soy un familiar

hola soy un familiar. mi suegro es jugador, tiene 66 años y lo ha sido desde que tiene 20 mas o menos.. ni el, ni su mujer trabajan; solo tienen la jubilación de el, que de por si es poco.. lo cierto es que siempre han tenido problemas y siempre hemos tenido que ayudarlos económicamente.. ha tenido mejores momentos que otros, pero últimamente ha empeorado todo.. se jugo todo, y saco tantos prestamos que ya no tiene para comer.. y no admite que esta enfermo, ni mi marido tampoco.. entonces le compra cosas para ayudarlos.. o sea, comida, remedios, le pagamos los impuestos.. es desesperante, yo tampoco quiero que mis suegros se mueran de hambre, pero no podemos mantenerlos asi, tenemos dos hijas.. como hago para convencer a mi marido que esto no va a llevar a nada? que cada vez le vamos a dar mas y va a ser peor? que le tengo que decir para que vaya a las reuniones?
porque ya le dije todo esto que estoy escribiendo aca, y no consegui ningún respuesta, me dijo que ya se canso de tratar que su viejo le admita, que en su opinión, nunca lo va a admitir..
muchas gracias por sus comentarios!!!

Hola alien33.

Bienvenida al foro. Efectivamente lo que esta haciendo tu esposo no es ninguna ayuda efectiva sino lo contrario, podría decirse que eso es el colmo de la felicidad para un ludópata en activo, sentir que haga lo que haga, alguien lo va a remediar y por lo tanto no tiene de que preocuparse.
Aunque seguramente no sea eso lo que pretenda tu esposo y sin animo de molestar, yo diría que lo que hace con esa actitud es fomentar la ludopatía de su padre, así se lo debes hacer ver y así lo debe llegar a entender él. Lo mejor para ello es que le hagas leer los muchos comentarios que a temas parecidos han puesto muchos compañeros de foro, para que se de cuenta que no es algo imaginario tuyo, sino la pura realidad por mucho que él no quiera verlo.
A nadie nos gusta admitir que un familiar nuestro padece una enfermedad tan mal vista por la sociedad hipócrita en la que vivimos, que nos incita al juego en todas sus formas posibles y a cualquier tipo de persona sin tener en cuenta el daño que eso puede causar en el jugador y su entorno y que más tarde nos aparta y tacha de viciosos sin corazón ni sentimientos, si tenemos la desgracia de perder el control cayendo en las garras de la ludopatía. Como digo una actitud detestable, pero con la que no nos queda otro remedio que aprender a convivir, ya que el juego va cada día a más. Por lo tanto, nos guste o no, debemos afrontar ese tipo de situación cuando se presenta y no “dejarlo correr” para ver si se soluciona con el tiempo; eso es algo que nunca pasa, siempre va a más.
Insiste lo que sea necesario hasta que tu esposo abra los ojos a la verdad de la situación y que se de cuenta de que si tu suegro no espabila y pone remedio, la mejor ayuda que puede prestarle hasta que lo haga, es dejar que se vea atrapado por una situación agobiante que le obligue a recapacitar quiera, o no. Más tarde y cuando haya abierto los ojos (tu suegro) será el momento de ayudarle, pero no desde luego arreglando sus desmanes, sino obligándole si es necesario, a que ingrese en una asociación y a seguir sus normas. Seguramente al principio de estar en ella al ser de manera obligada por medio de un chantaje emocional, no le ponga más que pegas y diga que eso no va con él, que todos lo que hay se encuentran están locos y que tal vez ellos si lo necesiten, pero que él no, por que él controla la situación, pero eso no debe desanimaros ya que es algo habitual que suceda, después de un tiempo de asistencia y llevando las normas al pie de la letra, en muchos casos cambian de parecer y pensamientos, se van dando cuenta de todo lo que han hecho e intentan ya por voluntad propia, hacer las cosas lo mejor posible.
Pero para eso, los primeros que debéis poneros de acuerdo y tener las cosas claras, sois vosotros. En caso contrario no tendréis mucho que hacer, tan solo seguir pagando sus gastos hasta el día que muera (perdón si lo que digo os molesta, pero es la realidad). Si ya se que es duro decir cosas así, pero lamentablemente también se que es la verdad y por lo tanto en ocasiones la mejor ayuda es no “ayudar” hasta que esa ayuda sea la correcta y eficaz.
Hasta pronto.