VOCES DE RECUPERACION

“Señor, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo y sabiduría para reconocer la diferencia”
Oración de la Serenidad

Estaba yo gastando todas mis energías en cosas que no podía cambiar, preocupándome y tratando de hacer que resultaran de acuerdo a “mi” manera.
Mientras tanto, yo ignoraba cosas que sí podía cambiar, ponía mis energías en lugares menos favorecidos.
No me sorprende que sintiera tanta presión y demasiada carga sobre mis hombros.
Ahora, cuando me encuentro abrumado por algo, pienso un rato y digo la oración de la serenidad.
Si es algo que yo puedo cambiar, pienso en los pasos que puedo tomar para comenzar el cambio y rezo para tener el deseo de actuar.
Si es algo que no puedo cambiar lo ofrezco a mi Poder Superior y rezo para poder aceptarlo.
Este ejercicio brinda serenidad a mi vida y me ayuda a sentir la presencia de Dios.

"Ser parte del grupo es esencial para la recuperación de nuestra enfermedad de aislamiento.
Significa apoyar y ser apoyado por nuestros compañeros miembros de Jugadores Compulsivos".

Este pasaje me dice que tengo la enfermedad del aislamiento y la solución ha de ser pertenecer al grupo.
También me dice que ser parte del grupo significa apoyar a mis colegas miembros de la comunidad de JA y que me apoyen.
Cuando llegué la primera vez a JA no me sentía "parte de" nada en mi vida.
Nunca me sentí que pertenecía o encajaba en ninguna parte. JA me dice que pertenezco porque soy un jugador compulsivo.
No importa cuánto pese, la cantidad de dinero que gane, de qué color es mi cabello, o cualquier otra cosa. Yo pertenezco y soy igual en JA.
ME AISLÉ PORQUE TENÍA MIEDO A PERMITIR QUE ALGUIEN MÁS ME CONOCIERA.
Ser parte del grupo me permitió abrirme poco a poco.
Cuando más me sentí ser parte del grupo, sentí más el apoyo disponible para mí.
Desde eso aprendí a apoyar a los demás.
Juntos podemos hacer lo que nunca podríamos hacer solos.

Si la abstinencia no va primero, la perderé.
Todo lo que interfiera con ella debe desaparecer.”

Cuando leo esta reflexión a menudo me cuestiono.
Espero un minuto, pienso. Dios has puesto muchos roles en mi vida:
Soy esposo, madre, hermana, amiga, empleada. Tengo un hogar que llevar adelante, una familia para coordinar, un trabajo para realizar.
Seguramente, es el deseo de Dios que yo use mi energía, tiempo y talentos para cumplir con estas obligaciones.
Si pongo la abstinencia primero, podría ser en detrimento de alguna otra actividad importante.
Si oro y medito a la mañana, mis hijos deberán prepararse ellos el desayuno.
Si voy a la reunión de medio día no podré hacer algún
trabajo pendiente a la hora del descanso para almorzar.
Si tomo tiempo después del trabajo para llamar a mi madrina y recibir llamados de mis ahijados, puede que mi esposo necesite su cena.
Me he dado cuenta a través de los años en el programa que si yo no realizo estas actividades que soportan y mantienen mi abstinencia, puedo llegar a perderla.
Si eso sucede, me convertiré en la persona infeliz, que da lástima como era yo antes de llegar a JA.
Mi familia y amigos recuerdan aquella persona que fui y deseosos comparten algunas tareas que me liberan para que yo pueda realizar actividades del programa que mantienen mi abstinencia.
A todos les gusta mi nuevo yo más que mi viejo yo.
Dios los bendiga y me bendiga a mí mientras continúo haciendo de la abstinencia la cosa más importante en mi vida.
Sin abstinencia no tengo vida.

“Si me puede suceder a mí, te puede suceder a ti”
“Estas dispuesto a hacer lo que sea?” me preguntó mi padrino.
“Si” contesté yo. “Te llamo todos los días, rezo, voy a las reuniones, escribo, estoy haciendo todo lo que me dices, entonces, por qué no puedo estar abstinente?”
Mi padrino me respondió que yo debía hacer no solamente esto sino también dejar de lado la todo lo que se relacione con la apuesta.
Debía dejar de jugar compulsivamente.
Me prometió que si soltaba la apuesta y seguía los pasos,
eventualmente el deseo de apostar compulsivamente se iría.
Y esto ha sucedido.
Un día a la vez, por más de nueve años he estado casi
totalmente libre del deseo de apostar compulsivamente.
Al principio sentía deseos de apostar de más todo el tiempo.
Mi padrino me decía “No apuestes, no importa a qué ” - y no lo hice.
En estos días raramente siento deseos de apostar compulsivamente.
A través de “dejar de lado la apuesta y trabajar los pasos” el deseo de apostar compulsivamente ha ido desapareciendo.
Gracias, Dios, gracias JA.
Si puede suceder para mí y para muchos otros, puede suceder para ti también.

Si tan solo pudiéramos conseguir estar abstinente 24 horas, la vida sería perfecta.

Ingresé a JA para no apostar mas y mantenerme así, algo que yo nunca había podido hacer en todos mis años en que aposte compulsivamente. Sabía que “si lo hacía bien “no tendría problemas”.
Muchas sorpresas me esperaban en JA. Aprendí que había estado apostando compulsivamente para ignorar los problemas más profundos que me hubieran abrumado sin apostar compulsivamente. Descubrí que tenía muchos más problemas de los que conocía.
Los miembros de JA me dijeron que tenía que enfrentarme a los problemas para ser cada día mejor. Me dijeron que la vida nunca seria perfecta y tampoco yo.
Estas verdades me pudieron haber desalentado. A cambio de eso me liberaron y me permitieron ser humano,
cometer errores e intentarlo de nuevo. Los rostros brillantes de los miembros en recuperación y su calidez al animarlos me dieron la esperanza de que yo también podría recuperarme si trabajo los Doce Pasos.
Ahora me estoy recuperando. Mi maravillosa vida nueva en mejor que todas las fantasías de recuperación.

“Si tu odias a una persona, tu odias algo en él que es parte de ti mismo. Lo que no es parte de nosotros no nos molesta.”
“Odio cuando tú me hablas de esa manera”.
“Odio que no me devuelves las llamadas inmediatamente”.

Estas son frases que previamente usaba. No aceptaba a otros, pensaba que sabía como otros debían actuar.
Cuando empecé a ir a las reuniones, leer literatura y hablar con otros en JA, descubrí que era yo el que tenía los problemas.
Yo tenía defectos de carácter que no deseaba aceptar, entonces criticaba a aquellos a mí alrededor.
Lentamente, encontrando compasión en mí, he crecido para aceptar a otros. He aprendido a través de JA a ver cada individuo como un único y maravilloso ser humano –incluso he aprendido eso acerca de mí!
SÉ QUE CUANDO CRITICO LOS HÁBITOS DE ALGUIEN DEBO MIRARME ADENTRO Y VER QUE PARTE DE MÍ NO ESTOY ACEPTANDO TOTALMENTE. Me tomo un tiempo para un inventario mental, escribo en mi diario o hablo con mi padrino. Esta nueva forma de vivir ha salvado mi vida y por eso estoy agradecido cada día!

“Si vamos a experimentar la recuperación permanente de jugar en forma compulsiva, deberemos repetir cada día las acciones que ya han contribuido a nuestra recuperación”

Hay días grises en los que no tengo ganas de hacer nada de lo que necesito hacer para recuperarme. Estoy cansado del esfuerzo. Quiero abandonar pero me detengo y reflexiono. Si dejo de hacer esfuerzos...retrocederé. Retroceder para mí significa solo una cosa: el infierno de jugar compulsivamente y toda la angustia mental, física y espiritual que acarrea.
Así que rezo por el deseo de hacer lo que mi Poder Superior juzgue necesario.
¡¡¡Luego hago mover mi cuerpo y lo hago!!! Puede que yo necesite corregir algo, pasar algún tiempo con mis hijos, ser honesto con alguien, cumplir con una responsabilidad, asistir a una reunión, hacer una llamada, leer, escribir o dar servicio. Y luego, una vez más experimento la abstinencia y recuperación que siempre me brinda el trabajar los Doce Pasos.

“Siempre nos hace felices compartir nuestro secreto:
Los Doce Pasos de JA, que nos dan poder para vivir bien y estar bien, un día a la vez”

En los años que cada uno de nosotros hemos estado en recuperación o lo estaremos, desarrollamos ciertas ideas y filosofías que nos ayudan a realizar este magnífico viaje de recuperación espiritual, emocional y física. Una de mis ideas es creer en el programa de las “P”:Práctica, Perseverancia, Paciencia, Progreso y Plegaria.
Si quiero recuperarme en los tres niveles necesito hacer esto todos los días. Realizo el programa lo mejor que puedo, sin medias tintas. Las medidas a medias dan resultados a medias y esto ya no me satisface.
Expando mi conciencia espiritual a través de la oración. Rezo y le pido al Dios como yo lo entiendo para conocer Su voluntad para conmigo y rezo para tener el deseo y para poder cumplirla.
La conciencia espiritual es mi aliento de vida y se requiere perseverancia para sostener esa vida. Aprendo a ser paciente esperando los resultados de mis esfuerzos, sabiendo que llegarán a su debido tiempo.
Te sentirás sorprendido y agradecido por el progreso que hagas. Tu espíritu crecerá y podrás ser capaz de mostrar gratitud pasando el secreto de tu recuperación, los Doce Pasos, a otros.

“Siguiendo estos Pasos, miles de Jugadores Compulsivos han parado de jugar compulsivamente”

…Lo que nosotros tenemos para ofrecer es mucho más grande que cualquiera de estas cosas una comunidad en la cual nosotros encontramos… el poder curativo del amor.”

Algunas veces nos preguntamos que es más importante! Los Pasos o la comunidad?
Para mi la respuesta es que los Pasos y la comunidad son como dos remos en un bote.
Si solo remo con un brazo doy vueltas en círculos.
Antes de que fuera miembro de JA tenía una copia de los Doce Pasos en mi pared.
Con gran entusiasmo fui a hacer enmiendas y después me fui al casino a jugar compulsivamente.
Estoy contenta de haber encontrado el poder curativo en la comunidad de JA.
Por otro lado, tengo una amiga a quien le encantaba socializar después de las reuniones pero que pensaba que los Pasos eran opcionales. Ella no podía estar abstinente hasta que abrazó los Pasos.
Hoy las dos estamos entre los miles de miembros de JA que tenemos muchos años de libertad de apostar compulsivamente.
Con una mano, remando con los Pasos y con la otra mano remando en la comunidad, no tengo manos libres para apostar compulsivamente.
Dios está a bordo llevándome a tierra firme, a una abstinencia feliz.

Sin Afecto en la Alacena

Recientemente fui puesto de rodillas y sobre mis sentidos por un amoroso Poder Superior, manifestándose a través de mi hijo de tres años.
Mi hijo nació hace tres años y alguien me dio un número telefónico de JA. Firmemente creía que Dios no me consideraba lista para “volver a casa” hasta que Sam naciera, para que su desarrollo y sus tiernos años, pudieran atravesar mi obstinado y resentido exterior. También creo que Dios usa a mi hijo cuando no puedo llegar a Él y necesito un empujón para retomar mi recuperación. Tal impulso me golpeó la semana pasada cuando ambos estábamos en la casa holgazaneando sin mucho que hacer. Sam me siguió hasta la cocina, aburrido y buscando algo para comer. El comenzó a decir: “Mamá, creo que comeré…..”
Debería explicar que asumo que el está en una etapa de crecimiento, porque come continuamente. Automáticamente voy hacia la alacena y tomo algunas golosinas, cuando termina su frase diciendo: “……un abrazo”.
Me detuve de manera abrupta, pero Dios no terminó conmigo aún. Decidí hacerle una broma, abrir la alacena y luego la heladera, mientras le digo: “No, no hay ningún abrazo aquí”.
Sam se rió diciendo: “¿Mami, no encuentras besos y abrazos en la alacena?
Me arrodillé y lo abracé contra mi pecho y entre llantos y risas le dije: “No amor, tú no, pero mamá sí”.
Honestamente no puedo recordar si ese día jugue o no. Lo que si se es que varios días después, luego de mucho orar y leer, estaba experimentando mi segundo día de abstinencia. Esta fue mi segunda experiencia con mi compulsión viviendo el séptimo mes desde que encontré a JA. Retomé el Paso Tres aquel día y comencé a entender la diferencia entre entrega y sumisión. La entrega me da esperanza y la promesa de que la puerta contra la que he estado golpeando mi cabeza durante tantos años, algún día se abrirá de par en par, para que no solo pueda ver la luz del sol, sino realmente cruzarla y empaparme en su gloria.
Le agradezco a Dios por mis hijos y le agradezco a Dios por JA.

“¿Sobre qué necesito escribir? No debo temer mirar dentro de mi corazón y escribir sobre lo que encuentro allí”

Esta noche me estoy replegando hacia actividades sin sentido.
¿Por qué? ¿Cuáles son mis sentimientos?
ENOJO! Me da miedo el enojo por que lo he usado para herir a otros y a mí mismo.
Es más seguro esconderlo detrás de alguna actividad.
Enojo. Puedo reconocerlo y manejarlo sin destruir a otros o a mí mismo?
Sí, con los Doce Pasos de JA y sus instrumentos, yo puedo.
Puedo escribir acerca de mi enojo y mientras lo hago describo las emociones más básicas de frustración, ansiedad y pérdida de control.
A medida que escribo mi enojo va desapareciendo.
Puedo hablar con mi padrino y con otros miembros de JA que me pueden ayudar a entender este enojo y me pueden ayudar a dejarlo ir y dirigirlo hacia Dios.
Desde JA ya no debo temer mi enojo y escribir lo que encuentro allí.
Luego puedo manejarlo en forma constructiva.
Puedo vivir honestamente conmigo mismo mientras reconozco y escribo acerca de mis sentimientos.

“Solo estando abstinente -si puedo hacerlo por hoy-
estoy recuperándome”
Únicamente por las repetidas veces en que he fallado
he aprendido que debo tener salud espiritual para tener abstinencia.
Esta relación es como la del huevo y la gallina.
No puedo tener una sin la otra.
Cuando noto que estoy teniendo cualquier forma de negatividad, me detengo para ver qué sucede, entonces tomo una acción positiva, aunque solamente sea descansar.
Cada vez que tengo un impulso que podría sacarme de mi abstinencia, amablemente me digo no, como una mamá con su pequeño quien está en peligro.
Esta madre no estaba en mí.
J.A plantó la semilla de esa madre en mi corazón.
Solamente yo puedo tomar el primer paso para alejar la apuesta junto con mi Poder Superior y las herramientas de recuperación avanzando a través de los momentos, horas, o incluso días de ansia y de negatividad.
Me alejo de eso y me acerco a los instrumentos y al amor de Dios.

"Sólo por hoy, tendré media hora tranquila toda para mí y para relajarme. Durante esta media hora, en algún momento, voy a intentar tener una mejor perspectiva de mi vida."
Sólo por hoy
Recientemente me he convertido en ama de casa, caminar se ha convertido en una gran forma para tener un "tiempo de tranquilidad".
Salir de mi casa me ayuda a aclarar mis ideas y llegar a un lugar donde me vuelvo receptivo para hablar con mi Poder Superior.
En primer lugar, saco de mi cabeza todo el desorden que se ha acumulado de personas, situaciones y sentimientos.
A veces me enojo cuando le entrego mi historia a Dios mientras mis pies recorren la vía.
A veces, pido disculpas a Dios cuando reconozco las actitudes, pensamientos y acciones, no tan honorables,
que estoy experimentando o a los que ya he expuesto a otras personas.
Entonces hago una lista mental de las enmiendas que tengo que hacer.
A veces, mi corazón canta canciones de alabanza y respiro aire fresco, escucho a los pájaros y me doy cuenta de la alegría interna que siento solo porque estoy vivo en este mundo hoy.
Entonces tranquilizo mi corazón y me siento libre para escuchar lo que mi Dios me diría.
A veces, Él apacigua mis sentimientos al permitirme sentir su amor tiernamente en la quietud de mi corazón.
Él a veces me da la voluntad y el coraje para enfrentar situaciones y personas con la sinceridad que necesito para expresárselos.
Siempre, estoy renovado y fresco por terminar mi día sin la necesidad de apostar, con la seguridad de que soy amado.

“Solo por Hoy trataré de tener media hora de quietud para mí y me relajaré.
Durante esa media hora en algún momento trataré de tener una mejor perspectiva de mi vida”
Sólo por Hoy
Cuando recién empecé en JA mi padrino sugirió que le diera a Dios por lo menos los primeros quince minutos de cada mañana como mi Paso Once. De esta forma Dios se ocupará del resto del día incluyendo mi abstinencia. Lo hice y mi vida mejoró.
Pronto fue obvio que yo necesitaba estar dispuesta a hacer más que el mínimo en todos los aspectos de mi recuperación.
Como resultado aprendí a aplicar el Paso Once desde el sagrado espacio de mí mañana a todo otro aspecto de mi día: las compras, el trabajo, la cocina, la comida y aún el hacer fila en el correo.
Mientras Más Hagamos Más Se Nos Da.
Cuando comencé a practicar lo mejor que pude los principios espirituales en todos mis asuntos, comenzaron a suceder milagros de recuperación. Comencé a tratar de poner en práctica todo lo que mi padrino y la literatura de J.A. sugerían.
Se me hizo fácil la abstinencia y comencé a sentir “necesidad” por tener una vida basada en principios.
Los milagros siguieron sucediendo y no han parado.
Realmente Da Resultado Cuando Lo Trabajamos.

SOLUCION INSEPARABLE

“Escribe un artículo para Lifeline” Sigo escuchando esa frase en mí cabeza.
No es que no haya pensado en hacerlo antes, pero cada vez que decidía un tema, lo veía en el siguiente numero de la revista”
Pero hay un tema que esta en mí cabeza hace mucho tiempo y creo que nunca diremos bastante sobre ello.
Este tema es, la importancia de la abstinencia frente a la importancia de la recuperación.
¿Pueden ir separadas?¿Puedo tener una sin la otra?. No lo creo.
He escuchado un montón de charlas sobre este asunto en JA de mí área.
Por ejemplo, había sugerido que hubiera un requisito de abstinencia para los que interviniesen en una de las reuniones a las que voy, lo cual levantó distintas opiniones entre los miembros, incluyendo una importante cuestión ¿el tiempo que uno lleva en el programa es más importante que cuán abstinente está uno?
Yo solo puedo hablar desde mí propia experiencia.
Por favor entended que no intento minimizar la importancia de asistir con continuidad a las reuniones y de trabajar el programa lo mejor que uno es capaz, sobre todo si uno está abstinente aún.
Yo asistí a las reuniones de JA durante diez años antes de ser capaz de estar abstinente con continuidad.
De no haber continuado asistiendo, quien sabe donde estaría yo ahora.
La cuestión importante es, ¿Cuánto era yo capaz de recuperarme mientras seguía practicando mí compulsión?
Al final del primer paso, se dice “practicar los once restantes pasos significa la adopción de actitudes y acciones que casi ningún ludopata que esté aún en activo puede soñar o realizar?
¿Es menos verdad para los jugadores compulsivos? No lo creo .
¿No depende mí recuperación de la adopción de ciertos principios espirituales y no necesito trabajar los pasos para lograr esto? Si !
Mis primeros diez años en el programa fueron una lucha, por no decir más.
Si, hice progresos, pero despacio. Ahora, después de abstenerme durante más de doce años, puedo ver la diferencia entre ese lento progreso y el verdadero progreso que yo tuve desde que comencé a estar abstinente. Y los cambios han sido dramáticos.
Cuando la apuesta era mí Dios, mí mundo era muy limitado, emocional, física y espiritualmente. Iba al trabajo, al súper a casa y entonces a la cama.
Mí relación con mis dos hijos consistía principalmente en gritarles. Sentía tanta lastima y degradación, porque no era capaz de darles el cariño y la atención que necesitaban.
No lo hacía anda bien en mí trabajo porque la obsesión con la apuesta era demasiado fuerte.
No era capaz de tener una relación sana con un hombre. Realmente sólo quería alguien que me quisiera y cuidara de mí, alguien a quien pudiera controlar. No tenía ninguna relación con Dios. Era incapaz de eso porque mí trastorno me separaba de Dios.
Todo eso fue parte de mis diez primeros años en JA ¿qué ha cambiado en los últimos doce años en JA? te preguntas ¡Pues todo!
Hoy, mis hijos y yo tenemos una relación muy abierta. La transformación comenzó cuando dejé de pegarles. Con eso su miedo hacia mí se redujo.
Entonces descubrí que podía hablar con ellos en un tono normal de voz. Empezamos a querernos.
Fui también ayudada por varias personas amables y cariñosas que apuntaron mis errores en mí comportamiento.
Porque esas personas me lo dijeron con cariño y porque no estaba jugando compulsivamente, llegue a ver que estaban hablando y así cambié mí comportamiento.
Permanecí abstinente durante muchos años difíciles y me siento feliz de decir que yo y mis hijos, que tienen ahora 18 y 20 años estamos ahora en el otro lado.
En un tiempo, era incapaz de hacer bien mí trabajo porque estaba obsesionada con el juego compulsivo.
Con la abstinencia llegó la oportunidad de una carrera profesional. Mí autoestima era muy baja en ese aspecto, pero con cada pequeño éxito, creció.
Lo mejor es que soy buena en lo que hago, y que soy capaz e inteligente. Miro y actúo profesionalmente porque soy una profesional.
Hoy, mí marido y yo tenemos una relación que jamás soñé que fuera posible.
Hace seis años nos separamos y todos mis amigos más íntimos pensaron que iríamos de cabeza a los tribunales.
Creían que no había modo de que nuestra relación pudiera sobrevivir.
Pero nosotros trabajamos duro para que funcionara, y funcionó.
Me abstuve durante todo ese período. Vaya milagro.
El mayor de los cambios, sin el cual no creo que hubiesen sido posible todos los demás, es mí relación con Dios.
Se que mientras hice de la apuesta compulsiva, o alguna persona, lugar o cosa mí Dios, no dejaba sitio en mí vida para un Poder Superior.
El mayor regalo de mí abstinencia es el sentimiento de saber que mí vida esta gobernada por Dios.
Sólo mirando hacia atrás puedo ver como Dios ha actuado en mí vida.
Siempre que he tenido un problema o una situación que me inquietase, miro años atrás y me recuerdo a mí
misma que, con Dios al cargo, todo funcionará para bien, incluso si no puedo verlo en ese momento.
El libro grande dice que tenemos una tarea basada en recordarnos nuestra condición espiritual.
Yo he experimentado esa mejoría porque he sido rescatada de un trastorno mortal, uno que pudo seguramente matarme.
Entrego mí vida a Dios pidiéndole que me muestre el camino.
Así que ¿Cuán importante es mí recuperación si no estoy abstinente? Para mí, no puedo tener lo uno sin lo otro.

“Somos impotentes ante cada uno de nuestros defectos de carácter, igual que somos impotentes ante la apuesta. Es necesario un Poder más grande que nosotros para quitarlos; no podemos hacerlo solos.”

Por un tiempo bien largo, yo pensé que yo tenía que hacer que mis defectos de carácter desaparecieran, que tenía que intentar muy duro ser una mejor persona, luchar con las reacciones impulsivas y forzar que emerja una nueva personalidad.
Yo vine a ver que este proceso era mucho más suave. Yo pude ver los beneficios de dejar que mi Poder Superior trabaje en mi problema con la apuesta.
La INCOMODIDAD que sentí a cerca de mis imperfecciones fue el catalizador para acercarme más a mi Poder Superior.
Siendo consciente de mi impotencia y pidiendo ayuda en mis oraciones, recibí nuevos conocimientos, límites necesarios y la habilidad para negociar las aguas turbulentas sin dejar una gota de disturbio en mi camino.
Mi programa se convirtió en un mecanismo de vida que me lleva a ser más amable, un ser humano más tratable y me permitió prepararme para enfrentarme con los escombros de mi pasado.

Todos los Meses de Enero

CADA ENERO ERA LO MISMO.
Prometía un nuevo comienzo. Podía apostar con total abandono durante la época de fiestas, y Enero traería un nuevo comenzar.
CADA LUNES ERA LO MISMO.
Prometía un nuevo comienzo. Podía apostar con total abandono durante todo el fin de semana, y el lunes traería un nuevo comenzar.
CADA MAÑANA ERA LO MISMO.
Prometía un nuevo comienzo. Podía apostar con total abandono todas las noches, y la mañana traería un nuevo comenzar.
Vivía en un mundo de fantasía en el que creía, contra toda la evidencia en contra, que podría controlar mi forma de apostar.
Me decía a mi misma que esta vez sería diferente.
Este enero, este lunes, esta mañana sería diferente. Nunca lo era. No importaba lo fuerte que era mi deseo
o mi voluntad, no podía permanecer lejos de esa primera apuesta compulsiva.
LAS CONSECUENCIAS DE MI ADICCIÓN PROGRESARON JUNTO CON MI ENFERMEDAD.
Cada día que vivía en la negación, mis deudas cada vez se hacían mayor. La tortura mental era constante.
Finalmente me di cuenta de que cada mañana, cada lunes y cada Enero, iban a ser exactamente igual el resto de mi vida.
Eso, para mi, no se parecía mucho a una vida.
Ahora admito todos los días que soy impotente ante la apuesta. No quiero olvidar nunca que soy una adicta a la apuesta.
No quiero ya jugar con una enfermedad que me destruye mentalmente y fisicamente.
No quiero vivir en la ilusión de que este Enero, lunes o día será diferente.
Siguiendo las simples sugerencias de las herramientas, pasos y tradiciones un día a la vez, no sólo no tengo que realizar esa primera apuesta, sino que también no quiero realizar esa primera apuesta.
¡NO LE FALTA NADA PARA SER UN MILAGRO!

Trabajar un Programa Honesto

La Verdad Me hace Libre

¿QUÉ SIGNIFICA TRABAJAR UN PROGRAMA HONESTO?
La definición de “honesto.” En el diccionario es: “libre de fraude o engaño. Legítimo, verdadero; y genuino y real.”
Con mi enfermedad activa, no era nada de esto, pero este viaje de recuperación me ha permitido ser genuina, real, verdadera y libre.
No ha sido fácil, pero ha valido la pena. Estoy muy agradecida a Dios por este regalo.
Admitir en el Paso Uno que yo era impotente ante la apuesta y que mi vida se había vuelto ingobernable
requirió de mi ser honesta conmigo misma como nunca lo había sido antes.
Tuve que quitarme las anteojeras y empezar a rebuscar entre todos aquellos años de negación y mentiras.
Me mentía a mí misma diciendo: “Puedo controlar esto, yo mando, no estoy jugando compulsivamente y esto no está afectando a mi salud.”
Hizo falta otro regalo de desesperación y tocar fondo después de otra de mis apuestas que descontrolado para que aceptara que era impotente.
Esta vez fue diferente. Me asustó y me dejó con la sensación de una baja en todas mis defensas fisicas y mentales. Empecé a romper el muro de negación.
Tenía que mirar honestamente quién era yo: una adicta a las apuestas fuera de control.
Ver esto por primera vez fue aterrador y liberador. No más excusas, no más mentiras, solamente la enfermedad y yo.
Ahora, ¿Qué iba a hacer yo respecto a todo eso?
SI LUCHABA, LA ENFERMEDAD SIEMPRE GANABA.
Era hora de rendirme ante ella. Había oído que la honestidad era el principio detrás del paso Uno, y hoy lo comprendo.
En un retiro de JA, una mujer compartió su experiencia, fortaleza, esperanza y recuperación de la ludopatia en la compulsión por los juegos de azar.
Compartió su recuperación en el programa de JA. La llamé por teléfono al red vida de jugadores compulsivos y por primera vez en mi vida fui honesta con otra persona sobre mi enfermedad. Doy gracias a Dios por aquel número de teléfono.
La honestidad no ha sido natural en mi.
Empecé a mentir a una edad temprana: “¡No, yo no me robe las monedas del vuelto del almacen! “¡Nunca haría eso!.”
A menudo me avergonzaba de mi conducta. Mentía para parecer y sentirme mejor, pero no funcionaba nunca.
En mi enfermedad, puedo haber prometido algo con la mejor de las intenciones, pero nunca lo cumplía.
Inventaba excusas y mentía para taparlo y no quedar mal.
Esto me producía una vergüenza enorme, así que me dirijia inmediatamente a los casinos y tragamonedas inmediatamente para sentirme mejor, y el ciclo se repetía no pudiendo parar hasta quedarme sin dinero y nuevamente empezaba la compulsion tratando de conseguir dinero de donde sea para seguir jugando.

ASÍ QUE ¿QUÉ SIGNIFICA HOY PARA MI TRABAJAR UN PROGRAMA HONESTO?
Bien, llegar a ser honesta, real, verdadera y genuina ha sido un proceso.
Era bastante corriente a principio de mi recuperación volver a llamar a alguien después de haber colgado el teléfono para decirle:
“Lo siento. Eso no era verdad. Lo que realmente ocurrió es.…..” Hacer esto y ver que la gente todavía me aceptaba y quería, me ha permitido confiar en que la gente me querrá por lo que realmente soy. No tengo que fingir ser alguien que no soy. Ha sido muy importante empezar el día comprometiendo mi plan diario con mi madrina. Como exactamente lo que digo, y si por alguna razón no lo hago, llamo a mi madrina y hago el cambio necesario.
Estos actos me ayudan a rendirme, a hacerme más humilde y a practicar una honestidad rigurosa.
Podría fácilmente comprometer una acción , pensando que era poca cosa y que nadie lo iba a saber. Yo lo sabría. Estoy aprendiendo a ser honesta en todos
mis asuntos, incluyendo mi adicción y mis emociones. Ya no me siento bien diciendo una cosa y haciendo otra. Este es uno de los muchos regalos del programa.
Al final del día, en mi inventario del Paso Diez, me pregunto: “¿He sido deshonesta y debo una disculpa a alguien?.” Si es así, me ocupo de ello inmediatamente. Trabajar un programa honesto lo significa hoy todo, porque mi enfermedad quiere deslizarse de nuevo por donde puede.
Si empiezo a mentir, disfrazar la verdad o mentir por omisión, la puerta se agrieta e invita a entrar a la enfermedad.
Ahora quiero estar en la solución, no en el problema. Estoy agradecida porque con la deshonestidad no me vaya bien.
Estoy siendo mi genuina y real yo, la yo que mi Poder Superior quiere que sea. Esto es un efecto secundario de vivir correctamente y vivir en recuperación.

"Tu compromiso con la abstinencia de jugar compulsivamente en exceso es lo más importante en tu vida sin excepción!"

Antes de realizar tu primera apuesta por pequeña que sea recuerda
Lea el primer párrafo de este folleto cada mañana para recordar mis prioridades.
La abstinencia es más importante que cualquier otra cosa.
Se aplica a todas las áreas. La abstinencia está por encima de mi familia.
De cualquier modo, si no estoy abstinente no soy útil para los míos.
La abstinencia es más importante que mi trabajo, sino estoy abstinente entonces mi trabajo no puede realizarse bien.
Puedo hacer todo el dinero que quiera, pero si no me conservo abstinente no lo puedo disfrutar.
La abstinencia me ayuda a mantenerme en el presente.
Soy mucho más capaz de desarrollar una relación con mi Poder Superior y de eso se trata JA.

UN PUNTO DE VISTA

El jugador compulsivo como yo, concentra su atención en la apuesta, los tratamientos alternativos, etc., logran distraerse de las situaciones reales que existen detrás de mi ludopatía y la obsesión por apostar.
Es necesario decir algo que comúnmente a los jugadores compulsivos no nos deja muy bien parados, pero es una verdad: la manera en que apostamos es una metáfora de la forma en que vivimos y también es una metáfora de la forma en que amamos.
Seguimos conductas que bloquean nuestra posibilidad de encontrar sano placer en la vida diaria y en nuestras relaciones con otros seres humanos.
Fantasear en exceso, crear de pequeñas cosas grandes dramas, desear lo prohibido, sentir la necesidad de controlar y manipular, son algunas de ellas.
La preocupación por nuestra ludopatía es una distracción conveniente y socialmente aceptada que nos aleja de razones más complejas y profundas que jamás se resolverían con fuerza de voluntad, abstinencia sin plan diario.
Abusamos de la apuesta aunque nos reviente la vida, como un apoyo indispensable para enfrentar el rechazo, la desconfianza, la carencia afectiva, el abuso físico, la ira reprimida, el dolor; la utilizamos como una protección para no ser lastimados nuevamente o ser objeto de algún tipo de discriminación.
Además de anestesiar las emociones con apuestas, nos lastimamos a nosotros mismos por que en el fondo no sabemos que nos merecemos algo mejor y en consecuencia muchos de nosotros nos convertimos en adultos infelices, no tanto por que hemos pasado por situaciones traumáticas, sino por que las hemos reprimido.
Nuestras vidas giran alrededor de lo que apostamos; las fantasías de lo que seremos una vez que dejemos de apostar compulsivamente cuando obtengamos la gran ganacia.
El dolor, parece venir exclusivamente de la apuesta, de la esquiva fuerza de voluntad y de la insatisfacción con nuestra vida.
Así pues, el significado de liberarse de de la obsesión por la apuesta va mas allá de obtener abstinencia.
Implica soltarla, dejar de manejarla para protegernos del dolor, por que con esta forma de "protección" lo que hacemos es alejarnos de la vida.
Cuando permitimos que el dolor se vuelva visible, le podemos dar un nombre y al hacerlo nos podemos liberar de el.
Quienes somos jugadores compulsivos creemos con pasión que si estuviéramos sin apostar, nuestras vidas serian muy diferentes.
Hasta aquellos jugadores compulsivos que han dejado de apostar siguen afirmando que si tuvieran únicamente otra oportunidad, serian felices al fin.
Lo que hacemos con la apuesta lo hacemos también con nuestras vidas.
El apostar es el escenario en donde actuamos aquello que creemos sobre nosotros mismos.
Las apuestas nos sirven para somatizar nuestros miedos más profundos, nuestros sueños y convicciones.
Algo anda mal y apostamos para expresarlo.

UNA GUIA PRACTICA A LA ABSTINENCIA.

He sido agraciada con nueve años de feliz abstinencia desde que he regresado a JA después de una recaída en 16 años.
Mi vuelta desembocó en un nivel de renuncia mas profundo y recuperación.
Me gustaría compartir algunas ideas prácticas que he usado para conseguir la recuperación física y mental:
El primer requisito era estar dispuesta a abstenerme. Para estar dispuesta, tenía que querer otra cosa mas de lo que quería apostar;ese algo era libertad del dolor mental, emocional, espiritual y físico que me consumía. Mis miedos me impedían incluso intentarlo al principio.
No podía soportar la idea de fallar otra vez. Tenía miedo de dejar la apuesta porque podría necesitaría de nuevo para detener mi dolor.
El Libro Grande habla de rezar pidiendo la voluntad; pedí la voluntad de tener buena voluntad. Me llegó después de mas o menos un mes.
Respiré con fuerza, y entonces di el salto con el apoyo de mis amigos de JA y mi Dios.
Esto empezó un compromiso de toda una vida para abstenerme de jugar compulsivamente y de usar la apuesta para adormecer o intensificar mis sentimientos.
Empecé a buscar formas prácticas para ayudarme con el lado físico y mental, de mi enfermedad.
La literatura de JA tienen las respuestas. Solo que estudiarlos y aplicarlos. Empecé trabajando los Pasos.
Aprendí que para practicar la abstinencia necesitaba un sencillo y flexible plan diario que no activara mis obsesiones, compulsiones y deseos.
Aprendí que la honestidad, sobre mi apuesta es un requisito básico y que necesito estar constantemente consciente de los momentos en que me miento a mi misma con racionalizaciones, excusas y negaciones.
Hice una ampliación del folleto "ANTES DE TOMAR ESA PRIMERA APUESTA COMPULSIVA" Y de la tarjeta "UN DÍA A LA VEZ".
Los corto en cuadrados con una sugerencia en cada papel; luego pongo una sugerencia en cada esquina del espejo de mi baño.
Los leo durante una semana o mas, y luego pongo otro. Después de un tiempo se quedan grabados en mi mente.
Estos recuerdos saltan cuando los necesito. Una de las sugerencias que uso a menudo es, "Ni por un solo segundo te permitas pensar en apostar compulsivamente". Este concepto evita que los pensamientos sobre la apuesta se metan en mi cabeza y se conviertan en obsesiones,
Otro panfleto que uso es "BIENVENIDO DE NUEVO". Me ayuda con los conceptos que tratan de rendición, miedo, negación, impotencia, responsabilidad, perfeccionismo, ilusiones, libertad y un bocado es solamente un bocado.
También usó el folleto "LISTA DE COMPROBACIÓN DE LA RECUPERACIÓN" para que me guarde contra la complacencia y me recuerde diariamente que no tengo mas poder sobre la apuesta que cuando asistí a mi primera reunión de JA.
También lo uso para que me avise sobre otros síntomas que podrían llevar a una recaída.
Lo tengo como señalador de páginas en mi libro de meditaciones de JA "Solo por hoy", así lo veo todos los días-
Uso todas las sugerencias prácticas en el folleto UN COMPROMISO A LA ABSTINENCIA, como:
1. He desarrollado un plan diario que sigue mis límites y me permite disfrutar de mi dia libre de obsesiones, compulsiones, deseos y culpabilidad.
2. He rendido a mi Poder Superior una larga lista de factores de stress que despiertan deseos en mi.
3. He sido bendecida con dos madrinas maravillosas y cariñosas.
4. Utilizo las otras herramientas de recuperación: servicio, teléfono, anonimato, escribir y reuniones.
5. Permanezco alerta ante posibles problemas utilizando la oración.
6. Disfruto de mis dias sin culpabilidad. Mi meta no ha sido nunca que la apuesta me desagrade.
7. Utilizo dia a dia mi oración de entrega a mi Ser Superior.
8. Quiero saber todo lo que pueda sobre esta enfermedad, y he descubierto respuestas excelentes, en nuestro Libro Grande de Jugadores Anónimos En la parte de atrás del libro hay tres apéndices que describen los tres aspectos de mi enfermedad:uno sobre la mente por un psiquiatra, otro sobre el cuerpo por un médico y otros del espíritu por un ministro. Cada vez que las estudio aprendo más.
Oímos mucho sobre las promesas en el Libro Grande. Me gustaría compartir con vosotros las promesas que se están haciendo realidad para mi.
a) La recuperación está garantizada en tanto practiquemos los cuatro "si" que dice:
¿Podemos garantizar tu recuperación? La respuesta es sencilla.
1. Si enfrentas honestamente la verdad respecto a ti mismo y a tu enfermedad,
2. Si sigues asistiendo a las juntas para hablar y escuchar a otros jugadores compulsivos en recuperación,
3. Si lees nuestra literatura de Jugadores Anónimos con mente abierta y, lo mas importante,
4. Si estás dispuesto a confiar en un Poder Superior a ti mismo que dirija tu vida y a trabajar los Doce Pasos a tu máxima capacidad, creemos que, en verdad, podrás incorporarte a las filas de aquellos que se han recuperado.
b) La preocupación por la apuesta me ha dejado.
c) Ahora puedo pensar y actuar en vez de reaccionar ante la vida, una nueva forma de vida.
d) He llegado mas alla de la apuesta y las emociones a una experiencia de vida mas completa.
e) Como resultado de practicar los Pasos y entregar mi voluntad y mi vida a Dios estoy consiguiendo humildemente la libertad de la obsesión por la apuesta
Todos estos conceptos ayudan, pero sin rendirme no tengo una libertad real de la compulsión por la apuesta.

“Una persona no tiene que estar abstinente para ser bienvenido a las reuniones de JA… de hecho, muchos de nosotros hemos seguido viniendo a JA a pesar de los problemas con la abstinencia y hemos encontrado que esto ha sido la llave para nuestra recuperación.”

Yo estoy agradecida de que JA no basa su membrecía en el abstienecia de apuestas, pero si en el deseo de dejar de apostar compulsivamente.
Algunas veces yo solo podía aparecer en las reuniones y contribuir con la Séptima Tradición. Yo lloraba, asentía con la cabeza y trataba de actuar como si todo estuviera bien, aunque me estaba desmoronando emocionalmente.
Por la gracia de mi Dios y mi coraje para no dejar los salones algo milagroso sucedió con el tiempo. Escuché el mensaje de aquellos miembros con una larga abstinencia.
No sucedió que simplemente un día yo hiciera todo lo que JA sugiere, pero lentamente empecé a preguntarle a las personas correctas preguntas profundas. Esto eventualmente me llevo a la persona que tenía la suficiente buena voluntad y fortaleza para superar cada obstáculo que yo ponía para resistir la recuperación.

“Una vez que nosotros los jugadores compulsivos hacemos el Tercer Paso, la recuperación no puede fallarnos”

En un periodo de estancamiento en mi recuperación de jugar compulsivamente, me sentía atrapado como si me subsionaran arenas movedizas, asfixiándome en mi compulsividad.
La diferencia entre el paso Cuatro y Cinco me tenia confundido. Yo no me daba cuenta de que el Paso Cuarto era entre mi Dios y yo, y que el Paso Cinco representaba el permiso de mi Poder Superior para tener confianza a un amigo.
Había estado sacando mi Cuarto Paso durante cuatro meses a las reuniones de JA, pero no podía descubrir por qué me sentía atrapado. Me acerqué a mi padrino con mi problema. Él me dio una sesión privada en la que sabiamente me unió con una cuerda imaginaria que me guiaría para sacarme de las arenas movedizas. El me escuchó pacientemente permitiéndome llegar al agotamiento. Entonces sus suaves palabras me unieron a la cuerda amablemente, diciéndome que diera otra mirada al Paso Tres. Y me sentí ansioso y anhelante de encontrar otro padrino. Me detuve una semana, hasta que un día tome mi libro Doce y Doce de JA y empecé a leer el Paso Tres. Cuando leí las líneas que se mencionan arriba, sentí un despertar y sentí paz. Esas palabras llegaron a ser mi promesa. Empecé a trabajar el Paso Tres otra vez. Gracias a ese sabio padrino y a mi Poder Superior mi recuperación se reanudó.
No somos indignos de ser amados porque tenemos esta enfermedad, el amor es lo que necesitamos para recuperarnos…

“Una vida de feliz y sana utilidad” es lo que se nos promete como resultado de trabajar los Doce Pasos”

“¿Quién querría eso?” esa fue mi reacción cuando leí esto por primera vez, hace casi diecisiete años.
Yo quería para apostar mucho dinero, no servir a otros.
Hoy estoy convencido de que mi Poder Superior me llevó a J.A.
Obtuve mucho más de lo que di cuando traspasé las puertas de J.A.
No se me había ocurrido probar una solución espiritual para lo que pensaba era un problema mental.
Yo había estado jugando compulsivamente toda mi vida antes de venir a JA.
Yo simplemente no sabía que había un nombre para lo que hacía.
Me siento muy agradecido por haber seguido viniendo a las reuniones en forma regular, semana tras semana.
Mi Poder Superior continúa desafiándome para que me ame y me acepte como soy hoy y para que pase el mensaje de que la recuperación de esta enfermedad es posible.
“Una vida útil y feliz” para mí mismo y para otros es algo que valoro hoy, un día a la vez.
Ha sido una experiencia única para mí poder llegar a los Jugadores Anónimos que aún sufren y saber que hay una solución en J.A sí la quieren.

UNIDOS NOS MANTENEMOS

Llegamos a comprender que teníamos que admitir plenamente, en lo más profundo de nuestro ser, que éramos jugadores compulsivos.
Este es el primer paso hacia la recuperación.
Hay que acabar con la ilusión de que somos como la demás gente, o de que pronto lo seremos.
Vine a Jugadores Anónimos porque ya no podía controlarme jugando.
Puede que fuese por las quejas de mi esposa por mi costumbre de apostar, o quizá porque las deudas me obligaba a asistir a las reuniones de J.A. o tal vez, porque en lo más íntimo de mi propio ser, me daba cuenta de que no podía apostar como las demás gentes y no estaba dispuesto a admitirlo porque la alternativa me aterraba.
Jugadores Anónimos es una comunidad de hombres
y mujeres unidos contra una enfermedad común y mortal.
Nuestras vidas están vinculadas unas con otras y somos
como un grupo de náufragos en una balsa salvavidas en alta mar.
Si trabajamos unidos, podemos llegar, sanos y salvos, a tierra firme.
“…La mentira se abre paso porque la verdad nos confrontaría con nosotros mismos…”

“Vamos a las reuniones, hacemos un esfuerzo para expresar nuestros sentimientos abiertamente y
actuamos como si el poder para cambiar, para abstenernos de jugar compulsivamente fuese ya nuestro”

Siempre he sido una persona que ve “el gran paisaje” y planes por delante.
En las primeras reuniones no pude comprender que mi abstinencia y recuperación no eran un compromiso de por vida.
Cuando mi recuperación comenzó me encontré con la frase de vivir y actuar “como si”, como si estuviese abstinente, como si tuviese una sólida relación con Dios, como si tuviese un padrino y como si estuviese en realidad en recuperación.
Ese simple ajuste mental me ha ayudado inmensamente. He logrado desde actuar “como si” a estar realmente abstinente, a tener una relación con Dios, a vivir un día a la vez, a tener un padrino (ahora también a ser padrino)
y a recuperarme realmente. El haber aprendido a vivir el momento ha sido una bendición.
Ya no lamento lo que no se ha hecho o lo que ya ha sucedido. He aprendido a “simplemente ser”. Puedo reconocer eso solo por hoy.
Estoy abstinente y agradecido. Ya no estoy sentado en el asiento del conductor. Este simple pensamiento no hubiera sido verdad sin JA