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ASOCIACIONES DE AUTOAYUDA LIMA PERU
Lun 03 Nov 2014, 22:34 por Peter610
Estimados. Soy un joven de 24 años que lamentablemente se ha vuelto inmerso en este mundo de la ludopatía. Actualmente tengo deudas que no puedo costear, y estoy empezando a perder la confianza de mis amigos y familiares quienes me prestaron dinero. A pesar de mis problemas sigo estudiando y …
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Necesito consejo
Miér 26 Jun 2019, 21:50 por Susipop
Buenas a tod@s!
Es la primera vez que participó en un foro...
Llevo con mi pareja 8 años, y hace 3 años me confesó que tenía problemas con el juego desde antes de estar juntos. Lleva en tratamiento desde entonces, pero sigue jugando de forma esporádica, generalmente cuando ha bebido.
El …
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Es la primera vez que participó en un foro...
Llevo con mi pareja 8 años, y hace 3 años me confesó que tenía problemas con el juego desde antes de estar juntos. Lleva en tratamiento desde entonces, pero sigue jugando de forma esporádica, generalmente cuando ha bebido.
El …
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LA TRISTE HISTORIA DE MI LUDOPATÍA
Miér 20 Feb 2019, 09:38 por Arctic21
Buenas, qué tal a todos?
Soy nuevo en el Foro, me llamo Nicolás y he leído muchas historias donde en algunas ocasiones me siento identificado y sin poder responder al por qué de mi enfermedad y paso a contarles mi historia desde mis primeros momentos; si bien a algunos les resultará aburrido o …
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Soy nuevo en el Foro, me llamo Nicolás y he leído muchas historias donde en algunas ocasiones me siento identificado y sin poder responder al por qué de mi enfermedad y paso a contarles mi historia desde mis primeros momentos; si bien a algunos les resultará aburrido o …
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Voy a ser padre ,vamos a tener un bebe en 8 meses
Mar 15 Mayo 2018, 10:54 por Mike1981
Hola hace tiempo que no escribo,la ultima vez que lo hice me jugue 120€ y gane 1350€ y despues 300€ y ahora lo he perdido.
Lo perdi la semana pasada.
Llevo un tiempo ahogado con una deuda de 4000€ con las empresas de microcreditos que me estan llamando dia y noche y me amenezan si no les …
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Lo perdi la semana pasada.
Llevo un tiempo ahogado con una deuda de 4000€ con las empresas de microcreditos que me estan llamando dia y noche y me amenezan si no les …
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LUDOPATIA PATOLOGICA
Sáb 25 Mayo 2019, 20:08 por mayte
Buenas tardes:
Me acabo de inscribir en este foro, porque necesito explicar la mala experiencia que estoy viviendo, ya que desde este final de enero mi pareja me dio la noticia que lleva 5 años adicto al juego.
Aun estoy en shoc, porque no lo asimilo.
Necesito me den en este foro algo de consejos …
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Me acabo de inscribir en este foro, porque necesito explicar la mala experiencia que estoy viviendo, ya que desde este final de enero mi pareja me dio la noticia que lleva 5 años adicto al juego.
Aun estoy en shoc, porque no lo asimilo.
Necesito me den en este foro algo de consejos …
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volver a empezar
Mar 28 Mayo 2019, 20:18 por Dirtyfrank
Hola, pues mas que nada me gustaria poder desahogarme un poco, soy un ludopata y muchas veces he pensado que no tengo remedio, he tenido varios intentos por dejarlo y muchas recaidas, y cada recaida es mas dolorosa que la anterior y me recuerda porque debo dejar esto de una vez por todas, no voy a …
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HISTORIAS COMPULSIVAS
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Ana M
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Futuro sin Juego :: CUENTANOS TU PROBLEMA Y ENTRE TODOS PROCURAREMOS AYUDARTE :: TESTIMONIOS DE VUESTRAS EXPERIENCIAS CON LAS ADICCIONES
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HISTORIAS COMPULSIVAS
HISTORIA DE JUANA CONCEPTO DE FAMILIA
Un día Juana, hoy una mujer de 55 años, menuda de físico con rasgos criollos, descubrió a su marido en situación comprometida con su mejor amiga. No sabia que hacer , con 2 hijos , con muchos años de casada , parecía que se le venia el mundo abajo, con educación tradicional y religiosa ¿ como tendría que reaccionar ?no sabia como actuar que hacer o que no hacer , con quien hablar .
Necesitó salir de las cuatro paredes de su casa , se ahogaba, necesitaba caminar y pensar…pensar….pensar. Sin darse cuenta , el gris de la calle se transformo en un arco iris de colores que te atraían como un imán hasta la puerta del bingo, , como diciendo “ este es tu lugar , juga , gana , olvídate de tus problemas , pero, esa es otra historia que recién comienza “ y entró , ganó y perdió ,pero estaba copada, feliz y por ese lapso se olvido de sus hijos, marido y todos los dramas que la esperaban afuera. Esto recién empezaba . A toda su angustia , comenzaba otra, llena de locura y desequilibrio emocional. .
Llego a su casa a cualquier hora, retiro sus cosas del dormitorio y se fue a otra habitación. Al día siguiente realizo sus tareas como si nada hubiera pasado, él, tampoco dijo que se dio cuenta que estaba al descubierto y lo enfrentaron como si existiera un convenio de resignación y dolor. Todas las tardes volvía a la casa de juego….se quedaba mas tiempo, apostaba mas. Perdía mucho dinero….en otra mesa también estaba el, mitad jugando, mitad vigilando pero era como si no existiera. Se prometió que sus hijos no sufrirían lo que ella paso de chica.
Resolvió que sacrificaría su futuro , en apariencias y para los demás seria un hogar feliz y así se refugio en el juego como salida a todos sus males, pero , era al revés , no atendía como correspondía todas sus cosas , su casa era un caos, en su vida no tenia otro deseo que ir a jugar, con su marido estaba separada de hecho , aunque vivían bajo el mismo techo.
¿ Adonde quedaron sus sueños, sus deseos de felicidad,? , con el tiempo sus hijos se olvidaron de su madre y ella se olvido de sus hijos, era una familia destruida.
Jugaba mas y mas , cada vez por mas tiempo, hasta que en un momento se pregunto que estaba haciendo de sus ilusiones, sus ansias , sus afectos. Volvió a su casa y se abrazo con sus seres queridos y lloro y hablo…hablo…lloro….hablo. Uno de ellos le dijo de ir a Jugadores Anónimos, un lugar. donde se reunían los que deseaban dejar de jugar y tener una nueva vida. . Fue , le pareció muy denso ,muy extraterrestre, parecía que la miraban como bicho raro, pero no era así, eran seres que pasaron por lo mismo, quizás con otra historia, pero en el fondo la misma problemática. Al principio tuvo recaídas, no sabia que hacer con su tiempo , después poco a poco se fue penetrando en la hermandad, y un día dijo basta. Escuchaba como los demás hablaban que la literatura de j.a. y el programa, junto con el tiempo , lograría parar las ansías de jugar y mirar hacia adelante una mejor vida.
Juana , esa señora de Adrogue, donde vive desde hace muchos años, se dice , que, solo por hoy intentara algo mejor, solo por hoy hará de su persona con perspectivas de mejores que las actuales.
Hoy, solo por hoy, al no jugar , tiene la mente despejada y puede pensar en forma clara, con su marido las cosas siguen igual, a veces existen choques, pero lo va sobrellevando , es un tema pendiente para mas adelante, con sus hijos la relación hizo un giro de 90 grados y a la vez disfruta de los nietos .Sigue concurriendo a Jugadores, con seres como ella con calidez , afecto, comprensión
Como toda persona con adicción deja abierto el final, vive solo por el día de hoy, en sus manos y en su mente tiene la respuesta de un futuro que le depare el camino de la felicidad, por supuesto el juego no tiene cabida en su vida .
UN SALUDO
TODO PROBLEMA TIENE SOLUCION
TU FUTURO NO ES UN JUEGO DE AZAR
Un día Juana, hoy una mujer de 55 años, menuda de físico con rasgos criollos, descubrió a su marido en situación comprometida con su mejor amiga. No sabia que hacer , con 2 hijos , con muchos años de casada , parecía que se le venia el mundo abajo, con educación tradicional y religiosa ¿ como tendría que reaccionar ?no sabia como actuar que hacer o que no hacer , con quien hablar .
Necesitó salir de las cuatro paredes de su casa , se ahogaba, necesitaba caminar y pensar…pensar….pensar. Sin darse cuenta , el gris de la calle se transformo en un arco iris de colores que te atraían como un imán hasta la puerta del bingo, , como diciendo “ este es tu lugar , juga , gana , olvídate de tus problemas , pero, esa es otra historia que recién comienza “ y entró , ganó y perdió ,pero estaba copada, feliz y por ese lapso se olvido de sus hijos, marido y todos los dramas que la esperaban afuera. Esto recién empezaba . A toda su angustia , comenzaba otra, llena de locura y desequilibrio emocional. .
Llego a su casa a cualquier hora, retiro sus cosas del dormitorio y se fue a otra habitación. Al día siguiente realizo sus tareas como si nada hubiera pasado, él, tampoco dijo que se dio cuenta que estaba al descubierto y lo enfrentaron como si existiera un convenio de resignación y dolor. Todas las tardes volvía a la casa de juego….se quedaba mas tiempo, apostaba mas. Perdía mucho dinero….en otra mesa también estaba el, mitad jugando, mitad vigilando pero era como si no existiera. Se prometió que sus hijos no sufrirían lo que ella paso de chica.
Resolvió que sacrificaría su futuro , en apariencias y para los demás seria un hogar feliz y así se refugio en el juego como salida a todos sus males, pero , era al revés , no atendía como correspondía todas sus cosas , su casa era un caos, en su vida no tenia otro deseo que ir a jugar, con su marido estaba separada de hecho , aunque vivían bajo el mismo techo.
¿ Adonde quedaron sus sueños, sus deseos de felicidad,? , con el tiempo sus hijos se olvidaron de su madre y ella se olvido de sus hijos, era una familia destruida.
Jugaba mas y mas , cada vez por mas tiempo, hasta que en un momento se pregunto que estaba haciendo de sus ilusiones, sus ansias , sus afectos. Volvió a su casa y se abrazo con sus seres queridos y lloro y hablo…hablo…lloro….hablo. Uno de ellos le dijo de ir a Jugadores Anónimos, un lugar. donde se reunían los que deseaban dejar de jugar y tener una nueva vida. . Fue , le pareció muy denso ,muy extraterrestre, parecía que la miraban como bicho raro, pero no era así, eran seres que pasaron por lo mismo, quizás con otra historia, pero en el fondo la misma problemática. Al principio tuvo recaídas, no sabia que hacer con su tiempo , después poco a poco se fue penetrando en la hermandad, y un día dijo basta. Escuchaba como los demás hablaban que la literatura de j.a. y el programa, junto con el tiempo , lograría parar las ansías de jugar y mirar hacia adelante una mejor vida.
Juana , esa señora de Adrogue, donde vive desde hace muchos años, se dice , que, solo por hoy intentara algo mejor, solo por hoy hará de su persona con perspectivas de mejores que las actuales.
Hoy, solo por hoy, al no jugar , tiene la mente despejada y puede pensar en forma clara, con su marido las cosas siguen igual, a veces existen choques, pero lo va sobrellevando , es un tema pendiente para mas adelante, con sus hijos la relación hizo un giro de 90 grados y a la vez disfruta de los nietos .Sigue concurriendo a Jugadores, con seres como ella con calidez , afecto, comprensión
Como toda persona con adicción deja abierto el final, vive solo por el día de hoy, en sus manos y en su mente tiene la respuesta de un futuro que le depare el camino de la felicidad, por supuesto el juego no tiene cabida en su vida .
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
HISTORIA DE EZEQUIEL UN MUCHACHO COMUN
Ezequiel ,es el típico muchacho de barrio, se crío y vive en Ciudadela, su vida no tenía sobresaltos, hijo de un hogar de gente trabajadora, donde todo el esfuerzo se hacia en familia. Era el menor de tres hermanos, y por ende el mimado de sus padres y hermanas, Fue creciendo dentro de esos parámetros y en sus 18 años, no tenía sobresaltos. Una juventud normal, como la de cualquier muchacho de barrio. Futbol, boxeo y en general todos los deportes, también truco, cerveza ,mujeres. El estudio no estaba hecho para él.
En los ratos libres su padre iba al Bingo y empezó a acompañarlo. Al principio no le llamaba la atención, pero poco a poco, empezó a jugar, a ganar y perder, especialmente cuando perdía se ponía como loco, no tanto por el dinero sino por su forma de ser de no querer perder ni a la bolita. De esa manera ya solía ir sin su papa, ya que no quería que este lo viera apostar, además, se enamoro de una de las chicas que trabajaban en el lugar. Simpático, entrador, no le costo mucho lograr conquistar a esa hermosa joven y empezaron a salir y al poco tiempo supieron que una nena venía en camino. Se fueron a vivir juntos, los padres de ella pusieron el grito en el cielo ,( jugador, mujeriego, poco afecto a superarse laboralmente), evidentemente no era un candidato ideal.
El nacimiento de la niña creo un paréntesis en ambas familias, mas ella fue progresando en su trabajo en la casa de juego lo que le permitió un muy buen sueldo, siendo prácticamente la que mantenía el hogar, mientras el se dedicaba a jugar cada vez mas .Al reproche de sus padres por su poca atención al trabajo en el negocio familiar, se empezó a deteriorar la pareja, a ella le cambiaron el horario teniendo que trabajar de noche, obligándole a el tener que cuidar a la nena, no pudiendo ir a jugar La pareja se fue quebrando y volvió a jugar mas fuerte hasta perder mucho dinero, no teniendo para los gastos elementales, entonces resolvieron separarse y el regreso a la casa paterna, donde se reintegro al comercio familiar. Pero no le llevaba la importancia que requería y se escapaba a ese imán poderoso que era el bingo.
Su vida era un calvario, en la edad de los sueños, no tenía esperanza de nada, era feliz cuando veía a su pequeña hija, Intentó rearmar la relación con su mujer y volvió con ella, pero seguía jugando y de vuelta a fojas .
Un día tomó un poco de mas y se descompuso, cuando se sintió un poco mejor, se dio cuenta de que.asi no podía seguir y lo hablo con su hermana mayor. Esta le hablo de un lugar donde concurrían todos con el mismo problema, Jugadores Anónimos, y fue, escuchó y habló, se emocionó al escuchar terapias y testimonios, se sintió en su lugar en el mundo y se prometió tratar de cambiar y que haría de el un hombre de bien.
Son 6 años que ya no juega y tiene la virtud de no faltar a ninguna reunión de grupo. Es uno de los mas queridos y formo amigos , con los que sale los fines de semana. En su casa sigue siendo el mimado de sus padres, hermanas y sobrinos. Su hija va creciendo y con su ex tiene buena relación. Sabe que tiene un buen futuro, pero no se apura, como dice la literatura de j.a.,
SOLO POR HOY,TENDRE UNA BUENA VIDA.
UN SALUDO
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TU FUTURO NO ES UN JUEGO DE AZAR
Ezequiel ,es el típico muchacho de barrio, se crío y vive en Ciudadela, su vida no tenía sobresaltos, hijo de un hogar de gente trabajadora, donde todo el esfuerzo se hacia en familia. Era el menor de tres hermanos, y por ende el mimado de sus padres y hermanas, Fue creciendo dentro de esos parámetros y en sus 18 años, no tenía sobresaltos. Una juventud normal, como la de cualquier muchacho de barrio. Futbol, boxeo y en general todos los deportes, también truco, cerveza ,mujeres. El estudio no estaba hecho para él.
En los ratos libres su padre iba al Bingo y empezó a acompañarlo. Al principio no le llamaba la atención, pero poco a poco, empezó a jugar, a ganar y perder, especialmente cuando perdía se ponía como loco, no tanto por el dinero sino por su forma de ser de no querer perder ni a la bolita. De esa manera ya solía ir sin su papa, ya que no quería que este lo viera apostar, además, se enamoro de una de las chicas que trabajaban en el lugar. Simpático, entrador, no le costo mucho lograr conquistar a esa hermosa joven y empezaron a salir y al poco tiempo supieron que una nena venía en camino. Se fueron a vivir juntos, los padres de ella pusieron el grito en el cielo ,( jugador, mujeriego, poco afecto a superarse laboralmente), evidentemente no era un candidato ideal.
El nacimiento de la niña creo un paréntesis en ambas familias, mas ella fue progresando en su trabajo en la casa de juego lo que le permitió un muy buen sueldo, siendo prácticamente la que mantenía el hogar, mientras el se dedicaba a jugar cada vez mas .Al reproche de sus padres por su poca atención al trabajo en el negocio familiar, se empezó a deteriorar la pareja, a ella le cambiaron el horario teniendo que trabajar de noche, obligándole a el tener que cuidar a la nena, no pudiendo ir a jugar La pareja se fue quebrando y volvió a jugar mas fuerte hasta perder mucho dinero, no teniendo para los gastos elementales, entonces resolvieron separarse y el regreso a la casa paterna, donde se reintegro al comercio familiar. Pero no le llevaba la importancia que requería y se escapaba a ese imán poderoso que era el bingo.
Su vida era un calvario, en la edad de los sueños, no tenía esperanza de nada, era feliz cuando veía a su pequeña hija, Intentó rearmar la relación con su mujer y volvió con ella, pero seguía jugando y de vuelta a fojas .
Un día tomó un poco de mas y se descompuso, cuando se sintió un poco mejor, se dio cuenta de que.asi no podía seguir y lo hablo con su hermana mayor. Esta le hablo de un lugar donde concurrían todos con el mismo problema, Jugadores Anónimos, y fue, escuchó y habló, se emocionó al escuchar terapias y testimonios, se sintió en su lugar en el mundo y se prometió tratar de cambiar y que haría de el un hombre de bien.
Son 6 años que ya no juega y tiene la virtud de no faltar a ninguna reunión de grupo. Es uno de los mas queridos y formo amigos , con los que sale los fines de semana. En su casa sigue siendo el mimado de sus padres, hermanas y sobrinos. Su hija va creciendo y con su ex tiene buena relación. Sabe que tiene un buen futuro, pero no se apura, como dice la literatura de j.a.,
SOLO POR HOY,TENDRE UNA BUENA VIDA.
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
HISTORIA DE MIRIAM DEL CIELO AL INFIERNO
Mientras veía por última vez, el parque, la pileta, el quincho, la casona que vivió con su esposo e hijos, ahí en San Isidro, Miriam de 50 años, recordaba con lágrimas en los ojos su historia. Hija de familia de .clase alta, su padre profesional odontólogo y su madre ama de casa tradicional, en un ambiente social importante, ella y sus hermanos, concurrían a los mejores colegios, al prestigioso club , practicaban deportes y una vida social extensa. Para algunas cosas demostró tener un carácter rebelde , dedicándose mas que al estudio a otras inquietudes como la cerámica y el tenis. Pero su vida no presentaba mayores problemas. De muy joven conoció a ese apuesto estudiante de abogacía, también de familia patricia, y no tardaron en ponerse de novios. Su casamiento fue pomposo ,y una luna de miel en Europa.
Los primeros años de casada fueron perfectos entre el bienestar y los embarazos. De repente, él, ya recibido. empezó a ausentarse por mas tiempo de la casa debido a su trabajo, y la rutina se apodero de ella. .Estaba sola para atender a los niños, la casa y el desarraigo de el hombre que había elegido para compartir su vida, con el tiempo se dio cuenta que el aburrimiento se apoderó de ella, y no teniendo una meta fija empezó a salir a caminar, al cine, las confiterías y frecuentar el bingo, donde nadie se fijaba en nadie, idiotizados en su fijación por el juego.
Le atrajeron las maquinitas que con sus colores y su musiquita hacían llamar la atención
Una ficha, dos fichas, tres fichas, infinitas fichas con o sin premio, era lo menos importante. El reloj era implacable y sin darse cuenta, absorbida por el juego, llegaba a su casa a cualquier hora, Ante las preguntas respondía con monosílabos. Su esposo entro a sospechar y a seguirla, si bien respiro tranquilo de que no era otro hombre. se inquieto por ver de que forma jugaba, estaba como transportada ante esa maquinita infernal, que no solo se llevaba dinero , sino también todo lo demás.
Ya no hubo marcha atrás , él, cada día se distanciaba mas y el trato frio se volvió un bloque de hielo, los hijos ya veinteañeros hacían lo suyo, sin preocuparse por la situación familiar. En una de las tantas discusiones el hombre reunió a la familia y planteo el problema de la madre. Hablaron de psiquiatras, psicólogos y hasta de internarla en un ¨´loquero¨´ , ya que también bebía y estaba con los nervios destrozados.
Uno de los hijos escuchó de Jugadores Anónimos, la llevaron y el esposo fue a familiares, (en poco tiempo, se mostró interesado en el programa de familiares de jugadores, haciéndose asiduo concurrente y participando en reuniones abiertas), poco a poco las cosas fueron mejorando, pero ella tenia depresiones al ver que su vida estaba regida por el clan familiar, como si todo lo hecho anteriormente , como madre y esposa, no hubiera servido para nada y . Ya era simplemente una sombra de lo que fue, no podía pensar , estaba presa de las condiciones que los demás le imponían. El con su defecto de carácter la trataba como resignado y los hijos muy superficialmente trataban de ayudarla, sin olvidarse de continuar con lo suyo.
Entre terapeutas remedios y la asidua concurrencia a jugadores, logro dejar de jugar , pero siempre estaba con esos enormes ojos tristes y llorosos, y en el grupo encontró seres que como ella habían tocado fondo. Encontró en ellos amor, amistad, ganas de recuperación a través de las ayudas que recibía y que a la vez comenzó a dar. Cada oportunidad que hablaba le brotaban lagrimas , se notaba , que algo la molestaba en el pecho, ahora ella se convirtió en una mujer dominada, se ahogaba y mientras los demás dormían, se escapaba de su casa, salía rumbo desconocido por las calles de Buenos Aires., pero el juego, causa de sus problemas, no le atraía mas. En esas caminatas pensaba como volver a intentar recuperar su vida, hacer cosas nuevas, trabajar. Ganar su propio dinero. Con su marido las cosas estaban peor, y el tener la mente mas clara al no jugar, decidió tomar aire fresco con briza de esperanza y se fue de su casa.
Para él también fue un alivio ya que enseguida tomo distancia. Los hijos la ven, la ayudan, pero como si la separación fuera lo mejor, para todos. Padres y hermanos piensan lo mismo.
Hoy ya hace 4 años que Miriam no juega. Se esta divorciando, no tiene los lujos de antes, pero sonríe, le toca una lucha importante con varios frentes a la vez. Concurre asiduamente a los grupos de autoayuda, Por primera vez se siente que es ella y su espíritu guerrero para afrontar el futuro. Ya no tiene miedo. Sabe que después de la tormenta , el sol vendrá y le iluminara , diciéndole, bienvenida , te estábamos esperando
UN SALUDO
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
JGM
Son muy buenas estas historias. Sobre la última, quiero comentar, que creo que nuestra enfermedad tiene el poder de develar verdades ocultas hasta entonces, respecto de nuestra familia y de nosotros mismos.
Creo que Miriam, nunca estuvo en el cielo, fue el cuento que ella misma se contó, que tal vez le contó su madre, su abuela, quien sabe. Un día, después de haber atravesado una terrible tormenta, se despertó y empezó a vivir por primera vez.
A mí el juego me mostró quién es el hombre con el que me casé, una persona íntegra y capaz de un enorme amor y comprensión, y quien fui yo hasta que me atrapó la locura, una mujer caprichosa, pretenciosa y torpe para el amor, que sólo después de descender casi hasta el final del abismo, fue capaz de aceptar la mano que siempre había estado tendida hacia mí.
Gracias por todos tus aportes compañero!!!
Son muy buenas estas historias. Sobre la última, quiero comentar, que creo que nuestra enfermedad tiene el poder de develar verdades ocultas hasta entonces, respecto de nuestra familia y de nosotros mismos.
Creo que Miriam, nunca estuvo en el cielo, fue el cuento que ella misma se contó, que tal vez le contó su madre, su abuela, quien sabe. Un día, después de haber atravesado una terrible tormenta, se despertó y empezó a vivir por primera vez.
A mí el juego me mostró quién es el hombre con el que me casé, una persona íntegra y capaz de un enorme amor y comprensión, y quien fui yo hasta que me atrapó la locura, una mujer caprichosa, pretenciosa y torpe para el amor, que sólo después de descender casi hasta el final del abismo, fue capaz de aceptar la mano que siempre había estado tendida hacia mí.
Gracias por todos tus aportes compañero!!!
Ana M- Cooperante
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
Hola Ana.
Somos muchos los que un día tuvimos que perder la cabeza para encontrarnos el corazón.
Un saludo.
Somos muchos los que un día tuvimos que perder la cabeza para encontrarnos el corazón.
Un saludo.
chico- Cooperante
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
Chico
Sí, esa es mi experiencia. Esta enfermadad con la que luchamos, lo único bueno que me ha dejado, es el aprendizaje de la humildad.
Sí, esa es mi experiencia. Esta enfermadad con la que luchamos, lo único bueno que me ha dejado, es el aprendizaje de la humildad.
Ana M- Cooperante
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
HISTORIA DE ROQUE LA QUINIELA
Muchos años trabajo con su taxi y ya con una mejor situación económica, Roque puso con un socio una agencia de remise en Lomas de Zamora, una zona céntrica del gran Buenos Aires, de 57 años, casado con una maestra y con 2 hijos de 30 y pico de años, conforman una de tantas familias bien constituidas
Un día en la agencia, se hablaba de jugar a los caballos, quinielas…que los últimos números de la chapa del coche nuevo, de hacer un pozo entre todos y jugarlo y así fue como salió ganador y se vio con un dinero en la mano que le vino muy bien. Así primero fue una quiniela, después otra y al poco tiempo todas. Cuando ganaba jugaba todo pensando en hacer una suma considerable. –cuando perdía era el propio, el que ganaba con su trabajo con el fin de recuperar. Sus sueños de agrandar la agencia, su bienestar y el de los suyos, todo quedo atrás. El presente era deudas, mal humor, angustia de saber que estaba haciendo todo mal, el socio que se despidió diciendo que el negocio no daba para los dos, hasta llegar al cierre. Su mujer se daba cuenta de todo y sus hijos no decían nada, pero también sospechaban. El hijo le consiguió trabajo de corredor y cobrador en lo de un amigo. Al poco tiempo, empezó apostar dinero de las cobranzas con el fin de recuperar lo perdido, pero se endeudaba mas y mas. Antes que se descubriera el dolo, tuvo que contar a su esposa la verdad. Estaba desesperado y en shock . Su h
ijo le dio el dinero para tapar el retiro y a la vez evitar la vergüenza. Nunca le reprocharon verbalmente pero en sus ojos se notaba el deseo de que ese hombre, gran marido y padre de familia, muy enfermo por el juego, se recupere y vuelva a ser el de otros tiempos. Su mujer le hablo de ir a jugadores e incluso lo acompaño y espero sentada en el hall a que terminara la reunión. Quedó impresionado, nada que ver con lo que se imaginaba que sería la autoayuda . Enseguida se dio cuenta lo importante de ir a ese lugar y compartir con sus ¨¨hermanos¨, sus vivencias y las de los otros. Hoy soporta con entereza la muerte de su madre tras una penosa enfermedad. Es uno de los mas activos dentro del grupo y el juego para el quedo lejos de la apuesta. Sabe que es una enfermedad crónica de la que hay que cuidarse siempre y por eso sabe que las reuniones de jugadores anónimos hay que ser asiduo concurrente hasta el resto de su vida. Es feliz, con su mujer, sus hijos, sus nietos. Afronta la vida de otra manera, donde la apuesta quedo guardada en el cajón de los recuerdos. Roque, cada veinticuatro horas, renueva su fe y esperanza. Hoy se siente feliz
UN SALUDO
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Muchos años trabajo con su taxi y ya con una mejor situación económica, Roque puso con un socio una agencia de remise en Lomas de Zamora, una zona céntrica del gran Buenos Aires, de 57 años, casado con una maestra y con 2 hijos de 30 y pico de años, conforman una de tantas familias bien constituidas
Un día en la agencia, se hablaba de jugar a los caballos, quinielas…que los últimos números de la chapa del coche nuevo, de hacer un pozo entre todos y jugarlo y así fue como salió ganador y se vio con un dinero en la mano que le vino muy bien. Así primero fue una quiniela, después otra y al poco tiempo todas. Cuando ganaba jugaba todo pensando en hacer una suma considerable. –cuando perdía era el propio, el que ganaba con su trabajo con el fin de recuperar. Sus sueños de agrandar la agencia, su bienestar y el de los suyos, todo quedo atrás. El presente era deudas, mal humor, angustia de saber que estaba haciendo todo mal, el socio que se despidió diciendo que el negocio no daba para los dos, hasta llegar al cierre. Su mujer se daba cuenta de todo y sus hijos no decían nada, pero también sospechaban. El hijo le consiguió trabajo de corredor y cobrador en lo de un amigo. Al poco tiempo, empezó apostar dinero de las cobranzas con el fin de recuperar lo perdido, pero se endeudaba mas y mas. Antes que se descubriera el dolo, tuvo que contar a su esposa la verdad. Estaba desesperado y en shock . Su h
ijo le dio el dinero para tapar el retiro y a la vez evitar la vergüenza. Nunca le reprocharon verbalmente pero en sus ojos se notaba el deseo de que ese hombre, gran marido y padre de familia, muy enfermo por el juego, se recupere y vuelva a ser el de otros tiempos. Su mujer le hablo de ir a jugadores e incluso lo acompaño y espero sentada en el hall a que terminara la reunión. Quedó impresionado, nada que ver con lo que se imaginaba que sería la autoayuda . Enseguida se dio cuenta lo importante de ir a ese lugar y compartir con sus ¨¨hermanos¨, sus vivencias y las de los otros. Hoy soporta con entereza la muerte de su madre tras una penosa enfermedad. Es uno de los mas activos dentro del grupo y el juego para el quedo lejos de la apuesta. Sabe que es una enfermedad crónica de la que hay que cuidarse siempre y por eso sabe que las reuniones de jugadores anónimos hay que ser asiduo concurrente hasta el resto de su vida. Es feliz, con su mujer, sus hijos, sus nietos. Afronta la vida de otra manera, donde la apuesta quedo guardada en el cajón de los recuerdos. Roque, cada veinticuatro horas, renueva su fe y esperanza. Hoy se siente feliz
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
HISTORIA DE AMALIA NOSTALGIAS
Muchas historias tienen que ver con la soledad de la protagonista, Amalia, mujer hermosa de unos 50 años, quedo viuda muy joven, lo cual y a pesar de los años, no pudo recuperarse , provocándole depresiones muy grandes. Con un muy buen trabajo , no tenía problemas de dinero.
Su familia es de Mar del Plata. En cuanto podía visitaba a su madre y aprovechaba para realizar largas caminatas mirando al mar, pensando que descubriría la imagen de su amado. Se sentaba en las terrazas del Torreón del Monje observando como las olas golpeaban las rocas, sintiendo un nudo en el pecho de un dolor profundo, . Su futuro era sombrío , no sabía vivir sin el hombre que la había colmado de amor y felicidad.
De vuelta a su vida cotidiana, rechazaba todo tipo de invitaciones de amigas y compañeros de trabajo, auto exilándose en esa casona, llena de recuerdos, dedicándose a su perro , a sus plantas y a soñar con el pasado. Mas la realidad la llevaba a llantos y angustias. Y así se la pasaba todo el tiempo.
Un día después de que su amiga insistiera, acepto acompañarla al Bingo, a tirar unos pesitos pero a distraerse y olvidar por un momento a pensar. Inmediatamente se sintió atraída por el ruido de las maquinas y el barullo a su alrededor ,tan distinto al silencio de su casa. Y comenzó a jugar, como refugio a su sentirse siempre sola, como todos, a veces ganaba, pero la mayoría de ellas , perdía. Fue llenándose de deudas y a su depresión cotidiana le agregó como poder pagar sus cuentas atrasadas. Pedía anticipos de sueldo, estaba mas nerviosa que de costumbre, descuidaba su trabajo, cometía errores infantiles, solo le interesaba irse rápido a jugar y tratar de recuperar lo perdido. Hundiéndose mas y mas, lo converso con una compañera de trabajo, blanqueándole su situación; esta sabía de grupos de autoayuda y se preocupo de averiguar donde funcionaba jugadores anónimos , esa noche tímidamente fue a la reunión. Vio gente de todas las edades y escucho sus terapias. Cuando le toco el turno, llorando, conto su historia y la aplaudieron y le preguntaron y le hicieron sugerencias. Esa noche descubrió algo nuevo , la trataban de hermana, le pasaron sus teléfonos por si quería pedir ayuda, estaban a su disposición.
Hoy sigue concurriendo a los grupos, tuvo recaídas emocionales y de juego, pero no se da por vencida. Sabe que es una batalla muy dura, pero . las abstinencias cada vez son mas largas, se hizo amiga de muchos, va a fiestas y ya sonríe. Otra cosa que aprendió que es enferma crónica de ludopatía . Cuando menos se lo imagine dejará de jugar definitivamente. Sigue pensando en su marido muerto, sigue cuidando al perro y a las plantas, sigue en el mismo trabajo recuperada como una empleada eficiente, sabe que ya no esta mas sola, que sus hermanos de j.a. la tienen presente y le aprietan fuerte la mano en la oración como diciéndole estamos juntos en esta gran lucha. FUERZA Y ADELANTE.
UN SALUDO
TODO PROBLEMA TIENE SOLUCION
TU FUTURO NO ES UN JUEGO DE AZAR
Muchas historias tienen que ver con la soledad de la protagonista, Amalia, mujer hermosa de unos 50 años, quedo viuda muy joven, lo cual y a pesar de los años, no pudo recuperarse , provocándole depresiones muy grandes. Con un muy buen trabajo , no tenía problemas de dinero.
Su familia es de Mar del Plata. En cuanto podía visitaba a su madre y aprovechaba para realizar largas caminatas mirando al mar, pensando que descubriría la imagen de su amado. Se sentaba en las terrazas del Torreón del Monje observando como las olas golpeaban las rocas, sintiendo un nudo en el pecho de un dolor profundo, . Su futuro era sombrío , no sabía vivir sin el hombre que la había colmado de amor y felicidad.
De vuelta a su vida cotidiana, rechazaba todo tipo de invitaciones de amigas y compañeros de trabajo, auto exilándose en esa casona, llena de recuerdos, dedicándose a su perro , a sus plantas y a soñar con el pasado. Mas la realidad la llevaba a llantos y angustias. Y así se la pasaba todo el tiempo.
Un día después de que su amiga insistiera, acepto acompañarla al Bingo, a tirar unos pesitos pero a distraerse y olvidar por un momento a pensar. Inmediatamente se sintió atraída por el ruido de las maquinas y el barullo a su alrededor ,tan distinto al silencio de su casa. Y comenzó a jugar, como refugio a su sentirse siempre sola, como todos, a veces ganaba, pero la mayoría de ellas , perdía. Fue llenándose de deudas y a su depresión cotidiana le agregó como poder pagar sus cuentas atrasadas. Pedía anticipos de sueldo, estaba mas nerviosa que de costumbre, descuidaba su trabajo, cometía errores infantiles, solo le interesaba irse rápido a jugar y tratar de recuperar lo perdido. Hundiéndose mas y mas, lo converso con una compañera de trabajo, blanqueándole su situación; esta sabía de grupos de autoayuda y se preocupo de averiguar donde funcionaba jugadores anónimos , esa noche tímidamente fue a la reunión. Vio gente de todas las edades y escucho sus terapias. Cuando le toco el turno, llorando, conto su historia y la aplaudieron y le preguntaron y le hicieron sugerencias. Esa noche descubrió algo nuevo , la trataban de hermana, le pasaron sus teléfonos por si quería pedir ayuda, estaban a su disposición.
Hoy sigue concurriendo a los grupos, tuvo recaídas emocionales y de juego, pero no se da por vencida. Sabe que es una batalla muy dura, pero . las abstinencias cada vez son mas largas, se hizo amiga de muchos, va a fiestas y ya sonríe. Otra cosa que aprendió que es enferma crónica de ludopatía . Cuando menos se lo imagine dejará de jugar definitivamente. Sigue pensando en su marido muerto, sigue cuidando al perro y a las plantas, sigue en el mismo trabajo recuperada como una empleada eficiente, sabe que ya no esta mas sola, que sus hermanos de j.a. la tienen presente y le aprietan fuerte la mano en la oración como diciéndole estamos juntos en esta gran lucha. FUERZA Y ADELANTE.
UN SALUDO
TODO PROBLEMA TIENE SOLUCION
TU FUTURO NO ES UN JUEGO DE AZAR
J.G.M.- Cooperante
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
TESTIMONIO: Historia de un Jugador Compulsivo (Mauro JA Rosario)
Es Pascua y nada mejor que Pascua que escribir ¡sobre alguien que volvió a nacer! Voy a caminar por medio de mi relato la historia de mi vida sin olvidarme que soy un jugador compulsivo. La misma será cruel e hiriente pero será honrada en todos sus relatos ya que todos nacen de una verdad liberadora. Sabiendo que la cabeza de un jugador compulsivo activo es una máquina perfecta de mentir traté de no olvidarme de nada ya que mirar hacia atrás me ayudará a mirar hacia delante. Mi nombre es Mauro, crecí en pequeño pueblo enclavado en la bota de Santa Fe que no pasaba los 5000 habitantes. En pueblos como esos suelen ser los juegos de naipes los deportes mas buscados. El club era el lugar donde las “mesas” albergaban a jugadores de anteojos oscuros y cigarros raros y donde sentarse tras de esas mesas era el peor de los pecados ya que te sacaban para que no puedas contar los montos jugados. De a poco cuando esa elite hizo que nos echaran del club teniendo yo unos 15 años comenzamos a asistir a un bar llamado El Favorito donde solo iban los hombres que culminaban sus tareas del sindicato (cargar bolsas) y se entregaban al naipe y a los tragos. Por ese entonces nuestra aventura eran los “flipers”o el “pac man”, pasábamos horas entre el ruido de los mismos y como en ese lugar nadie nos decía nada gritábamos de alegría al batir nuestro propio record. Pero no pasó mucho tiempo hasta que aprendimos y nos comenzamos a sentar a jugar con los naipes. Recuerdo que una vez me invitan a una que no era de “jugadores” y luego de algunos partidos decido irme a tomar mate con amigas y alguien me dice: “¡pará que te pagamos!”, yo sonreí porque creí que era una broma pero cobré mis cuatro pesos y salí a la carrera a contarle a quien tenga enfrente lo que había pasado. Desde ese día a las 12.45 dejaba todo lo que esté en la mesa de mi casa para ir y no perder la mesa. Hijo de un padre bancario que no volvía a casa hasta las 17 horas y de una madre maestra que no era suficiente para controlarme no tenía barreras que me detengan y en poco tiempo conseguí mi primer trabajo que era vender el diario de mi pueblo para conseguir dinero con el cual jugar. Pasé de la mesa inferior a la máxima del café con una velocidad asombrosa. En menos de un año los asistentes al café ya no eran los del sindicato ya que entre los muchos jóvenes que allí asistíamos cambiamos su cara y se fue llenando de otro tipo de gente. La gente ya no se iba a divertir, ¡iba a jugar!. A los dos años ya con 17 para 18 jugaba en la esa del club ¡donde hasta hace poco no querían que viera!. Culminé el colegio y comencé con un reparto de chacinados que mantenía mis bolsillos con dinero todo el tiempo, aparte en el banco donde trabajaba mi padre se comenzaba a vender jubilación privada y mis ganancias eran de dos sueldos de un empleado bancario común. Compré una chata con equipo para frío con un dinero que mi padre prestó para el reparto y con mas movimiento ¡más jugaba!. Los quinieleros comenzaron a acercarse para incitarme de alguna manera. Ya tuve al poco tiempo en el club cuentas corrientes para jugar a las quinielas ya que como veían el dinero que uno movía me fiaban y comencé a anexar al juego de naipe las quinielas. Mientras tanto me pongo de novio, los fines de semana también trabajaba en un boliche de Rosario ya que nunca fui vago para el trabajo y mientras más agarraba ¡mas tenía para jugar!, un día cualquiera nos invitan unos amigos al Casino de Corral de Bustos que estaba a unos 175 kilómetros de mi pueblo, recuerdo que era fin de semana y que como no existían los cajeros automáticos solo asistí con un monto menor a lo que hubiera jugado a la quiniela en un día, así que fuimos, me sequé enseguida y como no acepté dinero prestado me dicen: arrójame los dados y yo apuesto. Eso fue lo que paso, con los dados saliendo de mis manos quien apostaba ganó un monto muy considerable. No recuerdo nada de la charla de la vuelta a casa salvo el pensamiento típico de un jugador compulsivo “¡tú arrojabas esos dados, tú eres quien va a ganar esos montos!”. Desde ese día un día a la semana me iba haciendo los 175 km de distancia en mi chata ford 100 aún con frazadas en mis pies para tapar los agujeros ante el frío a jugar. Mi novia fue a pocos viajes, cuando presenció mi descontrol decidió no acompañarme más. Yo para ese entonces jugaba a cuatro quinieleros al fado, jugaba a los naipes e iba al casino. Como en casa no había que poner dinero para comer ni para nada siempre cuando alguien me decía “me parece que se te está yendo la mano” solo contestaba “yo trabajo y con mi plata hago lo que quiero”. Una vez al volver a casa a las 5 de la mañana mi novia que tenía llaves de la misma me esperaba en el oscuro para decirme que eligiera entre ella y el juego, yo contesté que una cosa no tenía que ver con la otra, que el juego era una diversión que ahora que estaba soltero me permitía pero que cuando nos casemos eso cambiaría. Lo cierto es que lo “pasajero” del juego era la mentira mas grande mi vida. Recuerdo haber ido tres años seguido de viaje a Bariloche, el primero volví con $ 0.50 centavos, el segundo con $ 1.25, y el tercero que me gané dos viajes en una rifa, en lugar de llevar a mi novia vendí el viaje para tener plata con la cual jugar y volví con mas dinero del que fui sintiéndome ¡el mejor del mundo!. Al poco tiempo mi descontrol era voraz, les debía a los 4 quinieleros a la vez, mi pensamiento solo era de jugar y jugar ¡nunca trabajar!, había dejado el reparto de chacinados, vendí la chata le dí la parte a mi padre y perdí la mía en el juego, con mi hermano comparamos un auto a media y volví a perder mi parte nuevamente. Lo cierto es que mi cabeza estallaba era desesperación por escuchar las quinielas ¡cubría 80 números en 100 y aún perdía!. Mi padre va a terapia intensiva durante unos 40 días, quedo al cuidado del dinero y de mi abuela. Mientras él está en terapia intensiva un día salgo para el casino y me pongo a llorar en el medio del camino porque mi pecho estallaba, sabía que todo estaba mal pero no podía controlarlo, ese día volví pero a los pocos días saqué dinero de su cuenta corriente para ir a jugar y a mi abuela le cobré un cheque del cereal que vendía para vivir y también lo jugué. Cuando mi padre volvió sacó un crédito que pagué a medias para devolverle el dinero a mi abuela y me retó pero para nosotros un reto no es suficiente. Me alejo del juego por algún tiempo que podía llegar hasta el año. En ese tiempo compro un lote junto con mi novia y decidimos casarnos y los suegros dijeron que pagarían la fiesta pero yo decidí que esa fiesta la pagaría con el juego. Comencé a jugar en montos mayores a las quinielas y me fui de luna de miel dejando deudas en los quinieleros pretendiéndolas pagar en mi misma luna de miel en Chile, sí, dejé a mi señora en el hotel por ¡7 horas para irme a jugar! Ella no entendía eso porque yo nunca contaba de mis deudas, es más yo estaba con una sonrisa de esas que venden que todo está mas que bien. Lo cierto es que cuando me casé dejé deudas en el juego, deudas que para un jugador de mi calaña eran pavadas pero deudas al fin. Nunca nadie me las reclamó lo suficiente, solo decía :por favor no vengan a casa para que mi señora no se entere. Mientras tanto crecía en la fábrica donde trabajaba en materia laboral. Mi inteligencia hacía de mí una herramienta interesante para hacer negocios y al poco tiempos liquidaba sueldos, iba a exposiciones, cobraba y me encargaba de los bancos. Cada vez que juntaba plata la dilapidaba en un día, una vez nos invitan a un fin de semana largo pero al momento de ir le dije a mi señora que no podíamos ir porque me había jugado los ahorros la noche anterior (estuvimos todo un fin de semana llorando pero no era suficiente para detenerme) al poco tiempo ganaba cifras interesantes en casinos que como no podía declarar en casa y para no gastarlas hacía plazo fijos a 4 meses y a los cuatro meses y ¡un día! las gastaba en diez minutos. Todo era descontrol, inventaba peñas para jugar a los dados ya que al café hacía mucho que no iba por los horarios de mi trabajo y una vez me mandan de viaje al norte del país donde debía cobrar y vender. Más de una vez estando en los casinos me he quedado sin dinero para el combustible de vuelta pero ¡estar a 1000 kilómetros de tu casa y saber que no tenés para la vuelta y que encima hipotecaste tu futuro porque jugaste lo que no era tuyo es una sensación que te asfixia!. Llamé a mi padre a las 8 de la mañana y llorando le conté, me pidió que me tranquilice y que vuelva y lo viera a él. Volví con 15 pesos en mis bolsillos y cargaba combustible con la tarjeta, recuerdo que a mi padre le dije un monto mayor del que había perdido para tener dinero con el cual ir a jugar de nuevo y ganar y devolvérselo porque ni siquiera en esos momentos nosotros pensamos en dejar de jugar. Fui a la fábrica con mi mejor cara de “acá no paso nada” entregué el dinero y volví a casa sonriente ya que en casa nadie sabía nada ¡como siempre!. El asunto es que al poco tiempo vuelvo a ir y juego todas las noches, esta vez no llamo a mi padre al perder sino que decido, ya que el banco había tenido la bondad de darme una chequera, de explicar que era realmente lo sucedido y entregar dos cheques míos que representaban los sueldos de diciembre y enero con aguinaldo y vacaciones juntas. Recuerdo que vivimos todo el verano con mi sueldo de humorista que era el hobby del fin de semana ¡que patético, hacer reír afuera y hacer llorar adentro! Lo cierto es que al tercer viaje me mandan acompañado sabiendo de lo que había hecho pero como era bueno en lo mío me dan otra oportunidad. Lo cierto es que las oportunidades de un jugador compulsivo no tienen nada que ver con las de un hombre normal. Tenía deudas nuevamente enormes con los mismos quinieleros a los que hasta hace unos años les había dejado debiendo ya que por medio de la chequera firmaba valores que nada tenían que ver con mis ingresos. Al salir de viaje le dije a quine viajaba conmigo: “sé que te mandaron para controlarme, pero no rompas las pelotas, tengo un quilombo infernal y voy a jugar todas las noches”. Eso fue lo que pasó realmente, desde la primer noche jugué en forma desmesurada y quien estaba conmigo me dice: “vos estás loco ¿Qué hacés si perdés?” Yo contesté: me mato. Decidí volver un día antes para pasar todo un día en el casino de Rosario donde yo jugaba en el VIP y podía jugar los montos que precisaba. Le dije a quien me acompañaba, tomá dinero, escóndete y yo te llamo cuando termine. Entre al VIP con una desesperación terrible, tratando de que ningún conocido me vea y comencé a jugar perdiendo todo. Me quedaban 100 pesos en mis bolsillos, abatido cruzo hasta el supermercado Libertad compro tres cuchillos y viendo que ni siquiera podía encontrar un lugar para suicidarme decido tomar un remise hasta el arroyo que pasa mi pueblo para que nadie me vea y pueda morir tranquilo. Llegué a la tardecita, crucé un canal, crucé una vía, crucé barro y debajo de un árbol creí encontrar el lugar justo. Mi muñeca izquierda fue el blanco elegido ya que siendo diestro tendría mas fuerzas para cortar y todo terminaría mas rápido. Corté sin pausa y lo curioso es que cuando estás en ese estado tu mente te impide sentir ni siquiera el dolor, cuando creí haber encontrado mis venas escribí a mi familia: “no me lloren, cuidá a los chicos” y tenía otro grabado para decirle a quien fue conmigo que vaya a la fábrica mañana y que nos veíamos ahí y apagué el celular. Caigo desvanecido por la pérdida de sangre. Muchas horas después despierto lleno de bichos picándome por todo el cuerpo. Viendo que la sangre no salía más decido seguir cortando hasta un tendón en el camino ya que confieso haber tenido dos cuchillos a la vez en los tres tajos que uní. Abrí el celular mientras me desvanecía nuevamente y escuchaba mensajes de mi señora, de la fábrica y de mi padre pidiendo que diga donde estaba. Al otro día me despierto nuevamente lleno de bichos y sin fuerza. Me orinaba encima una y otra vez, decido ahorcarme con el cinto pero no puedo lograrlo y ato un cordón de mi zapatilla al cinto para alargarlo y cada vez que me levantaba para llegar a la plata caía golpeándome sin fuerzas. Lo cierto es que al ver que ni mi muerte me salía llamé a mi señora y le dije donde estaba. Mi padre fue a buscarme y me encontró con el cinto aún colgando de mi cuello, con el cuerpo picado por bichos de punta a punta y con toda la ropa llena de sangre. En mi pueblo me hicieron las primeras curaciones pero le dijeron que el tajo que tenía en mi muñeca lo debía coser un cirujano ya que tenía 48 horas y tendones cortados y nadie se animaba a tocar nada. Estaba en la casa de mis padres como un zombi que camina. Mi señora no quería aceptarme en la casa y solo lo hizo unos días después por mis hijos. (una de 8 y otro de 4). Con la fábrica hago un arreglo devolviendo el dinero que mi padre puso y cobrando luego de 15 años de trabajo una indemnización de 1000 pesos por mes que era todo lo que había en casa y no alcanzaba ni siquiera para pagar deudas. Lo cierto es que luego de hablar con mi señora decidí entregarme a Jugadores Anónimos asistiendo por primera vez un 8 de febrero. Llegué resignado, ni siquiera sé si tenía las ganas de dejar de jugar porque la realidad es que no tenía dinero para hacerlo pero sí llegué con ganas de probar de que se trataba. Me hablaban de un programa honesto y yo me reía, ¡yo era la máquina perfecta de mentir! ¡Sacaba créditos, me vestía de traje para salir a contar cuentos y en realidad iba a las timbas! Pero bueno… estaba jugado y me entregué. Ni siquiera sabía que me deparaba lo laboral ya que durante dos meses había estado tirado en una cama por la depresión y no quería ni hacerme ver por mi pueblo para no sentirme mirado. Lo cierto es que salí de mi zona de comodidad, me vinieron a buscar aún sabiendo lo que había echo de varias fábricas para que trabaje para ellos y alguien me empujó para que salga. Recuerdo que siempre me decía los viajantes amigos que viaje por mi cuenta que vería la diferencia y en el primer viaje vendí lo que en comisión era el sueldo mío de todo el año. Desde ahí me entregué completamente a J A agradeciendo pero poniendo mucho de mí a la vez. Como era un grupo nuevo trabajaba los pasos que me llegaban desde Córdoba en el silencio de los hoteles cada vez que viajaba y asistía a las reuniones de los lugares donde estaba si es que había grupo. Al tiempo pude sentar a mi hija de 8 años y decirle que su papá no se había lesionado la muñeca cambiando una goma como le había dicho su madre sino que lo había echo con un cuchillo porque estaba enfermo pero como ahora ya no quería mentir más se lo contaba y le pedía ayuda. Mi familia fue un bastón mas que importante en esta recuperación. Hoy no manejo dinero, en el pueblo se ríen porque es mi señora quien va a cobrar las comisiones a algunos lugares y la que siempre se encarga de los pagos. En una computadora se anota lo que entra y lo que sale ¡sin guardar ningún canuto!. Nunca dejé de ir a las reuniones salvo que esté en un lugar donde no exista JA pero hoy cuando estoy en esos lugares voy a la Iglesia simplemente a agradecer. De a poco mi situación financiera mejora pero la que mejora sin lugar a dudas es mi calidad de vida. Yo nunca podré cambiar lo que fui, pero sí puedo cambiar lo que soy. Tuve matones en mi casa, bancos persiguiéndome y muchas puertas cerradas, pero tuve serenidad y apoyo en el lugar donde todos sabían el tema que yo hablaba y a eso me entregué. La semana pasada fui a vender a una zona y como estaba designado en el grupo de JA para hablar en una radio de la ciudad de Rosario me volví de 300 kilómetros para hablar en esa radio y después al otro día volver a hacer esos kilómetros para seguir el viaje. Hoy la palabra que más uso es el: gracias. A veces sigo buscando la cara de mi poder superior pero lo cierto es que tiene muchas caras y en todas ellas me sonríe ¡aún en mis peores momentos!. Encontrar JA significó encontrarme a mi mismo con mis errores y mis virtudes, sabiendo que soy un ser imperfecto que debe todos los días luchar por ser un poco mejor. Tengo culpa, tengo miedo, tengo ansiedad pero a la vez tengo un camino que sigo todos los días y que a diferencia de otros que yo tomaba tiene las respuestas para todas esas cuestiones. Hoy vendo para 11 fábricas. Gracias a todos Mauro JA Rosario, solo por hoy sin jugar.
UN SALUDO
TODO PROBLEMA TIENE SOLUCION
TU FUTURO NO ES UN JUEGO DE AZAR
Es Pascua y nada mejor que Pascua que escribir ¡sobre alguien que volvió a nacer! Voy a caminar por medio de mi relato la historia de mi vida sin olvidarme que soy un jugador compulsivo. La misma será cruel e hiriente pero será honrada en todos sus relatos ya que todos nacen de una verdad liberadora. Sabiendo que la cabeza de un jugador compulsivo activo es una máquina perfecta de mentir traté de no olvidarme de nada ya que mirar hacia atrás me ayudará a mirar hacia delante. Mi nombre es Mauro, crecí en pequeño pueblo enclavado en la bota de Santa Fe que no pasaba los 5000 habitantes. En pueblos como esos suelen ser los juegos de naipes los deportes mas buscados. El club era el lugar donde las “mesas” albergaban a jugadores de anteojos oscuros y cigarros raros y donde sentarse tras de esas mesas era el peor de los pecados ya que te sacaban para que no puedas contar los montos jugados. De a poco cuando esa elite hizo que nos echaran del club teniendo yo unos 15 años comenzamos a asistir a un bar llamado El Favorito donde solo iban los hombres que culminaban sus tareas del sindicato (cargar bolsas) y se entregaban al naipe y a los tragos. Por ese entonces nuestra aventura eran los “flipers”o el “pac man”, pasábamos horas entre el ruido de los mismos y como en ese lugar nadie nos decía nada gritábamos de alegría al batir nuestro propio record. Pero no pasó mucho tiempo hasta que aprendimos y nos comenzamos a sentar a jugar con los naipes. Recuerdo que una vez me invitan a una que no era de “jugadores” y luego de algunos partidos decido irme a tomar mate con amigas y alguien me dice: “¡pará que te pagamos!”, yo sonreí porque creí que era una broma pero cobré mis cuatro pesos y salí a la carrera a contarle a quien tenga enfrente lo que había pasado. Desde ese día a las 12.45 dejaba todo lo que esté en la mesa de mi casa para ir y no perder la mesa. Hijo de un padre bancario que no volvía a casa hasta las 17 horas y de una madre maestra que no era suficiente para controlarme no tenía barreras que me detengan y en poco tiempo conseguí mi primer trabajo que era vender el diario de mi pueblo para conseguir dinero con el cual jugar. Pasé de la mesa inferior a la máxima del café con una velocidad asombrosa. En menos de un año los asistentes al café ya no eran los del sindicato ya que entre los muchos jóvenes que allí asistíamos cambiamos su cara y se fue llenando de otro tipo de gente. La gente ya no se iba a divertir, ¡iba a jugar!. A los dos años ya con 17 para 18 jugaba en la esa del club ¡donde hasta hace poco no querían que viera!. Culminé el colegio y comencé con un reparto de chacinados que mantenía mis bolsillos con dinero todo el tiempo, aparte en el banco donde trabajaba mi padre se comenzaba a vender jubilación privada y mis ganancias eran de dos sueldos de un empleado bancario común. Compré una chata con equipo para frío con un dinero que mi padre prestó para el reparto y con mas movimiento ¡más jugaba!. Los quinieleros comenzaron a acercarse para incitarme de alguna manera. Ya tuve al poco tiempo en el club cuentas corrientes para jugar a las quinielas ya que como veían el dinero que uno movía me fiaban y comencé a anexar al juego de naipe las quinielas. Mientras tanto me pongo de novio, los fines de semana también trabajaba en un boliche de Rosario ya que nunca fui vago para el trabajo y mientras más agarraba ¡mas tenía para jugar!, un día cualquiera nos invitan unos amigos al Casino de Corral de Bustos que estaba a unos 175 kilómetros de mi pueblo, recuerdo que era fin de semana y que como no existían los cajeros automáticos solo asistí con un monto menor a lo que hubiera jugado a la quiniela en un día, así que fuimos, me sequé enseguida y como no acepté dinero prestado me dicen: arrójame los dados y yo apuesto. Eso fue lo que paso, con los dados saliendo de mis manos quien apostaba ganó un monto muy considerable. No recuerdo nada de la charla de la vuelta a casa salvo el pensamiento típico de un jugador compulsivo “¡tú arrojabas esos dados, tú eres quien va a ganar esos montos!”. Desde ese día un día a la semana me iba haciendo los 175 km de distancia en mi chata ford 100 aún con frazadas en mis pies para tapar los agujeros ante el frío a jugar. Mi novia fue a pocos viajes, cuando presenció mi descontrol decidió no acompañarme más. Yo para ese entonces jugaba a cuatro quinieleros al fado, jugaba a los naipes e iba al casino. Como en casa no había que poner dinero para comer ni para nada siempre cuando alguien me decía “me parece que se te está yendo la mano” solo contestaba “yo trabajo y con mi plata hago lo que quiero”. Una vez al volver a casa a las 5 de la mañana mi novia que tenía llaves de la misma me esperaba en el oscuro para decirme que eligiera entre ella y el juego, yo contesté que una cosa no tenía que ver con la otra, que el juego era una diversión que ahora que estaba soltero me permitía pero que cuando nos casemos eso cambiaría. Lo cierto es que lo “pasajero” del juego era la mentira mas grande mi vida. Recuerdo haber ido tres años seguido de viaje a Bariloche, el primero volví con $ 0.50 centavos, el segundo con $ 1.25, y el tercero que me gané dos viajes en una rifa, en lugar de llevar a mi novia vendí el viaje para tener plata con la cual jugar y volví con mas dinero del que fui sintiéndome ¡el mejor del mundo!. Al poco tiempo mi descontrol era voraz, les debía a los 4 quinieleros a la vez, mi pensamiento solo era de jugar y jugar ¡nunca trabajar!, había dejado el reparto de chacinados, vendí la chata le dí la parte a mi padre y perdí la mía en el juego, con mi hermano comparamos un auto a media y volví a perder mi parte nuevamente. Lo cierto es que mi cabeza estallaba era desesperación por escuchar las quinielas ¡cubría 80 números en 100 y aún perdía!. Mi padre va a terapia intensiva durante unos 40 días, quedo al cuidado del dinero y de mi abuela. Mientras él está en terapia intensiva un día salgo para el casino y me pongo a llorar en el medio del camino porque mi pecho estallaba, sabía que todo estaba mal pero no podía controlarlo, ese día volví pero a los pocos días saqué dinero de su cuenta corriente para ir a jugar y a mi abuela le cobré un cheque del cereal que vendía para vivir y también lo jugué. Cuando mi padre volvió sacó un crédito que pagué a medias para devolverle el dinero a mi abuela y me retó pero para nosotros un reto no es suficiente. Me alejo del juego por algún tiempo que podía llegar hasta el año. En ese tiempo compro un lote junto con mi novia y decidimos casarnos y los suegros dijeron que pagarían la fiesta pero yo decidí que esa fiesta la pagaría con el juego. Comencé a jugar en montos mayores a las quinielas y me fui de luna de miel dejando deudas en los quinieleros pretendiéndolas pagar en mi misma luna de miel en Chile, sí, dejé a mi señora en el hotel por ¡7 horas para irme a jugar! Ella no entendía eso porque yo nunca contaba de mis deudas, es más yo estaba con una sonrisa de esas que venden que todo está mas que bien. Lo cierto es que cuando me casé dejé deudas en el juego, deudas que para un jugador de mi calaña eran pavadas pero deudas al fin. Nunca nadie me las reclamó lo suficiente, solo decía :por favor no vengan a casa para que mi señora no se entere. Mientras tanto crecía en la fábrica donde trabajaba en materia laboral. Mi inteligencia hacía de mí una herramienta interesante para hacer negocios y al poco tiempos liquidaba sueldos, iba a exposiciones, cobraba y me encargaba de los bancos. Cada vez que juntaba plata la dilapidaba en un día, una vez nos invitan a un fin de semana largo pero al momento de ir le dije a mi señora que no podíamos ir porque me había jugado los ahorros la noche anterior (estuvimos todo un fin de semana llorando pero no era suficiente para detenerme) al poco tiempo ganaba cifras interesantes en casinos que como no podía declarar en casa y para no gastarlas hacía plazo fijos a 4 meses y a los cuatro meses y ¡un día! las gastaba en diez minutos. Todo era descontrol, inventaba peñas para jugar a los dados ya que al café hacía mucho que no iba por los horarios de mi trabajo y una vez me mandan de viaje al norte del país donde debía cobrar y vender. Más de una vez estando en los casinos me he quedado sin dinero para el combustible de vuelta pero ¡estar a 1000 kilómetros de tu casa y saber que no tenés para la vuelta y que encima hipotecaste tu futuro porque jugaste lo que no era tuyo es una sensación que te asfixia!. Llamé a mi padre a las 8 de la mañana y llorando le conté, me pidió que me tranquilice y que vuelva y lo viera a él. Volví con 15 pesos en mis bolsillos y cargaba combustible con la tarjeta, recuerdo que a mi padre le dije un monto mayor del que había perdido para tener dinero con el cual ir a jugar de nuevo y ganar y devolvérselo porque ni siquiera en esos momentos nosotros pensamos en dejar de jugar. Fui a la fábrica con mi mejor cara de “acá no paso nada” entregué el dinero y volví a casa sonriente ya que en casa nadie sabía nada ¡como siempre!. El asunto es que al poco tiempo vuelvo a ir y juego todas las noches, esta vez no llamo a mi padre al perder sino que decido, ya que el banco había tenido la bondad de darme una chequera, de explicar que era realmente lo sucedido y entregar dos cheques míos que representaban los sueldos de diciembre y enero con aguinaldo y vacaciones juntas. Recuerdo que vivimos todo el verano con mi sueldo de humorista que era el hobby del fin de semana ¡que patético, hacer reír afuera y hacer llorar adentro! Lo cierto es que al tercer viaje me mandan acompañado sabiendo de lo que había hecho pero como era bueno en lo mío me dan otra oportunidad. Lo cierto es que las oportunidades de un jugador compulsivo no tienen nada que ver con las de un hombre normal. Tenía deudas nuevamente enormes con los mismos quinieleros a los que hasta hace unos años les había dejado debiendo ya que por medio de la chequera firmaba valores que nada tenían que ver con mis ingresos. Al salir de viaje le dije a quine viajaba conmigo: “sé que te mandaron para controlarme, pero no rompas las pelotas, tengo un quilombo infernal y voy a jugar todas las noches”. Eso fue lo que pasó realmente, desde la primer noche jugué en forma desmesurada y quien estaba conmigo me dice: “vos estás loco ¿Qué hacés si perdés?” Yo contesté: me mato. Decidí volver un día antes para pasar todo un día en el casino de Rosario donde yo jugaba en el VIP y podía jugar los montos que precisaba. Le dije a quien me acompañaba, tomá dinero, escóndete y yo te llamo cuando termine. Entre al VIP con una desesperación terrible, tratando de que ningún conocido me vea y comencé a jugar perdiendo todo. Me quedaban 100 pesos en mis bolsillos, abatido cruzo hasta el supermercado Libertad compro tres cuchillos y viendo que ni siquiera podía encontrar un lugar para suicidarme decido tomar un remise hasta el arroyo que pasa mi pueblo para que nadie me vea y pueda morir tranquilo. Llegué a la tardecita, crucé un canal, crucé una vía, crucé barro y debajo de un árbol creí encontrar el lugar justo. Mi muñeca izquierda fue el blanco elegido ya que siendo diestro tendría mas fuerzas para cortar y todo terminaría mas rápido. Corté sin pausa y lo curioso es que cuando estás en ese estado tu mente te impide sentir ni siquiera el dolor, cuando creí haber encontrado mis venas escribí a mi familia: “no me lloren, cuidá a los chicos” y tenía otro grabado para decirle a quien fue conmigo que vaya a la fábrica mañana y que nos veíamos ahí y apagué el celular. Caigo desvanecido por la pérdida de sangre. Muchas horas después despierto lleno de bichos picándome por todo el cuerpo. Viendo que la sangre no salía más decido seguir cortando hasta un tendón en el camino ya que confieso haber tenido dos cuchillos a la vez en los tres tajos que uní. Abrí el celular mientras me desvanecía nuevamente y escuchaba mensajes de mi señora, de la fábrica y de mi padre pidiendo que diga donde estaba. Al otro día me despierto nuevamente lleno de bichos y sin fuerza. Me orinaba encima una y otra vez, decido ahorcarme con el cinto pero no puedo lograrlo y ato un cordón de mi zapatilla al cinto para alargarlo y cada vez que me levantaba para llegar a la plata caía golpeándome sin fuerzas. Lo cierto es que al ver que ni mi muerte me salía llamé a mi señora y le dije donde estaba. Mi padre fue a buscarme y me encontró con el cinto aún colgando de mi cuello, con el cuerpo picado por bichos de punta a punta y con toda la ropa llena de sangre. En mi pueblo me hicieron las primeras curaciones pero le dijeron que el tajo que tenía en mi muñeca lo debía coser un cirujano ya que tenía 48 horas y tendones cortados y nadie se animaba a tocar nada. Estaba en la casa de mis padres como un zombi que camina. Mi señora no quería aceptarme en la casa y solo lo hizo unos días después por mis hijos. (una de 8 y otro de 4). Con la fábrica hago un arreglo devolviendo el dinero que mi padre puso y cobrando luego de 15 años de trabajo una indemnización de 1000 pesos por mes que era todo lo que había en casa y no alcanzaba ni siquiera para pagar deudas. Lo cierto es que luego de hablar con mi señora decidí entregarme a Jugadores Anónimos asistiendo por primera vez un 8 de febrero. Llegué resignado, ni siquiera sé si tenía las ganas de dejar de jugar porque la realidad es que no tenía dinero para hacerlo pero sí llegué con ganas de probar de que se trataba. Me hablaban de un programa honesto y yo me reía, ¡yo era la máquina perfecta de mentir! ¡Sacaba créditos, me vestía de traje para salir a contar cuentos y en realidad iba a las timbas! Pero bueno… estaba jugado y me entregué. Ni siquiera sabía que me deparaba lo laboral ya que durante dos meses había estado tirado en una cama por la depresión y no quería ni hacerme ver por mi pueblo para no sentirme mirado. Lo cierto es que salí de mi zona de comodidad, me vinieron a buscar aún sabiendo lo que había echo de varias fábricas para que trabaje para ellos y alguien me empujó para que salga. Recuerdo que siempre me decía los viajantes amigos que viaje por mi cuenta que vería la diferencia y en el primer viaje vendí lo que en comisión era el sueldo mío de todo el año. Desde ahí me entregué completamente a J A agradeciendo pero poniendo mucho de mí a la vez. Como era un grupo nuevo trabajaba los pasos que me llegaban desde Córdoba en el silencio de los hoteles cada vez que viajaba y asistía a las reuniones de los lugares donde estaba si es que había grupo. Al tiempo pude sentar a mi hija de 8 años y decirle que su papá no se había lesionado la muñeca cambiando una goma como le había dicho su madre sino que lo había echo con un cuchillo porque estaba enfermo pero como ahora ya no quería mentir más se lo contaba y le pedía ayuda. Mi familia fue un bastón mas que importante en esta recuperación. Hoy no manejo dinero, en el pueblo se ríen porque es mi señora quien va a cobrar las comisiones a algunos lugares y la que siempre se encarga de los pagos. En una computadora se anota lo que entra y lo que sale ¡sin guardar ningún canuto!. Nunca dejé de ir a las reuniones salvo que esté en un lugar donde no exista JA pero hoy cuando estoy en esos lugares voy a la Iglesia simplemente a agradecer. De a poco mi situación financiera mejora pero la que mejora sin lugar a dudas es mi calidad de vida. Yo nunca podré cambiar lo que fui, pero sí puedo cambiar lo que soy. Tuve matones en mi casa, bancos persiguiéndome y muchas puertas cerradas, pero tuve serenidad y apoyo en el lugar donde todos sabían el tema que yo hablaba y a eso me entregué. La semana pasada fui a vender a una zona y como estaba designado en el grupo de JA para hablar en una radio de la ciudad de Rosario me volví de 300 kilómetros para hablar en esa radio y después al otro día volver a hacer esos kilómetros para seguir el viaje. Hoy la palabra que más uso es el: gracias. A veces sigo buscando la cara de mi poder superior pero lo cierto es que tiene muchas caras y en todas ellas me sonríe ¡aún en mis peores momentos!. Encontrar JA significó encontrarme a mi mismo con mis errores y mis virtudes, sabiendo que soy un ser imperfecto que debe todos los días luchar por ser un poco mejor. Tengo culpa, tengo miedo, tengo ansiedad pero a la vez tengo un camino que sigo todos los días y que a diferencia de otros que yo tomaba tiene las respuestas para todas esas cuestiones. Hoy vendo para 11 fábricas. Gracias a todos Mauro JA Rosario, solo por hoy sin jugar.
UN SALUDO
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
HISTORIA DE MARTIN MALA VIDA
Nacido en el Paraguay de una familia numerosa y muy humilde, donde se vivía día a día, Martín decidió venirse a la Argentina , donde ya estaban unos parientes. Le dieron lugar para dormir y tuvo que empezar desde muy abajo a ganarse el mango. Lleno de necesidades , empezó a tratar con jóvenes de su edad con muy mala influencia. Así fue como de a poco incursiono en pequeños arrebatos, que luego se lo jugaba a ver si incrementaba la suma, del arrebato paso a incursionar en delitos mas grandes y graves. A la acción ilícita, el dinero mal habido era para jugar, mujeres y mucha vida nocturna. Paso poco tiempo en ser detenido y enviado a la cárcel. Fue juzgado por asalto a mano armado y sentenciado. Arrepentido y sabiendo que necesitaba salir lo mas rápido posible, cumplió la pena con buena conducta, lo que le valió poder salir transitoriamente a trabajar y volver a la prisión .a dormir. Pero a esas salidas le volvieron las ganas de jugar, y , a escondidas iba a las casas de juego, arriesgándose a ser descubierto y cumplir una pena mayor.
Ya libre, regreso al barrio, sin saber que hacer con su vida, por intermedio de un conocido consiguió trabajo . Conoció una buena chica y formo pareja, viniendo enseguida los hijos. Como el dinero no le alcanzaba para los gastos normales, se refugio de nuevo en el juego con la intención de hacer saltar la banca y lo que logro es un incremento de las deudas. Amaba a su mujer y a sus niños y le dolía verlos sufrir. Una mañana al levantarse para ir a trabajar, en el colectivo lleno de gente, alcanzó a escuchar el diálogo de dos pasajeros donde uno le contaba al otro que concurría a jugadores anónimos y pudo dejar de jugar , les pregunto donde quedaba y le dieron la dirección. Cuando regreso a su casa le comentó a su mujer y le prometió que no volvería a jugar nunca mas.
Ya en el grupo, el primer día sonrojándose, conto todo lo suyo , sin pudor e inclusive dijo que estuvo preso. Por supuesto todos los comprendieron ya que mas o menos cada uno tenía su propia historia ni mejor, ni peor. Asiduo lector de la literatura y fervoroso oyente, sabiendo que era el único lugar donde encontraría las preguntas y respuestas para su recuperación. Desde ese momento no dejó de ir a las reuniones y a la vez, se compenetró en las necesidades del grupo, colaborando en todo lo que a alcance fuera posible.
Dio testimonio en el Congreso Panamericano y es referente ante los distintos grupos. En su vida personal, se casó legalmente con su compañera, trabaja, esta saldando las deudas ocasionadas por el juego y disfruta plenamente. A los 32 años, es la primera vez que la vida le sonríe, sabe que tendrá que cuidarse siempre de no retornar a ese pasado y también sabe que hoy por hoy es un hombre feliz y agradecido.
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Nacido en el Paraguay de una familia numerosa y muy humilde, donde se vivía día a día, Martín decidió venirse a la Argentina , donde ya estaban unos parientes. Le dieron lugar para dormir y tuvo que empezar desde muy abajo a ganarse el mango. Lleno de necesidades , empezó a tratar con jóvenes de su edad con muy mala influencia. Así fue como de a poco incursiono en pequeños arrebatos, que luego se lo jugaba a ver si incrementaba la suma, del arrebato paso a incursionar en delitos mas grandes y graves. A la acción ilícita, el dinero mal habido era para jugar, mujeres y mucha vida nocturna. Paso poco tiempo en ser detenido y enviado a la cárcel. Fue juzgado por asalto a mano armado y sentenciado. Arrepentido y sabiendo que necesitaba salir lo mas rápido posible, cumplió la pena con buena conducta, lo que le valió poder salir transitoriamente a trabajar y volver a la prisión .a dormir. Pero a esas salidas le volvieron las ganas de jugar, y , a escondidas iba a las casas de juego, arriesgándose a ser descubierto y cumplir una pena mayor.
Ya libre, regreso al barrio, sin saber que hacer con su vida, por intermedio de un conocido consiguió trabajo . Conoció una buena chica y formo pareja, viniendo enseguida los hijos. Como el dinero no le alcanzaba para los gastos normales, se refugio de nuevo en el juego con la intención de hacer saltar la banca y lo que logro es un incremento de las deudas. Amaba a su mujer y a sus niños y le dolía verlos sufrir. Una mañana al levantarse para ir a trabajar, en el colectivo lleno de gente, alcanzó a escuchar el diálogo de dos pasajeros donde uno le contaba al otro que concurría a jugadores anónimos y pudo dejar de jugar , les pregunto donde quedaba y le dieron la dirección. Cuando regreso a su casa le comentó a su mujer y le prometió que no volvería a jugar nunca mas.
Ya en el grupo, el primer día sonrojándose, conto todo lo suyo , sin pudor e inclusive dijo que estuvo preso. Por supuesto todos los comprendieron ya que mas o menos cada uno tenía su propia historia ni mejor, ni peor. Asiduo lector de la literatura y fervoroso oyente, sabiendo que era el único lugar donde encontraría las preguntas y respuestas para su recuperación. Desde ese momento no dejó de ir a las reuniones y a la vez, se compenetró en las necesidades del grupo, colaborando en todo lo que a alcance fuera posible.
Dio testimonio en el Congreso Panamericano y es referente ante los distintos grupos. En su vida personal, se casó legalmente con su compañera, trabaja, esta saldando las deudas ocasionadas por el juego y disfruta plenamente. A los 32 años, es la primera vez que la vida le sonríe, sabe que tendrá que cuidarse siempre de no retornar a ese pasado y también sabe que hoy por hoy es un hombre feliz y agradecido.
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
El Fantasma De Apuestas Compulsivas
Una noche tranquila en vísperas de Navidad en la casa de un miembro de JA,
todo el mundo se había ido a la cama.
Carole estaba despierta en la cama, pensando en la reunión familiar planeada para el día siguiente. Pensó en las dos últimas navidades, había estado luchando con la compulsón y se privó de participar de las maravillas de la fiesta. Pero este año sería distinto, llevaba 10 meses de abstinencia, estaba feliz. Abstinente desde marzo. Quizás festejar serenamente sin pensar en la sala de juego.
¡Pam!
¡Pam!
¡Pam!
Carole se despertó y se sentó rápidamente.
Al pie de la cama había una mujer destruida por el juego con una capa gastada de franela, desprolija, con gestos guturales. Su pelo era un desastre, caía desprolijo hacia adelante, estirando su mano pidiendo dinero. Lentamente levanto la vista hacia Carole, su cara desencajada y una lagrima deslizándose por su mejilla.
Carole trago saliva y pensó, se parece a mi antes de venir a JA.
¿Quién eres tú? Preguntó Carole. ¿Qué estás haciendo aquí?
La mujer de rostro triste al pie de la cama dijo con vos temblorosa:
"Soy el fantasma de apuestas compulsivas pasadas y he venido para recordarte como eras”. Tan pronto como había aparecido, se fue.“Que sueño”, pensó Carole,
“…debo estar sintiéndome culpable por mis proyecciones futuras de ser una jugadora social.-Volvió a dormirse pero pronto fue despertada por una voz.
Una mujer estaba de pie frente al espejo de Carole, en esa imagen que refleja el espejo,
Carole pudo ver el dolor y la rabia en sus ojos. La mujer pidiendo limosnas en la calle.
Se dio por vencida con gran frustración.“…No lo comprendo…”,
dijo la mujer mientras se miraba en el espejo.
¡¡¡Yo no he apostado más que cualquier otra durante mis dias de compulsión,
porque me pasa esto a mi!!! Perfecto, ahora no voy a la reunión de JA
y menos que me vean así, no tengo ropa, no tengo ni siquiera para el transporte.
Carole pregunto: ¿Quien eres tu? La mujer que apostaba mucho, mucho.
Soy el fantasma de las actuales noches de casino y apuestas a lo que sea.
Solo atine a pronunciar la oración de la serenidad.
A las 4 de la madrugada, a Carole le parecía que estaba durmiendo tranquila cuando de repente fue despertada por el más fuerte e incontrolable lloro que jamás había oído. Esos gemidos venían de la azotea. Se acercó con cuidado, cuando se asomó,
quedo paralizada. Era un desastre, estaba totalmente ensangrentada, se habia cortado las venas y decia “Dios por favor, haz que esto pare” gemía desesperada.
¡¡¡No quiero morir , quiero dejar de apostarrrrrr!!!
Carole no lo podía soportar, se acerco a esa pobre mujer desesperada y dijo:
¿Quién eres, no has oído hablar de JA?
¿Quién soy? ¿Qué si no oí hablar de JA? Soy la señora que estuvo en JA durante tres años y mantuve mi abstinencia durante 10 meses. Soy la que dejo de ir a las reuniones porque me considere bien abstinente, soy la mujer del orgullo herido.
Soy el fantasma de los dias futuros. ¡¡¡Podría ser tú!!! Carole fue corriendo a la cama, mientras el fantasma desaparecía. Afortunadamente el sueño por fin la vencía.
Carole se despertó a la mañana siguiente sin ninguna duda sobre su abstinencia.
Dio gracias a Dios por el hermoso día y por sus dos familias, las que tenía en su casa y en la casa de JA. Según el día de Navidad iba pasando, los invitados llegaban y se intercambiaban regalos.
También había muchas miradas tiernas y serenas. Cada vez que le decían algo,
expresaban su amor y su aliento, ella simplemente sonreía y contestaba, estoy feliz
de estar serena y poder compartir todo instante de este festejo sin ningun fantasma.
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Una noche tranquila en vísperas de Navidad en la casa de un miembro de JA,
todo el mundo se había ido a la cama.
Carole estaba despierta en la cama, pensando en la reunión familiar planeada para el día siguiente. Pensó en las dos últimas navidades, había estado luchando con la compulsón y se privó de participar de las maravillas de la fiesta. Pero este año sería distinto, llevaba 10 meses de abstinencia, estaba feliz. Abstinente desde marzo. Quizás festejar serenamente sin pensar en la sala de juego.
¡Pam!
¡Pam!
¡Pam!
Carole se despertó y se sentó rápidamente.
Al pie de la cama había una mujer destruida por el juego con una capa gastada de franela, desprolija, con gestos guturales. Su pelo era un desastre, caía desprolijo hacia adelante, estirando su mano pidiendo dinero. Lentamente levanto la vista hacia Carole, su cara desencajada y una lagrima deslizándose por su mejilla.
Carole trago saliva y pensó, se parece a mi antes de venir a JA.
¿Quién eres tú? Preguntó Carole. ¿Qué estás haciendo aquí?
La mujer de rostro triste al pie de la cama dijo con vos temblorosa:
"Soy el fantasma de apuestas compulsivas pasadas y he venido para recordarte como eras”. Tan pronto como había aparecido, se fue.“Que sueño”, pensó Carole,
“…debo estar sintiéndome culpable por mis proyecciones futuras de ser una jugadora social.-Volvió a dormirse pero pronto fue despertada por una voz.
Una mujer estaba de pie frente al espejo de Carole, en esa imagen que refleja el espejo,
Carole pudo ver el dolor y la rabia en sus ojos. La mujer pidiendo limosnas en la calle.
Se dio por vencida con gran frustración.“…No lo comprendo…”,
dijo la mujer mientras se miraba en el espejo.
¡¡¡Yo no he apostado más que cualquier otra durante mis dias de compulsión,
porque me pasa esto a mi!!! Perfecto, ahora no voy a la reunión de JA
y menos que me vean así, no tengo ropa, no tengo ni siquiera para el transporte.
Carole pregunto: ¿Quien eres tu? La mujer que apostaba mucho, mucho.
Soy el fantasma de las actuales noches de casino y apuestas a lo que sea.
Solo atine a pronunciar la oración de la serenidad.
A las 4 de la madrugada, a Carole le parecía que estaba durmiendo tranquila cuando de repente fue despertada por el más fuerte e incontrolable lloro que jamás había oído. Esos gemidos venían de la azotea. Se acercó con cuidado, cuando se asomó,
quedo paralizada. Era un desastre, estaba totalmente ensangrentada, se habia cortado las venas y decia “Dios por favor, haz que esto pare” gemía desesperada.
¡¡¡No quiero morir , quiero dejar de apostarrrrrr!!!
Carole no lo podía soportar, se acerco a esa pobre mujer desesperada y dijo:
¿Quién eres, no has oído hablar de JA?
¿Quién soy? ¿Qué si no oí hablar de JA? Soy la señora que estuvo en JA durante tres años y mantuve mi abstinencia durante 10 meses. Soy la que dejo de ir a las reuniones porque me considere bien abstinente, soy la mujer del orgullo herido.
Soy el fantasma de los dias futuros. ¡¡¡Podría ser tú!!! Carole fue corriendo a la cama, mientras el fantasma desaparecía. Afortunadamente el sueño por fin la vencía.
Carole se despertó a la mañana siguiente sin ninguna duda sobre su abstinencia.
Dio gracias a Dios por el hermoso día y por sus dos familias, las que tenía en su casa y en la casa de JA. Según el día de Navidad iba pasando, los invitados llegaban y se intercambiaban regalos.
También había muchas miradas tiernas y serenas. Cada vez que le decían algo,
expresaban su amor y su aliento, ella simplemente sonreía y contestaba, estoy feliz
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
Cuidar De Mi Misma
Escribo esto mientras la apuesta me esta llamando.
He estado en JA durante 4 años no he realizado ninguna apuesta.
Estoy muy agradecida por haberme quedado el tiempo suficiente para que ocurriera el milagro de la recuperación.
En los pasados 4 años he visto mucha gente venir e irse de JA. Este programa no ha sido fácil para mi tampoco,
pero yo quería la serenidad y la paz que veía irradiar en las caras de aquellos que me rodeaban.
Cuando llegue al programa, estaba tocando fondo. Mi vida era un desastre, y mi juego compulsivo
había empezado a afectar mi salud mental, fisica, mis relaciones y todo mi entorno laboral.
Hoy me doy cuenta de que esta enfermedad tiene tres aspectos, emocional, física y espiritual,
y que tengo que ocuparme de los tres aspectos para recuperarme.
No es suficiente con querer, tengo que hacer mi parte para que ocurra la recuperación.
Mi Poder Superior me ayudara, pero tengo que trabajar los pasos y usar los instrumentos. Así es como cuido de mi misma.
Me cuido de mi misma EMOCIONALMENTE, no llegando a enfadarme demasiado, no estando sola y dejando que otros sepan como me siento de un modo honesto y cariñoso.
Me cuido de mi misma FÍSICAMENTE, no llegando a estar demasiada ansiosa, bebo mucha agua y hago ejercicio.
Toma su tiempo, pero me doy cuenta de que este es el único camino para recuperarme.
Me cuido de mi misma ESPIRITUALMENTE, pasando mas tiempo con mi Poder Superior.
Leo literatura me ayuda a trabajar mi programa como si mi vida dependiera de ello. Estoy convencida que así es.
UN SALUDO
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Escribo esto mientras la apuesta me esta llamando.
He estado en JA durante 4 años no he realizado ninguna apuesta.
Estoy muy agradecida por haberme quedado el tiempo suficiente para que ocurriera el milagro de la recuperación.
En los pasados 4 años he visto mucha gente venir e irse de JA. Este programa no ha sido fácil para mi tampoco,
pero yo quería la serenidad y la paz que veía irradiar en las caras de aquellos que me rodeaban.
Cuando llegue al programa, estaba tocando fondo. Mi vida era un desastre, y mi juego compulsivo
había empezado a afectar mi salud mental, fisica, mis relaciones y todo mi entorno laboral.
Hoy me doy cuenta de que esta enfermedad tiene tres aspectos, emocional, física y espiritual,
y que tengo que ocuparme de los tres aspectos para recuperarme.
No es suficiente con querer, tengo que hacer mi parte para que ocurra la recuperación.
Mi Poder Superior me ayudara, pero tengo que trabajar los pasos y usar los instrumentos. Así es como cuido de mi misma.
Me cuido de mi misma EMOCIONALMENTE, no llegando a enfadarme demasiado, no estando sola y dejando que otros sepan como me siento de un modo honesto y cariñoso.
Me cuido de mi misma FÍSICAMENTE, no llegando a estar demasiada ansiosa, bebo mucha agua y hago ejercicio.
Toma su tiempo, pero me doy cuenta de que este es el único camino para recuperarme.
Me cuido de mi misma ESPIRITUALMENTE, pasando mas tiempo con mi Poder Superior.
Leo literatura me ayuda a trabajar mi programa como si mi vida dependiera de ello. Estoy convencida que así es.
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
Gracias.
he encontrado en ustedes un espacio de confrontacion agradable....
Soy sincero no se si realmente pueda dejar de apostar pero estoy tratando de hacerlo...... estoy en el fondo de esta adicion...
he encontrado en ustedes un espacio de confrontacion agradable....
Soy sincero no se si realmente pueda dejar de apostar pero estoy tratando de hacerlo...... estoy en el fondo de esta adicion...
andelfo- Usuario
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
hola, mi nombre es Clara y acabo de inscribirme en este sitio,soy jugadora
compulsiva,y desde el 5 de marzo que no juego.Lamentablemente (para mi)
no puedo asistir a JA (trate varias veces )porque me cuesta mucho hablar delante de la gente.
Quizas pueda hacerlo a traves de internet
Gracias
compulsiva,y desde el 5 de marzo que no juego.Lamentablemente (para mi)
no puedo asistir a JA (trate varias veces )porque me cuesta mucho hablar delante de la gente.
Quizas pueda hacerlo a traves de internet
Gracias
clara t- Asistente
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
HOLA CLARA
HE PASADO TU POST AL INDICE DEL FORO DONDE DICE:
COMENTANOS TUS PREOCUPACIONES O DUDAS Y TE DAREMOS SOLUCIÓN A ELLAS.
ENTRA EN ESE APARTADO Y VERAS TU POST
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
Había estado varias veces en JA hasta que volví en 2004, y rezo porque esta sea la última vez.
He sido deshonesta y a la vez honesta al trabajar el programa, y no hay comparación posible.
Cuando no era honesta, mentía a mis madrinas acerca de lo que apostaba, acerca de aspectos del programa y acerca del servicio que no cumplía. Pensaba que estaba trabajando los Pasos, pero al no ser honesta, estaba malgastando el tiempo de mi madrina y el mío propio. Cierro mis ojos cuando pienso en mi primer inventario del Cuarto Paso, al que llamaría mejor “Cómo El Mundo Me Ha Hecho daño, y Por Qué Yo no Tengo Parte en Ello.”
Así era cómo trabajé mi programa antes de enero de 2005 cuando toqué fondo.
Mi madrina anterior me había dejado por mis mentiras constantes y mi poca voluntad para practicar el programa en todos mis asuntos.Apostaba compulsivamente cosa que decía que iban en contra de la voluntad de mi Poder Superior. Mi madrina me señaló esa contradicción, y le dije que me ocuparía de ello cuando llegara al Paso Tres. Su despedida fue humillante y dolorosa, pero ahora veo que fue correcta. Eso incluso me catapultó a tocar mi fondo y me ayudó a encontrar la buena voluntad para convertirme en una mujer honesta en JA y en todos mis asuntos. Mi ex madrina y yo somos ahora muy buenas amigas.
Por entonces me di cuenta de que nunca conseguiría una recuperación en los tres aspectos de mi enfermedad si no estaba dispuesta a ser honesta en todas las áreas de mi vida, pero la honestidad tenía que empezar con mi adicción. Mi nueva madrina me dio una placa que decía: “NEGAR LA VERDAD LLEVA A LA DESTRUCCIÓN. LA HONESTIDAD RIGUROSA ES LA SOLUCIÓN.”.
Eso significaba llamar a mi nueva madrina todas las mañanas (no mails, que me dan mucha cancha) y enviar mi plan diario.
Si tenía que hacer un cambio durante el día, tenía que llamara mi madrina, y tenía que ser honesta cuando tenía los deseos terribles de apostar.
Los Doce Pasos son la clave para la recuperación. Tenía que .“que ser valiente y concienzuda desde el mismo comienzo.”, o estaría malgastando mi tiempo. Tenía miedo de embarcarme en el Paso Cuatro, pero respiré hondo y escarbé en mi pasado con tanto valor y honestidad como puede reunir. Tenía miedo de compartir mi Quinto Paso con mi madrina, pero ella me ayudó a trabajar los resentimientos y a reconocer mi parte en ellos sin fustigarme a mi misma.
En las reuniones he escuchado a miembros expresar su miedo a los Pasos Cuatro y Cinco, pero pude ver que aquellos miedos estaban mal situados. ¡Pertenecían a los Pasos Ocho y Nueve! No estaba preparada para lo incómoda que me sentiría haciendo esos Pasos, sobre todo al escribir sobre las cientos de veces que había dañado a personas cuando estaba activa en mi enfermedad.
Recuerdo un incidente terrible cuando estaba trabajando mi Paso Ocho. Podía haber hecho un daño muy grande a alguien, y no sabía si hacer enmiendas produciría más daño. Compartir este incidente con mi madrina me aterraba, pero sabía que si lo mantenía en secreto, me volvería a esa primer apuesta compulsiva y luego seguiría una recaída. Nunca había hablado de eso a nadie, y me preocupaba su reacción. Pero ella me apoyó y me ayudó y me dijo que buscara el consejo de un terapeuta para determinar si era apropiado hacer enmiendas.
He hecho mis reparaciones y nadie reaccionó de forma negativa, incluso las personas a las que más miedo tenía de acercarme. Algunas personas lloraron, admitiendo que les había hecho daño. Ellos necesitaban decirlo, y yo necesitaba oírlo. La honestidad fue la clave. Y pude no mencionar la parte que los demás podían haber desempeñado porque mi trabajo de los Pasos es para limpiar mi lado de la calle.
He estado abstinente, un día a la vez, desde diciembre de 2005, y ganado recuperación emocional y espiritual.
No importan las consecuencias, debo ser honesta en mi programa y en todos mis asuntos.
LA DESHONESTIDAD ES UNA DE LAS FORMAS EN QUE MI ENFERMEDAD TRATA DE METER UN PIE.
A veces me descubro a mi misma embelleciendo o exagerando una historia que estoy compartiendo, la mayor parte de las veces me doy cuenta, me disculpo y corrijo lo que haga falta. Algunas veces sólo reconozco mis exageraciones luego.
Sea como sea, tales errores van en mi Paso Diez escrito diariamente y luego lo comparto con mi madrina.
Una honestidad rigurosa es la clave para mi recuperación.
Leer bien los pasos que menciona el relato es vital.
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
Mi Barómetro Espiritual
He estado en JA desde 1990 y he oído muchas veces que cuando estamos resbalando “el apostar compulsivamente es lo último en que se cae”.
Esto es, al mismo tiempo verdad y mentira en mi programa de recuperación.
Para mi cuando me invaden pensamientos de apuestas es lo que primero que me pasa y luego viene el el desastre bien completo.
Antes de venir a JA, yo creía que los dos únicos grupos de JUGADORES que existían eran los martingaleros sociales y los que eran realmente profesionales.
He descubierto en la recuperación que esas personas no son adictas a la apuestas solo son apostadores sociales.
Aunque mi espiritualidad es la parte más importante de mi programa, lo emocional y lo físico tienen que ser incluidos también, y mi plan diario, son la clave para todo ello.
Cuando me resisto a realizar el plan diario, algo esta mal en mi condición espiritual.
Hay un niño que patalea y grita diciéndome: ¡¡¡No aceptaré la vida en sus propios términos!!! ¡¡¡ Realizare apuestas pequeñas!!!
Después que mi plan diario no lo realizo, lo siguiente que se, es que estoy faltando a alguna reunión (o dos o tres) de JA, y luego me estoy entregando a la apuesta compulsiva.
He recaído tres ocasiones diferentes desde que llegue a JA, y cada vez ha sido progresivamente peor.
Durante la última recaída, sentí como si me hubiera matado a mi misma. Ahora me doy cuenta de que eso es lo que estoy haciendo con cada apuesta compulsiva.
Ahora he estado abstinente durante varios meses y las cosas parecen que van bien.La niebla se esta levantando y la visibilidad ha mejorado mucho.
Gracias a un Poder Superior amoroso, una madrina maravillosa y a mi plan diario, estoy trabajando un programa abstinente.
UN SALUDO
TODO PROBLEMA TIENE SOLUCION
TU FUTURO NO ES UN JUEGO DE AZAR
He estado en JA desde 1990 y he oído muchas veces que cuando estamos resbalando “el apostar compulsivamente es lo último en que se cae”.
Esto es, al mismo tiempo verdad y mentira en mi programa de recuperación.
Para mi cuando me invaden pensamientos de apuestas es lo que primero que me pasa y luego viene el el desastre bien completo.
Antes de venir a JA, yo creía que los dos únicos grupos de JUGADORES que existían eran los martingaleros sociales y los que eran realmente profesionales.
He descubierto en la recuperación que esas personas no son adictas a la apuestas solo son apostadores sociales.
Aunque mi espiritualidad es la parte más importante de mi programa, lo emocional y lo físico tienen que ser incluidos también, y mi plan diario, son la clave para todo ello.
Cuando me resisto a realizar el plan diario, algo esta mal en mi condición espiritual.
Hay un niño que patalea y grita diciéndome: ¡¡¡No aceptaré la vida en sus propios términos!!! ¡¡¡ Realizare apuestas pequeñas!!!
Después que mi plan diario no lo realizo, lo siguiente que se, es que estoy faltando a alguna reunión (o dos o tres) de JA, y luego me estoy entregando a la apuesta compulsiva.
He recaído tres ocasiones diferentes desde que llegue a JA, y cada vez ha sido progresivamente peor.
Durante la última recaída, sentí como si me hubiera matado a mi misma. Ahora me doy cuenta de que eso es lo que estoy haciendo con cada apuesta compulsiva.
Ahora he estado abstinente durante varios meses y las cosas parecen que van bien.La niebla se esta levantando y la visibilidad ha mejorado mucho.
Gracias a un Poder Superior amoroso, una madrina maravillosa y a mi plan diario, estoy trabajando un programa abstinente.
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
Debilidad, no Fortaleza
Recientemente he llegado a una mayor comprensión de esa frase
usada en la introducción de muchas reuniones:
“Es nuestra debilidad, no nuestra fortaleza, la que nos úne.
Generalmente, algo se me revuelve a la idea de debilidad y aunque puedo admitir que soy débil a la vista de apuesta, no me gustaba que me lo recordaran.
Pero recientemente mi Poder Superior me enseño una enriquecedora y suave lección sobre lo que la debilidad significa para mi en JA.
En el trabajo estaba teniendo muchas dificultades con un proyecto. Inclúso solicité otro trabajo, esperando que la vida sería mas tranquila en otro lugar, pero algo en mi me sugería que pidiera ayuda en vez de huír. Así que contrariamente a mi normal despliegue de miedo y angustia, permití que mi jefe conociera mis sentimientos. Compartí mi falta de confianza y cuando le dije como me podía ayudar me dijo lo haría. ¡¡¡Uau!!!
Pronto tuve que preparar los cursos de mi escuela y hacer unos cuantos arreglos para el trimestre siguiente. Le pedí a un miembro de la facultad a quien había visto una sola vez que me ayudara. Dijo que lo haría. ¡¡¡Umm!!!
Finalmente noté que con el juego compulsivo estaba un poco inestable en estos días.
Llamé a un miembro de JA de mi reunión presencial que parecía tener una buena recuperación física. Le pedí si me ayudaba a analizar mi plan diario y que me hiciera cualquier sugerencia que le pareciera apropiada. Ella me dijo que si. ¡¡¡Okay!!!
Por entonces me di cuenta de que mi Poder Superior estaba haciendo por mi lo que yo no podía hacer por mi misma. En cada una de estas situaciones yo me presentaba a mi misma como necesitando ayuda en vez de tenerlo todo bajo control (Paso Uno), me di cuenta que yo no podía hacerlo sola y que había un Poder Superior a mi que me podía ayudar (Paso Dos) y yo decidí pedir a ese Poder Superior ayuda y El se presentó en la forma de otras personas.
Gracias Poder Superior, por ser consciente de que tu encuentras maneras de darme siempre lo que necesito.
UN SALUDO
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Recientemente he llegado a una mayor comprensión de esa frase
usada en la introducción de muchas reuniones:
“Es nuestra debilidad, no nuestra fortaleza, la que nos úne.
Generalmente, algo se me revuelve a la idea de debilidad y aunque puedo admitir que soy débil a la vista de apuesta, no me gustaba que me lo recordaran.
Pero recientemente mi Poder Superior me enseño una enriquecedora y suave lección sobre lo que la debilidad significa para mi en JA.
En el trabajo estaba teniendo muchas dificultades con un proyecto. Inclúso solicité otro trabajo, esperando que la vida sería mas tranquila en otro lugar, pero algo en mi me sugería que pidiera ayuda en vez de huír. Así que contrariamente a mi normal despliegue de miedo y angustia, permití que mi jefe conociera mis sentimientos. Compartí mi falta de confianza y cuando le dije como me podía ayudar me dijo lo haría. ¡¡¡Uau!!!
Pronto tuve que preparar los cursos de mi escuela y hacer unos cuantos arreglos para el trimestre siguiente. Le pedí a un miembro de la facultad a quien había visto una sola vez que me ayudara. Dijo que lo haría. ¡¡¡Umm!!!
Finalmente noté que con el juego compulsivo estaba un poco inestable en estos días.
Llamé a un miembro de JA de mi reunión presencial que parecía tener una buena recuperación física. Le pedí si me ayudaba a analizar mi plan diario y que me hiciera cualquier sugerencia que le pareciera apropiada. Ella me dijo que si. ¡¡¡Okay!!!
Por entonces me di cuenta de que mi Poder Superior estaba haciendo por mi lo que yo no podía hacer por mi misma. En cada una de estas situaciones yo me presentaba a mi misma como necesitando ayuda en vez de tenerlo todo bajo control (Paso Uno), me di cuenta que yo no podía hacerlo sola y que había un Poder Superior a mi que me podía ayudar (Paso Dos) y yo decidí pedir a ese Poder Superior ayuda y El se presentó en la forma de otras personas.
Gracias Poder Superior, por ser consciente de que tu encuentras maneras de darme siempre lo que necesito.
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
APOSTANDO
Adicción que inició apostando cinco pesos
09/04/2012 12:00 AM - FELIVIA MEJÍA
La OMS define la ludopatía como una enfermedad crónica y cada vez en el mundo se suman más adictos al juego.
Todo empezó con la apuesta de cinco pesos en la ruleta electrónica de una banca de apuestas. Eduardo Betances apenas salía de la adolescencia. Esos cinco pesos se convirtieron en setenta pesos tras detenerse el giro de la ruleta.
Eduardo, de 39 años, cuenta que aquella vez estaba emocionado y al día siguiente quiso experimentar esa misma sensación de ganador.
“Cambié a las apuestas deportivas. Mientras esperaba el partido de las Grandes Ligas jugaba en la ruleta. Más adelante, como ya había perdido tanto pensé que podía recuperarlo jugando y me fui a los casinos”, narra Eduardo.
Sin darse cuenta pronto se convirtió en un ludópata. La adicción a los juegos de azar lo llevó a perder su negocio de repuestos de vehículos y su familia.
Su esposa lo abandonó junto a su hijo.
Había perdido también la confianza de parientes y amigos cercanos: “Es una actividad engañosa, la persona que sufre esa patología no se percata del grave error que comete. Empiezas a jugar de manera compulsiva.
Yo visitaba el casino a diario pensando que en la próxima jugada me iba a recuperar. En una noche jugué 45,000 pesos y los perdí. Lo que menos llevaba al casino eran 5,000 pesos”.
Eduardo tenía un negocio próspero que descuidó por irse al casino, donde sabía permanecer hasta por 48 horas sin sentir hambre, cansancio o deseos de estar con su esposa. “Me hospedaba en los hoteles para estar cerca del club de juego. Esperaba en el lobby a que abrieran. Al principio todo el que va gana. Esa es la trampa. Ese mundo te vende la ilusión de que te puedes hacer rico. El jugador ignora que ese negocio está hecho para que gane el dueño”, dice.
Una noche de suerte lo que más obtuvo fueron 14,000 pesos pero ya había apostado el doble.
La Organización Mundial de la Salud define la ludopatía como un “trastorno del comportamiento, consistente en la pérdida de control en relación con un juego de apuestas o más, tanto si incide en las dificultades que supone para el individuo dejar de jugar cuando está apostando, como en mantenerse sin apostar definitivamente en el juego”.
El ludópata es la persona que tiene un impulso irreprimible de jugar, a pesar de ser consciente de las consecuencias personales, sociales y económicas de esa conducta.
Aunque no hay estadísticas oficiales, la Organización Panamericana de la Salud estima que entre el 1% y el 3% de la población mundial es adicta al juego.
De esta cantidad, entre 5 y 20 millones viven en América Latina.
Eduardo advierte que el mercado de los juegos de azar mueve el vicio de la droga, alcohol, cigarrillo y prostitución.
Al verse acorralado por el juego y endeudado hasta el tope, optó por consumir drogas para evadir su dramática realidad. En ese momento sintió que “tocó fondo”, fue entonces cuando decidió buscar ayuda profesional.
Cada año más personas buscan rehabilitarse en el centro Hogar Crea. En el 2010 habían recibido 23 personas y el año pasado 27 ludópatas asistieron a terapia.
“Perdí mi vida en el juego”
La ludopatía, como otras adicciones, incita al individuo al robo para conseguir con qué saciar su necesidad.
Fue el caso de José (nombre ficticio), un contador de 45 años que ahora está en recuperación después de jugar en las bancas deportivas por 20 años.
“La ansiedad no te permite pensar en nada, no tienes control del tiempo. Mi vida era jugar. El juego robó mi vida”, explica.
Suicidios, desintegración familiar, deudas que nunca se terminan de saldar y autodestrucción económica son las consecuencias del juego excesivo. José podía permanecer todo un fin de semana apostando a los partidos de fútbol, baloncesto o béisbol.
“Tomaba dinero de mi esposa, el dinero de la comida o el de la leche de mi bebé para apostar, no importaba”, recuerda. Cuenta que antes de entrar al lugar de apuestas pensaba: “llego con 10,000 pesos y dentro de un rato salgo sin dinero” y así mismo sucedía.
“Es una de las adicciones más fuertes que hay, te podría decir que es más destructiva que el consumo de drogas”, agrega.
Cambio
Teresa Adames, coordinadora del Programa de Acompañamiento Psicológico de Casa Abierta, explica que la ludopatía se trata como cualquier adicción.
“Generalmente son personas que vienen de familias disfuncionales, que han sufrido abandono emocional, abusos en la infancia, vivieron eventos traumáticos, tuvieron padres muy permisivos o presentaron dificultades de aprendizaje”, expone.
El ludópata debe empezar por reconocer su adicción y después, recomienda Adames, debe visitar a un especialista en conducta humana que lo guíe: “Trabajamos la autoestima, que la persona aprenda que tiene una enfermedad y cómo puede manejar sus emociones”. La psicóloga atribuye el aumento de ludópatas a la proliferación de bancas de apuestas y máquinas tragamonedas en el país.
El apoyo de la familia es fundamental para que el adicto se mantenga firme en su decisión de cambiar. l
Una vida como “perro de fritura”
Eduardo Betances narra que en varias ocasiones vio gente que llegaba al casino en automóvil de lujo y al salir de allí pedían dinero para irse en taxi porque perdió el vehículo en una partida de póker: “Ví gente que iba sin dinero, que ya no le quedaba nada, pero iba a mendigar que alguien le diera cien pesos para jugar. Yo los llamo ‘perros de fritura’, que se quedan esperando que el otro coma para que le tire el hueso”.
Eduardo, que lleva un año en recuperación en Hogar Crea, está feliz de su decisión de cambiar. Habla con entusiasmo sobre sus planes para cuando salga del centro de rehabilitación.
“Es una vida que no la deseo a nadie. Cuando ya no te queda un peso, aparece un prestamista que te da dinero a cambio del carro o de tu casa.
Ese no juega en el casino, simplemente está ahí esperando ver a alguien desesperado para ofrecerle dinero”, dice.
UN SALUDO
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Adicción que inició apostando cinco pesos
09/04/2012 12:00 AM - FELIVIA MEJÍA
La OMS define la ludopatía como una enfermedad crónica y cada vez en el mundo se suman más adictos al juego.
Todo empezó con la apuesta de cinco pesos en la ruleta electrónica de una banca de apuestas. Eduardo Betances apenas salía de la adolescencia. Esos cinco pesos se convirtieron en setenta pesos tras detenerse el giro de la ruleta.
Eduardo, de 39 años, cuenta que aquella vez estaba emocionado y al día siguiente quiso experimentar esa misma sensación de ganador.
“Cambié a las apuestas deportivas. Mientras esperaba el partido de las Grandes Ligas jugaba en la ruleta. Más adelante, como ya había perdido tanto pensé que podía recuperarlo jugando y me fui a los casinos”, narra Eduardo.
Sin darse cuenta pronto se convirtió en un ludópata. La adicción a los juegos de azar lo llevó a perder su negocio de repuestos de vehículos y su familia.
Su esposa lo abandonó junto a su hijo.
Había perdido también la confianza de parientes y amigos cercanos: “Es una actividad engañosa, la persona que sufre esa patología no se percata del grave error que comete. Empiezas a jugar de manera compulsiva.
Yo visitaba el casino a diario pensando que en la próxima jugada me iba a recuperar. En una noche jugué 45,000 pesos y los perdí. Lo que menos llevaba al casino eran 5,000 pesos”.
Eduardo tenía un negocio próspero que descuidó por irse al casino, donde sabía permanecer hasta por 48 horas sin sentir hambre, cansancio o deseos de estar con su esposa. “Me hospedaba en los hoteles para estar cerca del club de juego. Esperaba en el lobby a que abrieran. Al principio todo el que va gana. Esa es la trampa. Ese mundo te vende la ilusión de que te puedes hacer rico. El jugador ignora que ese negocio está hecho para que gane el dueño”, dice.
Una noche de suerte lo que más obtuvo fueron 14,000 pesos pero ya había apostado el doble.
La Organización Mundial de la Salud define la ludopatía como un “trastorno del comportamiento, consistente en la pérdida de control en relación con un juego de apuestas o más, tanto si incide en las dificultades que supone para el individuo dejar de jugar cuando está apostando, como en mantenerse sin apostar definitivamente en el juego”.
El ludópata es la persona que tiene un impulso irreprimible de jugar, a pesar de ser consciente de las consecuencias personales, sociales y económicas de esa conducta.
Aunque no hay estadísticas oficiales, la Organización Panamericana de la Salud estima que entre el 1% y el 3% de la población mundial es adicta al juego.
De esta cantidad, entre 5 y 20 millones viven en América Latina.
Eduardo advierte que el mercado de los juegos de azar mueve el vicio de la droga, alcohol, cigarrillo y prostitución.
Al verse acorralado por el juego y endeudado hasta el tope, optó por consumir drogas para evadir su dramática realidad. En ese momento sintió que “tocó fondo”, fue entonces cuando decidió buscar ayuda profesional.
Cada año más personas buscan rehabilitarse en el centro Hogar Crea. En el 2010 habían recibido 23 personas y el año pasado 27 ludópatas asistieron a terapia.
“Perdí mi vida en el juego”
La ludopatía, como otras adicciones, incita al individuo al robo para conseguir con qué saciar su necesidad.
Fue el caso de José (nombre ficticio), un contador de 45 años que ahora está en recuperación después de jugar en las bancas deportivas por 20 años.
“La ansiedad no te permite pensar en nada, no tienes control del tiempo. Mi vida era jugar. El juego robó mi vida”, explica.
Suicidios, desintegración familiar, deudas que nunca se terminan de saldar y autodestrucción económica son las consecuencias del juego excesivo. José podía permanecer todo un fin de semana apostando a los partidos de fútbol, baloncesto o béisbol.
“Tomaba dinero de mi esposa, el dinero de la comida o el de la leche de mi bebé para apostar, no importaba”, recuerda. Cuenta que antes de entrar al lugar de apuestas pensaba: “llego con 10,000 pesos y dentro de un rato salgo sin dinero” y así mismo sucedía.
“Es una de las adicciones más fuertes que hay, te podría decir que es más destructiva que el consumo de drogas”, agrega.
Cambio
Teresa Adames, coordinadora del Programa de Acompañamiento Psicológico de Casa Abierta, explica que la ludopatía se trata como cualquier adicción.
“Generalmente son personas que vienen de familias disfuncionales, que han sufrido abandono emocional, abusos en la infancia, vivieron eventos traumáticos, tuvieron padres muy permisivos o presentaron dificultades de aprendizaje”, expone.
El ludópata debe empezar por reconocer su adicción y después, recomienda Adames, debe visitar a un especialista en conducta humana que lo guíe: “Trabajamos la autoestima, que la persona aprenda que tiene una enfermedad y cómo puede manejar sus emociones”. La psicóloga atribuye el aumento de ludópatas a la proliferación de bancas de apuestas y máquinas tragamonedas en el país.
El apoyo de la familia es fundamental para que el adicto se mantenga firme en su decisión de cambiar. l
Una vida como “perro de fritura”
Eduardo Betances narra que en varias ocasiones vio gente que llegaba al casino en automóvil de lujo y al salir de allí pedían dinero para irse en taxi porque perdió el vehículo en una partida de póker: “Ví gente que iba sin dinero, que ya no le quedaba nada, pero iba a mendigar que alguien le diera cien pesos para jugar. Yo los llamo ‘perros de fritura’, que se quedan esperando que el otro coma para que le tire el hueso”.
Eduardo, que lleva un año en recuperación en Hogar Crea, está feliz de su decisión de cambiar. Habla con entusiasmo sobre sus planes para cuando salga del centro de rehabilitación.
“Es una vida que no la deseo a nadie. Cuando ya no te queda un peso, aparece un prestamista que te da dinero a cambio del carro o de tu casa.
Ese no juega en el casino, simplemente está ahí esperando ver a alguien desesperado para ofrecerle dinero”, dice.
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
ATRAPADOS EN EL JUEGO
“Eres el rey del casino, mientras te queda dinero”
10/04/2012 12:00 AM - FELIVIA MEJÍA
Las bancas de apuestas reportan al fisco más de 200 millones de pesos al año
A las cuatro de la tarde encienden las luces de colores del casino. Para Roberto, de 57 años, es como si se le iluminara la vida. Entra, se sienta en la mesa de la ruleta y empieza a apostar. Cambia 500 pesos por fichas azules. Ninguno de los números que escogió lo hizo ganador.
Media hora más tarde de su bolsillo extrae otra papeleta de 500 pesos. En una hora ha perdido mil pesos.
En veinte años de juego el saldo ha sido una ferretería y su vivienda. “Mi hermano me trajo al casino por primera vez. Vine a acompañarlo sin mucho interés. Me gustó y después venía solo. Ahora, él está en Estados Unidos, huyendo de las deudas que dejó pendiente aquí”, expresa Roberto a El Caribe de manera espontánea.
La sala tiene una iluminación uniforme, se escucha una música agradable. El ambiente es acogedor y climatizado. En el piso alfombrado de rojo las máquinas tragamonedas forman una hilera que parece interminable. Un escalón abajo se encuentran las mesas de apuestas y en el segundo nivel están las mesas de billar.
En el país operan 60 casinos y 3,000 bancas de apuestas, según registros de la Comisión Nacional de Casinos, adscrita al Ministerio de Hacienda. La mayoría de esos clubes opera en zonas turísticas.
En el 2010, al fondo general del Estado se depositaron mediante el fisco 210.5 millones de pesos, por concepto de licencia para operar bancas de apuestas; 11.5 millones más que el año anterior, cuando la recaudación ascendió a 199 millones de pesos. El portal web de la Dirección General de Impuestos Internos publica que en los primeros ocho meses del 2011 habían recaudado 115 millones de pesos por el mismo concepto.
El reloj marcaba las 8:30 p.m. cuando una camarera impecablemente vestida se acercó a Roberto con un “carrito” lleno de picaderas y toda clase de bebidas alcohólicas y sin alcohol. Roberto tomó un pequeño plato de papas salteadas con mero a la plancha, de las manos de la joven sonriente. Se toma un jugo de piña natural, mientras comenta que ya ha perdido tres mil pesos. “No puedo evitar venir casi a diario a jugar”, dice.
La calidad del brindis mejora dependiendo de la cantidad de dinero que apueste una persona. De ahí que si se trata de un cliente generoso, la gerencia considera hasta costearle una habitación de hotel para que descanse si lo solicitara.
En la mesa contigua a la de Roberto, una señora que por poco pasa los 40 años está nerviosa. Grita al supervisor de las mesas que el dealer no le ha dado un bono de tres mil pesos que le corresponde. “Saqué del cajero 15 mil pesos y mira lo que me queda”, dice señalando una papeleta de mil pesos. Ella fue de las primeras que llegó al club ese lunes. El supervisor hace unos cálculos en su libreta y le responde a la señora que efectivamente ha cambiado 14,000 pesos en fichas pero que sólo ha jugado 3,500. “Enséñeme las que tiene en las manos, cuando se les terminen esas fichas entonces hablamos”, afirma el supervisor. En esa misma mesa, una joven mujer estaba calmada, había ganado RD$4,500 luego de apostar RD$2,000 y esperaba que le pagaran para marcharse. La seguridad es estricta. En la puerta hay tres personas que revisan a los visitantes que llegan para verificar que no tengan armas de fuego ni sean menores de edad. Otros hombres vestidos de traje negro merodean el salón.
En las mesas ocupadas resalta la figura de importantes accionistas bancarios, catedráticos universitarios, acaudalados empresarios e intelectuales. De los extranjeros presentes, se destaca una mayoría de origen oriental -chinos y coreanos-. A la 1:00 a.m., Roberto, que ocho horas atrás había llegado con aires de majestad, se despide como un plebeyo, con los bolsillos vacíos. “Hay días que me voy a las 6:00 a.m. cuando cierran esto, pero ya jugué lo que traía. Aquí eres el rey del casino mientras tienes dinero”, expresa.
El dealer
“La función del dealer es ganarle dinero al que juega. Recibimos un entrenamiento de dos meses antes de ser contratados. Uno aprende a preveer cuál será la jugada del cliente”, explica Enrique Medina, que trabajó como dealer. Asegura que las máquinas no están adulteradas para hacer que el cliente pierda, pero que el dealer emplea trucos para que el casino gane todas las veces posibles.
Un negocio de muchos millones de pesos
La Ley 351-64 que rige los casinos está obsoleta. A pesar de las modificaciones que se le realizaron a la norma que data de 1964, todavía no se adecúa a la realidad local. Para establecer un casino hay que pagar un impuesto de 10 millones de pesos y cinco millones de pesos de fianza. Además, está la cuota de un millón de pesos para obtener la licencia, entre otro requisitos.
La Ley 351-64 establece que un casino debe operar en un hotel de primera categoría que tenga al menos cien habitaciones, pero ese requisito se ignora en muchos casos.
Los montos de impuestos para los casinos fluctúan entre RD$25,000 y RD$32,000 por mesa, dependiendo la cantidad que tenga y si opera en la capital.
UN SALUDO
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
ATRAPADOS EN EL JUEGO
Se quedó esperando el 44
13/04/2012 12:00 AM - FELIVIA MEJÍA
Personas han sido timadas por estafadores que prometen el premio de lotería
Ilusionado con la promesa de convertirse en millonario, Narciso Zapata no dudó en tomar prestado RD$200,000 para apostarlos en el sorteo de la lotería. Este taxista recibió la propuesta de un supuesto empleado de la Lotería Nacional, de que obtendría el número del premio mayor a cambio de que él le diera el 40% del beneficio para invertirlo en la campaña.
“A mí me pareció que era buen negocio. Quedé de ver al hombre en la capital para hacer las jugadas. Él me dijo que lo mínimo que tenía que llevar eran RD$200,000 para poder ganarme varios millones”, cuenta Narciso, oriundo de Río San Juan, provincia María Trinidad Sánchez.
Lo que ignoraba el taxista, de 47 años, es que se trataba de un engaño. El viernes 23 de marzo engrosó la lista de estafados que cada mes suma un promedio de doce casos en la unidad de la Fiscalía adscrita a la Lotería Nacional. De 2009 a la fecha se han registrado 441 casos de personas timadas en distintas formas.
“En el edificio de la Lotería, la persona que me contactó me presentó a un tal César Martínez como subadministrador general. Ese señor estaba trajeado, se desmontó de un carro muy lujoso. Me dijo que íbamos a jugar el dinero en cuatro bancas diferentes para no levantar sospechas”, narra. Y así lo hicieron. Narciso recorrió con el estafador cuatro bancas de la avenida Independencia y de cada una recibió una constancia de que había jugado RD$50,000 al número 44. “El hombre me decía que me quedara en el carro porque las bancas tienen cámaras y era preferible que no quedara yo grabado para no dejar huellas por si pasaba algo. A mí me pareció bien”, agregó.
La noche de ese viernes, Narciso, sentado frente a su televisor se quedó esperando que de la tómbola saliera el número 44 que lo convertiría en millonario. “Salió el 14. Lo único que pensé fue: ya me ‘engañán’. Más nunca supe nada del tipo”, explica. En la trampa también quedó atrapada una señora de San Juan de la Maguana, que con el mismo cuento de que se estaba reuniendo dinero para la campaña accedió a jugar RD$750,000.
Los procuradores fiscales Alcedo Magarín y Félix Lugo expresaron que la mayoría de los casos que reciben son denuncias de jugadores de que las bancas no les pagan. La mayoría no llegan a los tribunales porque logran conciliación entre las partes. “Otro delito es que hay bancas atrasan la hora de sus computadoras para hacer jugadas después de que sale el premio y sale registrado que fue antes”, apunta Magarín. En la Lotería tienen 144 CPU que corresponde a bancas que han sido investigadas por estafa y cuyos propietarios no han pasado a retirarlos.
En el mundo del juego también están los que ganan y no se les paga. Manuel Pimentel fue anunciado como el feliz ganador de dos millones de pesos el pasado 19 de febrero en un sorteo de la Lotería. Todavía espera su premio.
UN SALUDO
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Se quedó esperando el 44
13/04/2012 12:00 AM - FELIVIA MEJÍA
Personas han sido timadas por estafadores que prometen el premio de lotería
Ilusionado con la promesa de convertirse en millonario, Narciso Zapata no dudó en tomar prestado RD$200,000 para apostarlos en el sorteo de la lotería. Este taxista recibió la propuesta de un supuesto empleado de la Lotería Nacional, de que obtendría el número del premio mayor a cambio de que él le diera el 40% del beneficio para invertirlo en la campaña.
“A mí me pareció que era buen negocio. Quedé de ver al hombre en la capital para hacer las jugadas. Él me dijo que lo mínimo que tenía que llevar eran RD$200,000 para poder ganarme varios millones”, cuenta Narciso, oriundo de Río San Juan, provincia María Trinidad Sánchez.
Lo que ignoraba el taxista, de 47 años, es que se trataba de un engaño. El viernes 23 de marzo engrosó la lista de estafados que cada mes suma un promedio de doce casos en la unidad de la Fiscalía adscrita a la Lotería Nacional. De 2009 a la fecha se han registrado 441 casos de personas timadas en distintas formas.
“En el edificio de la Lotería, la persona que me contactó me presentó a un tal César Martínez como subadministrador general. Ese señor estaba trajeado, se desmontó de un carro muy lujoso. Me dijo que íbamos a jugar el dinero en cuatro bancas diferentes para no levantar sospechas”, narra. Y así lo hicieron. Narciso recorrió con el estafador cuatro bancas de la avenida Independencia y de cada una recibió una constancia de que había jugado RD$50,000 al número 44. “El hombre me decía que me quedara en el carro porque las bancas tienen cámaras y era preferible que no quedara yo grabado para no dejar huellas por si pasaba algo. A mí me pareció bien”, agregó.
La noche de ese viernes, Narciso, sentado frente a su televisor se quedó esperando que de la tómbola saliera el número 44 que lo convertiría en millonario. “Salió el 14. Lo único que pensé fue: ya me ‘engañán’. Más nunca supe nada del tipo”, explica. En la trampa también quedó atrapada una señora de San Juan de la Maguana, que con el mismo cuento de que se estaba reuniendo dinero para la campaña accedió a jugar RD$750,000.
Los procuradores fiscales Alcedo Magarín y Félix Lugo expresaron que la mayoría de los casos que reciben son denuncias de jugadores de que las bancas no les pagan. La mayoría no llegan a los tribunales porque logran conciliación entre las partes. “Otro delito es que hay bancas atrasan la hora de sus computadoras para hacer jugadas después de que sale el premio y sale registrado que fue antes”, apunta Magarín. En la Lotería tienen 144 CPU que corresponde a bancas que han sido investigadas por estafa y cuyos propietarios no han pasado a retirarlos.
En el mundo del juego también están los que ganan y no se les paga. Manuel Pimentel fue anunciado como el feliz ganador de dos millones de pesos el pasado 19 de febrero en un sorteo de la Lotería. Todavía espera su premio.
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
CON EL CARTEL A CUESTAS
¿Debemos o no, ponernos un cartel en la frente que diga: "YO SOY LUDOPATA"?
Antes, cuando jugaba, tenia un cartel en la espalda, un cartel que yo no podía o no sabia leer, un cartel en el que la gente hacia sus pintadas.
Ese cartel era grandísimo, pero yo no lo veía, aunque notaba su peso. Me colocaba frente a la máquina y daba la espalda a los demás (familia, amigos, etc.). Y la gente que te veía echar moneda tras moneda, aprovechaba la ocasión y escribía en el cartel: "ESE ES UN DEGENERADO. ES UN VICIOSO. ESTÁ TONTO. MIRA ESE JILIPOLLAS, ACABA DE SACAR EL PREMIO Y SIGUE ECHANDO...". Y muchas otras cosas que yo no leía, pues lo llevaba en la espalda.
Ahora llevo otro cartel, que he escrito yo y que sigo escribiendo día a día; lo llevo puesto en la frente y en el pecho, donde lo veo yo y lo ven los demás, en ese cartel pone: " SOY UN JUGADOR EN REHABILITACIÓN, Y SE VIVE MUY FELIZ SIN JUEGO".
Es un cartel que, al principio, cuesta escribir, pero luego no pesa y se lleva con agrado.
No voy a volver a dejar que nadie escriba en el otro cartel de la espalda nunca más, porque no quiero fallarme a mí, ni a mi familia, ni a mis compañeros de la Asociación.
MAYO DE 1.999.
UN SALUDO
TODO PROBLEMA TIENE SOLUCION
TU FUTURO NO ES UN JUEGO DE AZAR
¿Debemos o no, ponernos un cartel en la frente que diga: "YO SOY LUDOPATA"?
Antes, cuando jugaba, tenia un cartel en la espalda, un cartel que yo no podía o no sabia leer, un cartel en el que la gente hacia sus pintadas.
Ese cartel era grandísimo, pero yo no lo veía, aunque notaba su peso. Me colocaba frente a la máquina y daba la espalda a los demás (familia, amigos, etc.). Y la gente que te veía echar moneda tras moneda, aprovechaba la ocasión y escribía en el cartel: "ESE ES UN DEGENERADO. ES UN VICIOSO. ESTÁ TONTO. MIRA ESE JILIPOLLAS, ACABA DE SACAR EL PREMIO Y SIGUE ECHANDO...". Y muchas otras cosas que yo no leía, pues lo llevaba en la espalda.
Ahora llevo otro cartel, que he escrito yo y que sigo escribiendo día a día; lo llevo puesto en la frente y en el pecho, donde lo veo yo y lo ven los demás, en ese cartel pone: " SOY UN JUGADOR EN REHABILITACIÓN, Y SE VIVE MUY FELIZ SIN JUEGO".
Es un cartel que, al principio, cuesta escribir, pero luego no pesa y se lleva con agrado.
No voy a volver a dejar que nadie escriba en el otro cartel de la espalda nunca más, porque no quiero fallarme a mí, ni a mi familia, ni a mis compañeros de la Asociación.
MAYO DE 1.999.
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
HISTORIA DE MERCEDES VOLVER A VIVIR
Hoy a los 62 años, Mercedes esta dando un vuelco a su forma de vivir, con una infancia extremadamente triste y una adolescencia con responsabilidades de mujer mayor. Hija de inmigrantes españoles, llegados como tantos otros con una mano adelante y otra atrás, se dedicaron a trabajar de sol a sol, quedando Mercedes a cargo de sus hermanos menores. Al poco tiempo su madre sufrió una enfermedad terminal y decidió quitarse la vida. Ya no solo le quedaba la responsabilidad de los hermanos, sino que también ayudar a su padre en el almacén y atender la casa. En la edad de los bailes y amistades, ella no le alcanzaba el tiempo para la alegría y diversión. Entre la clientela del negocio , conoció a quien tiempo después sería el gran amor de su vida, Al poco tiempo del noviazgo, la llevaría al altar.
Su matrimonio era perfecto, dos hijas hermosas y una muy buena relación familiar. A la muerte de su padre, distintas enfermedades, se llevaron a esposo y hermano, quedando sola con sus hijas en el viejo y grande caserón de Banfield. Tuvo que adaptarse a las circunstancias y sola ocuparse del crecimiento y educación de sus hijas, quienes empezaron a salir, con amigas del colegio , haciendo la vida de cualquier muchacha de su edad. En cuanto uno lo piensa, ya estaban de novias, con muchachos de excelentes familias, formando cada una de ellas su propio hogar.
Mercedes quedaba sola y los recuerdos fueron su única compañía, sus hijas la cuidaban , pero la llegada de niños y sus propias necesidades, iban apartando las visitas cada vez con menos tiempo. Vendió la casa y se compró un departamento mas chico , bien decorado y confortable en el centro de Lomas de Zamora, pero al cerrarse la puerta, quedaba sola, las horas se hacían interminables
Vivía sin apremios de dinero. Un día una vecina la invitó a ir a un club social de la zona, donde se reunían personas de ambos sexos, mayores de edad, se realizaban peñas, cine club, bailes. Se sentía cómoda, pero la nostalgia permanecía a su lado. Para las fiestas compró un billete de Telekino y tuvo la suerte de ganarlo, correspondiéndole una suma importante de dinero. Emocionada y entusiasmada les dio una suma a cada una de sus hijas y el resto decidió ir a jugarlo al bingo, con el antecedente de haber sido beneficiada con la diosa fortuna, pensó que era el momento apropiado para ganar mas y mas. Pero, como a tantos otros, comenzó a perder y perder, llevándola a estar mas tiempo intentando para recuperar lo perdido. Jugó mas de lo que tenía, pidió prestado y cada vez se endeudaba mas.
Sabia que cerca de su casa, en una iglesia, existía un grupo de jugadores anónimos , y fue con la esperanza de encontrar una palabra que la ayudara a solucionar su situación. No encontró fórmulas mágicas, pero se dio cuenta, que era su lugar en el mundo, al principio no hablaba, escuchaba y escuchaba, pero alguien le dijo que tenia que dar terapia, largar todo lo que tenía adentro, a la otra reunión hablo y descargo todo lo que llevaba encima y se fue mas aliviada y con fe de poder recuperarse. Desde entonces cada vez que precisó contar sus cosas lo hizo a pesar de su timidez.
Mercedes, hoy sigue sola, es un decir, porque al amor de sus hijas, yernos y nietos, tiene a muchos hermanos de jugadores al lado suyo. Es un poco la madre del grupo, colabora con todas las tareas y servicios, desde manejar una tesorería como hacer café, coordinar o recibir a otros que llegan por primera vez.
Mercedes es el ejemplo de querer proponerse salir del infierno, y a pesar de todo lo vivido, poder lograrlo. Su rezo diario no es religioso ,es un deseo de aceptación por las cosas que no puede cambiar y cambiar las que puede, para reconocer la diferencia.
UN SALUDO
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Hoy a los 62 años, Mercedes esta dando un vuelco a su forma de vivir, con una infancia extremadamente triste y una adolescencia con responsabilidades de mujer mayor. Hija de inmigrantes españoles, llegados como tantos otros con una mano adelante y otra atrás, se dedicaron a trabajar de sol a sol, quedando Mercedes a cargo de sus hermanos menores. Al poco tiempo su madre sufrió una enfermedad terminal y decidió quitarse la vida. Ya no solo le quedaba la responsabilidad de los hermanos, sino que también ayudar a su padre en el almacén y atender la casa. En la edad de los bailes y amistades, ella no le alcanzaba el tiempo para la alegría y diversión. Entre la clientela del negocio , conoció a quien tiempo después sería el gran amor de su vida, Al poco tiempo del noviazgo, la llevaría al altar.
Su matrimonio era perfecto, dos hijas hermosas y una muy buena relación familiar. A la muerte de su padre, distintas enfermedades, se llevaron a esposo y hermano, quedando sola con sus hijas en el viejo y grande caserón de Banfield. Tuvo que adaptarse a las circunstancias y sola ocuparse del crecimiento y educación de sus hijas, quienes empezaron a salir, con amigas del colegio , haciendo la vida de cualquier muchacha de su edad. En cuanto uno lo piensa, ya estaban de novias, con muchachos de excelentes familias, formando cada una de ellas su propio hogar.
Mercedes quedaba sola y los recuerdos fueron su única compañía, sus hijas la cuidaban , pero la llegada de niños y sus propias necesidades, iban apartando las visitas cada vez con menos tiempo. Vendió la casa y se compró un departamento mas chico , bien decorado y confortable en el centro de Lomas de Zamora, pero al cerrarse la puerta, quedaba sola, las horas se hacían interminables
Vivía sin apremios de dinero. Un día una vecina la invitó a ir a un club social de la zona, donde se reunían personas de ambos sexos, mayores de edad, se realizaban peñas, cine club, bailes. Se sentía cómoda, pero la nostalgia permanecía a su lado. Para las fiestas compró un billete de Telekino y tuvo la suerte de ganarlo, correspondiéndole una suma importante de dinero. Emocionada y entusiasmada les dio una suma a cada una de sus hijas y el resto decidió ir a jugarlo al bingo, con el antecedente de haber sido beneficiada con la diosa fortuna, pensó que era el momento apropiado para ganar mas y mas. Pero, como a tantos otros, comenzó a perder y perder, llevándola a estar mas tiempo intentando para recuperar lo perdido. Jugó mas de lo que tenía, pidió prestado y cada vez se endeudaba mas.
Sabia que cerca de su casa, en una iglesia, existía un grupo de jugadores anónimos , y fue con la esperanza de encontrar una palabra que la ayudara a solucionar su situación. No encontró fórmulas mágicas, pero se dio cuenta, que era su lugar en el mundo, al principio no hablaba, escuchaba y escuchaba, pero alguien le dijo que tenia que dar terapia, largar todo lo que tenía adentro, a la otra reunión hablo y descargo todo lo que llevaba encima y se fue mas aliviada y con fe de poder recuperarse. Desde entonces cada vez que precisó contar sus cosas lo hizo a pesar de su timidez.
Mercedes, hoy sigue sola, es un decir, porque al amor de sus hijas, yernos y nietos, tiene a muchos hermanos de jugadores al lado suyo. Es un poco la madre del grupo, colabora con todas las tareas y servicios, desde manejar una tesorería como hacer café, coordinar o recibir a otros que llegan por primera vez.
Mercedes es el ejemplo de querer proponerse salir del infierno, y a pesar de todo lo vivido, poder lograrlo. Su rezo diario no es religioso ,es un deseo de aceptación por las cosas que no puede cambiar y cambiar las que puede, para reconocer la diferencia.
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Re: HISTORIAS COMPULSIVAS
ANDRES JUEGO,DROGA Y ……………
Desde chico a Andrés le gustaba la calle, de madre viuda, tuvo libertades que quizás otro no las tenia. Mal alumno, se la pasaba con sus amiguitos jugando al futbol y otras cosas comunes en las calles de Monte Grande. Al ir pasando los años, teniendo que trabajar para ganarse un peso para diversiones, ya el lugar de reunión de la barra, era el café del barrio, los temas de conversación giraban alrededor de las minas, los burros, la quiniela. En el boliche también se jugaba al billar y a las cartas, por supuesto apostando. Su madre y sus hermanas le recriminaban sus horas perdidas en lugar de buscar progresar.
A los 21 años, ya mayor de edad, cambiaba de trabajo como de camisa, ya que no prestaba atención y se iba corriendo a encontrarse con los muchachos. Ya el juego del Bar les quedaba chico y empezaron a ir al Casino y al Bingo, donde , con el fin de hacer dinero fácil, los llevo a hacer apuestas fuertes, por supuesto perdiendo fuerte. Era tal la excitación, que le dieron un cigarrillo de marihuana para estar mas tranquilo y placentero, siendo desde entonces su compañero inseparable. El juego le hizo un desastre a su vida, ya no trabajaba, le pedía con mentiras plata a su madre y algunos conocidos, era un seductor neto, el vago querible por todos, simpático, entrador, buen narrador de chistes y gran mujeriego, con quienes tenía un carisma especial. Con el tiempo , entre el juego y la droga, tenia grandes peleas familiares, llego a vender joyas de su casa, descubierto, su madre le pidió que se fuera de la casa.
Solo y con deudas, tomaba trabajos temporales como para sobrevivir, pero el dinero no le alcanzaba para comer, alquilar en una pensión, jugar. Drogarse. Se enamoro de una chica que le presentaron y se fue a vivir con ella, quedando embarazada al poco tiempo. La llegada de varoncito , en lugar de calmarlo , lo hizo mas compulsivo, de los trabajos lo echaban y con la poca plata, se la jugaba y drogaba; esa situación consiguió a medias paliarlo ya que su madre, teniéndole mucha pena, lo ayudaba con prestamos que jamás recuperaría, lo que valió que se tuviera que ir de la casa de su pareja. Sin tener donde ir, errante, sus conocidos de siempre trataban de esquivarlo, tuvo un nuevo romance y se repitió lo anterior, casa y embarazo, esta vez una hermosa niña, nuevo caos, angustia y desalojo. Esta puerta se cerró para siempre, no siendo permitido que vea o se acerque a su hija.
Pasaron 10 años de inestabilidad, pequeñas changas, prontos despidos, juego, droga, compulsión, amores temporarios y una madre que siempre lo sacaba del pozo. Su hijo estaba medio tiempo con él y medio tiempo con la madre.
Un día , terrible donde se descompensó y tuvo que ser internado, en la soledad de su cama de hospital, pensó y reflexiono sobre su vida y se propuso de encaminarse , de intentar cambiar su ruinosa vida, de intentar encontrar la felicidad, no era fácil, pero lo intentaría, había tocado fondo, su madre no le podía decir no a nada, como si fuera social de las desgracias de su hijo, le rogo que pidiera ayuda y fue cuando jugares anónimos apareció en su mente. Empezó a concurrir, fue sincero en su terapia, muchos de los presentes se conmovieron y les dieron sugerencias importante. Al principio iba todo bien, pero discutía con su hijo y el recuerdo de su hija que prácticamente no conocía, lo volvía agresivo y de nuevo el juego. Así varias veces, pero no dejó de ir a los grupos, reconociendo que era el único lugar donde podía descargar sus problemas y ser escuchado con respeto. Hoy, hace rato que no juega, su nueva novia lo guía con amor y logro que le permitan después de mucho tiempo ver a su hija. Sabe que tiene que pelear con él mismo, pero va a salir del juego y las otras adicciones. Con 47 años, tiene toda la vida por delante. Tras tanto dolor es hora de comenzar a ser feliz. Andrés se lo merece.
UN SALUDO
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Desde chico a Andrés le gustaba la calle, de madre viuda, tuvo libertades que quizás otro no las tenia. Mal alumno, se la pasaba con sus amiguitos jugando al futbol y otras cosas comunes en las calles de Monte Grande. Al ir pasando los años, teniendo que trabajar para ganarse un peso para diversiones, ya el lugar de reunión de la barra, era el café del barrio, los temas de conversación giraban alrededor de las minas, los burros, la quiniela. En el boliche también se jugaba al billar y a las cartas, por supuesto apostando. Su madre y sus hermanas le recriminaban sus horas perdidas en lugar de buscar progresar.
A los 21 años, ya mayor de edad, cambiaba de trabajo como de camisa, ya que no prestaba atención y se iba corriendo a encontrarse con los muchachos. Ya el juego del Bar les quedaba chico y empezaron a ir al Casino y al Bingo, donde , con el fin de hacer dinero fácil, los llevo a hacer apuestas fuertes, por supuesto perdiendo fuerte. Era tal la excitación, que le dieron un cigarrillo de marihuana para estar mas tranquilo y placentero, siendo desde entonces su compañero inseparable. El juego le hizo un desastre a su vida, ya no trabajaba, le pedía con mentiras plata a su madre y algunos conocidos, era un seductor neto, el vago querible por todos, simpático, entrador, buen narrador de chistes y gran mujeriego, con quienes tenía un carisma especial. Con el tiempo , entre el juego y la droga, tenia grandes peleas familiares, llego a vender joyas de su casa, descubierto, su madre le pidió que se fuera de la casa.
Solo y con deudas, tomaba trabajos temporales como para sobrevivir, pero el dinero no le alcanzaba para comer, alquilar en una pensión, jugar. Drogarse. Se enamoro de una chica que le presentaron y se fue a vivir con ella, quedando embarazada al poco tiempo. La llegada de varoncito , en lugar de calmarlo , lo hizo mas compulsivo, de los trabajos lo echaban y con la poca plata, se la jugaba y drogaba; esa situación consiguió a medias paliarlo ya que su madre, teniéndole mucha pena, lo ayudaba con prestamos que jamás recuperaría, lo que valió que se tuviera que ir de la casa de su pareja. Sin tener donde ir, errante, sus conocidos de siempre trataban de esquivarlo, tuvo un nuevo romance y se repitió lo anterior, casa y embarazo, esta vez una hermosa niña, nuevo caos, angustia y desalojo. Esta puerta se cerró para siempre, no siendo permitido que vea o se acerque a su hija.
Pasaron 10 años de inestabilidad, pequeñas changas, prontos despidos, juego, droga, compulsión, amores temporarios y una madre que siempre lo sacaba del pozo. Su hijo estaba medio tiempo con él y medio tiempo con la madre.
Un día , terrible donde se descompensó y tuvo que ser internado, en la soledad de su cama de hospital, pensó y reflexiono sobre su vida y se propuso de encaminarse , de intentar cambiar su ruinosa vida, de intentar encontrar la felicidad, no era fácil, pero lo intentaría, había tocado fondo, su madre no le podía decir no a nada, como si fuera social de las desgracias de su hijo, le rogo que pidiera ayuda y fue cuando jugares anónimos apareció en su mente. Empezó a concurrir, fue sincero en su terapia, muchos de los presentes se conmovieron y les dieron sugerencias importante. Al principio iba todo bien, pero discutía con su hijo y el recuerdo de su hija que prácticamente no conocía, lo volvía agresivo y de nuevo el juego. Así varias veces, pero no dejó de ir a los grupos, reconociendo que era el único lugar donde podía descargar sus problemas y ser escuchado con respeto. Hoy, hace rato que no juega, su nueva novia lo guía con amor y logro que le permitan después de mucho tiempo ver a su hija. Sabe que tiene que pelear con él mismo, pero va a salir del juego y las otras adicciones. Con 47 años, tiene toda la vida por delante. Tras tanto dolor es hora de comenzar a ser feliz. Andrés se lo merece.
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me siento igual
espero que logremos superarlo. saludos
andelfo escribió:Gracias.
he encontrado en ustedes un espacio de confrontacion agradable....
Soy sincero no se si realmente pueda dejar de apostar pero estoy tratando de hacerlo...... estoy en el fondo de esta adicion...
eugenia1- Asistente
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Puntos : 2
Página 1 de 3. • 1, 2, 3
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