CONSTRUIR UNA VIDA VALIOSA

CONSTRUIR UNA VIDA VALIOSA

Si tuvieramos que escribir nuestra autobiografia, ¿ que momentos de nuestra vida eligiriamos? Seguramente, descubriríamos que lo que nos llena de verdad son los instantes compartidos, las vivencias intimas, el tiempo que nos dedicamos a nosotros y a los demas.
Y que lo mejor de la vida ciertamente, es gratis.
Imagina que tienes 90 años, que has tenido una vida muy intensa y que quieres coronarla escribiendo tu autobiografía. El editor que te va a publicar la obra te hace una advertencia, no podras excederte de las trescientas paginas. Esta es la única condición. ¡ Toda una vida en trescientas paginas!. Por otro lado, debes escribir tu propia historia en un tiempo razonable, ya que no tienes la eternidad por delante, al menos en el calendario. ¿Qué haras? Cuentas con una detallada libreta de apuntes, con un diario personal que has llevado a lo largo de los años y con una memoria activa y saludable. Ahora solamente debes escribir.
LOS MEJORES MOMENTOS DE TU VIDA.
¿Cuánto espacio dedicaras en tu libro a aquel suspenso en matemáticas? ¿ Y a las rabietas que le dedicaste a aquel jefe que tuviste en uno de tus trabajos? ¿Y a ese dinero que perdiste en una mala inversión? Quizas recuerdes esa decepcion que sentiste al no ser correspondido por aquella persona de quien luego te olvidaste al comprobar que no era tan ideal como habias creido. O puede que te venga a la mente el enfado que tuviste con tus padres porque no te dejaron ir de viaje con aquellos amigos de tu adolescencia. En el libro de tu vida, ¿describiras minuciosamente las horas que tuviste que trabajar para pagar los plazos de ese coche del que te encaprichaste?.
Recuerda que las horas y las paginas que dediques a estos temas en tu autobiografía deberías quitárselas a otros. Asi, si les das mucha importancia, deberas reducir el espacio dedicado a la descripción de aquella tarde que estuviste leyendo una conmovedora novela bajo la sombra de un árbol. O a esa lenta y tranquila conversación con tu madre, en la que te revelo cosas de su propia vida que tu ignorabas y que te ayudaron a comprenderla. O al dia en que , con tu pareja, decidisteis quedaros en casa y preparasteis una cena que quedo en la memoria de ambos para siempre. O a explicar lo maravilloso que resulto dar y recibir amor a través de pequeños actos, gestos y palabras de la vida cotidiana.
Si has decidido que apenas vas a dedicar un par de líneas en la historia de tu vida a todos aquellos fastidios, rabietas, frustaciones y desencantos, ¿Por qué les das ahora, en tu presente, tanta importancia? Si los episodios de tu vida vinculados a los valores espirituales, al logro, a la satisfacción y al amor van a formar el contenido principal de tu obra, ¿ por que no empiezas ya, ahora mismo, a colocarlos en el centro del escenario?.
EL PRECIO DE LAS ELECCIONES.
Todos escribimos nuestra autobiografía, incluso sin ser escritores. Y lo hacemos dia a dia, con cada acción, con cada palabra, con cada gesto. Nada de esto se pierde ni cae en el vacio. Por lo tanto, es mejor que seas consciente de ello, pues asi el producto final resultara mas bello y transcendente, Pero a menudo sucede que gran parte de las paginas de tu vida están llenas de afanes inútiles, de la persecución de cosas que brillan por fuera y son huecas por dentro: un coche lujoso, una casa mas grande, un ordenador de ultima generación, ropa de una determinada marca, un teléfono móvil que hasta es capaz de pensar por ti o todo aquello que acaso de envidia a los demás y nos haga sentir poderosos.
Llenas esa paginas a un precio demasiado alto, y no solo estamos hablando de dinero. Y es que, para concretar esas ambiciones, debes duplicar tus tareas en busca de salarios que te permitan llevar un alto tren de vida. Empeñas tus tarjetas de crédito, firmas hipotecas y compras a plazos. Pero lo peor de todo es que dejas de mirarte en el espejo para ver quien eres, de interesarte por aquellos a quienes quieres realmente, de escuchar y ser escuchado… No tienes tiempo para la empatía y, como resultado, los otros convierten, casi sin que seas consciente de ello, en desconocidos, y lo mismo pasas a ser tu para todos ellos.
ENCONTRAR UN SENTIDO A LA EXISTENCIA.
A menudo sucede que obtienes muchas de las cosas que buscas, pero te quejas de que te falta tiempo para disfrutarlas. Te quejas porque vives bajo mucha presión, una presión que, en parte, te has impuesto y que, en parte, has aceptado que te impongan, a cambio de una recompensa que, al final, no acaba de satisfacerte. Pero puede que, en un súbito y providencial ataque de conciencia, te preguntes: “¿ Cual es el sentido de todo esto?”. Habras dado, entonces, con el quid de la cuestión: el sentido de la vida.
A dia de hoy, unos 6.600 millones de personas habitan el mundo. No hay dos iguales. Cada una de esas vidas, lejos de ser un capricho, tiene un sentido, un sentido propio e intransferible. Cada persona debe descubrir el suyo. Nadie se lo puede decir, ni prestar ni vender. Cada sentido es único. Lo que el sentido de una vida tiene en común con el de otra es la presencia del otro.
Vivir con sentido es, entonces, construir una existencia en la que el otro este presente a través del ejercicio de la solidaridad, la empatía, la colaboración, la cooperación, la compresión, la escucha, el intercambio, la responsabilidad, la paciencia, la contemplación, el amor…Dar espacio a estos valores es un vinculo es parte de un proceso.
NO CONFUNDIR DESEO CON NECESIDAD.
Tus relaciones con los demás no vienen hechas a medida, no se compran ni son instantáneas. Requieren participación, compromiso y presencia. Y nada de esto se da fuera del tiempo. Cuando permaneces en el presente, participativo y comunicado que no es igual que conectado, como propone el abuso del ordenador e interactuas con tus personas queridas, inevitablemente comenzaras a vislumbrar el sentido de tu vida. Esta tarea es gratis y su fruto suele procurar arminia, calma y una sensación de plenitud. La satisfacción de tus principales necesidades, que son emocionales, afectivas y espirituales, no se consigue con dinero y es ilusorio creer lo contrario.
Por el contrario, lo que si requiere de mucho gasto es la satisfacción de los deseos, los cuales se disfrazan de necesidad. Por ejemplo, tienes sed una necesidad física y natural, pero no quieres agua sino que deseas beber una cerveza o un refresco. Necesitas comunicarte porque las personas somos seres que nos relacionamos y estamos preparados para ello, con la voz, las manos, la piel, los ojos, los oídos…, pero ansias ese móvil o ese ordenador determinados. Necesitas amor, pero deseas un romance con determinada persona y en determinadas circunstancias. Necesitas una vivienda digna, pero deseas un apartamento lujoso.
Correr a la llamada de los deseos te hunde en el mundo de lo material, te obliga a trabajar mas horas, te deja sin tiempo, sin energía y sin disposición emocional y espiritual para vivir. La función del deseo es desear. Por lo tanto, una vez cumplido un determinado deseo, este se transforma en otro nuevo. En cambio, la necesidad, respetada y atendida, procura paz y armonía.
EL VACIO DEL SINSENTIDO.
Cuando no has dado con el sentido de tu vida, es decir, cuando no te sientes realizado a través de la familia, ni de la amistad, ni del arte, ni del desarrollo de tus habilidades y capacidades, ni tampoco a través de la participación en acciones solidarias o en tareas que mejoran el entorno y el mundo, tus deseos se multiplican, alimentados por la angustia que genera el vacio de sentido. Y al empujarte a una carrera de búsquedas materiales, te alejas del verdadero centro de la vida. Una vida que no ha encontrado su sentido será siempre mucho mas cara que una vida que ha dado con el. Por que mientras que tus necesidades son tuyas y autenticas, los deseos vienen generalmente estimulados por es exterior, por quienes buscan que gastemos dinero en satisfacerlos.
PEQUEÑOS ACTOS MUY GRATIFICANTES.
Digamoslo otra vez: vivir es gratis. Una buena conversación, calmada, lenta y tranquila, con un amigo, con tu pareja, con tu hijo, con tu padre o con tu madre, es gratis. Ayudar a alguien por el solo hecho de ayudar gratis y esto incluye desde acompañar a una persona anciana a cruzar la calle hasta donar horas de trabajo a una ONG. Leer un libro que te lleva a otros mundos, que te permite conocer nuevas realidades o te estimula a pensar gratis. Salir a caminar por el mundo y observar el rostro de la gente, los colores del entorno, las modificaciones que se van produciendo dia a dia, es gratis.
Plantar una semilla y cuidar de ella mientras se convierte en una planta es gratis y es dar vida. Leer cuentos a tus nisños, disfrazarse o compartir con ellos las ideas que esos cuentos evocan es gratis, y, además, resulta mucho mas imaginativo, estimulante y activo que tantos juguetes cibernéticos, electrónicos e informáticos. Cocinar para otra persona lo que sepas, lo que puedas o, simplemente, lo que te salga y compartir esa comida con ella es gratis.
Pregunta a alguien que conoces si necesita algo de ti es gratis. Dar los buenos días es gratis. Donar aquello que ya ha sido útil para ti, pero aun puede serlo para otros, es gratis.
Recordar los cumpleaños de tus personas queridas y homenajearlas de una manera sencilla acaso regalándoles tiempo es gratis. Agradecer es gratis, y se trata además de una de las energías mas poderosamente sanadoras que existen. La lista de todo aquello que es gratis y mejora tu vida y la de los demás es infinita.
Cada una de estas cosas, todas gratuitas, puede ocupar largas y maravillosas paginas, llenas de sentido y de significado, en el libro de tu autobiografía. Y harán de el una obra única y necesaria, como lo es tu vida
UNA VIDA VALIOSA SIN CARGAS MATERIALES.
En situaciones de crisis ya sean económicas, sociales o personales es mas necesario que nunca estar atentos a aquello que da realmente sentido a nuestra vida. Si analizamos las grandes crisis de la historia, comprobaremos que todas tienen un parecido y que todas, mas tarde o mas temprano, han pasado y han dado lugar a nuevos auges.
Sin embargo, en toda la historia de la humanidad no ha habido nunca dos vidas iguales. Esto es lo que importa. La maravillosa singularidad de cada una. Si observas con atención esas grandes crisis, veras que han ocurrido en momentos en que la mayoría de las personas vivian sin un sentido, aunque gastaran mucho y pudieran parecer que se lo pasaban bien. El sinsentido había disparado una carrera detrás de lo material. Y, habitualmente, quienes mejor atravesaron las crisis fueron aquellas personas que vivian de acuerdo a unos valores claros centrados en la atención de las necesidades y no en la satisfacción urgente de los deseos.
Estas personas vieron la confirmación del camino elegido, sabían que el significado profundo y trascendente de la vida no se mide por el bienestar económico y que la existencia no empieza ni termina en un altercado, en una frustacion, en una imposibilidad o en un imprevisto. En las crisis, esas personas hicieron balance y obtuvieron un saldo positivo, por lo que vieron que debían seguir escribiendo su autobiografía del modo en que lo estaban haciendo.
Las crisis pueden convertirse en un momento de inflexión que te permita centrarte en el relato de tu propia vida y hacer que tu existencia deje de ser cara, para empezar a ser valiosa. Porque precisamente cuando adviertes que vivir es gratis y te dedicas a comprobarlo en tus actos de cada dia y en tus vínculos y actitudes, empiezas a darte cuenta de que tienes una vida valiosa.
Lo opuesto de una vida cara. Eso es lo que tu editor espera de ti, que finalmente tu obra sea maravillosa y apasionante descripción de una vida tan única como preciosa. De manera que manos a la obra, y que las paginas de tu vida estén llenas de aquello que, de veras, es merecedor de estar allí.
UN SALUDO
TODO PROBLEMA TIENE SOLUCION
TU FUTURO NO ES UN JUEGO DE AZAR