La razón de vivir

Más allá de nuestras enfermedades, nuestras expectativas, nuestras esperanzas y nuestro porvenir se nos plantea a veces la razón de nuestra existencia, el por qué y para qué de nuestra vida. Mi respuesta a esa pregunta es que estamos diseñados para conectarnos con el prójimo, para sentir amor y aceptación. Esa razón deja de existir si no somos asertivos. Se me viene a la memoria un acertijo que practicábamos cuando éramos niños lleno de maldad "si yo soy tú y tú eres yo ¿quien es el más tonto de los dos?" Cambiando la maldad por "si yo soy tú y tú eres yo y te acepto y te amo ¿a quién hago más feliz?"
El verdadero contacto se produce cuando escuchamos y valoramos al otro por el mero hecho de "ser", sin buscar nada más. La esencia reside en poder dar y recibir sin juicio, haciéndose la relación trasparente.
Nuestra cultura trata de imponernos como esencia el ocultamiento tras una máscara de perfección que refuerce nuestro ego ¿hay álguien perfecto? ¿que razón de ser tiene esa máscara? No somos perfectos ni autosuficientes ni estupendos. Sentimos vergüenza que los otros puedan ver nuestros errores y así llega la desconexión. Nosotros, los ludópatas, desconectamos a menudo, la vergüenza, los sentimientos de culpa por no ser perfectos nos llevan a ello. Lo humano nos hace comunes, y eso supone la grandeza de superarnos y aprender porque necesitamos amor y sentido de pertenencia, vivimos luces y sombras, somos profundamente vulnerables a la vez que capaces y un día u otro, misterio de los cielos, morimos ¿Qué sentido ha tenido tanta preocupación por aparentar ser perfectos y estupendos?
Este miedo es universal, todos lo sentimos en algún momento. De él procede la vergüenza de mostrarnos tal cual somos. Del temor a que si los demás pudieran ver o saber algo de lo que hay en mí, me fueran a rechazar. El temor es tal que de hecho, es algo de lo que normalmente no hablamos, evitamos. Y cuanto menos queremos hablar, más vergüenza sentimos. Sin embargo, si enfrentar el miedo a ser inadecuado o a no ser suficiente es una tarea dura, no es tan dura como el pasarnos la vida tratando de ocultarlo, avergonzándonos.
Y es que aún siendo imperfectos, que todos lo somos, seguimos necesitándonos los unos a los otros. Siendo imperfectos, seguimos siendo valiosos, dignos de ser aceptados y amados. Siendo conscientes de esto, de esta vulnerabilidad universal que nos une, dejemos de lado la vergüenza y acojamos nuestra imperfección con amor que eso, nos hace fuertes. Y es tan sólo desde ahí que podremos aceptar y respetar la imperfección de los demás.
Si estamos dispuestos a dejar de lado la imagen ideal de nosotros mismos que hemos proyectado al mundo. Si tenemos el coraje de mostrarnos tal cual somos, de contar nuestras historias desde el corazón y con total transparencia, compartiendo nuestra sombra, ese lugar donde habitan nuestra imperfección, nuestro miedo, frustración, envidia, tristeza, etc… y que es el centro de nuestra inevitable vulnerabilidad, seremos capaces de conectarnos realmente a los demás y a nosotros mismos, seremos capaces de construir significativas y auténticas relaciones con otra gente. Atrevámonos a ser vistos, permitamos que los demás nos vean en profundidad, con nuestras glorias y miserias, con nuestra vulnerabilidad…Tan semejantes a las suyas, a las de todos.
¿Hablo de ludopatía? Sí. Si no fuera ludópata ni me hubiera planteado este escrito.

Castellano, me gusta lo qe escribes, no solo para los ludopatas, creo que esto sirve para el resto.

Gracias Marisol, este escrito es un fragmento del libro que verá la luz el próximo verano si las cosas van bien. Aunque la temática sea la del juego patológico pretendo que vaya dirigido a todo tipo de lector, por eso tu respuesta refuerza mi idea de que va en buena línea.
Un abrazo.

Mealegro, de que te sirva mi opinion

Gracias castellano, por todo.

Grande Castellano!... Animo con ese libro amigo!!! Un abrazo

Gracias Juan, en ello estoy, a ver si tengo suerte y me lo editan.

Ya me gustaban los escritos de castellano, desde la época en que yo era CABALLO. Estoy seguro que no será cuestión de suerte su edición. En los últimos tiempos he venido entendiendo eso de comunicar nuestras "sombras". Comparto plenamente esa idea. La persona que no comunica sus secretos se está escondiendo y no hallará reposo. Debemos dejar que los demás nos miren en nuestros verdadero ojos y así llegarán a nuestro corazón. Felicidades.

Te rescato el hilo por otro comentario actual sindrome de abstinencia que enlazas

Hablas de mostrarnos

A Quien?

Todo el mundo sabe que juego

He tenido que acudir a desconocidos y sigo

Que hay que mostrar si juego en todos los sitios

Quien se para a hablar conmigo

Lo mismo con otras cosas

He perdido camaradas

La última porque bebe en demasía y tuvo retirada de carnet

Me señalaba por ser menor que ella y aducia a que me había invitado a cerveza y me califica de problemas de alcohol

Si le digo que juego que haría por mi

Somos gente mal vista

Somos yonkis

Es interesante que escribas libros

Te agradecería que comentaras aqui cómo o qué has ido estudiando para hacerlo

Me gustaría hacerlo algún día

Es apasionate creo

La soledad me come pero también es donde más tranquilo estoy

Me.cuesta mucho todo y saco fuerzas de no sé dónde

Yo por un momento pienso que me gustaría internarme un tiempo y evadirme del mundo

Consecuencias

Perder el trabajo y estar tranquilo una temporada

No soporto mi enfermedad

Así de fácil

No duermo

No quiero jugar más

Ya pedí ayuda y sigo

Si no sigo terminaré donde la ludopatía acaba en el suicidio

Amo la vida pero detesto ambientes incluido el laboral

Está bien lo que dices

Espero que sea por desarrollo y no por dinero