PROBLEMATICA DEL JUEGO EN LA FAMILIA

El juego, como una actividad de azar, ha estado en nosotros desde tiempos remotos. Ha sido una actividad social y normal, pero cuando dicho juego ha cruzado una línea invisible, de la sociabilidad al dominio, dicha actividad se apodera de nosotros, por medio de la obsesión, dominando nuestras vidas y en la que hacíamos cosas, que normalmente no hacíamos, convirtiéndose el juego no en ganancias económicas sino jugar para intertar recuperar lo perdido.
No importa las horas que estuviéramos jugando, a veces hasta perder la última moneda, esto se llama compulsión, sin im portarnos el daño que entonces estábamos haciendo, entonces, el Juego normal, se cponvirtió en juego patológico, enfermedad llamada Ludopatía.
Las consecuencias de la enfermedad no la veíamos, ni la sentíamos, sólo queríamos recuperar el dinero perdido. No sufríamos por el juego, disfrutábamos de él.
Las únicas personas que sufrían eran nuestras familias. Veían que habíamos cambiado, no había una palabra cariñosa para nuestros hijos, no disfrutábamos de sus alegrías ni compartíamos sus juegos, no había comunicación ni afectividad.
El tiempo que estábamos en la casa era negativo, por las discusiones frecuentes, no había felicidad ni armonía.
La convivencia había desaparecido, teníamos una venda en los ojos, sólo existía en nuestro pensamiento, el juego, juego que nosotros no queríamos que se conociera y por lo tanto la mentira y la falsedad era lo habitual en nuestras conversaciones.
No sólo fué dinero lo que perdimos, tambien el amor, la humildad, sinceridad, confianza, alegria... Todo sto se convirtió en indiferencia, prepotencia, mentiras e irritabilidad. Valores que antes teníamos, que al desaparecer, nos llevaron a algunos a la separación matrimonial, a la pérdida del trabajo o al intento de suicidio, pués no veíamos un final en el tunel en el que nos metimos.,pero cuando tocamos fondo y nos vimos perdidos y destrozados, pedimos ayuda, descubrimos enton ces que no éramos viciosos, sino enfermos que no podíamos controlar el juego, solo pararlo y cuando desapareciera de nuestras mentes la obsesión por jugar y lucháramos para recuperar nuestros valores, también recuperaríamos a nuestros seres queridos, pensando siempre que No som os responsables de nuestra enfermedad, pero si de nuestra recuperación.

SI SEÑOR, UN POST DE TODO NUESTRO PASADO, COMO NOS HEMOS VISTO, Y LOS QUE NO SE VEAN ESE SERA SU FUTURO.
UN SALUDO
TODO PROBLEMA TIENE SOLUCION