UN FAMILIAR ENFERMO

Hola, hoy me gustaría hablar como familiar.

Mi padre es ludópata, tiene 67 años y juega desde que recuerdo. En mi infancia conocí muchos salones de juego, mi madre me mandaba a buscarlo y fueron muchas las veces que yo volvía solo.

La economía familiar sufría los vaivenes de mi padre y su inestabilidad laboral no contribuía a mejorarla. Fueron muchas las carencias que sufrimos, solo la ayuda de mi abuelo, padre de mi padre y pudiente, conseguían mantenernos a flote a la familia y satisfacer las necesidades de mi padre, el juego.

He de decir que mi padre no acumuló grandes deudas, es jugador de chicas y ya sabéis; “jugador de chicas, perdedor de mus”. Eso si, lo que no escondía mi madre se lo gastaba, nunca tenía un duro, nunca nos dio nada, nunca nos compró un caramelo. Quizás sea un poco exagerado, pero es que no recuerdo una ocasión y me esfuerzo en recordar cosas positivas, unas risas, unos juegos, solo son imágenes confusas y lejanas.

Como las desgracias nunca vienen solas mi padre se aficiono al alcohol y así entre tintos y juegos se olvidó de lo mas importante; el cariño. No la responsabilidad, ni defender a los suyos, pero de que valen esas cosas sino sabes transmitir cariño, sino estás cuando se te necesita.

Mi madre no supo afrontar el problema, pidió ayuda y encontró reproches, eran otros tiempos o ¿quizás no? Sus sacrificios y penurias poco a poco le costaron su salud mental. Fueron tiempos muy malos.

Dicen que el tiempo lo cura todo y yo digo que eso es mentira. El tiempo solo adormece el dolor y nos hace mas duro, pero la cicatriz siempre estará.

Hoy mi padre apenas bebe, pero mantiene su adicción al juego. Siempre con poca cantidad y cuando está en casa con su PDA. Tiene una segunda oportunidad con sus nietos y aunque hace esfuerzos su enfermedad le pone muchos impedimentos.

He hecho varios intentos de hablar con él, como hijo y como enfermo en rehabilitación, intentos frustrados ante el rechazo de verse como enfermo, intentos fallidos que duelen mucho. Intentos que merman mis fuerzas y no las puedo desperdiciar. Ya no hay mas intentos.

Cuando un familiar pide ayuda por un ser querido debe entender que lo mas importante es que el enfermo se reconozca como tal, todo esfuerzo que se haga sin contar con el suyo será en vano. Las reglas son sencillas, vosotros mandáis, nosotros obedecemos. Cualquier pero o impedimento supone una falta de disposición del enfermo. Los progresos y avances del enfermo volverán a equilibrar la balanza, aunque esta beneficiará al familiar por mucho tiempo. La ludopatía es una enfermedad que no tiene cura, solo la abstinencia nos permite recuperar nuestras vidas.



Un saludo a todos.

Que hacemos los familiares???? Como actuamoss??? Yo como hermana, le llamo, le brindo mi ayuda, me preocupo muchisimo, a tal punto que tengo sintomas de ansiedad, estoy opositando y me cuesta muchísimo trabajo estudiar... Pero también tengo mi pareja y mi vida, y no me parece justo que yo tenga que estar amargada todo el día pensando y dandole vueltas al coco... sintiendome culpable por no poder o no saber ayudarle.... tengo que ser egoista y pensar en mi vida....

Me llamo jose y soy ludópata.
Llevo más de tres años de abstinencia, perdí la cuenta de los días. Quizás si hiciera un esfuerzo lo averiguaría, pero no me interesa. Mi esfuerzo se centra en conseguir solo un día más. 24 horas más sin juego.
Tengo 38 años, una pareja y dos hijos (hija e hijo) maravillosos de 8 y 5 años.
Cometí muchos errores a lo largo de mi vida, errores de los que me arrepiento enormemente. Algunos, tuve la oportunidad de corregir. Otros, sé que no podré repararlos y éstos los cargaré conmigo, será mi “penitencia”. Y por último, los que debo reparar que, todavía son muchos. Ah! Sin olvidar los que cometeré.
12 años de jugador compulsivo, más los “juegos preliminares”, son muchos años de dolor, engaños y sufrimiento, cómo para querer arreglarlos en tan poco tiempo. Y precisamente es El Tiempo el mayor error que cometí.
Tiempo, es lo único que es mío y puedo compartir. No sé cuanto me queda, ni quiero saberlo, pero si sé que es mío. Sobre él dispongo, sobre él decido, para bien o para mal.
He llorado mucho y de muchas maneras; he llorado de mentira, para engañar y engañarme, lloré por dinero, lloré de miedo, he llorado de rabia por impotencia, por desesperanza y lloré solo. Pero, también y estas son mejores lágrimas, lloré por vergüenza, por mi dolor y el que inflingí, lloré por el dolor de otros, para poder hablar y escuchar, lloré con mi pareja, con amigos que todavía no conocía, lloré de alegría porque dejé de llorar solo y son éstas lágrimas las que me ayudaron a poder reír. Compartí mi dolor con personas que me comprendían, que lloraban como yo lloraba y lloro, sin reproches, sin palabras de ánimo, sin juicios, ni perdón. ¿Por qué me iban a juzgar? ¿Acaso son ellos mejores? ¿Por qué me iban a perdonar? ¿Acaso les hice daño? La respuesta es… no. Son mis iguales, son como yo y yo soy como ellos. Pero esto se limita a cuatro paredes y poco más. Fuera de éste, limitado, espacio estoy sujeto a la crítica, a las opiniones, a los comentarios y lo comprendo. Para mi lo difícil no es pedir perdón, lo hice primero por obligación y después de corazón. Lo difícil es conseguir que me perdonen quienes quiero que me perdonen (los demás, francamente, me dan igual).
Echo de menos a mis compañeros. A los que conozco y a los que no. Entre ellos encuentro la paz y la serenidad que me ayuda a reflexionar. Se que volveré a verlos, no por recaer, sino porque los necesito. Todavía los necesito, el camino es muy largo.
Este foro tiene sus virtudes (y de ellas me beneficio) y sus defectos (de éstas aprendo), pero no pueden suplir mis carencias.
Hablar con un ludópata (juegue o no) me resulta fácil, lo conozco.
Hablar con un familiar es harina de otro costal. Mezclar sentimientos con razones es querer ligar el aceite con el agua.
Quizás estoy siendo más osado de la cuenta. Si en algún momento cree confusión, lo lamento. Si en otras sirvió de algo, me alegro. Pero siempre tuve la mejor intención, la de ayudar. Pero como digo:”a veces, cuando creemos que ayudamos, estamos perjudicando” y necesito aprender más para saber la diferencia.

Gracias amig@s