VOCES DE RECUPERACION

"Cuando el individuo acepta, a un nivel inconsciente, la realidad de no ser capaz de manejar la manera de jugar compulsivamente, ya no hay batalla”.

Encuentro que esto es verdad. Cuando acepto totalmente el Paso Uno, mi compromiso con el programa y mi abstinencia son fáciles.
La dificultad es que no es fácil aceptar tal impotencia.
Un rincón de mi mente empezará a tener la total falta de ayuda y a resistirse.
Entonces hay una batalla en mi propia mente.
LA BATALLA ABRE UN LUGAR A TRAVÉS DEL CUAL LA ENFERMEDAD ENTRA.
He encontrado útil tener un nivel estándar de aceptación total subconscientemente, y comparo mi aceptación del primer paso con este estándar.
Sé que no puedo caminar a través de una pared de ladrillo, y totalmente aceptado este hecho, no lo intento.
Y ni siquiera me molesta el hecho de que no puedo hacerlo.
Cuando acepto completamente el Paso uno como acepto este hecho, me es fácil la abstinencia. Soy libre y Feliz.

Cuando hacemos el Octavo Paso, nuestro propósito no es juzgar a los demás, sino aprender a perdonar y ser compasivo”

Un amigo de JA me envió una estrella de mar y un escrito que había hecho sobre el perfeccionismo. Sus palabras me ayudaron a dejar ir ese defecto de carácter. Mi amigo sugería mirar la estrella de mar. No está partida, pero tiene imperfecciones. Quizá esta manchada o tiene un extremo mocho o un pequeño orificio.
¿Aún así puedes amarla? Si puedes aprender a amar a tu estrella de mar imperfecta, eres capaz de amar al mundo y a las personas imperfectas que te rodean.
Las personas te han decepcionado, te han lastimado porque son imperfectas.
¿Puedes dejar ir la idea de perfección y aceptar la realidad, amando a las personas tal como son?
Ama a la gente imperfecta que te rodea. Ama tu ser imperfecto y tu mundo imperfecto.
SI NO ERES CAPAZ DE AMAR LA VIDA TAL CUAL ES, SUFRIRÁS UNA SOLEDAD ETERNA.
Todos habitamos un mundo imperfecto, rodeados de gente imperfecta.
La capacidad de amarse a uno mismo y a aquellos que nos rodean es un regalo de Dios que nos permite vivir con plenitud, coraje y un propósito en un mundo imperfecto.

“Cuando terminamos de hacer nuestras reparaciones nos sentimos más cerca que nunca del Poder Superior.”

Rezagos de mis hábitos pasados me desenfocan del presente y hace que vea las situaciones actuales sin interiorizarlas. Estoy siendo dirigido entonces por mi culpabilidad, resentimientos o vergüenzas. Ninguna de estas emociones me permite vivir el momento presente y me distraen tanto como el jugar compulsivamente.
Cuando trabajo el noveno paso, tengo un enfrentamiento real con mis problemas y puedo decir entonces que he hecho lo que he podido para reparar los errores cometidos en el pasado y que he cambiado mi comportamiento hacia las personas en el presente. Al hacer esto, lentamente desaparecen los restos de vergüenza, resentimientos y culpa que estaban en mi interior. Tengo espacio entonces para ser iluminado.
La espiritualidad es la esencia de la iluminación.

“Cuando trabajamos este paso cinco, hacemos más que simplemente mencionar eventos del pasado que consideramos errores….
Necesitamos ver lo que esas acciones nos costaron”

Es difícil para mí, hacer el paso Cinco, y discutir los beneficios y los costos de mis defectos de carácter.
Es necesario admitir a una fuente externa que también hubo recompensas, por pequeño que sea, en lo que hice.
En la revisión de las recompensas, sin embargo, puedo ver cómo son muy pequeñas si se les compara con los costos.
Hoy puedo escucharme a mí mismo y reconocer que el pago no es mayor que la pena del dolor.
Llego a escucharme reconociendo que los beneficios no valen el dolor.
Cuando me escucho diciendo esto en voz alta, sé que he recorrido un largo camino para aceptarlo como mi verdad.

Cuidar De Mi Misma

Escribo esto mientras la apuesta me esta llamando.
He estado en JA durante 4 años y he perdido 35 kilos. Estoy muy agradecida por haberme quedado el tiempo suficiente para que ocurriera el milagro de la recuperación.
En los pasados 4 años he visto mucha gente venir e irse de JA. Este programa no ha sido fácil para mi tampoco, pero yo quería la serenidad y la paz que veía irradiar en las caras de aquellos que me rodeaban.
Cuando llegue al programa, estaba tocando fondo. Mi vida era un desastre, y mi juego compulsivo había empezado a afectar mi salud mental, fisica, mis relaciones y todo mi entorno laboral
Hoy me doy cuenta de que esta enfermedad tiene tres aspectos, emocional, física y espiritual, y que tengo que ocuparme de los tres aspectos para recuperarme.
No es suficiente con querer, tengo que hacer mi parte para que ocurra la recuperación. Mi Poder Superior me ayudara, pero tengo que trabajar los pasos y usar los instrumentos. Así es como cuido de mi misma.
Me cuido de mi misma EMOCIONALMENTE, no llegando a enfadarme demasiado, no estando sola y dejando que otros sepan como me siento de un modo honesto y cariñoso.
Me cuido de mi misma FÍSICAMENTE, no llegando a estar demasiada ansiosa, bebo mucha agua y hago ejercicio. Toma su tiempo, pero me doy cuenta de que este es el único camino para recuperarme.
Me cuido de mi misma ESPIRITUALMENTE, pasando mas tiempo con mi Poder Superior. Leo literatura me ayuda a trabajar mi programa como si mi vida dependiera de ello. Estoy convencida que así es.

"Cultiva una humilde gratitud por haber sido lo suficientemente afortunado de haber encontrado lo que estaba mal contigo antes de que fuera demasiado tarde."

Antes de realizar esa primera apuesta compulsivo, recuerda...
Conozco a muchas personas que han pasado años antes de morir tratando de encontrar una etiqueta para sus padecimientos.
Por lo menos sé el nombre de la enfermedad que ha afectado mi vida de manera drástica.
Aprender más acerca de los diversos síntomas del juego compulsivo me prepara a tomar medidas para manejarlo
a través de los Doce Pasos e instrumentos de recuperación de Jugadores Anonimos.
La obsesión mental, la ansiedad por estar con ciertos amigos compañeros de apuestas, el egocentrismo, el aislamiento y los sentimientos de grandiosidad tienen sentido en el contexto de la enfermedad.
Ahora cuando me siento enojado, rechazado o deprimido, puedo buscar perspectiva en la literatura de JA.
Me identifico con la recuperación de miles de personas que han sufrido los mismos males y que han encontrado la felicidad y la libertad de la esclavitud del jugar compulsivo.
Qué alegría que es tener opciones acerca de mi futuro, un día a la vez.

“De esta manera, es para promocionar nuestra propia recuperación que cultivamos la actitud de humildad implícita en la Tradición Dos. A medida que continuamos creciendo espiritualmente, comenzamos a perder nuestro deseo de prestigio en JA y en otras áreas de nuestras vidas”

Cultivo la humildad para promover mi recuperación.
Cuando vine a JA confundía HUMILDAD con HUMILLACIÓN.
Creía que yo había tenido suficiente humildad en mi vida. No necesitaba más. Con los años he aprendido que la humildad es diferente de la humillación. Humildad significa que yo reconozco que no estoy haciendo esto solo. Significa que el que lo hace es Dios y no yo!
Significa darle crédito al programa, al proceso de trabajar los Doce Pasos y a mi Poder Superior, quien está haciendo por mí lo que yo nunca pude solo. Cuando recibo reconocimiento en JA o en otras áreas de mi vida, en silencio agradezco a Dios, porque sé que solo a través de Él he logrado aquello por lo que estoy siendo reconocido
Sin ninguna duda, la recaída nos patea escaleras arriba y no hacia abajo. Estoy convencido de que lo debes ver de esta manera, sólo has estado recibiendo un poco de instrucción, a la manera mas difícil".
En la economía de Dios

De Mis Labios a los Oídos de Dios

¿Se trata de apostar o es miedo?
¿Estoy apostando compulsivamente, realmente, o estoy permitiendo que la ansiedad sobre me tome integra y este sea el tema?
En vez de rezar pidiendo ayuda con mi control de la apuesta compulsiva, QUIZÁS DEBERÍA REZAR POR EL MIEDO A SER LIBERADA; ayuda para comprender que la abstinencia es un regalo (y tratar de conseguirla por medio de la fuerza de voluntad no hará que ocurra más pronto o más rápido); ayuda con el sano juicio de apostar; y por la serenidad de aceptar lo que no puedo realizar mas apuestas.
Degradarme a mi misma simplemente alimenta mi enfermedad y me hace más enferma.
La gente que conozco fuera de JA no piensan constantemente en lo que han apostado o temen lo que van a apostar. SIMPLEMENTE apuestas se entretienen Y SIGUEN CON SUS VIDAS.
Ojala Dios me conceda la capacidad para no realizar mas apuestas por nada en la vida. También rezo para aceptar que nunca estaré curada ni nunca seré normal en lo que se refiere a la apuesta.
No importa que me enfade mucho o me resienta por ello, es lo que hay. Tengo que sentirme consolada sabiendo que puedo tener un indulto siempre que esté dispuesta a abstenerme de jugar compulsivamente.
Cuanto más completa es mi rendición, mejores oportunidades tendré de permanecer en la recuperación. Creo esto con todo mi corazón.
COMO DICE EL DICHO; “DE MIS LABIOS A LOS OÍDOS DE DIOS, QUE SE HAGA SU VOLUNTAD”.
Ojala se cumpla su voluntad con todos aquellos que están luchando.
Y con todos aquellos que están disfrutando de los regalos de la abstinencia y la liberación de las cadenas de su enfermedad, ojala sigas viniendo.
Mucho amor para todos. Dios bendiga nuestra Hermandad.

Amy N., Remus, Michigan EEUU

Debilidad, no Fortaleza

Recientemente he llegado a una mayor comprensión de esa frase usada en la introducción de muchas reuniones:
“Es nuestra debilidad, no nuestra fortaleza, la que nos úne.
Generalmente, algo se me revuelve a la idea de debilidad y aunque puedo admitir que soy débil a la vista de apuesta, no me gustaba que me lo recordaran.
Pero recientemente mi Poder Superior me enseño una enriquecedora y suave lección sobre lo que la debilidad significa para mi en JA.
En el trabajo estaba teniendo muchas dificultades con un proyecto. Inclúso solicité otro trabajo, esperando que la vida sería mas tranquila en otro lugar, pero algo en mi me sugería que pidiera ayuda en vez de huír. Así que contrariamente a mi normal despliegue de miedo y angustia, permití que mi jefe conociera mis sentimientos. Compartí mi falta de confianza y cuando le dije como me podía ayudar me dijo lo haría. ¡¡¡Uau!!!
Pronto tuve que preparar los cursos de mi escuela y hacer unos cuantos arreglos para el trimestre siguiente. Le pedí a un miembro de la facultad a quien había visto una sola vez que me ayudara. Dijo que lo haría. ¡¡¡Umm!!!
Finalmente noté que con el juego compulsivo estaba un poco inestable en estos días.
Llamé a un miembro de JA de mi reunión presencial que parecía tener una buena recuperación física. Le pedí si me ayudaba a analizar mi plan diario y que me hiciera cualquier sugerencia que le pareciera apropiada. Ella me dijo que si. ¡¡¡Okay!!!
Por entonces me di cuenta de que mi Poder Superior estaba haciendo por mi lo que yo no podía hacer por mi misma. En cada una de estas situaciones yo me presentaba a mi misma como necesitando ayuda en vez de tenerlo todo bajo control (Paso Uno), me di cuenta que yo no podía hacerlo sola y que había un Poder Superior a mi que me podía ayudar (Paso Dos) y yo decidí pedir a ese Poder Superior ayuda y El se presentó en la forma de otras personas.
Gracias Poder Superior, por ser consciente de que tu encuentras maneras de darme siempre lo que necesito.

Desarrollando Músculos Espirituales

“Anónimos” es una parte integral de nuestro nombre y la mayor razón por la que sigo viniendo desde 1989.
El anonimato es la base de mi recuperación. Crea límites, que a cambio me hacen sentir segura.
Nada de conversaciones cruzadas, respuestas, ni dar consejos, me permite compartir libremente, sabiendo que mis emociones, sentimientos y decisiones no serán juzgadas.
Firmo en el libro de “Nos preocupamos” sabiendo que sólo se usará para asuntos de JA.
No tenemos apellidos ni títulos profesionales que pudieran crear verdaderas o falsas jerarquías. En cualquier reunión de JA, soy otro pasajero en el autobús.
El anonimato se extiende a quién es mi madrina y cuántas ahijadas tengo. No es para nada asunto mío saber quién
asistió a una reunión que yo me perdí. Cuando alguien me pregunta si vi a “tal o cual” en la reunión del sábado:
“había alrededor de una docena de personas en la reunión”. Si me preguntan otra vez, repito la misma respuesta.
En una de mis reuniones base, leemos y compartimos semanalmente las herramientas de recuperación.
He oído hablar del anonimato todos los viernes durante 19 años.
Todavía oigo o leo algo nuevo. Esa herramienta es muy importante.
¿Me gustan todos los miembros, estoy de acuerdo con lo que comparten, recomiendo todos los planes diarios o apoyo todas las propuestas del intergrupo?
No. ¿Importa? Creo que no. Todos tenemos derecho a estar en estas salas y me corresponde a mi recordar que la herramienta del anonimato coloca los principios antes que las personalidades. Cuando la persona que menos me gusta es la única en la reunión, agradezco que esté ahí.
¿Son las reuniones de servicio siempre tranquilas? No necesariamente.
Sin embargo, soy responsable de hablar en mi reunión. Hablo sobre la ruptura de una Tradición, un asunto ajeno, o una desviación en la reunión, como una conversación cruzada.
Puedo votar “no” acerca de cambiar un formato, incluso cuando una amiga vota “sí”.
Una vez la moción se somete a votación, mi trabajo es soltar las riendas sobre el resultado.

“Todos aquellos que las han estudiado, han encontrado que estas Tradiciones pueden ser aplicadas exitosamente a todas las relaciones humanas, dentro y fuera de JA”
Estoy agradecido a las Tradiciones por hacer posible que nuestros grupos JA como un todo funcionen en forma sana. También estoy agradecido porque puedo aplicar estos principios en todas mis relaciones no importa si los demás las conocen o no. Es sorprendente como estas ideas sencillas pueden mejorar mis relaciones con los demás.
Por ejemplo:
¿QUÉ RELACIÓN MEJORA SI CONSIDERO NUESTRO BENEFICIO COMÚN: LA UNIDAD?
Puedo colocar a Dios como la última autoridad en mis relaciones y rezar para ser útil servidor en lugar de un controlador.
Puedo permitir a otros ser autónomos, A MENOS QUE ESTO AFECTE LA RELACIÓN COMO UN TODO.
Recordar colocar principios antes que personalidades me ayuda en todas mis relaciones con otras personas. Es un gran alivio el ver el problema y no las personalidades involucradas.

"Describa y vuelva a describir el placer real de abstenerse de jugar en exceso compulsivamente,"

Antes de hacer esa primera apuesta recuerde…
Parece ser que tengo una capacidad muy limitada de relacionar mis acciones con sus consecuencias.
Antes de llegar a JA eche la culpa de mi ludopatia a todo menos a mi forma de jugar mi familia, la sociedad, mi caracter. Debido a la gracia de mi Poder Superior, Finalmente Logré Ver La Relación Entre Mis Conductas Adictivas y mi ludopatia.
La abstinencia trajo como consecuencia que pueda sentir cada minuto que pasa libre de apuestas.
Pero, de tanto en tanto, tenía resbalones y finalmente recaía.
Últimamente me he dado cuenta que cuando estoy sin jugar me siento bien; cuando estoy apostando compulsivamente mi vida se vuelve ingobernable.
Esta conexión ha estado presente todo el tiempo, pero la única parte que entendía era que la abstinencia traía como resultado sentirme un se humano.
Finalmente estoy entendiendo que para mí permanecer abstinente significa lo que dice el folleto:
“La Capacidad De NO Jugar Y Dormir Normalmente Y De Despertarse Contento De Estar Vivo, Contento De Haberse Abstenido Ayer Y De Tener El Privilegio De Poder Abstenerse Hoy.
Cada mañana me propongo recordar que la razón por la cual me siento bien, duermo normalmente y me siento contento de estar vivo es porque estoy abstinente.
Estuve abstinente ayer y tengo LA LIBERTAD DE ELEGIR ACEPTAR EL PRIVILEGIO DE ABSTENERME HOY.
Finalmente, esta conexión se está haciendo. Estoy muy agradecido.
Veo que la abstinencia es la base sobre la cual reposa mi capacidad de apreciar todo lo bueno de la vida.
Hoy elijo abstenerme de jugar compulsivamente.

Dios Está en los Detalles
Campos como la diplomacia tienen un dicho:
“EL DEMONIO ESTÁ EN LOS DETALLES.”.

En el programa, mi Poder Superior, a quien llamo Dios,
está en los detalles.
He estado en JA esta vez 22 meses.
Durante este último año he mantenido una abstinente.
Me he acercado más a Dios y estoy más consciente y alerta ante un Dios que estaba siempre presente en mi vida, pero que estaba siempre demasiado ocupado para ocuparse de mi ludopatía.
He escuchado decir a personas de fe “Sé que podría hacer este programa si tuviera solamente una señal o una experiencia espiritual como el fundador de JA.”.
Y sin embargo conozco también a personas que habiendo tenido tal experiencia parecen incapaces de mantener una abstinencia limpia.
Una recién llegada dijo que aunque no estaba contenta
con su una extensa experiencia religiosa, y eso era cierto en mi caso.
Antes de estar abstinente sólo apostaba cuando tenia dinero. Recuerdo aquellos primeros días sin apostar en un plan diario .
La falta de deseos de apostar me sigue asombrando.
Cada vez que intenté controlar mi ludopatía, y siempre lo intenté, yo tenía ganas de apostar.
No soy una persona muy detallista, así que hacer esto
es una fuente de gratitud y maravillas diarias.
Con esta gracia he sido consciente y he aceptado un Poder Superior que se me ha dado a conocer, no sólo como el maestro y la figura de autoridad de mi niñez, sino también como un recién nacido que necesita atención, y un amigo y guía que me abrazará y secará mis lágrimas.
¡Vaya viaje!
Estar dispuesta a poner mi apuesta en mi plan diario y en manos de Dios.
No soy capaz de hacerlo por mi misma.
Abstenerme de las apuestas durante todo este tiempo no es algo que pudiera haber hecho sola.
Cada vez que reconozco estos hechos, soy consciente de la presencia de Dios.

“Dios no es mis brazos y piernas. Depende de mí el caminar. El nuestro es un programa de acción”

Estas palabras me despertaron.
Yo había estado abstinente de jugar compulsivamente por 18 meses y había visto grandes progresos en mi vida.
Muchas de las relaciones importantes en mi vida habían mejorado, muchos de los resentimientos que yo había tenido por muchos años habían desaparecido, me sentí mejor conmigo mismo y tenia mucha serenidad.
Pero mi progreso economico estaba estancado.
Ya no fue suficiente orar cada día y decir “mi Poder Superior se ocupará de eso”.
Mi Poder Superior se ocupó de esto: me mostró estas palabras.
Debo usar mis brazos y piernas y caminar por mí mismo.
Debo trabajar los pasos, hacer mi lectura diaria, escribir y orar.
Lo más importante de todo, debo pedirle cada día que me ayude a no apostar compulsivamente.
Debo pedir ayuda a mi Poder Superior, mi padrino y mi grupo.
Allí es de donde provienen mi fuerza y serenidad y es
así como alcanzaré y mantendré un peso saludable.

Hola, a partir de mi divorcio, hace 5 anios, una amiga empezo a invitarme a jugar, para distraernos un rato, al principio, generalmente ganaba, poco, pero ganaba, o si perdia, perdia , poco, porque aun tenia la capacidad de reaccion ante las consecuencias de perder mi dinero. Sin darme cuenta, cai en ese maldito vicio, casi sin control, sin importarme que al dia siguiente despertaria sin un cinco en mi bolsa, y con esa maldita sensacion de decir " haber como le hago", yo no he perdido ni mi casa, ni mi coche, ni nada de eso, pero he dejado mucho dinero en los casinos en vez de ahorrarlos, no salgo nunca de viaje ni de vacaciones, ( desde que empeze a jugar ) siempre pienso, " mejor me lo gasto en la jugada y me la paso bien con mis amigochas", ya no puedo mas, ya no quiero jugar, me siento mal conmigo misma. quisiera me ayudaran. Vivo sola, completamente sola, y se que mi principal problema empezo por tanta soledad.

Dos Pasos con el Paso Dos

Cuando fui a mi primera reunión de JA en 1991, sabía que era impotente ante la apuesta; ella dirigía mi vida.
No podía controlar mi forma de apostar y usaba el ejercicio compulsivo para evadir la apuesta.
El Paso Dos era difícil para mi. Había sido periodista desde los 17 años, y mi trabajo eran los hechos.
El dilema para mi en el Paso Dos era la falta de pruebas científicas de la existencia de Dios.
Mi madrina nunca me forzó a ningún concepto de Dios.
Me dijo que “actuara como si.” y “limpiara mi casa.” haciendo los Pasos Cuatro y Cinco.
Fui a una escuela primaria y secundaria religiosa donde los maestros me habían martilleado con la idea de un Dios castigador.
Mis padres eran estrictos y exigían perfección, así que tuve que empezar desde lo más hondo para visualizar un Poder Superior amoroso.
Todavía no sigo ninguna religión o filosofía.
Algunas veces defino a mi Poder Superior como “el universo.”.
Si estoy agobiada, a menudo me siento en la playa, veo como las olas se rompen y pienso en la belleza de la naturaleza.
Otras veces sustituyo a una persona por mi Poder Superior.
Si estoy enferma, mi médico puede ser un poder superior a mi porque me puede ayudar a cuidar de mi salud, de la que yo abusé durante muchos años de interminables horas en las salas de juego.

“El Juego ha sido aparentemente un problema tan importante que hasta que lleva la abstinencia diaria, muchos de nosotros no somos conscientes de los problemas que esconde la compulsión por la apuesta.“
— Haz llegado tener abstinencia… ¿Ahora qué?

Antes de JA yo era un experto en el arte de martingalas, métodos de apuestas etc.
YO sabía cuando y cómo ganar ja ja ja ja.
De alguna manera, cada vez que YO no apostaba, el juego compulsivo siempre encontraba la manera de regresar a mí.
Trabajando un programa de recuperación en JA , he experimentado una gratificación diaria.
En JA tengo que dejar tiempo para mis emociones y crecimiento personal .
Necesito conseguir mi abstinencia un día a la vez y entregar mi siempre esquiva "reserva" a la decisión de mi Poder Superior.
A través del trabajo del programa de JA, estoy dispuesto a dejar ir mi ludopatía tranquilamente, y hoy, dejar ir el juego es un sub-producto de mi crecimiento espiritual.
Por mantener un contacto consciente con un poder más grande que YO, puedo finalmente sentir paz mientras me abstengo de jugar compulsivamente.

El Amor Sucede

Escuchar a tantas personas compartir su vergüenza sin sentirse avergonzados me hizo sentir lo suficientemente seguro para poder mirar honestamente mi conducta.
Creía que amor significaba llegar hasta donde fuera (no importaba dónde) para compartir mi punto de vista; resolver, incluso interrumpir para identificarme; hacer sugerencias; y señalar las faltas del pasado de otros para que pudieran aprender de ellas, a pesar de ciertas reacciones de defensa. ¡Repetir mis viejos comportamientos esperando resultados diferentes!
JA me ha ayudado a aprender que amor es “apoyar” a otros, no “arreglarlos”.
JA me ha ayudado a aprender cómo escuchar mejor y comprender que escuchar puede ser una forma de aceptar.
JA me ha ayudado a comprender que la honestidad lleva a la confianza y la confianza lleva a la intimidad.
No puedo hacer que la intimidad suceda, pero puedo permitir que suceda.
Testimonio de Agustin D
Límites
Siempre había tapado mi espíritu, a veces inapropiadamente, en el instituto y en el trabajo. En JA escuché a alguien decir que la intimidad es buena, pero no a expensas de la vulnerabilidad de nadie.
Ella describió una imagen de si misma sentada en una mecedora un día de verano, bebiendo limonada. La gente pasaba. Ella sonreía y saludaba con la cabeza a algunos; a otros decía “hola” e intercambiaban unas pocas palabras. Incluso podía invitar a algunos a sentarse en su porche y tomar limonada. Invitaba a menos gente todavía a quedarse a cenar, pero había muy pocos a los que ella invitaría a la intimidad de su habitación.
Aprecié mucho esta visualización. Me ayudó a establecer límites apropiados, pero no a encerrarme en mi misma y aislarme de la gente. A menudo, aprendo mejor con imágenes.
Sofia G . Canada

“El concepto básico de JA es que el Jugar compulsivamente es una enfermedad que afecta a la personas en tres niveles –físico, espiritual y emocional.”

Reconocer que jugar compulsivamente, es una enfermedad, aminora los sentimientos de culpa producidos por pensar que soy un fracaso moral por mi falta de habilidad para detener mi ludopatía.
Mi entendimiento de las áreas afectadas, la importancia del balance en la recuperación fue ayudada por un ejemplo compartido de la silla de tres patas.
Habiendo visto a mi tío ordeñando las vacas en tal banqueta, yo pude ver que difícil sería sentarse si faltará una pata o si fuera más corta o más larga que las otras. Esto me ayudó para ver la importancia del balance en estas áreas de mi vida.
Cuando estoy jugando me está dando problemas, YO SÉ QUE LOS PROBLEMAS EMOCIONALES Y ESPIRITUALES ESTÁN TAMBIÉN INVOLUCRADOS.
Sacando mis sentimientos a través de la escritura o compartiendo con personas de confianza, así como orar y meditar, ha ayudado a la considerable cantidad de recuperación que yo he estado recibiendo –físicamente, emocionalmente y espiritualmente. Gracias, JA!

“El décimo paso comienza con la palabra continuamos, nuestra primera clave de que la perseverancia se convertirá en un aspecto importante de nuestro programa de recuperación”

He perseverado en este programa a través de recuperación, resbalones y recaídas. Cuando alguien me pregunta por qué voy a reuniones cuando estoy en recaída digo “porque no hay otra forma”. He sido testarudo muchas veces en mi vida.
El programa de JA me ha enseñado que la testarudez es cuestión del ego. Lo quiero a mi manera. Quiero estar en control. Escuchar mi ego es dejar a Dios afuera. Por lo tanto vivo con miedo. Mis intentos de control son un intento de llevar mis miedos hacia un lugar ordenado.
Perseverar, sin embargo, es someterme a mi Poder Superior. Estar con Dios es estar en la dirección correcta. Cuando me someto soy todavía responsable del esfuerzo pero dejo los resultados en manos de mi Poder Superior.
Ser testarudo es dejarse llevar por el ego y el miedo. Ser perseverante es someterme a mi Poder Superior basado en la fe.

El Fantasma De Apuestas Compulsivas

Una noche tranquila en vísperas de Navidad en la casa de un miembro de JA, todo el mundo se había ido a la cama.
Carole estaba despierta en la cama, pensando en la reunión familiar planeada para el día siguiente. Pensó en las dos últimas navidades, había estado luchando con la compulsón y se privó de participar de las maravillas de la fiesta. Pero este año sería distinto, llevaba 10 meses de abstinencia, estaba feliz. Abstinente desde marzo. Quizás festejar serenamente sin pensar en la sala de juego.
¡Pam!
¡Pam!
¡Pam!
Carole se despertó y se sentó rápidamente.
Al pie de la cama había una mujer destruida por el juego con una capa gastada de franela, desprolija, con gestos guturales. Su pelo era un desastre, caía desprolijo hacia adelante, estirando su mano pidiendo dinero. Lentamente levanto la vista hacia Carole, su cara desencajada y una lagrima deslizándose por su mejilla.
Carole trago saliva y pensó, se parece a mi antes de venir a JA.
¿Quién eres tú? Preguntó Carole. ¿Qué estás haciendo aquí?
La mujer de rostro triste al pie de la cama dijo con vos temblorosa:
"Soy el fantasma de apuestas compulsivas pasadas y he venido para recordarte como eras”. Tan pronto como había aparecido, se fue.“Que sueño”, pensó Carole,
“…debo estar sintiéndome culpable por mis proyecciones futuras de ser una jugadora social.-Volvió a dormirse pero pronto fue despertada por una voz.
Una mujer estaba de pie frente al espejo de Carole, en esa imagen que refleja el espejo, Carole pudo ver el dolor y la rabia en sus ojos. La mujer pidiendo limosnas en la calle.
Se dio por vencida con gran frustración.“…No lo comprendo…”, dijo la mujer mientras se miraba en el espejo.
¡¡¡Yo no he apostado más que cualquier otra durante mis dias de compulsión, porque me pasa esto a mi!!! Perfecto, ahora no voy a la reunión de JA y menos que me vean así, no tengo ropa, no tengo ni siquiera para el transporte.
Carole pregunto: ¿Quien eres tu? La mujer que apostaba mucho, mucho.
Soy el fantasma de las actuales noches de casino y apuestas a lo que sea.
Solo atine a pronunciar la oración de la serenidad.
A las 4 de la madrugada, a Carole le parecía que estaba durmiendo tranquila cuando de repente fue despertada por el más fuerte e incontrolable lloro que jamás había oído. Esos gemidos venían de la azotea. Se acercó con cuidado, cuando se asomó, quedo paralizada. Era un desastre, estaba totalmente ensangrentada, se habia cortado las venas y decia “Dios por favor, haz que esto pare” gemía desesperada.
¡¡¡No quiero morir , quiero dejar de apostarrrrrr!!!
Carole no lo podía soportar, se acerco a esa pobre mujer desesperada y dijo:
¿Quién eres, no has oído hablar de JA?
¿Quién soy? ¿Qué si no oí hablar de JA? Soy la señora que estuvo en JA durante tres años y mantuve mi abstinencia durante 10 meses. Soy la que dejo de ir a las reuniones porque me considere bien abstinente, soy la mujer del orgullo herido.
Soy el fantasma de los dias futuros. ¡¡¡Podría ser tú!!! Carole fue corriendo a la cama, mientras el fantasma desaparecía. Afortunadamente el sueño por fin la vencía.
Carole se despertó a la mañana siguiente sin ninguna duda sobre su abstinencia.
Dio gracias a Dios por el hermoso día y por sus dos familias, las que tenía en su casa y en la casa de JA. Según el día de Navidad iba pasando, los invitados llegaban y se intercambiaban regalos.
También había muchas miradas tiernas y serenas. Cada vez que le decían algo, expresaban su amor y su aliento, ella simplemente sonreía y contestaba, estoy feliz de estar serena y poder compartir todo instante de este festejo sin ningun fantasma.

El Hábito de la Abstinencia

Mi mayor miedo es volverme satisfecha y tomar este programa y mi abstinencia como garantizados.
No quiero tomarme mi recuperación a la ligera.
Mientras leo el programa y lo practico, me acordé de que ayer fue el 16º aniversario de mi abstinencia.
Es asombroso haberlo olvidado, considerando que una vez contaba las horas, días y semanas de mi abstinencia.
Estoy agradecida de que la abstinencia de hoy es un hábito y mi forma de vida.
No quiero olvidar nunca el dolor de las recaídas y los años en que LA apuesta CONTROLABA MI VIDA.
Renunciar a la apuesta y mis hábitos diarios parecía imposible.
Soy la prueba viviente de que el programa funciona. ¿Es fácil? ¡No mucho! ¿Supone esfuerzo, disciplina y duro trabajo? Seguro QUE SÍ.
¿Puedo hacerlo sola? ¡Nunca! No hay magia para mi.
Es un contacto diario con mi Poder Superior, los Pasos, reuniones, herramientas, apadrinamiento y todas esas cosas que he aprendido en Jugadores Anónimos.
Tengo una alegría nueva, paz y libertad. También tengo miedos, ira, resentimientos y simplemente la vida.
Siempre quise (y todavía quiero) que todo fuera fácil, sin trabajo, sin privaciones y ningún esfuerzo por mi parte. JA me ayudó a librarme de esa fantasía.
Agradezco a los miembros de JA mi abstinencia, que es lo más importante en mi vida, sin excepción.
Metro Arizona/Phoenix, Mayo 1999

EL MILAGRO DEL SIGLO VEINTE

Fui hija de la Gran Depresión. Estaba en tercer grado tenía un poco más de siete años cuando se me dio por apostar. Algunos niños tragaron saliva, otros rieron por lo bajo, pero yo no recuerdo de haberme sentido "mal" durante mis primeros años, simplemente diferente. Tampoco veía a mi madre como una mujer apostaba, pero me acuerdo de un episodio cuando me llevó de compras, para comprarse un vestido y en vez de comprarlo entro a una agencia de juego, mientra a mi me dejo en un cine y aposto el dinero destinado a su compra. No le vi nada de malo: yo simplemente estaba contenta de que mi madre tuvo una ganancia y se pudo comprar varios vestidos nuevos y para mi tambien.
Cuando miro a mi pasado, me doy cuenta que yo estaba feliz en la superficie, pero algo dentro de mí lloraba. Las cosas estaban muy difíciles económicamente, y empecé a dejarme llevar por muchos de los miedos de mis padres. Mi maleStar se intensificó en ese período. Cuando tenía ocho años, perdimos nuestro hogar y nos mudamos a una pequeña granja en las afueras de la ciudad. Era rústica, por decirlo de forma sutil. La casa no tenía agua corriente ni puerta en el baño, pero intentamos de sacar lo mejor de ella. Mi padre era demasiado orgulloso como para pedir asistencia social, así que nosotros siete vivimos allí por dos años, y luego tuvimos que regresar a la ciudad. Las cosas mejoraron un poco, pero mi compulsión por la apuesta se potencio y estaba a pleno. A los 17 años apostaba compulsivamente. Fui a la escuela de enfermería en el hospital más prestigioso de Boston y fui una alumna sobresaliente, pero mi compulsion no cedia. Muchas veces me sentía sola; tuve pocos amigos, y evidentemente ningún novio. Después de que me gradué empecé a tener abstinencia; siempre tenia un tiempo de abstinencia, pero luego de un tiempo lo retornaba a las apuestas. Seguí así por muchos años, a veces llegando a largos periodos de abstinencia.
En 1955 me casé, luego de dos años de cortejo. Tenía 28 años y me sentia relativamente normal. Tuvimos tres hijos, y compramos una casa en los suburbios. Mis apuestas fluctuaban en lo que aprendí a llamarle "el síndrome del yo-yo", siempre terminando en alguna apuesta. Esto siguió de muchos modos, hasta que llegué a Jugadores Anónimos JA, a los 40 años de edad, y odiándome completamente. Había dejado de fumar en Mayo de ese año, y había me sentia mal. Estaba con una amiga, protestando porque quería queria tener mas dinero para apostar. Ella dijo "no entiendo como sobrevives si solo piensas en apostar". Lo que no le dije es que yo tenia un problema grave con las apuestas y de dinero . Esta misma amiga había visto en el periódico local, hacía poco tiempo, un aviso de Jugadores Anónimos donde aparecía un teléfono. Nadie de la costa Este había escuchado nada acerca de JA. Llamé a ese número al día siguiente, y hablé con una mujer llamada Bernice; ese fue el principio de una serie de milagros que cambiaron mi vida. Muchas veces me había prometido a mí misma que no lo volvería a hacer, una promesa que duraba hasta que llegaba hasta que conseguia dinero. Bernice entendía perfectamente a lo que me refería, y acordamos encontrarnos en su casa. Ella había estado intentando formar un grupo de JA, después de dejar California, donde JA había nacido , para mudarse al Este. En la primera reunión estábamos solo nosotras dos (¡hoy puedo decir que Dios también estuvo allí!) Nos sentamos en la mesa , y me mostró lo que hacían los otros grupos. Leyó "Cómo funciona" Me sentí extraña porque escuché mencionar a Dios varias veces. Pensé para mis adentros "¿En qué me metí?" Esto debía ser una secta de algún tipo, ¡siempre empezaban en California y se expandían al Este! Bernice captó mi suspicacia cuando me estaba yendo de esa primera reunión. Me dio la infame librito y me dijo que volviera la siguiente semana. Así fue como empezó para mí. Nunca dejé de ir.
Empecé a escuchar y a entender de qué se trataba la abstinencia. Eran todos conceptos nuevos para mí. Lo que yo había hecho hasta el momento obviamente no estaba funcionando. Probé, y empecé a sentirme mejor. Pasadas unas semanas, Bernice seguía diciendo "si no lo compartimos con otros, no podremos mantenerlo ni siquiera para nosotras". Yo tampoco entendía este concepto, pero fui a ver al ministro de la iglesia local y le pedí para usar su cuarto de reuniones. Puse luego un aviso en el diario local acerca de las reuniones de Jugadores Anónimos.
Nunca nadie había oído algo al respecto, pero alrededor de 50 nuevos asistieron a la primera reunión. Bernice y yo llorábamos de alegría, aunque no teníamos nada de literatura. Todo lo que teníamos para distribuir eran las copias del combo que ella había traído . El grupo creció muy lentamente al principio, pero las personas, incluida yo, empezaron a recuperarse de la compulsión por apostar. A veces me sentía muy decepcionada si alguien de los que habían llegado a las primeras reuniones no volvían. De una forma u otra, Dios me hizo seguir yendo semana tras semana, incluso cuando, a veces, yo era la única en la reunión.
Empecé a entender qué era lo que realmente estaba mal en mí. No era solo mi compulson por apostar, sino también una mente y un espíritu también enfermos. Sufría de una depresión crónica en esa época. Siempre me sentía mejor cuando concurria a las reuniones y permanecia en abstinencia, pero nunca relacionaba mis apuestas compulsivas con mis estados de ánimo. Tampoco lo hacía el psiquiatra, con quien me vi dos veces por semana, durante muchos años. Mi terapeuta solía decir "Dime cómo te sientes, y quizás podamos entender por qué apuestas" Pero ¿Cómo iba a decirle cómo me sentía si, en de camino a la terapia, siempre me detenía para comprar un billete de loteria, y anestesiaba mis sentimientos? En JA. aprendí a hacer exactamente lo contrario. Decimos "Controla tu vida no apostando, no importa la razón por la que estés con ganas de apostar. Logra la abstinencia y, a través del estudio de los Doce Pasos, llegarás a entender por qué apostabas compulsivamente, aunque no era tan vital saber porque apostaba".

Solía culpar a mi madre por mi compulsion por las apuestas Era su culpa porque, cuando volvía a casa a visitarla, me hacía todos relatos de sus apuestas y yo no tenía la fuerza de voluntad para resistirlo. Siempre escuchaba, y luego me invadian las ganas de apostar. Uno de los primeros grandes dones que recibí fue entender que mi ludopatia era mi responsabilidad. Después de un inventario de Cuarto Paso, seguido de una serie de reparaciones, fui capaz de pedir a mi madre que me perdonara por haberle gritado y haberla culpado. Fui capaz de decirle que ella era una madre realmente maravillosa y que la amaba mucho. Fue una bendición que pude hacerlo mientras estaba viva: ella murió dos años después de que yo llegara a JA. Ella fue una madre muy amorosa, pero mi alimentación compulsiva interfirió en nuestra relación. Me siento afortunada de haber podido hacer esas reparaciones.
Lentamente, empecé a cambiar otros aspectos. Mi esposo me había dicho que era difícil vivir conmigo. Me costaba ver esa verdad cuando mi ludopatia estaba fuera de control, pero después de un período de abstinencia, fui capaz de verme a mí misma con más honestidad. Si no estaba de acuerdo con algo, podía hablar en un tono de voz amable, y decirle que yo no compartía su punto de vista. Si él me hablaba de mala forma, yo podía decirle "ambos nos sentiremos mejor si no me hablas con ese tono" Tenía que descubrir qué otras actitudes mías irritaban a los demás miembros de mi familia, e intentar corregirlo. Les pedí perdón.
Hace poco descubrí una carta que me escribió mi hijo, cuando tenía 18 años, con una descripción perfecta de lo que ocurría en casa antes de que yo descubriera la Hermandad. Él había escrito:"Querida mamá, pensé que habías dicho que no ibas a gritarnos más a mí, a Ann y a Ellen, pero lo sigues haciendo. Y no creo que siquiera lo estés intentado. De Mark". Lloré cuando encontré esta carta. La llevé hasta su casa, se la mostré a él y a su esposa, y les pedí perdón. Cuando él era joven, yo no sabía qué tan impotente y controladora era con mis gritos, mi apuesta y mis llantos.
Después de 5 meses con el Programa de JA, vi a mi psiquiatra por última vez. Cuando le dije que quería dejar de ir regularmente, él me dijo "No recuerdo haberte visto tan bien antes. No sé qué consigues de ese grupo al que estás yendo, pero es algo que yo no puedo darte"
No quiero que crean que he tenido una abstinencia perfecta en los últimos 25 años. No soy perfecta. Por hoy, no tengo que ser perfecta. Describo mi abstinencia como "perfectamente imperfecta" He cometido cantidad de errores, pero nuestro programa de recuperación tiene una lista muy bien documentada de acciones correctivas. Estos Doce Pasos son llamados "un plan de vida": sirven para el problema de la apuesta, así como para cualquier otro tipo de asunto. Para mí, son una gran fuente de fortaleza. Son el núcleo de mi recuperación. Definitivamente ¡esto no es un club de no apostadores!
Voy a tantas reuniones como puedo. Empleo todas las herramientas. Quizás no haya seguido mi plan de apuestas a la perfección, pero considero que mi recuperación sí es perfecta. Dios me acepta y ama tal como soy; y me está enseñando a hacer lo mismo, a través de los Doce Pasos. Soy más capaz de aceptar a las demás personas tal como son, sin intentar cambiarlos, y especialmente sin enojarme con ellos. Este don ha sido una gran liberación. Estoy en abstinencia, y el gran milagro es que con mi plan diario no apuesto solo por hoy y voy sumando muchos solos por hoy. He desarrollado una maravillosa relación con mi Poder Superior. Esto es crucial; no puedo lograrlo por mí misma. Cada mañana le pido a mi Poder Superior que me mantenga abstinente, me muestre su voluntad para conmigo por ese día, y que me dé el poder para llevarlo a cabo, sea lo que sea. NO SIEMPRE ES FÁCIL, ESPECIALMENTE CUANDO SU VOLUNTAD NO COINCIDE CON LA MÍA. Intento adoptar una actitud espiritual y preguntarme a mí misma qué es lo que Dios desea que aprenda de mis experiencias. ¿Es una lección de paciencia, o quizás de tolerancia? ¿O debo aprender cómo perdonar a quien me haya ofendido? El resultado final de estos ejercicios espirituales es que he desarrollado el amor propio y el respeto por mí misma. Esto me abre al mayor de los dones: ser capaz de aceptar y amar a los otros, exactamente tal como son.
He aprendido a manejar situaciones difíciles y dolorosas con dignidad y aplomo, compartiendo mis sentimientos más profundos con otros miembros de la Comunidad. Hace algunos años, por ejemplo, mi hermano y mi esposo murieron, con apenas unos días de diferencia. Fui capaz de compartir mi dolor con miembros de JA, que se preocuparon por mí y escucharon pacientemente. Me recordaron que la apuesta no me iba a devolver a mis seres queridos. Seguí compartiendo, hasta que mis heridas se fueron cerrando. Fue un verdadero milagro. Para mí, este Programa es el milagro del siglo XX. Dios supo desde un principio que yo lo necesitaría. Él me condujo hasta aquí, incluso aunque yo no supiera hacia dónde me dirigía.
Todo lo que puedo decir es que mi vida realmente comenzó a los 40 años.

“El nuestro es un programa espiritual, no religioso.
No tenemos credo ni doctrinas.
Solo nuestras propias experiencias de recuperación”
Nunca fui una persona de creencias religiosas ni siquiera espirituales.
Cuando vine a JA por primera vez tuve dificultades con la idea de un Poder Superior.
Honestamente me daba miedo.
Yo quería creer pero no sabía cómo.
Solamente hablando con varios miembros de JA quienes abiertamente compartieron conmigo su idea de un Poder Superior pude abrir mi mente.
Hice algo que no había podido hacer por 30 años:
pude creer en un poder más grande que yo.
El hecho de que JA sea un programa espiritual y no
religioso es la razón de que yo todavía esté acá.
Hoy creo en un Poder más Grande que yo mismo, un poder amoroso, que me cuida y que yo defino con mis propias palabras.

CAMINAR A TRAVES DEL MIEDO

Si todavía nos aferramos a alguna cosa de la que no queremos desprendernos, le pedimos a Dios que nos ayude a tener buena voluntad.
Cuando ya había dado mi Quinto Paso, me di cuenta de que todos mis defectos de carácter eran el resultado de mi necesidad de sentirme seguro y amado.
Usar solamente mi voluntad para trabajar en ellos hubiera sido tratar obsesivamente de resolver el problema. En el Sexto Paso intensifiqué la acción que puso en los tres primeros Pasos -meditar en el Paso diciéndolo una y otra vez, ir a reuniones, seguir las sugerencias de mi padrino, leer y buscar dentro de mí. Durante los primeros tres años de sobriedad tenía miedo de entrar sola en un ascensor. Un día decidí que debía hacer frente a este temor.
Le pedí ayuda a Dios, entré al ascensor, y allí en una esquina, había una señora llorando. Me dijo que desde el fallecimiento de su esposo ella había tenido un miedo mortal de los ascensores. Yo olvidé mi temor y la conforté.
Esta experiencia espiritual me ayudó haber que la buena voluntad era la llave para el resto de los Doce Pasos hacia la recuperación.
Dios ayuda a aquellos que se ayudan a sí mismos.

“El padrinazgo, los amigos de JA, las reuniones y la literatura son maravillosas fuentes de ayuda para nosotros. No queremos estar sin estos recursos porque frecuentemente encontramos en ellas las palabras de Dios hacia nosotros”

Como jugador compulsivo tiendo a ser compulsivo en todo lo que hago, aún en el servicio.
Naturalmente quiero ocuparme de todos poniéndome a mí misma al final de la lista.
Mi padrino reconoce los síntomas y amablemente me recuerda que quizá yo tenga demasiadas cosas en mi mochila.
Me sugiere que consulte con mi Poder Superior antes de comprometerme a algo que pueda ser una carga demasiado pesada para mí.
Algunas veces pregunta: “es necesario que decidas hoy?” Mi respuesta generalmente es “no”.
Esto significa que puedo dejar el asunto por un rato y ocuparme de él luego.
Dios me habla a través de otras personas, especialmente mi padrino, cuando escucho.