DECIMO PASO DE RECUPERACION (REFLEXIONES)

Paso N° 10 buscar enunciado.

A través de trabajar los nueve pasos nuestras vidas cambiaron dramáticamente, más allá de lo que esperábamos cuando llegamos a J.A. Nos hemos vuelto más honestos, humildes y preocupados por los otros, menos egoístas, menos temerosos, y menos resentidos. Pero aun cambios tan profundos no se garantizan como permanentes. Porque tenemos la enfermedad de la adicción, siempre podemos volver a lo que éramos antes. La recuperación tiene un precio- demanda nuestra vigilancia. Tenemos que continuar haciendo todas las cosas que hemos estado haciendo hasta ahora para nuestra recuperación. Tenemos que continuar siendo honestos, teniendo confianza y fe, prestando atención a nuestras acciones y reacciones y confirmar si estas están trabajando para nosotros o contra nosotros. Tenemos también que prestar atención a como afectan a otros nuestras reacciones, y cuando los efectos son negativos o dañan, rápidamente dar un paso adelante y tomar responsabilidad y reparar el daño causado. En resumen tenemos que seguir el inventario personal y rápidamente admitir nuestros errores.
Como pueden ver el Paso Décimo nos hace repetir mucho del trabajo que hicimos desde el cuarto al noveno, aunque en un formato mucho más breve. El formato seguido en esta guía es uno que cubre de una manera general los elementos de un inventario personal. Algunos pueden darse cuenta que necesitamos agregar a esta guía preguntas que enfoquen áreas específicas que están afectando nuestra recuperación individual. Podremos encontrar áreas adicionales en Viviendo el programa. Nuestro padrino puede tener indicaciones específicas para nosotros en este punto. Como señalamos antes esta guía es un punto de arranque, no la palabra final en ninguno de los pasos.
• ¿Por qué es necesario un Décimo Paso?
• ¿Cuál es el propósito de continuar llevando un inventario personal?
• ¿Cómo puede ayudarme mi padrino?

Sentir versus hacer
Usamos el Décimo Paso para mantener un constante darnos cuenta de lo que estamos sintiendo, pensando, y aun más importante, de lo que estamos haciendo. Antes de empezar un modelo común de inventario personal, es imperativo que comprendamos que estamos evaluando.
No servirá de mucho hacer una lista de nuestros sentimientos si no los atamos a las acciones que ellos generan o fracasan en generar.
A menudo podemos sentirnos muy mal aunque nos portemos muy bien, o viceversa.
Por ejemplo, un miembro de J.A. entra a su hogar y alguien le pregunta: “¿Cómo estás?”.
“Pésimo”, contesta.
Por supuesto este miembro se refiere al modo en que se siente. Es imposible que se refiera a lo que está haciendo, porque se está portando muy bien, por cierto: va a un grupo, expresa honestamente lo que siente y busca a otro miembro que sirva de apoyo.
Por otro lado, podemos estar cediendo a nuestros impulsos y actuando nuestros defectos de carácter. En la superficie, nos podemos sentir muy bien. Generalmente lleva un tiempo darse cuenta el vacío que crea vivir de esta manera. Estamos evitando el trabajo que nos ayudará a mantenernos limpios. Estamos cediendo a nuestros impulsos, y siguiendo el camino fácil. ¡Y sabemos adonde esto nos llevará!
El paso diez nos mantendrá conscientes de nosotros mismos para que no terminemos yendo a ningún extremo.
No tenemos que castigarnos porque nos sintamos mal. En cambio debemos centrarnos en las acciones positivas que estamos llevando a cabo. Puede aún resultar que cambiando nuestro foco de esta manera, terminaremos también sintiéndonos mejor. Darnos cuenta de lo que estamos haciendo nos ayuda a ver los moldes de destrucción mucho antes de que nos atrincheremos, así que no terminamos sintiéndonos bien a costa de lo que es bueno para nosotros.
Como adictos tendemos a abrir juicios sobre que estamos sintiendo. Queremos parar inmediatamente todo lo que nos haga sentir mal. A menudo no tomamos en cuenta que el modo en que nos sentimos está en perfecto acuerdo con las circunstancias.
Por ejemplo, muchos de nosotros tienen problemas con estar enojados. No nos gusta el modo con que nos sentimos. Lo juzgamos, concluyendo que no tenemos derecho a sentirnos de esa manera, y luego hacemos lo mejor para suprimir nuestros sentimientos de enojo. Pero podríamos estar experimentando una situación que enojara a cualquiera. Tal vez estamos en una relación con alguien que constantemente falla en tratarnos con respeto. Tal vez nos saltearon en varias bien merecidas promociones en nuestro trabajo. Nuestra respuesta a esas situaciones es enojo. Hemos sido tratados mal; por supuesto estamos enojados. Ahora viene el momento cuando nuestra recuperación nos puede impulsar hacia un mayor auto respeto o nuestra enfermedad hundirnos en una niebla de depresión y resentimiento.
Tiene que ver con como respondemos a nuestro enojo. Si gritamos y maldecimos y tiramos cosas, destruimos la posibilidad de mejorar nuestra relación o nuestra situación en el trabajo. Si no hacemos nada y enterramos nuestros sentimientos de enojo, nos volveremos deprimidos y resentidos y no mejoraremos nuestra situación tampoco.. Pero si tomamos una acción positiva con el fin de mejorar la situación , pude mejorar, y por lo menos, sabremos cuando es tiempo de partir y seremos capaces de hacerlo sin resentimientos.
Algunas veces la única cosa que necesitamos hacer con nuestros sentimientos es sentirlos. No necesitamos reaccionar a ellos. Por ejemplo si hemos perdido a alguien, vamos a sentir pena. Nuestra pena puede durar por un largo tiempo. Desaparecerá cuando hayamos hecho el duelo suficiente. No podemos permitirnos dejar que nuestra pena nos hunda hasta el punto que no podamos continuar con nuestras vidas, pero debemos contar con ser afectados. Podemos ser fácilmente distraídos o tener un tiempo duro participando en actividades que se supone deberían ser entretenidas. Necesitamos hacer un balance entre negar nuestros sentimientos y dejar que nos sobrepasen; no queremos llegar a ningún extremo. Este parece un concepto simple, casi como si pudiera pasar sin mencionarlo, pero muchos de nuestros miembros comparten que lleva años de recuperación antes de que podamos adquirir un equilibrio la mayor parte del tiempo.
Así que el paso diez nos garantiza la libertad para sentir nuestros sentimientos ayudándonos a ver la diferencia entre sentir y hacer.
• ¿Hay veces en mi vida que estoy confundido sobre la diferencia entre mis sentimientos y mis acciones? Expláyese sobre esto.

Correcto e incorrecto
El paso diez nos dice que debemos admitir rápidamente cuando estamos equivocados. Este paso parece asumir que sabemos cuando estamos equivocados, pero el hecho es que muchos de nosotros no, al menos no inmediatamente. Es necesaria la práctica consistente de llevar un inventario personal para que seamos eficientes en descubrir cuando estamos equivocados.
Enfrentémoslo. Cuando éramos nuevos en recuperación, habíamos estado en pugna con el resto del mundo por algún tiempo. Como el Texto Básico dice, “nuestras habilidades de vida estaban reducidas al nivel animal.” No sabíamos comunicarnos bien con otros. Empezamos a aprender en la recuperación, pero en el proceso cometimos un montón de errores. Muchos pasamos un período en el que fuimos demasiado rígidos con los valores que habíamos desarrollado durante nuestra recuperación. Aplicábamos esa rigidez, no solamente a nosotros mismos sino a todos los de nuestro alrededor. Pensábamos que era fundamental y correcto confrontar a aquellos cuya conducta era “inaceptable”. En verdad era nuestra conducta la que era inaceptable. Eramos represores y dictatoriales. Estábamos equivocados.
Para muchos de nosotros después de servir de felpudo para todos por mucho tiempo. Decidimos que nuestra recuperación requería que nos volviéramos dogmáticos. Pero fuimos demasiado lejos. Demandábamos que todos nos tratáramos perfectamente todo el tiempo. Nadie podía tener un mal día o dejar de responder a un llamado telefónico. No se le permitía a nadie estar emocionalmente inalcanzable para nosotros por un período de tiempo. Con enojo exigíamos servicio perfecto en los lugares donde hacíamos negocios. No estábamos afirmándonos, Estábamos siendo inmaduros y beligerantes. Estábamos equivocados.
Aun podemos terminar estando equivocados cuando alguien nos lastima. ¿Cómo?. Supongamos que nuestro padrino nos dice algo muy hiriente para nosotros. En vez de conversarlo con el, hablamos con diez o doce amigos nuestros en las próximas tres reuniones. Antes de que termine la semana la mitad de la comunidad de N.A. hablan sobre lo podrido que fulano le dijo a su ahijado, ¡y eso si la historia se mantuvo como era originalmente! Así que la situación empezó con nosotros no haciendo nada malo, pero terminó siendo nosotros responsables de haber dañado la reputación de nuestro padrino en el programa, el lugar donde necesita, tanto como nosotros, que se le permita cometer errores y recuperarse a su propio paso.
•¿Ha habido veces en nuestra recuperación que he estado equivocado y no me di cuenta hasta un tiempo después? ¿Cuáles fueron?
•¿Cómo mis equivocaciones afectan mi propia vida? ¿Otras vidas?
Es bastante duro descubrir cuando nos hemos equivocados; admitir nuestros errores puede ser aun un desafío mayor. Como en el paso Nueve debemos tener cuidado de no hacer más daño con esa admisión.
Por ejemplo, muchos de nosotros se dan cuenta que han herido a alguien cercano porque esa persona dejó de hablarnos, pero no sabemos que hicimos o dijimos equivocadamente.
Más que tomarnos tiempo para reflexionar en que pudimos haber hecho o preguntar a la persona, decidimos cubrir todas las eventualidades y hacer una admisión completa. Nos acercamos a la persona y decimos, ”Por favor perdoname por cualquier cosa que en todo el tiempo que nos conocemos haya hecho que te haya ofendido o lastimado.
El Paso Diez requiere que tomemos tiempo para la reflexión personal para hechos como este. Si pensamos desde cuando la actitud de la persona hacia nosotros cambió, y pensamos en nuestra actitud inmediatamente antes de ese cambio, tenemos la oportunidad de darnos cuenta que hicimos mal. Puede ser doloroso o incómodo pensar, definidamente lleva esfuerzo, pero así es con todos los pasos. La pereza es un defecto de carácter como cualquier otro, no podemos actuarlo. Si no podemos encontrar nada que hayamos hecho o dicho, debemos acercarnos a la persona y decir que hemos notado que está enojado o molesto con nosotros, y que nos importa nuestra relación, y queremos oir lo que tiene que decir. La mayoría de nosotros teme lo que puede oir en una situación como esta, pero no podemos permitir que nuestro temor nos impida trabajar este paso.
Hay otra manera en que podemos hacer nuestra admisión de culpa completamente no efectiva: admitir que estuvimos equivocados e inmediatamente señalar lo que la otra persona hizo para que nosotros reaccionáramos de esa manera. Por ejemplo uno de nuestros hijos tuvo malos modales, así que le gritamos y lo insultamos. Cuando admitimos que estuvimos mal, si le decimos a nuestro hijo que su conducta nos hizo actuar de la manera que lo hicimos, mandamos un mensaje que justifica nuestra primera equivocación, quedando doblemente incorrectos.
A diferencia del proceso contenido en los pasos cuatro a nueve, cuando revisamos hechos del pasado, el Paso Diez está diseñado para mantenernos en la actualidad. No queremos que se apilen las equivocaciones sin resolver. Debemos tratar lo mejor que podamos estar al tanto de lo que estamos haciendo. La mayoría de nuestro trabajo será hacer constantes ajustes a nuestra apariencia. Si nos encontramos negativos y quejosos todo el tiempo, debemos pasar algún tiempo pensando en las cosas por las que debemos estar agradecidos. Debemos prestar atención a la forma de reaccionar cuando hemos hecho algo equivocado. ¿Es nuestro primer impulso buscar una excusa?, ¿Clamamos ser víctimas de la influencia negativa de alguien o de nuestra enfermedad? Dejando de lado las excusas, somos responsables de lo que hacemos. Puede ser que nuestros defectos de carácter saquen lo mejor de nosotros mismos, pero eso no excusa nuestra conducta. Necesitamos aceptar la responsabilidad, y continuar deseando que nuestros defectos desaparezcan.
• “Cuando estuvimos equivocados rápidamente lo admitimos” ¿Qué significa para mí?
• ¿Ha habido veces en mi recuperación cuando he empeorado las cosas hablando a alguien antes de lo que debería o culpando a otro de mi conducta? ¿Cuáles fueron esas ocasiones?
• ¿Cómo el rápidamente admitir mis errores me ayuda a cambiar mi conducta?
El paso Diez señala la necesidad de continuar llevando un inventario personal y afirma que solamente hacemos esto para descubrir cuando estamos equivocados. Pero debemos tener en cuenta las veces que obramos correctamente para tener una base de comparación. Identificando estas y formando valores personales son tanto una parte de nuestro inventario personal como identificar nuestras responsabilidades. Muchos de nosotros tienen dificultad con el concepto de estar en lo correcto. Pensamos en las veces que vigorosamente defendíamos una opinión porque sabíamos que estabamos en lo cierto, pero a la luz de nuestra recuperación, hemos comprendido que pisotear a los otros en una discusión nos hace estar en lo incorrecto. O pensemos en nuestros valores personales. Sabemos que están bien para nosotros, pero si empezamos a insistir en que otros los vivan, no estaremos en lo correcto sino en lo despótico. Así que ¿cómo nos sentimos cómodos estando en lo correcto? Primero y antetodo, trabajando el paso sexto y séptimo de manera que nuestros defectos de carácter no vuelvan nuestros actos positivos en negativos. Luego tenemos que darnos cuenta que probablemente lleve algún tiempo, y ensayo y error, antes de que estemos completamente cómodos en nuestra nueva vida en recuperación.
•¿Ha habido situaciones en mi recuperación en las cuales me he sentido incómodo en reconocer algo que había hecho bien? Descríbalas.
¿Con qué frecuencia debemos llevar un inventario personal?
En Resulta: Como y Porque nos dicen que mientras nuestra meta continua conciencia de nosotros mismos a través de cada día, es muy útil sentarse al fin del día y trabajar este paso. Necesitamos la consistencia de hacer algo cada día para que se vuelva un hábito e internalicemos los principios espirituales de la actividad. Mientras permanecemos limpios y los días de continua abstinencia se vuelvan semanas y meses y años, encontraremos que lllevar un inventario personal se ha vuelto una segunda naturaleza. Encontraremos que seguir el rastro de nuestra aptitud espiritual viene naturalmente, sin que tengamos que pensar mucho sobre ello. Nos daremos cuenta inmediatamente cuando vamos en una dirección que no queremos o estamos a punto de comprometernos en una conducta que seguramente nos causará daño. Nos hemos vuelto capaces de corregirla. Así que la frecuencia de nuestros esfuerzos formales para llevar el inventario personal pueden depender en nuestra experiencia con la recuperación. Al principio, algunos de nosotros se sientan al principio del día, al fin del día o ambos. El punto es que queremos que se vuelva un hábito, una segunda naturaleza que continuamente monitoree nuestra recuperación y nuestro estado espiritual, note inmediatamente cuando nos salimos de curso, y trabaje para cambiarlo,
• ¿Por qué es importante continuar con el inventario personal hasta que se vuelva una segunda naturaleza?
Un inventario personal
Las siguientes preguntas encaran las áreas generales que queremos considerar en un inventario personal. Puede haber veces en que nuestro padrino quiere que hagamos un inventario en una específica área de nuestra vida, tal como las relaciones románticas o nuestros modelos en el trabajo, o nuestro padrino puede tener preguntas específicas para agregar. Debemos consultar siempre a nuestro padrino en cualquier paso que estemos trabajando.
•¿He reafirmado mi fe en un Dios que me quiere y me cuida?
•¿He buscado la guía de mi Poder Superior hoy? ¿Cómo?
•¿Qué he hecho para ser de servicio a Dios y a la gente a mi alrededor?
•¿Dios me ha dado algo para estarle agradecido hoy?
•¿Creo que mi Poder Superior me puede mostrar como vivir y alinearme mejor con Su Voluntad?
•¿Veo algún molde antiguo de conducta en mi vida hoy? Si es así ¿Cuál?
•¿He estado resentido, egoísta, deshonesto o temeroso?
•¿Me he dejado caer en la desesperanza?
•¿He sido cariñoso y amante con todos?
•¿Me he estado preocupando por el ayer o por el mañana?
•¿Me permití obsesionarme por algo?
•¿Me he permitido sentirme demasiado hambriento, enojado, solo, o cansado?
•¿Me estoy tomando demasiado en serio en algún área de mi vida?
•¿Sufro de algún problema físico, espiritual o mental?
•¿Me he guardado algo que debería haber discutido con mi padrino?
•¿Tuve algún sentimiento extremo hoy’ ¿Cuáles fueron ellos y por que los tuve?
¿Cuáles son las áreas problemáticas en mi vida hoy?
•¿Qué defectos estuvieron en juego hoy? ¿Cómo?
•¿Hubo temor en mi vida hoy?
•¿Qué hice hoy que hubiera deseado no haber hecho?
•¿Qué no hice hoy que hubiera deseado haber hecho?
•¿Deseo cambiar?
•¿Ha habido conflicto en alguna de mis relaciones hoy? ¿Cuál?
•¿Estoy manteniendo la integridad personal en mis relaciones con otros?
•¿Me he dañado o he dañado a otros, directa o indirectamente, hoy? ¿Cómo?
•¿Debo alguna disculpa o reparación?
•¿Dónde estuve equivocado? Si pudiera hacerlo de nuevo, ¿Qué haría diferente? ¿Cómo puedo mejorarlo la próxima vez?
•¿Me mantuve limpio hoy?
•¿Fui bueno conmigo hoy?
•¿Qué sentimientos tuve hoy? ¿Cómo los usé para elegir una acción centrada en los principios?
•¿Qué hice para servir a otros?
¿Qué he hecho hoy que me haga sentir positivo?
•¿Qué me ha dado satisfacción hoy?
•¿Qué hice hoy que quiero estar seguro de repetir?
•¿Fui a una reunión o hablé con un adicto en recuperación hoy?
•¿Qué tengo que agradecer hoy?

Principios espirituales
En el Paso Diez nos vamos a centrar en la autodisciplina, la honestidad y la integridad.
La primera es esencial en nuestra recuperación. Cuando consumimos nos buscamos a nosotros mismos y estamos absortos en nosotros mismos. Siempre tomamos el camino fácil, cediendo a nuestros impulsos, ignorando cualquier oportunidad para el crecimiento personal. Si había algo en nuestras vidas que requería un compromiso normal, solamente lo tomábamos si no exigía demasiado trabajo., si no se cruzaba en el camino de nuestra auto indulgencia, o si nos daba ganas.
La autodisciplina de la recuperación nos lleva a hacer ciertas cosas sin importar como nos sintamos. Debemos ir a las reuniones regularmente, sin importar si estamos cansados, ocupados con trabajo, divirtiéndonos, desesperados; debemos ir regularmente aun cuando (especialmente cuando), las demandas de la recuperación nos llenan de hostilidad. Vamos a las reuniones, llamamos a nuestro padrino, y trabajamos con otros porque hemos decidido que queremos recuperarnos en N.A., y esas cosas son las acciones que nos aseguraran nuestra recuperación continua. Algunas veces estamos entusiasmados con estas actividades. Otras veces demanda toda la fuerza de voluntad que poseemos para continuar. Algunas veces están tan entretejidas con nuestra existencia diaria que ni nos damos cuenta que las estamos llevando a cabo.
•¿Por qué es necesario en este paso el principio de autodisciplina?
•¿Cómo puede afectar mi recuperación practicar este principio en este paso?
El principio de honestidad se origina en el paso uno, y llega a florecer en el paso Diez. En este punto de nuestra recuperación estamos generalmente más que asombrados ante el nivel de profundidad de nuestra honestidad. Donde antes teníamos capacidad para ver nuestros motivos con honestidad mucho después que una situación había ocurrido, ahora somos capaces de ser honestos con nosotros y acerca de nosotros mientras la situación está ocurriendo.
•¿Cómo el darme cuenta de mis errores (honestidad conmigo mismo) me ayuda a cambiar mi conducta?
El principio de integridad puede ser bastante complejo, pero es la integridad, más que cualquier otra cosa, la que dirige nuestra capacidad para practicar otros principios. De hecho, integridad es saber que principios necesitamos practicar en cada situación, y en que medida. Por ejemplo estamos afuera de una reunión una noche, y entramos a formar parte de un grupo que esta cimentando sobre alguien del programa. Digamos que están discutiendo la relación que mantiene la esposa de nuestro mejor amigo, y sabemos que es verdad porque lo supimos por nuestro amigo la noche anterior. Saber que hacer en esta situación requerirá toda la integridad que poseamos. ¿Qué principios espirituales necesitamos en esta situación? ¿Honestidad? ¿Tolerancia? ¿Respeto? ¿Represión? Nuestro primer impulso es probablemente condenar el chimento porque sabemos cuanto lastimará a nuestro amigo que se discutan esos asuntos privados. Pero haciendo eso confirmaremos la verdad del chimento y herir a nuestro amigo más, o podemos terminar humillando a la gente implicada en el comentario. La mayoría de las veces no es necesario probar que tenemos integridad, confrontando una situación que no aprobamos, Hay un par de cosas que podemos hacer en esta situación. Podemos cambiar de tema, o excusarnos y retirarnos. Ambas darán un suave mensaje sobre nuestros sentimientos, y al mismo tiempo, nos permitirán ser fieles a nuestros principios y proteger a nuestro amigo tanto como sea posible.
•¿Qué situación me ha llevado a practicar el principio de integridad en mi recuperación? ¿Cómo he respondido? ¿En cuales casos me sentí satisfecho con mi respuesta y cuando, no?

Siguiendo adelante
Una de las cosas más maravillosas del paso Diez es que cuanto más lo trabajamos, menos necesitamos la segunda parte. En otras palabras no nos encontraremos en el error tan a menudo. Cuando llegamos a la recuperación la mayoría de nosotros nunca había tenido una relación de larga data, ciertamente no una en la que resolviéramos nuestros conflictos de una manera sana y mutuamente respetuosa. Algunos de nosotros teníamos peleas, y una vez que habían pasado nunca hablábamos de los motivos subyacentes a la pelea. Algunos iban al otro extremo, no contradiciendo jamás a los amigos íntimos o parientes. Parecía más fácil mantener nuestra distancia que arriesgarnos a crear un conflicto que después tuviéramos que manejar.. Finalmente algunos interrumpían la relación cuando aparecía un conflicto No importaba cuanto estábamos hiriendo a la otra persona, parecía más fácil que trabajar un problema y construir una relación más fuerte.
El Paso diez nos ayuda a tener relaciones de larga duración, y lo necesitamos, especialmente en J.A. Después de todo, dependemos en cada uno para nuestra propia vida. Muchos de nosotros se sienten profundamente conectados con las personas que vinieron a J.A. junto con ellos y siguieron allí. Hemos servido uno al otro, compartido departamentos uno con otro, casado entre ellos, y a veces divorciado. Hemos celebrado hechos en la vida de los otros: nacimientos, graduaciones, compra de casas, promociones y aniversarios de recuperación. Hemos hecho juntos duelo por las pérdidas, y nos hemos consolado uno a otro en las épocas dolorosas de la vida. Hemos tocado la vida de los otros y formado una historia común. Somos una comunidad.
Junto con aprender a admitir cuando estábamos equivocados viene una libertad que es distinta a todas las que hayamos experimentado anteriormente. Es tan fácil admitir que estamos equivocados que no sabemos porque nos aterrorizaba. Tal vez porque nos sentíamos tanto ”menos que” en tantas cosas, que la admisión de un error hacía sentir que estábamos revelando nuestro más profundo secreto: nuestra inferioridad, Pero cuando al trabajar los pasos descubrimos que no éramos para nada inferiores, que valíamos tanto como cualquier otro, no parecía tan terrible admitir que estábamos equivocados, Nos empezamos a sentir enteros.
•¿Cómo me ayuda el Paso Diez a vivir en el presente?
•¿Qué estoy haciendo distinto como resultado de trabajar el Paso Diez?
Trabajar el Paso Diez nos hace posible adquirir más equilibrio y armonía en nuestras vidas. Estamos felices y serenos la mayoría del tiempo. Es tan raro estar malhumorados que cuando ocurre es señal de que algo anda mal. Podemos rápidamente identificar la causa de nuestra incomodidad haciendo un inventario personal.
La libertad personal que se ha estado construyendo desde que empezamos a trabajar los pasos lleva a un aumento de nuestra elecciones y opciones. Empezamos a buscar el significado y propósito de nuestras vidas. Nos preguntamos si el estilo de vida que hemos elegido ayuda al adicto que todavía sufre o hace al mundo mejor de alguna otra manera. Lo que estamos buscando lo encontraremos en el Paso Once.

UN SALUDO

Si tropiezo, me levantare

“El décimo paso comienza con la palabra continuamos,
nuestra primera clave de que la perseverancia se convertirá en un aspecto importante de nuestro programa de recuperación”
He perseverado en este programa a través de recuperación, resbalones y recaídas.
Cuando alguien me pregunta por qué voy a reuniones cuando estoy en recaída digo “porque no hay otra forma”. He sido testarudo muchas veces en mi vida.
El programa de JA me ha enseñado que la testarudez es cuestión del ego.
Lo quiero a mi manera. Quiero estar en control. Escuchar mi ego es dejar a Dios afuera.
Por lo tanto vivo con miedo.
Mis intentos de control son un intento de llevar mis miedos hacia un lugar ordenado.
Perseverar, sin embargo, es someterme a mi Poder Superior.
Estar con Dios es estar en la dirección correcta.
Cuando me someto soy todavía responsable del esfuerzo
pero dejo los resultados en manos de mi Poder Superior.
Ser testarudo es dejarse llevar por el ego y el miedo.
Ser perseverante es someterme a mi Poder Superior basado en la fe.

UN SALUDO
TODO PROBLEMA TIENE SOLUCION
TU FUTURO NO ES UN JUEGO DE AZAR