PERFIL DEL JUGADOR COMPULSIVO

Algunas veces, el placer, la alegría y divertimento de jugar y apostar viene acompañado de algunos problemas, de una adicción. Es justamente cuando el divertimento se pasa de la raya y se transforma en algo poco saludable. Para poder ayudar y reconocer en otros y nosotros mismos esta problemática, es importante que todos, más aún los que acostumbramos a jugar a apostar, conozcamos algunas características primordiales de esta enfermedad conocida como “Jugador Compulsivo”

Lo primero que debemos saber es qué es jugar de manera compulsiva. Esto es una enfermedad progresiva que no puede curarse pero si detenerse. De hecho, Jugadores Anónimos, tiene un concepto que considera a los jugadores compulsivos como personas enfermas que pueden recuperarse siguiendo un sencillo programa.

A diferencia de lo que se puede creer, el jugar compulsivamente no es solo un problema financiero, no se trata únicamente de las consecuencias económicas que puede traernos. El jugador compulsivo tiene más problemas que ese, incluso más importantes; conyugales, laborales o legales, son solo algunos ejemplos.


Características del jugador compulsivo

No poder ni querer aceptar la realidad. Viven una realidad de sueños en donde se imaginan la vida que llevarán el día que consigan una ganancia grande con sus apuestas. Se creen importantes, maravillosos, haciéndole regalos a cada uno de los integrantes de su familia. Se ven viviendo una vida cómoda y de lujos. Aunque, lamentablemente, cuando los jugadores compulsivos tienen éxito, juegan para tener sueños más grandes, cuando fracasan, juegan con desesperación irresponsable y las profundidades de su desdicha
Inseguridad emocional. Un jugador compulsivo no posee firmeza emocional, solamente se siente emocionalmente confortable cuando esta en plena apuesta. Aún sabiendo que están destruyendo sus vidas, es ahí donde el jugador compulsivo se siente seguro
Inmadurez. Es el deseo de querer tener todo lo que se les ocurra sin ningún tipo de esfuerzo. Sienten que pueden evitar la responsabilidad de la madurez jugando a la ruleta o a las cartas. Así, la lucha por escapar de la responsabilidad se convirtie finalmente en una obsesión.
Lo primordial es saber que solamente nosotros podemos evitar el pasar por situaciones o experiencias terribles. Si vemos o notamos algunas de las características que enumeramos unos párrafos arriba, no permitamos el deterioro lento y gradual antes de pedir ayuda.

Lo primero que un jugador compulsivo debe hacer para dejar de jugar es aceptar que se encuentra bajo los síntomas de una enfermedad para posteriormente comenzar a tratarla de manera honesta.

Tengamos presente que los jugadores compulsivos no pueden recurrir a su fuerza de voluntad para evitar el juego. Conociendo algunos de estas características podemos ayudar y ayudarnos. No dudes en buscar ayuda, muchos especialistas están preparados para darte una mano.

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Como para recordar que el juego compulsivo no es una diversion y mucho menos un pasatiempo.- Felices 24 hs para todos, FUERZA Y ADELANTE.- Vivir sin jugar SI SE PUEDE.- ABRAZOS