LO QUE EL JUEGO SE LLEVO

“Lo que el juego se llevo…..”
Pensamientos de un ludópata en recuperación, en búsqueda de la sobriedad!!

Se llevo mis seres amados. Sus caricias, su confianza, su lealtad, su amor y su pasión. Se llevo su tranquilidad y la mía.
Me dejo sin sano juicio, cometiendo toda clase de fechorías, desde la falta de cordura para distinguir el bien y el mal, hasta la capacidad de ser sensible ante las necesidades de mi cuerpo y de mi entorno.
Se llevo mi esperanza por construirme un mundo mejor, a cambio me entrego el autoengaño, para ver luces donde la oscuridad es reinante. Ilusiones. Mentiras.
Me quito el amor propio, mis valores, mis convicciones, mi sentido de pertenencia, mi capacidad de dar y de recibir.
Se llevo mi dinero y el esfuerzo o no, de tantos años, mío y de los seres queridos. Se llevo alguna de mis seguridades económicas o materiales, incluso me dejo sin ninguna.
Se llevo mi capacidad de sonreír, de ser honesto, de alegrarme ante un suspiro o una mirada. Me quito la paz, la tranquilidad, el sueño, en su lugar despertó los fantasmas que llevo adentro, los puso al descubierto. Sin amor y lleno de terror me escondía atrás de una ruleta o de unas barajas.

Se llevo mi alma.
Me robo el sueño, el colchón, la cama, la cobija. Se llevo mis hijos, mi esposo(a), mis padres, mis hermanos, mis primos, mis amigos.
¿Se llevo mi yo? ¿O se llevo las mascaras y dejo al descubierto al verdadero YO?
Cuantos años de mi vida se llevo? Vida? Eso era vida?

La abstinencia en el caso de estos hermanos llego acompañada de una mano de dureza por parte de varios de sus familiares. Orillados y enfrentados ante pruebas contundentes de falta de juicio, de robo (básicamente), de atropellos, de locura. Los pusieron contra la pared, destrozando cada una de las mentiras o alegatos que utilizaron para defenderse ante una situación que los dejo al descubierto según el caso de cada uno, distintas pero similares en la forma de actuar de la familia. Dos compañeros que las distancias eran enormes, los extractos sociales, los sitios de juego. Desde las cantidades de dinero invertidas, hasta los juegos utilizados, eran diametralmente opuestos. Varias décadas de por medio entre uno y otro. Solo tenían algo en común: no pudieron parar de jugar, destrozaron sus vidas y sus familias. Y tenían un solo deseo, no apostar.

Ese deseo los unió en los grupos de doce pasos. Jugadores anónimos. Dos experiencias de vida, dos mundos distintos. Una sola realidad. El dolor de parar y ver los sucesos producidos por una enfermedad.

“Lo que la abstinencia me trajo…..”
Los primeros meses me lleno de dolor. El dolor del crecimiento, de quitarse las vendas de los ojos y ver los desastres de una vida, larga o corta, una vida al fin. El dolor causado a los familiares. La incertidumbre de si funcionaria. El dolor moral, espiritual acompañado muchas veces del dolor físico. La mente desarrollaba sus propios métodos para acelerar la respiración, o quitarla, oprimirte el pecho, destrozarte la cabeza.

Muchos meses tarde en percatarme que eso no se me quitaba con nada. Pero algo sucedía en las reuniones, el dolor desaparecía. No dejaba de verlo, sabía que ahí seguía, pero ya el físico no molestaba. Era como pasar un switch o un interruptor y apagar una luz incandescente que quemaba por dentro y por fuera.

Empecé a respirar. Recuperaba el sueño. Volví a conseguir la forma de dormir, con cama o sin ella. Ahora me dormía hasta en las reuniones. A diario afloraba el mal humor, las rabias, las molestias. No sabia que me molestaba pero estaba molesto. No me gustaba lo que me decían o lo que escuchaba en las reuniones, pero seguía asistiendo, por lo menos el dolor de cabeza desaparecía por dos horas.

Pasaban los días, y no jugaba, tenia deseos, ganas de ir, pero recordaba tantas cosas de las personas de la reunión, recordaba que perdí todo, recordaba el dolor, lo sentía de nuevo. Y no iba a jugar.

Llegaba molesto a las reuniones, cuando salía de mi trabajo me encaminaba de forma alegre por poder ir, un día mas de reunión, pero al llegar todo me molestaba. Los compañeros igual me abrazaban y me hablaban, a mí y a cada uno de los presentes. Yo no hablaba. A veces lloraba.
Quería recuperar y enderezar mi vida rápido. Me dijeron que no se podía. Que eso tardaría un poco mas, pero “siga viniendo”

Hoy, unas cuantas reuniones mas, he conseguido paz, recupere parte de la familia, aun quedan muchas heridas, algunas en ellos, algunas en mí. Pero hoy puedo dormir, puedo comer, trato de pensar, puedo sonreír, puedo abrazar, puedo dar y recibir amor. A veces necesito pedirlo, otras me llega solo. No tengo lo que quiero, pero amo lo que tengo.
Las deudas monetarias se han ido pagando, poco a poco, pero se pagan, Las deudas morales le abono a diario comenzando con los intereses, esos intereses son Hoy no Juego. Mi cambio de comportamiento, de actitud, de ser, es un abono a capital.

Atrás quedaron los rencores al juego, a las amistades, al mundo. Atrás quedo el dolor. Hoy se que lo que me puede estar doliendo no siempre es lo que me esta sucediendo, sino la forma en como mi mente procesa esa información. Si me duelen los pies no culpo al zapatero, me hago responsable de comprarme zapatos acordes a mi medida. Hoy se que mi vida es el resultado de cada una de mis acciones, certeras o no, son aprendizajes. Hoy no me castigo por haber tomado el camino de la evasión por medio del juego, hoy me felicito por la valentía de no escapar, me agradezco por llevarme a Jugadores anónimos.

Hoy los fantasmas no desaparecieron, pero se que son fantasmas creados por mi mente, mis creencias, mi rigidez mental. Hoy no deje de tener miedo, ni soy un valiente desenfrenado. Hoy se quien soy, se de donde vengo, y me fortalezco para seguir aprendiendo a donde puedo llegar.
Hoy pude disfrutar de la sonrisa de mi madre, el abrazo de mis sobrinos y la tranquilidad de mí ser. Hoy fui y soy feliz. Mañana, mañana no me preocupare, me ocupare de mi día de hoy.
UN SALUDO
TODO PROBLEMA TIENE SOLUCION
TU FUTURO NO ES UN JUEGO DE AZAR