No es una condena

24 meses, 2 semanas y 2 días, no, no es una condena, es una bendición, es el tiempo que llevo sin jugar, es la consecuencia de haber reconocido mi ludopatía y haberle puesto freno. Miro hacia atrás y no me reconozco, era una persona arisca, solitaria, enfadada con todo y con todos, que lo único que tenía en mente era el juego y como conseguir dinero para jugar.

Llegué al grupo de autoayuda con bastante excepticismo,sin saber muy bién lo que me iba a encontrar allí y, si eso me iba a ayudar en algo con algo que yo no sabía bién si era una enfermedad o un vicio. Después de escuchar las vivencias de todos los asistentes a aquella reunión, me quedé en blanco, no supe como reaccionar ya que entre todas aquellas personas me habían contado mi vida en los últimos 15 años. Fué entonces cuando comprendí que estaba enfermo y que tenía que ponerle remedio a esa situación.

Sé que para la mayoría no ha sido así, pero a mí no me ha resultado difícil dejar de jugar, simplemente dejé de jugar, creo que el subconsciente encendió todas las alarmas que estaban apagadas y que fué gracias a ese grupo de personas que me abrió los ojos y me puso delante de un espejo que eran ellos mismos, pude hacerlo. Eso y seguir las recomendaciones para no volver a jugar.

En este tiempo he tenido que pagar las consecuencias de todos los desmanes que he hecho por culpa del juego,me he que dado sin trabajo, apenas me hablo con mis hermanos, me ha dejado mi novia y tengo una montaña de deudas que no sé como voy a pagar.

Solo espero que lo que yo he pasado sirva para que otros no vayan por el mismo camino,que se den cuenta de lo que pueden perder y que rectifiquen, que todavía están a tiempo.

Un saludo a todos, ser felices.