un miem¬bro que dijo: "Si alguien me tratara como yo me trato, lo demandaría."
Tal vez es cierto que tiendo a tratarme más duramente de lo que trato a los de¬más, en un sentido amplio, pero si no soy amable conmigo,
no puedo extender la amabilidad hacia los demás.
Me está permitido cometer errores y también a otra gente. Los errores pueden ser señalados y corregidos sin medidas severas,
ni palabras crueles, sin autorecriminaciones malignas.

Sólo por hoy: Los pasos del cuarto al no¬veno, son una manera muy efectiva de ma¬nejar mi inhabilidad para aceptar las imper¬fecciones,
las mías y las de los demás.

SOLO POR HOY: no apostare a nada, vivire en serenidad este regalo de estar vivo y no haberme suicidado,
estar libre y no en la carcel, estar mentalmente normal y no haber perdido mi sano juicio y estar loco

La oración más sencilla

«... pidiéndole solamente conocer su voluntad para con nosotros y la fortaleza para cumplirla.»
undécimo Paso
¿Cómo rezamos? Muchos, con la poca experiencia que tene¬mos, no sabemos ni cómo empezar. El proceso, sin embargo, no es difícil ni complicado.
Llegamos a Jugadores Anónimos por nuestra adicción a las apuestas. Pero debajo de eso, muchos teníamos una profunda sen¬sación de confusión con la vida.
Parecíamos estar perdidos, va¬gando sin rumbo por un desierto, sin nadie que nos guiara.
La oración es una forma de lograr orientación en la vida y la fortale¬za para seguir ese rumbo.
Como la oración juega un papel tan importante en JA, mu¬chos nos reservamos un momento específico del día para rezar y establecer así un patrón de comportamiento.
En ese momento de calma, «hablamos» a nuestro Poder Superior, en silencio o en voz alta. Compartimos nuestras ideas, nuestros sentimientos y nuestro día.
Preguntamos: «¿Qué quieres que haga?» Al mismo tiempo que pedimos: «Por favor, dame la fortaleza para poder cumplir tu voluntad».
Aprender a orar es sencillo. Pedimos «conocer su voluntad para con nosotros y la fortaleza para cumplirla».
Al hacerlo, encontra¬mos la orientación que nos faltaba y la fortaleza que necesitamos para cumplir con la voluntad de Dios.

Sólo por hoy: Reservaré un momento de calma para «hablar» con mi Poder Superior. Le pediré orientación y la capacidad para actuar en base a ella.

“Loco” es la palabra que usamos para describir al hombre
que está obsesionado con una idea solamente.

No me gustaba el término “locura”. Un problema de ser jugador compulsivo, sí.
Pero sabía que si solamente pudiera encontrar el método correcto,
el médico psiquiatra adecuado …
Como muchos otros adictos antes que yo, tuve que intentar probarme a mi mismo
“por todas las formas de la autodecepción y experimentación”
que “era la excepción a la regla”. Hasta que estuve preparado para renunciar al juego compulsivo, que yo creía que necesitaba tanto como necesitaba las piernas para caminar,
nada me hubiera traído a JA
“Pero se nos devolverá el sano juicio” cuando estemos preparados.
Estoy preparado. Vivir una vida de adicción triste y solitaria ya no es para mi.
Sí, Soy Un Jugador Compulsivo admitirlo es el primer paso hacia la libertad.

Sólo por hoy: ¿Estoy dispuesto a admitir, muy dentro de mi, que soy como los demás jugadores compulsivos? Hay una libertad inimaginable en esa admisión.

Valor es resistencia al miedo, dominio del miedo, no ausencia de miedo.
Cuando era un niño pequeño tenía miedo de la oscuridad. Superé ese miedo en concreto, pero no la razón subyacente a él: miedo a lo desconocido.
Los nuevos retos pueden ser tan emocionantes como las nuevas ideas, pero siempre tenemos esa duda a aceptarlos.
A veces es muy difícil sobreponerse al miedo. Hace falta valor para hacer un inventario del cuarto paso, ver y admitir mis peores faltas,
confiar en otro ser humano, hacer enmiendas. Me detengo durante un tiempo, dejando a un lado que me da miedo hacer, tratando de reunir valor.
Pero al final, lo hago. Me atrevo a dejar atrás el miedo porque quiero la promesa de los fundadores de JA,
y porque los creo cuando dicen que “Las Medidas Parciales No Nos Sirvieron Para Nada”.

Sólo por hoy: Hay cosas de las que todavía tengo miedo y puede que siempre lo tenga, pero he superado el miedo otras veces y lo haré de nuevo.

La senda de la autoaceptación
«La forma mas efectiva de lograr aceptamos
a nosotros mismos es el ejercicio de los
Doce Pasos de recuperación.»
La autoaceptación
La adicción, para muchos de nosotros, ha sido motivo de ver¬güenza.
Nos escondíamos de los demás, seguros de que si al¬guien llegaba a conocernos de verdad, nos rechazaría.
JA nos ayuda a aprender autoaceptación.
Muchos encontramos gran alivio sólo con asistir a las reunio¬nes, escuchar a compañeros adictos que comparten
su historia y descubrir que otras personas han sentido lo mismo que noso¬tros respecto a sí mismas.
Cuando los demás comparten hones¬tamente quiénes son, nos sentimos libres de hacer lo mismo.
A medida que aprendemos a decirles la verdad sobre nosotros, aprendemos a aceptarnos.
Mostrarse, sin embargo, es sólo el comienzo, una vez que hemos compartido las cosas que nos incomodan
de nuestra vida, debemos encontrar una forma de vida diferente; y es ahí donde entran los pasos. Desarrollamos el concepto de un Poder Supe¬rior. Hacemos un inventario detallado de nuestra vida y lo discu¬timos con nuestro padrino o madrina. Pedimos al Dios que con¬cebimos que nos quite nuestros defectos de carácter, origen de nuestros problemas. Asumimos la responsabilidad de lo que he¬mos hecho y lo enmendamos. Incorporamos todas esta discipli¬nas en nuestra vida diaria,
«practicando estos principios en to¬dos los aspectos de nuestra vida».
Con la práctica de los pasos podemos convertirnos en perso¬nas orgullosas de lo que somos.
Podemos decir libremente la verdad sobre nosotros porque no tenemos nada que ocultar.
Sólo por hoy: Recorreré la senda de la autoaceptación. Me mos¬traré, diré la verdad y trabajaré los pasos.

Todo el que sea consciente de sus propios fallos no encontrará culpa en los errores de los demás.
Las faltas de otras personas son iguales a las mías propias de forma invariable.
Cuando me fijo en algún defecto particularmente reprochable de alguien,
puedo estar seguro por lo general, de que es un defecto que detesto en mi mismo.
Sin esta autoconciencia, el hábito de encontrar faltas es una distracción
que me impide ver mis propios errores.
Mientras me fijo en las equivocaciones de otros, no veo las mías
- la única persona a la que puedo cambiar.
Un paso diez diario vuelve mi atención hacia mi mismo,
para saber lo que he de hacer para poner en orden mi vida.
Sólo por hoy: No necesito preocuparme por las faltas de los demás; tengo todo el trabajo de investigación que puedo manejar para descubrirme a mi mismo.

Actitudes
«También podemos usar los pasos para mejorar nuestras actitudes.»
¿Nunca has tenido un día en que todo parece ir en tu contra? ¿No pasas por épocas en las que estás tan ocupado haciendo el inventario de los demás que apenas te soportas? ¿Y cuando le contestas mal a un compañero de trabajo o a un ser querido sin razón alguna? Cuando nos sorprendemos en este sombrío esta¬do de ánimo, debemos tomar medidas.
Reservamos unos minutos en algún momento del día y hace¬mos un «inventario en el acto». Examinamos cómo estamos re¬accionando ante las situaciones externas y los demás. Si lo ha¬cemos, quizás descubramos que sencillamente padecemos de la «mala actitud» de siempre, una forma negativa de ver las co¬sas puede dañar la relación con nuestro Poder Superior y con la gente de nuestra vida. Si somos honestos con nosotros, por lo general nos damos cuenta de que el problema está en nosotros y nuestra actitud.
No tenemos dominio sobre los retos que nos presenta la vida. Pero podemos controlar cómo reaccionamos ante ellos. En cual¬quier momento podemos cambiar de actitud. Lo único que real¬mente cambia en Jugadores Anónimos somos nosotros. Los Doce Pasos nos dan las herramientas para salir del problema y entrar en la solución.
*
Sólo por hoy: A lo largo del día, revisaré mi actitud. Aplicaré los pasos para mejorarla.

Podemos curarnos de la depresión si todos los días empezamos el día pensando en cómo podemos proporcionar una alegría a alguien. Si hacemos esto durante dos semanas no necesitaremos más terapia.
Un Pensador Anónimo
Es fácil: cada vez que aparto mi mente de mi mismo, me siento mejor. Cada día, elijo a un miembro de mi familia, a un amigo, a un colega o a un miembro de JA y pienso en lo que puedo hacer por esa persona. (Desde luego que al esforzarme en llevar alegría a otros, debo tener cuidado de no inmiscuirme en sus vidas. Dar consejo a alguien a quien que estoy tratando de animar es una tentación a la que me resisto)
Gasto algo de mi tiempo libre planeando lo que haré; luego, a la primera oportunidad, lo hago. No tiene que ser algo grande: una llamada telefónica, una carta,un e.mail una pequeña sorpresa, ofrecerme a cuidar algún niño o llevar a dar una vuelta a una persona mayor. Hay tantas cosas que hacer, que toda una vida no es suficiente.
Sólo por hoy: No es necesario estar deprimido para adoptar la práctica de hacer felices a otros.

Valor
«La fe, recién descubierta, nos sive como base sólida de valor para el futuro.»

¡Jugadores Anónimos no es lugar para corazones débiles! En¬frentarse a la vida tal cual es sin jugar compulsivamente no siempre es fácil.
La recuperación requiere algo más que trabajo duro, exige una gran dosis de valor.
¿Pero qué es el valor? un vistazo al diccionario nos lo dirá. Te¬nemos valor cuando, en lugar de retirarnos, afrontamos algo que consideramos difícil, peligroso o doloroso.
Coraje significa ser va¬lientes, tener objetivos, espíritu. ¿Qué es el valor entonces? Es una actitud, una actitud de perseverancia.
Eso es lo que de verdad necesita un adicto en los juegos de azar para su recuperacion: perseverancia.
Nos comprometemos a seguir con nuestro pro¬grama, a no apostar, pase lo que pase, un adicto valiente es el que no juega, de día en día, pase lo que pase.
¿Y qué nos da este valor? una relación con un Poder Superior que nos brinda la fortaleza y el coraje para mantenernos en abstinencia.
Sabemos que mientras estemos al cuidado de nuestro Dios, ten¬dremos la fortaleza necesaria para enfrentamos a la vida tal cual es.
Sólo por hoy: Tengo un Poder Superior que me cuida, pase lo que pase. Como lo sé, hoy procuraré tener una actitud valiente

Era interminable discutir acerca de todo aquello que es discutible.
Una frase que se escucha mucho en JA es, “me di de baja de la sociedad de discutidores”.
Es posible debatir prácticamente cualquier tema bajo el sol.
¿Quiero pasar el resto de mi vida discutiendo acerca de la forma correcta
o equivocada de actuar en todo desde el Poder Superior a planes diarios?
Si alguien insiste en hacer algo que me parece equivocado, tengo varias opciones:
apelar a la conciencia de grupo; ir a otra reunión; ceder amablemente.
Sólo por hoy: Estoy en JA para recuperarme de la compulsión por la apuesta, NO PARA DEBATIR.

La única manera de predecir el futuro es tener el poder de darle forma.


En los días en que estaba jugando compulsivamente, no podía predecir mi conducta. Iba por la vida como una hoja al viento pensando: Esta vez la controlaré. Pero no es controlable ni predecible.
Así es la enfermedad de jugar compulsivamente.
IMPOTENTE para llevar a cabo mis buenas intenciones de jugar sólo ciertas cantidades de dinero, me di cuenta de que era INCAPAZ también de manejar otros aspectos de mi vida.
Aunque he mejorado bastante, no estoy curado. Tengo un indulto diario que, permitiéndome abstenerme hoy, me devuelve el poder para convertirme en la persona que quiero ser.

Sólo por hoy: Pongo mi vida en manos de mi Poder Superior y a cambio recibo el completo uso de todo el potencial que Dios me ha dado

Y no digas, respecto a nada, “Lo haré mañana”, sino solamente, “Si Dios quiere”

No es fácil dejar a un lado nuestra insistente voluntad.
¿No soy el capitán de mi alma, el dueño de mi destino?
Sí, ciertamente; eso es una forma de verlo.
Me “capitaneé” directo a la obsesión por la apuesta que destruyó la mayoría de mis esperanzas y planes.
Habiendo rendido esa obsesión ante Dios, fui libre para vivir como había esperado y soñado.
Eso es lo que “la voluntad de Dios, no la mía” significa para mi.
LA VOLUNTAD DE DIOS ME LIBERA DE MI DESTRUCTIVA VOLUNTAD;
NO ME QUITA NADA BUENO QUE YO TENGA.

Sólo por hoy: Busco con alegría la voluntad de Dios para conmigo,
en lugar de esa ciega fuerza de voluntad que puede tan fácilmente llevarme al borde del desastre

¿Y si...?_______________________________29 de abril
«
Vivir sólo por hoy nos alivia de la carga del pasado y
del miedo al futuro. Hemos aprendido a hacer lo que
tenemos que hacer y a dejar los resultados en manos de
nuestro Poder Superior.»

Durante nuestra adicció
n activa, el temor al futuro y a lo que podía pasar, para muchos de nosotros era una realidad.
¿Y si nos detenían? ¿Y si perdíamos el trabajo? ¿Y si se moría nuestro cónyuge? ¿Y si nos quedábamos en bancarrota? Y así sin parar.
No era raro que pasáramos horas, o hasta días enteros, pensado en lo que podía pasar. Elaborábamos conversaciones y escenas enteras antes incluso de que empezaran, y después planeábamos nuestra conducta en base a «y si...». Al hacerlo nos preparamos para ir de chasco en chasco.
En las reuniones, al escuchar compartir, aprendemos que vivir en el presente, no en el mundo de los «
y si...»,
es la única forma de romper el círculo de que se cumplan las propias profecías oscuras y catastróficas.
Solamente podemos tratar con la realidad del día, no con nuestras temerosas fantasías del futuro.
Una forma de combatir ese miedo es llegar a creer que nuestro Poder Superior só
lo nos reserva lo mejor.
En las reuniones oímos que nuestro Poder Superior, en un día, no nos da más de lo que podemos manejar.
Y sabemos por experiencia que el Dios que hemos llegado a concebir sin duda nos cuidará si se lo pedimos.
Nos mantenemos limpios sin realizar apuestas ante las adversidades si ponemos
en práctica la fe en la protección de un Poder más grande que nosotros.
Cada vez que lo hacemos, nos sentimos menos temerosos del «y si...» y más cómodos con lo que pasa en realidad.
Só
lo por hoy: Esperaré el futuro con fe en mi Ser Superior

Llamar a un defecto, defecto

«Cuando vemos los defectos y los aceptamos, podemos desprendemos de ellos y proseguir nuestra vida.»


A veces, estar dispuestos a dejar que nos eliminen nuestros defectos de carácter depende del nombre que les demos a éstos.
Si no los llamamos por su nombre y nos parecen menos «defectuosos», quizás no logremos ver el daño que nos causan.
Y si aparentemente son inofensivos, ¿para qué vamos a pedir a nuestro Poder Superior que nos los quite de nuestra vida?
Tomemos por ejemplo el hecho de querer «agradar a la gente». No parece tan malo, ¿verdad? Simplemente significa que somos personas agradables, ¿no? No, de ninguna manera.
Para decirlo bruscamente, significa que somos deshonestos y manipuladores, que mentimos acerca de nuestros sentimientos, creencias y necesidades, tratando de satisfacer a los demás para que accedan a nuestros deseos.
O tal vez pensemos que somos personas «tranquilas». ¿Pero «tranquilidad» significa desatender las tareas domésticas, evitar confrontaciones y elegir la rutina más cómoda? Entonces sería mejor llamarlo «pereza», o «postergación» o «miedo».
A muchos nos cuesta identificar nuestros defectos de carácter. Si es así, podemos hablar con nuestro padrino o los amigos de JA.
Les describimos nuestro comportamiento clara y honestamente y les pedimos que nos ayuden a identificar nuestros defectos.
A medida que pase el tiempo, cada vez podremos identificarlos mejor y llamarlos por su verdadero nombre.

Sólo por hoy: Llamaré a mis defectos por su verdadero nombre. Si me cuesta hacerlo, pediré ayuda a mi padrino

Ríe y estarás bien.
Nunca sabremos cuantas personas han sido curadas, tanto de graves enfermedades como de pequeñas indisposiciones,gracias a la risa. Si las prescripciones primara la risa pudieran ser escritas y cumplidas sin duda habría un marcado aumento en la salud y el bienestar de la población.
Las mejores reuniones son aquellas en las cuales hay más risa.
Con todas aquellas irreprimibles almas que encuentran humor en su experiencia y la comparten con nosotros tenemos una gran deuda de gratitud.

Sólo por hoy: Benditos los comediantes y humoristas que están entre nosotros.

“El único requisito para ser miembro de JA es el deseo de dejar de jugar compulsivamente”
Tradición Tres

Esto me conforta tanto! Tengo ese deseo por que vine a mi primera reunión. He seguido viniendo, ya sea abstinente o no, porque JA es lo único que ha dado resultado para mí. Tengo un problema de “vida” y ningun metodo alternativo me ha enseñado cómo enfrentar la vida. La apuesta, lo material, la gente siempre me puede fallar. Con lo único con lo que puedo contar es mi Poder Superior para lo que pueda suceder. Algunos días debo actuar como si no tuviera el deseo de jugar compulsivamente y como si yo creyera que mi Poder Superior está allí para mí. Si yo actúo así mi Poder Superior cuida de mis necesidades, la obsesión desaparece y llega la abstinencia.
Sólo por hoy no me rendiré. Seguiré intentándolo con la ayuda de mi Poder Superior. Me convertiré en una persona más feliz sostenido por el abrazo amoroso de mi Poder Superior

Nunca más solos
«Poco a poco y con cuidado salimos del aislamiento y
de la soledad de la adicción y entramos en la corriente
de la vida.»
Muchos pasamos la mayor parte de nuestra época de apuestas solos, evitando a los demás a toda costa, especialmente a la gente que no apostaba.
Tratar de encontrar un sitio, tras años de aislamiento, en una confraternidad bulliciosa y a veces alborotada, no siempre es fácil.
Es posible que todavía nos sintamos aislados y nos centremos en las diferencias más que en las semejanzas.
Los sentimientos de agobio que con frecuencia surgen al principio de la recuperación, miedo, ira, desconfianza, también pueden mantenernos aislados.
Tal vez nos sintamos extraños, pero debemos recordar que el aislamiento es nuestro, no de JA.
En Jugadores Anónimos se nos ofrece una oportunidad muy especial para la amistad. Nos unimos a personas que nos comprenden mejor que nadie.
Nos animan a compartir nuestros sentimientos, problemas, éxitos y fracasos con ellas.
El reconocimiento y la identificación que encontramos en JA llenan lentamente el vacío de nuestro corazón.
Como suele decirse: el programa funciona si crees y lo practicas.
Sólo por hoy: La amistad de otros miembros de la confraternidad es un don que me anima a vivir. Me acercaré a la amistad que me ofrecen en JA y la aceptaré.