Ciudadanos de Almería pierden hasta el control por los juegos de azar

Ciudadanos de Almería pierden hasta el control por los juegos de azar

Las personas con adicción al juego llegan a Indalajer
en situaciones límites, casi en las últimas

Ideal.es | Julia Milán | 17/01/2011

Las personas que tienen un problema de adicción al juego no lo admiten hasta llegar al límite, cuando su vida se tambalea, cuando las deudas le asfixian, cuando ya han gastado todo lo que tenían y más.

Este problema les llega a gastar todo lo que ganan, su sueldo, el de su familia, a no pagar facturas, a pedir dinero, todo con el fin de poder gastárselo en los juegos de azar.

Cuando llegan a la Asociación Indalajer, están al límite, sus deudas han podido con ellos y con la economía familiar, además de estar a punto de perder a su pareja o a su familia que se encuentra también desesperada por la situación.

Recuperarse no es fácil, pero se consigue, son dos años y medio la media que un enfermo necesita para superar su adicción. Un tiempo difícil y duro, pero que tiene un buen final.

La Asociación Almeriense de Jugadores en Rehabilitación ofrece todo el apoyo y las terapias necesarias para que el enfermo y su familia pueda superar la ludopatía, una enfermedad que consiste en el trastorno del control de los impulsos del individuo que la padece. Se trata de una pérdida de control de la voluntad para no hacer algo, aunque la actividad en cuestión resulte sumamente negativa para la persona que padece la enfermedad.

Desde el año 1990 el juego es considerado como un trastorno de tipo adictivo, valorándose como criterios del diagnóstico en este tipo de adicción, la progresión en las cantidades y en el tiempo que se dedican al juego; preocupación sistemática por todo lo relacionado con el juego, así como la intolerancia a las pérdidas e indiferencia a las consecuencias.

La línea que separa la afición de la adicción se sitúa en el momento en que se pierde el control sobre una actividad, se pierde también el interés de otras actividades gratificantes, aparece fuertes dependencia psicológica, y empieza a interferir en la vida cotidiana.

Manuel Fernández. Presidente de Indalajer.

Enfermos

Manuel Fernández, presidente de Indalajer, explica que son más de 7000 personas las que han pasado por la asociación desde que se fundó en 1991.

Han pasado personas de todas las edades, incluso menores de edad, hasta de 12 y 14 años, que no entienden las dimensiones de sus problemas y que no participan en las terapias conjuntan sino que son atendidos individualmente por la psicóloga. Son niños con problemas de adicción a internet, consolas.

Manuel recuerda cómo llegaron y que ahora son jóvenes con trabajo y un buen futuro, pero no en todos los casos es así, algunos llegaron y no terminaron la terapia y no saben que ha sido de ellos.

Este año «hemos dado de alta a 32 personas», entre enfermo y familiar, algo menos que el año anterior.

En estos momentos la asociación cuenta con 276 usuarios, lo que significa que son 118 los enfermos de todas las edades, que llegan pidiendo ayuda a la asociación.

En el año 2009 había en rehabilitación 122 y el año anterior 119. Las altas en estos años fueron de unas 45 personas, algo más que en 2010.

Cuando llegan a la asociación «vienen casi en las últimas, cuando ya tienen muchas deudas y no saben salir». A los adictos «les da todo igual, teniendo dinero para jugar les da lo mismo» y los familiares no se dan cuenta del problema hasta el último momento.

Los familiares tienen que aprender a vivir con un jugador, con su adicción, y se les muestra el camino para superarlo.

Indalajer ofrece terapia de grupo de lunes a viernes, como explica Manuel, los que empiezan nuevos acuden los martes y viernes, los que llevan 8 ó 9 meses, sólo acuden el jueves y los que llevan más tiempo pasan a otro grupo de los lunes.

Los miércoles se dedican a terapia de pareja, ya que la enfermedad ha dañado mucho la relación.

Pero para llevar a cabo esta labor de rehabilitación, ayuda, apoyo a las personas con ludopatía se necesita dinero, parte lo consiguen de la administración y aportaciones que pueden realizar los usuarios, pero no todos pueden dar dinero, porque es precisamente esto lo que les falta.

En la asociación siempre hay alguien de guardia para atender a las posibles personas que lleguen, para ello son unos 50 miembros de la asociación los están preparados para atender en los primeros momentos a las personas con ludopatía y a sus familiares.

La asociación pone unas pautas o normas principales a seguir como son no llevar dinero, tan sólo pueden llevar dos o tres euros en el bolsillo. Cualquier cosa que haga tienen que justificarlo con ticket o factura, las cuentas en el banco tienen que ser mancomunadas, no pueden sacar dinero, no pueden tener tarjeta de crédito.