VOCES DE RECUPERACION

“Nosotros entonces encontramos que para lidiar con nuestra confusión interna, tenemos que tener una nueva manera de pensamiento, de actuar en la vida en vez de reaccionar…”.

Parece que toda mi vida ha sido una serie de reacciones de miedo, enojo o resentimiento hacia otros o situaciones, o de mi misma negatividad o vergüenza.
Para lidiar con mi desesperación y confusión interna yo tuve que parar de culpar la vida y encontrar una nueva manera de pensar.
Con la ayuda del programa de JA y de mi Poder Superior, aprendí que yo puedo aceptar a los otros tal como son.
Aprendí que yo no soy una víctima de la vida. Yo puedo cuidarme y ser responsable por mi persona y mi pensamiento.
Yo puedo conscientemente elegir pensamientos positivos y decisiones que me capacitan para actuar en la vida un día a la vez.
Cada vez que mi obsesión por la apuesta regresa, es una señal para mí de que necesito mirar mis reacciones hacia la gente y las cosas.
Necesito la buena voluntad para tomar responsabilidad de mi parte y de mi felicidad. Necesito poseer mi propio poder para tomar acción.
Hoy yo sigo los Doce Pasos y actúo en la vida.

Nosotros hemos REALIZADO TODO TIPO DE ATROCIDADES PARA APOSTAR.

La primera vez que yo leí este pasaje, pensé que me había tropezado con una organización secreta y que alguien me estaba siguiendo con una cámara de video.
Recordé las muchas veces que ROBABA LOS AHORROS DE MIS HIJOS ROMPIENDO EL CHANCHITO.
Recordé el viejo apodo familiar:”vieja canasta de basura” porque yo podía HACER LO MAS INSOLITO PARA CONSEGUIR DINERO.
Repentinamente me di cuenta de que mis conductas se repetían lo suficiente como para aparecer en un libro.
Mire alrededor en la reunión y vi caras de personas con MI problema, y supe que era su problema también.
Por primera vez, pude leer el resto del maravilloso libro GRANDE y verme en la solución en vez de en el problema.

"Nosotros no estamos ni por encima ni por debajo del resto de la raza humana; somos una parte de ella."

En el momento en que termino mi Quinto Paso me siento aliviado y emocionado.
Sé que mi Poder Superior ha estado conmigo en todo el camino asistiéndome y guiándome.
Sentía que tenía que ser mejor que todos los demás o no era buena en lo absoluto.
Este sentimiento me llevaba a actuar como una "sábelo-todo”.
A medida que reflexionaba en el inventario del Cuarto Paso, empecé a darme cuenta de que no era diferente de ninguno de mis compañeros en JA.
Había escuchado muchas de estas cosas en las reuniones.
¿Por qué pensaba que yo era diferente?
El proceso de mi Quinto Paso me abrió los ojos, empecé a ver la realidad de mi vida.
Yo era uno de muchos, conviviendo con los demás y con mi Poder Superior, tratando de recuperarme.
En la medida en que hablaba con mi madrina, me sentía humilde, aceptado y amado.
Finalmente yo era parte de la raza humana: no mejor ni peor que ninguna persona.
Que increíble programa!
Gracias a JA, a mis compañeros, y a mi Poder Superior.

“Nosotros pedimos y recibimos, primero el deseo, y luego la habilidad. Podemos contar con esto sin falla.”

La primera vez que alguien en JA sugirió que necesitaba orar por buena voluntad, pensé que estaba loco.
Tenía compulsion por apostar en todas las celulas de cuerpo, había intentado muchas formas de dejar de apostar compulsivamente y me odiaba.
Cómo podía no estar dispuesto a ser un ser normal que no apuesta a nada? Entonces empecé a observar mi comportamiento.
Oré a Dios pidiéndole que me impidiera tener pensamientos relacionados con el juego compulsivo. Yo apostaba dinero que robaba.
Me juntaba con gente que era apostadora estafadora y que sabía que esto me producia mas adiccion .
Entonces me di cuenta: yo no estaba dispuesto.
Está bien, Dios, ahora estoy dispuesto a orar por buena voluntad. Orar por buena voluntad ha hecho la diferencia.
La habilidad vino lentamente a medida que estaba dispuesto a encontrar una manera sana de vivir sin apostar ni llegar a limites destructivos de mi ser.
• Esto llegó a medida que estuve dispuesto a salir de mi mismo y pedir ayuda para acabar con mi aislamiento.
• Esto llegó a medida que estuve dispuesto a ser humilde y entregar mi impotencia sobre la apuesta.
• Esto llegó a medida que yo trabajé el programa un día a la vez

“Nosotros vamos a amarte hasta que tú puedas amarte a ti mismo”
Lema del Programa

Cuando por primera vez vine a JA, no me podía sentir verdaderamente amado por otra persona. Me sentía indigno de amor. Aparentemente yo actuaba como si creyera que otros me amaban, pero en mi interior verdaderamente creía que si alguien verdaderamente me conociera, me encontraría inaceptable. Cada vez que llamaba a mi madrina y que ella realmente se alegraba de escucharme, lloraba. Me preguntaba como ella podía preocuparse por alguien como yo. Pensaba que debía haber algo errado con ella.
Cuando iba a las reuniones, la gente aplaudía cuando yo compartía.
Ellos dejaban de hacer lo que estaban haciendo por hablarme cuando los llamaba.
Escucharlos compartir sus dificultades me hizo dar cuenta que no era tan diferente e inaceptable. Después de todo, yo los amaba. ¿SERÍA POSIBLE QUE YO FUERA DIGNO DE AMOR?
Despacio a través del tiempo, con la ayuda de mi familia de JA y mi relación con mi Poder Superior, yo empecé a sentirme digno de amor. Pronto empecé a tratarme como otros me estaban tratando. El milagro estaba sucediendo.
A través de ser amado, ahora soy capaz de amarme a mi mismo

“Nuestro Poder Superior nos da el poder mientras nosotros hagamos el trabajo”

En los tiempos negros anteriores a encontrar la abstinencia y los Pasos yo estaba lleno de miedo, depresión, soledad, desesperación y auto compasión.
Yo estaba siempre en búsqueda de algo que “arreglara” mi vida: una relación, más dinero, la dieta perfecta, un mejor sicólogo.
Más que nada yo buscaba alguien que se hiciera cargo de mí por siempre.
Adivinen!
Eso es exactamente lo que encontré en mi recuperación, un Poder Superior que me cuida por siempre.
Ya no dudo de que exista tal poder. Hay demasiadas pruebas de que algo me responde cuando yo deseo cambiar.
Mi único trabajo es andar el camino y confiar. Creo que esta búsqueda de una conexión con un ser superior era el “agujero” que traté de llenar con la apuesta.
Es como si me hubiera ido de casa hace mucho tiempo con una amnesia tan profunda sin siquiera tener conocimiento de que estaba perdido.
Pero algo permanecía llamándome hacia un camino de curación y esperanza.
Me trajo a Jugadores Anonimos.
Me trajo a mi hogar.

“Nuestro sincero concepto de Dios no estaba funcionando… “

Años de oración, de mendicidad, y de llanto para liberarme de esta inmensa necesidad de apostar y apostar me han dejado demasiadas dudas sobre los requerimientos del Paso Dos.
Pero yo me pregunto: ¿Qué tengo que perder, pensando acerca de un concepto de Dios que no ha funcionado para mí?
¿Podrían mis ideas acerca de Dios realmente estar evitando mi recuperación? Este pensamiento no sólo arremete contra el orgullo que tengo en mi desarrollo espiritual, sino que también sacude las bases mismas sobre las que he construido mi vida física, emocional y moral.
Por mucho que evito tales pensamientos, una voz dentro de mí me dice que este concepto puede ser una inspiración.
¿Estoy dispuesta a liberar mi espíritu para que pueda vislumbrar un Poder Superior que me dará recuperación?
La Buena Voluntad es el principio del proceso de sanación y hoy voy a dejar que mi mente y el espíritu vayan más allá de los límites de mi experiencia, educación y emociones para encontrar un Poder Superior que está esperando para conducirme a la recuperación.
Ahora estoy rodeado por “mi gente”.
El mundo no parece tan oscuro y aterrador.

Nuevo Bolso, Nueva Esperanza

Hoy es el sexto día de este hermoso regalo de la abstinencia que me ha dado mi poder Superior.
Anoche salí a cenar con mi hermana y mi mejor amiga.
Esta era la primera vez que comía fuera desde que empezó mi abstinencia.
Estaba nerviosa y asustada, pero tenía un plan.
Antes de que fuéramos, sabía lo que podía ocurrir una invitación a la sala de apuestas.
Incluso llevo el mínimo dinero en el bolsillo bolsillo para ser honesta conmigo misma.
Mientras abría mi monedero encontré una tarjeta de JA.
Esto si me dió fortaleza!!!!!!!! de saber que los recordatorios también son herramientas que el programa me regala, para poder bien mi plan de abstinencia. a los juegos de azar.
La opción de la Hermandad es muy poderosa, pero puedo decir que la abstinencia es un regalo de mi Poder Superior.
Bendice mi vida y me da el valor de acercarme a todos aquellos que todavía sufren. Los milagros suceden.

“Nunca más haremos simplemente lo que tenemos ganas de hacer o lo que pensemos que podemos hacer.
En lugar de eso, trataremos de descubrir cuál es la voluntad de Dios para nosotros y luego actuaremos en consecuencia”

Yo apadrino en una forma muy precisa y estructurada que tiene un principio espiritual conectado a cada paso. El paso tres es acerca del compromiso.
Muchos jugadores compulsivos encuentran que cumplir con sus palabras es muy difícil.
Los primeros tres pasos se relacionan a construir un cimiento con Dios y a reconstruir nuestras casas.
El compromiso es crucial en el trabajo de poner la casa en orden con los pasos cuatro al nueve.
Lo que yo alguna vez pude. hacer antes de hacer el paso tres no es ya posible ahora que firmo el contrato con mi Poder Superior.
Algo sucede cuando yo cruzo la línea y ya no puedo negar la verdad acerca de mí mismo. Me convierto en real, honesta y verdadera.
Cuando mantengo mi compromiso es porque he dejado a mi viejo Yo atrás y debo estar deseoso de escuchar la voz de mi nuevo YO en recuperación.
Sin ninguna duda, la recaída nos patea escaleras arriba y no hacia abajo.
Estoy convencido de que lo debes ver de esta manera, sólo has estado recibiendo un poco de instrucción, a la manera mas difícil".

“…orar solo para conocer su voluntad para nosotros y la fuerza para cumplirla”.
“Dios, ayúdame”, era una simple oración, una súplica de un jugador compulsivo en recaída.
Después de una hora el nombre de una persona vino a mi mente, la llamé, ella me ayudó en Mayo de 1981. He estado abstinente desde entonces.
No sabía que con una simple oración empezaría mi camino espiritual.
Me entregué a Dios por causa de la apuesta, estaba desesperada.
Hoy estoy enamorada de Dios, El es dueño de mí. Confío en El con todo.
He vivido la alegría de sus milagros en mi vida.
Conozco el alivio de Su amor consolador cuando estoy triste.
Veo su trabajo en mi vida y en la de otros.
El Dios como yo lo concibo es poderoso y se interesa en todo lo mío.
El me guía y protege mostrándome el camino.
El paso Once me revela la manera más fácil y suave”…
Orar solo por el conocimiento de su voluntad para nosotros y la fuerza para cumplirla”.
He confiado a Dios mi juego compulsivo, y Dios me ha dado una vida.
Esta simple oración, dicha desde hace mucho tiempo,
aplica aun el día de hoy, y Dios continua respondiéndome.

“Para lo que estamos realmente dispuestos es para que se nos quiten las dificultades que nuestros defectos nos causan mientras que nos aferramos a esos defectos”

Yo hice un inventario moral en el Paso Cuarto, se lo dije a alguien en el Paso Cinco y estaba listo para proseguir.
Por qué el Paso Seis parecía difícil? Yo había identificado los defectos de carácter que me causaban problema y ellos no parecían ser cosas que uno quisiera guardar.
Resentimientos, rencor y miedos recorrían mi vida.
Escribiéndolos me han mostrado que inútiles eran.
No podía entender porque yo todavía quería quejarme
y gritar o ser miedoso o celoso.
Pensaba que quería que me quitaran los defectos.
Tal vez yo no estaba haciendo lo suficiente.
Esta oración me dio la respuesta.
Yo quería gritarle a mi hijo, pero no quería que a su vez me gritara o actuar enojado.
Yo quería hacer comentarios sarcásticos, pero no quería lastimar los sentimientos de ninguno.
Yo no deseaba que se quitaran mis defectos; YO SOLO DESEABA NO SUFRIR LAS CONSECUENCIAS.
Esta oración me mostró que yo tengo mucho trabajo para hacer.

“Para muchos de nosotros, la buena disposición para encontrar nuestro propio camino es una señal de que nos estamos recuperando y madurando emocionalmente”

He aprendido que la séptima tradición es mucho más que colocar un billete o moneda en la canasta de la reunión.
El servicio a mi reunión, a mi grupo, Intergrupos, mi región y a JA como un todo es también parte de la Séptima Tradición.
Cuando me quejo de algo que no se está haciendo en JA, por ejemplo traer nuevos miembros, me hago parte de la solución cuando programo una reunión para recién llegados.
Cuando contribuyo al bienestar de las reuniones, me estoy haciendo responsable de mi parte en el bienestar JA como un todo.
Asumir responsabilidades es un signo inequívoco del crecimiento emocional y espiritual.
Es también una oportunidad para practicar aquellos principios espirituales que contribuyen a corregir mis defectos de carácter.
Me ayudan a superar el miedo, el apresuramiento al actuar y la falta de honradez.
No necesito esperar a ser perfecto para prestar servicio.
Si estos defectos de carácter aparecen los puedo trabajar a través de los pasos 4 a 9 y abrir más aún mi corazón al despertar espiritual.

Para un jugador compulsivo el acto de apostar está ligado a las emociones.
Nunca estamos totalmente satisfechos no importa la cantidad que hayamos apostado porque estamos apostando por razones emocionales.”

Caramba! Este soy yo. Esto es exactamente lo que hice. Me he preguntado como alcancé a llegar a un estado calamitoso, no podia ni sumar ni restar.
Entonces leí las palabras que están al comienzo y encontré la respuesta. Cada vez que sentía algo negativo o incomodidad lo enfrentaba apostando.
Yo apostaba cuando me sentía ansioso, enojado, solitario o cansado. Pero sin importarme nada de nada, esos sentimientos permanecían.
Apostare “un poco más” nunca me satisfizo y siempre me lastimo.
Hoy cuando esos sentimientos llegan, no apuesto. El programa de JA me ha enseñado a buscar más bien el sustento emocional.
Esto lo puedo lograr llamando a mis amigos de JA, asistiendo a las reuniones y leyendo la literatura. Las promesas se están haciendo realidad un día a la vez.
Ningún adicto se recupera si antes no acepta su enfermedad.

“Pensar en jugar no es jugar compulsivamente. No tenemos que actuar de acuerdo a nuestros sentimientos.
Lo peor que podemos hacer es no hablar sobre esto…”

Mi padrino dice: ”mantente fuera de tu cabeza, es un vecindario peligroso”.
Un comediante dijo “Cuando discuto conmigo mismo, siempre pierdo!”
Si escucho las voces en mi cabeza, ellas pueden racionalmente llevarme a una recaída.
El pensar simplemente no funciona conmigo.
Lo que sí funciona conmigo es salirme de mi cabeza y meterme en mi corazón rezando con toda mi alma con una actitud de gratitud.
Lo que si funciona conmigo es salirme de mi cabeza y meterme en la acción, trabajando los Pasos y usando los maravillosos instrumentos: un plan diario, reuniones, teléfono, literatura, padrinazgo, escribir y servicio.
Puedo abstenerme sin importar el resto. Gracias JA.

“Podemos enfrentarnos confiadamente a cualquier situación que la vida nos traiga porque ya no tenemos que enfrentarla solos.
Tenemos lo que necesitamos cuando estamos dispuestos a dejar nuestra voluntad y cuando humildemente pedimos ayuda.”

Nosotros entramos a JA sabiendo que teníamos un problema con la apuesta, pero no pudimos darnos cuenta hasta que punto teníamos problemas gobernando nuestra vida.
Usando los instrumentos y escuchando a nuestros padrinos y otros en las reuniones puede ayudarnos a saber qué cambios necesitamos hacer.
Trabajar los Pasos también nos ayuda a ver como el miedo, el control, auto conmiseración y el egocentrismo se cuela en nuestras vidas diarias.
Los Pasos Tres y Once nos enseña a entregar los eventos del día, recordándonos que no tenemos que enfrentar ningún día solos.
Este programa funciona cuando no estamos navegando por nosotros mismos.
Nuestro Poder Superior y otros van a estar aquí hoy para ayudarnos si los dejamos.
El futuro puede parecer terrorífico, el pasado puede haber tenido dolor, pero el hoy puede ofrecernos maravillosos regalos que incluso debemos imaginar.
Yo puedo soltar y dejar que mi Poder Superior me ayude a través de este día.

"...poniendo nuestros agravios en blanco y negro, fijamos un límite alrededor de ellos."

Escribir ha sido una parte de mi recuperación desde el principio. Inicio el día orando de rodillas, seguido de la escritura.
Mi escritura es una continuación de mi tiempo dedicado a la oración, ya que adopta la forma de una carta a mi Poder Superior.
Establezco lo que ocurre conmigo: mis miedos, mis preocupaciones, mis preguntas, mis fracasos, mis éxitos.
En lugar de que mis pensamientos estén dando vueltas en mi cabeza, sin principio ni fin, ellos toman forma y tamaño cuando los escribo.
La mayoría de las veces, en un corto período de tiempo he recibido respuesta a mis preguntas, confort para mis fracasos, en otras palabras, todo lo que he necesitado.
Mis problemas no parecen tan grandes cuando tienen límites.
Tengo una nueva perspectiva sobre las cosas y veo soluciones donde antes sólo veía caos.
Hoy estoy dispuesto a invertir quince minutos para poner sobre el papel lo que está sucediendo en mi cabeza
para que pueda verlo con claridad y cordura.

Principal acontecimiento

Al principio de estar en el programa probé varias sugerencias que había recogido en las reuniones, y parecía que funcionaban.
Después de un tiempo, me envalentoné y empecé
a profundizar un poco más en la literatura.
Estaba sola en casa un día, sentada en una cómoda silla
leyendo un libro que había pedido prestado al grupo,
cuando de repente empecé a luchar conmigo misma.
No quería leer más porque no quería aprender nada más.
Dejé el libro bruscamente.
En ese momento decidí que no iba a ir a más reuniones.
No tenía que ir y nadie me iba a hacer ir.
Fantaseé sobre volver una vez más y agradecer a todo el mundo por haber compartido y hacerles saber, como cortesía, que no iba a volver.
Después de todo, ellos me habían dicho que podía elegir;
no tenía que hacer nada que yo no quisiera hacer.
Me estuve sentada allí imaginando como sería mi última reunión.
Cuando llegara mi turno, les daría el discurso de despedida que tenía preparado y algunas personas me dirían algunas palabras amables.
Después de representar la escena completa en mi mente,
tuve una idea genial: iba realizar una apuesta.
No había nadie más en casa, y ya había sido “buena” durante tiempo suficiente.
Había estado abstinente varios meses; me merecía un premio.
Además, nadie se iba a enterar.
Pensé que sería muy agradable tumbarme mientras
preparaba mi regreso a la accion de apostar para esa tarde.
Había pasado mucho tiempo y quería que fuera algo especial.
Mientras estaba acostada, planeando todos los detalles de mi apuesta, algo empezó a meterse en mi cabeza.
Unas vagas imágenes rondaban por mi mente y me encontré a mi misma dedicándoles mi atención sin querer.
Tan pronto como lo hice, las imágenes cristalizaron,
asumiendo una forma reconocible.
Eran los lemas de JA que yo había aprendido tan
inteligentemente cuando empecé con el programa.
Había parecido una buena idea desarrollar un “equipo de primeros auxilios” así que estuviera donde estuviera tendría recursos para volver atrás en ausencia de un padrino.
No quería depender demasiado de un padrino; los padrinos son gente, también ellos duermen, salen y tienen una vida aparte de sus niños de JA.
Así pues, memoricé toda clase de cosas buenas:
”Deja pasar el sentimiento”; “Controla tu la situación,
no dejes que la situación te controle a ti”;”hazlo fácil”; etc…
Una a una, estas frases empezaron a llegarme de todas partes.
Tenía el extraño sentimiento de que ya no estaba sola.
Me tapé con una manta y empecé a llorar.
Mi mente seguía saltando de lo negativo a lo positivo:
“Voy a dejar este estúpido programa”
“Hazlo fácil”
“No voy a volver; no tengo que hacerlo”
“Déjate llevar y deja a Dios”
No podía entender por qué estaba llorando.
¿Era ira, miedo, frustración o qué?
La lucha continuó durante una hora, pero me pareció muchísimo más larga.
Me sentía tan desgraciada y confusa, que nunca podría haber dicho con seguridad si me iba a levantar de la cama alguna vez, determinar simplemente qué dirección iba a tomar.
Por fin, mi llanto remitió, y al hacerlo, pasó mi lucha interior.
Ahora sé que esa fue mi vuelta al programa.
Darme cuenta me indicó que algo estaba cambiando:
la parte de mi que quería amarse a si misma estaba surgiendo, diciéndome que había ayuda si yo la buscaba; que no estaba sola; que esos “extraños” JA realmente se preocupaban por mi y que siempre me darían la bienvenida si volvía, sin importar lo que hubiera hecho en anteriores reuniones.
No juzgaban ni criticaban.
• Ellos habían sugerido que me realizara mi planificación día a día; yo lo hacía cuando me acordaba.
• Ellos dijeron que cuanto antes consiguiera un padrino, mejor; yo lo retrasé para demostrar que yo no era tan débil.
• Ellos me animaron a tomar los números de teléfono y llamar a la gente; no yo.
• Ellos no sabían- ni yo lo hubiera admitido- lo asustada que yo estaba.
• Ellos me sugirieron que hablara con mi PS; pero ¿por qué tenía que hacerlo?
El Poder Superior no había hecho nada de lo que yo le había pedido antes.
Los lemas, las herramientas, las sugerencias, una tras otra, las analicé y las sopesé, buscando los puntos débiles.
No pude encontrar ninguno.
De repente, ví claramente que eran MIS RESISTENCIAS
las que no se mantenían en pié, que eran irracionales.
Fue en este momento cuando fui capaz de digerir el valor de mantener la mente abierta y de ser honesta acerca del programa.
Volví a la reunión, pero no fue para una visita de despedida.
Mi vida ha cambiado completamente a consecuencia de
MIS ESFUERZOS para seguir las sugerencias del programa.
La belleza y la serenidad que habían florecido en mi vida
cogieron raíces el día que luché tan duramente, EL DÍA QUE YA NO PUDE SEGUIR NEGANDO LA PRESENCIA DE UN PODER SUPERIOR.

“Qué bueno es estar libre del miedo a uno mismo “
Antes de realizar la primera apuesta compulsiva, recuerda...”

La presión al intentar confiar en mi misma cuando mi enfermedad estaba peor, fue como tratar de empujar un árbol con una soga en un árbol, es imposible-.
Estoy agradecida de que hoy tengo un Poder Superior en el que confío, que me guía en la honestidad y en la verdad.
Ya no tengo que depender de mi propia inestable fuerza de voluntad.
Ahora vivo en la voluntad de Dios, que recibo a través de la oración del paso once y puedo descansar en el amor de Dios a través de los miembros de JA en recuperación.
Cuando me ataca el miedo, recuerdo que el miedo y la fe
no pueden estar en el mismo lugar al mismo tiempo.
Cuando tengo miedo de mi misma o de otras personas, lugares o cosas, me recuerda concentrarme en la fe.
Para mí eso significa más sumisión, más oración y más meditación.
Conscientemente y con agradecimiento recibo el amor de Dios a través de la familia, amigos y de mis compañeros.
Todavía cometo errores, pero ya no le temo a mis pensamientos, mis acciones o mi enfermedad porque confío en mi Poder Superior.

Queridos hermanos de J.A,

Hay una palabra que cuando la oigo ahora me hace estremecer. Es una palabra que oí de alguien prácticamente todos los días de mi vida, es una palabra que he llegado a despreciar.
Esa palabra es "fuerza de voluntad". Los mensajes grabados en mi cabeza pronto recogieron la palabra y tocaron temas y variaciones de ella a través de mi vida. "Sólo necesitas un poco de fuerza de voluntad". "¿Dónde está tu fuerza de voluntad?". "Mírate, ¿no tienes NADA de fuerza de voluntad? "No valgo nada. No tengo fuerza de voluntad". "Lo único que se necesita es fuerza de voluntad".
Tonterías!!! Los jugadores compulsivos tienen más fuerza de voluntad que nadie en el planeta. ¿Quién más podría aguantar una enfermedad como ésta y continuar con las maquinaciones de la vida como si estuviéramos muy bien? Quién más podría lograr lo que logramos e ir por la vida con una sonrisa y esperar hasta que estemos en casa tras puertas cerradas y, sollozar con tristeza pensando que no teníamos fuerza de voluntad.
Gracias a Dios por Jugadores Anónimos, donde aprendí que mi problema no era la falta de voluntad. Mi apostar compulsivo no era resultado de no tener fuerza de voluntad era la manera en la que se manifestaba una enfermedad astuta y frustrante.
Un miembro me dio su permiso para utilizar su escrito sobre la fuerza de voluntad. Me gustaría compartirlo con ustedes.
CUANDO LA FUERZA DE VOLUNTAD NO ES SUFICIENTE
Admitir que somos impotentes y que nuestras vidas se han vuelto ingobernables no suena como algo que quieras poner en un historial profesional. Esto no significa que el poder y el control sean esencialmente malos, sino que en los adictos como yo, nuestro control y poder están aprisionados por la adicción.
Usar el poder personal para vencer la adicción es como tratar de apagar un incendio usando gasolina en vez de agua. La frase clave en los programas de recuperación es que el problema central del adicto es "la propia voluntad desenfrenada". En mi caso fue ciertamente verdadero.
Luché contra esa admisión de impotencia e ingobernabilidad, e intenté todo lo posible por demostrar mi fuerza de voluntad, para controlar mi adicción. Fracasé. Finalmente descubrí la fuente de poder no en mi empuje y voluntad personal, sino en un Poder Superior.
Al principio de este proceso, usé mi poder y voluntad para satisfacer mi más fuerte y profundo deseo, mi adicción. Más tarde, cuando finalmente reconocí que mi problema era la adicción, usé mi voluntad para tratar de controlarla. El control no me llevó muy lejos, porque mi voluntad era cautiva de mi adicción, y no era la libre voluntad que yo la imaginaba ser. No quise reconocer esto, y jugué el mismo juego de negación que jugaba cuando la adicción tomó control de mi vida por primera vez. Esta negación llevó a repetidas demostraciones de fracaso de mi fuerza de voluntad.
Mi experiencia personal ha sido en tratar de controlar una adicción a la apuesta. La primera cosa que hacen los jugadores compulsivos es minimizar la seriedad de su problema. Yo hacía esto diciendo chistes sobre mis apuestas o permitiendo a otros que bromearan y moralizaran sobre ello. Convertí mi problema en algo trivial, una pequeña indiscreción en una vida que estaba bien en todo lo demás. Detrás de esto estaba la actitud de que en el momento que yo quisiera hacer algo al respecto, podría hacerlo. Podría usar mi fuerza de voluntad y controlarlo mediante la forzada abstinencia dejar de apostar.
Otra mentira que me dije a mí mismo es que mi problema era muy profundo- demasiado profundo para sondear y relacionado con mi crianza. Al poner mi adicción en este nivel, la convertí en un importante proyecto de autoanálisis. Si encontraba las razones y raíces de mi adicción, podría entonces voluntariamente cambiarme a mí mismo. Relacionaba mis caravanas de apuestas compulsivas con la presión del trabajo. Si sólo tuviera un trabajo donde no fuera criticado o no estuviera bajo presión, sería capaz de controlar mi manera de apostar.
Ninguna de estas razones eran enteramente falsas pero tampoco iban nunca a liberarme de la adicción. Todas estas visiones de cura dependían de mi voluntad y poder. Si podía controlar a la gente, lugares y cosas, podría permanecer sin jugar, simplemente con esfuerzo.
Cuando los repetidos fracasos y el dolor de no poder lograr el control fueron bastante grandes, acepté la derrota y dí el primer pasó. Admití que era impotente ante mi adicción, y mi vida se había vuelto ingobernable. El admitir mi incapacidad para controlar o gobernar mi adicción abrió la puerta para dejar entrar a un Poder Superior. Había dado el primer paso hacia la comprensión de la verdadera fuerza interior cuando admití mi impotencia y reconocí que no tenía que hacerlo solo.
Por supuesto que primero tuve que agotar todos los métodos concebibles para superar mi adicción antes de estar dispuesto a pedir ayuda. Probé con terapia, libros de autoayuda cualquier estrategia que pudiera encontrar la cual me acreditara como la causa activa de mi recuperación. Nada funcionó.
Al final descubrí que el dolor, la limitación y el sufrimiento son prerequisitos para la humildad necesaria para recuperarse, no la fuerza de voluntad. La rendición finalmente llegó a mí, pero solo después de haber gastado todas las opciones.
Ahora creo, que no puedo controlar mi propia vida en relación a mi adicción. No puedo controlar lo que me dispara a encontrar satisfacción en mi adicción. Admitir esto me libera para seguir con el segundo paso: pedir ayuda y dejar entrar a un Poder Superior en mi vida.

“Quitarme de mi propio camino me da la libertad para elevarme al más alto nivel del que soy capaz”

Veo los detalles y actuó con base en ellos pero mi Poder Superior ve el cuadro total.
Este es el plan de mi Poder Superior para mí:
Estar libre de miedos;
Perseguir cada simple sueño;
Reconocer que le da sentido a mi vida y dejarlo fluir;
Ser fuerte de mente, cuerpo y espíritu;
Alcanzar las cosas buenas que puedan ser mías;
Amar sin reserva;
Recordar mis verdaderas prioridades;
Experimentar alegría sin límite;
Cuando soy capaz de aceptar que esta es la voluntad de mi Poder Superior para mí, veo la necesidad de mantenerme fuera del cuadro. Mi plan no era tan bueno.

“Quizá no creíamos que nuestro jugador compulsivo era un problema espiritual, o sentíamos que a Dios solo le importaban problemas más importantes y que esperaba que nosotros controláramos algo tan simple como nuestra apuesta”

Me recuerdo sentado frente a mi primer día de abstinencia, la cual era para mi un gran logro haber permacecido 24 horas sin apostar.
Pensé que esta opcion no era para mi un logro contundente.
Pero quería obedecer instrucciones, así que sólo permaneci abstinente por 24 horas.
Cuando hablé a mi madrina por la noche, le dije como me sentía.
Ella me sugirió que para mis proximas 24 horas le pidiera a Dios lograra no apostar.
Realmente no creía que Dios podría ayudarme con mi juego compulsivo, pero tomé su sugerencia con fe ciega, y funcionó.
Ya no volví a utilizar la apuesta para llenar mis vacíos internos, Dios me llena en su lugar.

RECAYENDO

Hace tres semanas me descubrí en una recaída otra vez. Mí apuestas estaban fuera de control, y me sentía como si fuera a ahogarme y morir. Lo peor era que no tenía idea de cuando o porque comenzó esto.
Conscientemente no tome ninguna decisión de volver a usar la apuesta compulsiva; solo sucedió. Pero había dejado de hacer mis trabajos y no había estado en una reunión de JA en un mes (como unas vacaciones), Mí abstinencia estaba yendo tan bien….
¿Para que necesitaba una reunión?
Lo que hice era como sacar el dedo de un agujero en una presa. El agujero se hizo más y más grande y decidí que estaba bien apostar un poquito, que no eran parte de mí abstinencia. En otras palabras, mis apuestas compulsivas. De repente, la presa estallo y yo estaba ahogado y muriendome.
La parte enferma de mí mente tomo el relevo. Tenía problemas para recordar que tenía un trastorno. Si podía apostar solo un poco, pensaba, entonces, seguramente era un apostador normal. Ahora se que la “apuesta controlada ” con “solo un poco de “ me lleva a apostar incontroladamente mucho más. Temporalmente mí abstinencia se ha ido y estoy de vuelta con mí enfermedad.
Esta recaída me hizo recapacitar acerca de la necesidad de mí poder superior para volver a la abstinencia y al programa. Me pregunté ¿Qué tengo que perder pensando en que un Poder Superior a mí mismo me puede devolver la cordura y liberarme de jugar compulsivamente? Mí respuesta fue: no controlo la apustaa, cuanto apostar y cuando parar.
Me di cuenta así cuan fuerte es mí enfermedad. No estaba deseando dejar la apuesta y dejar que un poder superior a mí misma me diera una nueva vida. No tenía idea de cómo era una recuperación. Se que no podría ser peor que el dolor y la locura de esta ultima recaída.
Rece y decidí que no tenía nada que perder, salvo el exceso de apuestas compulsivas, si confiaba en mí poder superior y recuperaba mí cordura. Volví a desear hacer mí plan diario y decírselo a mí padrino.
En este punto, he estado en JA un año y no he vuelto a desear recurrir a la apuesta como antes. Disfrutaba dia a dia mi serenidad. Me di cuenta de que me excitaba muchísimo cuando tenía que decidir si apostar o no apostar. Pero me a ayudado mí Poder Superior.
Ha sido un año duro. Después de mis primeros siete días de abstinencia recordé que había sido víctima de incesto de niño. Durante mucho tiempo usé mí dolor como una excusa para jugar compulsivamente, con el razonamiento de que cualquier cosa era buena con tal de evitar recitar esos dolorosos y terribles días.
Leer “viaje a través de la decepción” del libro Marrón, me ayudo más de lo que soy capaz de expresar. Me enseñó que, si quería ponerme bien no podía usar el dolor de mí niñez como una excusa para jugar compulsivamente. La apuesta no alivia el dolor, lo agrava. Para recuperarme, debo sentir todos mis sentimientos. Para hacerlo, he de estar abstinente.
Estoy deseando llegar a una larga abstinencia. Voy a las reuniones de JA, leo la literatura cada día y charlo con mí padrino cada noche. Todavía tengo miedo de recaer, así que rezo a mí Poder Superior y continúo entregándole mí voluntad y mí vida cada día.

“Recordar que nuestro objetivo es el desarrollo de un contacto consciente más cercano con Dios, orar es simplemente lo que hacemos cuando hablamos con nuestro Poder Superior y meditar es simplemente una manera de aquietar nuestras mentes y abrir nuestro espíritu a la influencia de Dios”

Siempre he creído en Dios, sin embargo los Pasos Tres y el Once me mostraron un saludable y estrecho contacto con este Dios.
Empiezo cada día con oración, tranquilidad y meditación. Esto parece que me ayuda a centrarme y calmarme y así puedo enfrentar el día.
Cuando tomo mi tiempo para el contacto con Dios el día va mucho mejor. Puedo manejar las alegrías y los dolores sin buscar ni usar la apuesta.
Al comienzo era más fácil orar que meditar. Mi mente mágica estaba siempre en movimiento, se tomo un tiempo para reposar y ya tranquila pude oír la voz de Dios que me hablaba.
Dios me habla en la naturaleza, en los compañeros de JA, en las reuniones y a través del trabajo de los Doce Pasos.
El me habla de muchas maneras. Yo solo necesito aprender a oír y a seguir mi corazón y no mi cabeza.
Mi cabeza se puede confundir pero mi corazón nunca se equivoca.

“Se soluciona un problema e inmediatamente llega la esperanza que incluso el problema más grande se irá de la misma manera, “

Un día mientras discutíamos un problema con respecto a una relación difícil, mi padrino me dijo, “si lo estás haciendo para complacerlo, estás regresando a tu enfermedad”. Esa frase me ayudó a considerar el aspecto emocional de mi recuperación, muy pocas veces Dios era mi Poder Superior. Algunas veces, mi Poder Superior era mi marido, algunas veces eran las partes inmaduras de mi personalidad, algunas veces era la aceptación y aprobación de algunas personas lo que yo quería. Estas personas, incluyendo mi yo infantil, tenían el poder sobre mí para controlar mis pensamientos, emociones y acciones.
Comencé a ver que aunque yo estaba físicamente abstinente, no estaba emocionalmente abstinente.
Todavía intentaba controlar las cosas, tales como el resultado de acontecimientos y el comportamiento y las emociones de aquellos que se encontraban a mí alrededor. Quizás hacía eso porque carecía de serenidad y mi vida parecía estar fuera de control y era abrumadora. Me sentía desmotivada, pero la frase del sólo por hoy me animaba, “Se soluciona un problema e inmediatamente llega la esperanza que incluso otro más grande se irá de la misma manera". Comencé a escribir, utilizando los pasos, para aprender la diferencia entre comportamiento compulsivo emocional y abstinencia emocional.
Hoy Dios me ayuda a estar emocionalmente abstinente. Yo hago el trabajo de pasos y Dios hace por mí lo que no puedo hacer por mí misma.

Sentimientos A La Vista

Estoy tan agradecida de ser consciente de cuan traidora y astuta puede ser mi enfermedad.
Después de tres años en el programa, me da abstinencia saber que puedo meterme en problemas cuando no uso la herramientas y vuelvo a mi viejo hábito de
compadecerme.
Es una fuente de humildad darse cuenta de que uno no tiene todas las respuestas y que no puedo hacerlo sola.
Para mi, la voluntad de Dios, es que me enfrente y exprese mis sentimientos, pero no me gusta.
Generalmente me escondía bajo una mascara de payaso porque pensaba que era la única forma de poder gustar a la gente.
No importaba, desde luego, que estuviera enganchada a un resentimiento mientras intentaba gustar.
Es todavía muy difícil para mí ser asertiva cuando creo que voy a molestar a alguien que me importa.
La semana pasada tuve que aceptar que estaba molesta con un amigo porque el había cancelado nuestros planes dos veces.
Expresarle mis sentimientos me asustaba.
¿Pensaría el que estaba haciendo una montaña de un grano de arena?
¡Oh Dios, si el llegaba a pensar que estaba enamorada de el!
Estaba también evitando decirle a mi madrina que necesitaba que nuestras conversaciones de cada mañana fueran más consistentes.
Comprendía que su vida había cambiado desde que tuvo a su hijo y me sentía muy egoísta, pero tenía que decirle que tenía necesidades que ella no cubría.
Me asustaba tener que cambiar de madrina.
También tenia que enfrentarme a mi problema sobre como actuar frente a las felicitaciones que recibo por mi abstinencia de apostar.
Me gusta que me presten atención, pero todavía es algo nuevo para mí.
Tengo que admitir que me asustan los cambios.
Mientras tenia todo esto dando vueltas en mi cabeza, me sentaba y no hacia nada.
Vi el viejo hábito de sentir pena de mi misma en la decisión de quedarme con todo esto para mi.
¡¡¡Nadie lo sabe, nadie me llama!!!
Lo siguiente que supe es que estaba obsesionada con la apuesta otra vez.
Estaba sobrecargada por la misma falta de cordura que antes me había echo sufrir tanto.
No se lo que dije, pero se que pedí ayuda a Dios.
Llegué a la reunión media hora antes. Para mi sorpresa, ya había alguien allí. Fui al lavabo y lloré.
Le dije a Dios cuan sola y enfadada me sentía y le pedí ayuda para poder compartir mis sentimientos con el grupo.
Pude decir al grupo lo mal que me sentía porque pensaba que debía haber superado todo esto después del tiempo que había estado en el programa.
Compartí mi confusión y mi agradecimiento por estar allí. Cuando terminó la reunión, sentí mi compromiso renovado.
No quiero imaginar lo que habría sucedido si no hubiera ido a aquella reunión.
Cuando llegue a casa encontré en mi buzón el boletín de los jóvenes.
Lo vi como un mensaje extra de mi PS asegurándome que Dios esta conmigo y como una oportunidad de devolver lo que acababa de recibir,
Hablé con mi madrina esta mañana y he sido muy honesta. Acordamos una nueva forma de hablar.
Si va a funcionar o no, ya no depende de mí. Hice mi parte y establecí mis necesidades. Dejo lo demás en manos de Dios.
Quiero hablar con mi amigo y soltar las riendas también. Quiero escribir también sobre otras cosas que todavía no entiendo y pido a Dios que me ilumine.
La mayoría de los miedos que sentí esta semana pasada eran proyecciones hacia el futuro y por pensar que debía haberlos superado.
Estoy muy agradecida de que estuvieras allí para tener una reunión de JA para mí.
Estoy agradecida porque me comprendes y te preocupas por mí.
Se que funcionó para ustedes y se que si sigo trabajándolo funcionará para mi también.
Trato de dar a Dios el crédito debido por haberme creado y la mejor forma de hacerlo es salir de mi escondite.
Hago esto un día a la vez con su ayuda.
Por favor sigue viniendo. Te necesito.

“Señor, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo y sabiduría para reconocer la diferencia”
Oración de la Serenidad

Estaba yo gastando todas mis energías en cosas que no podía cambiar, preocupándome y tratando de hacer que resultaran de acuerdo a “mi” manera.
Mientras tanto, yo ignoraba cosas que sí podía cambiar, ponía mis energías en lugares menos favorecidos.
No me sorprende que sintiera tanta presión y demasiada carga sobre mis hombros.
Ahora, cuando me encuentro abrumado por algo, pienso un rato y digo la oración de la serenidad.
Si es algo que yo puedo cambiar, pienso en los pasos que puedo tomar para comenzar el cambio y rezo para tener el deseo de actuar.
Si es algo que no puedo cambiar lo ofrezco a mi Poder Superior y rezo para poder aceptarlo.
Este ejercicio brinda serenidad a mi vida y me ayuda a sentir la presencia de Dios.