EL MOVIL........

El bolsillo derecho del pantalon vibra, suena una hermosa melodía en tu movil. El sudor, la concentración abstracta en el juego y la ansiedad ignoran la llamada. Sabes perfectamente que es tu mujer. Has dejado sonar y con esta ya van tres las llamadas que dejas perderse en la tarde. Vuelves a engañar a quien mas te ama y vuelves a engañarte a ti mismo.
No despegas la mano del botón de la máquina, introduces los billetes de diez, de veinte, todavía te queda dinero en la cartera y te reservas las monedas sueltas del bolsillo para tu último golpe de suerte. Lo ganado no es suficiente, has perdido mucho esta tarde y la hora de recoger a tu esposa va acercandose a cada jugada. Las luces de la máquina nublan tu mente, apagan tu sonrisa y ciegan tu alma. La ansiedad se apodera de tu cuerpo, sudas y tiemblas. Los billetes pelean para entrar en la máquina acompañados de un temblor en la mano incoherente. Ya has jugado mas veces, pero estas nervioso y apático. No respondes a tu subconsciente. Y aún así, te repites una y otra vez, que esta será la última. Y cuando una gota de sudor surca tu mejilla para caer a tu camisa. Te apresuras a recoger las muchas monedas de una ganancia engañosa. Has recuperado el dinero y un poquito mas de lo que echaste. Lo celebras frenando el latido de tu corazón y respirando suavemente. Entonces sonries y notas el movil en tu bolsillo vibrar de nuevo. Te apagas, dejas de sonreir y bajas la cabeza resentido. Te acercas a la barra del bar para pagar tus consumiciones y compras tabaco.
En el coche, llamas a tu esposa. Le das la excusa de una reunión inexistente, le dices que la amas, que ahora la recoges, tienes tiempo. Un beso y una sonrisa te despiden y al colgar, un nudo en la garganta actua como detonante del llanto que esta por venir. Lágrimas y temblores, un grito de rabia, un dolor inimaginable y la presión en el pecho que dificulta tu respiración. El desgarro de tus gritos mientras estás encerrado en el coche no advierten tu presencia a los pocos viandantes que pululan por ese parque. Tus lágrimas dejan ver el rostro del niño que una vez fuiste. Un golpe en el volante del coche y la palabra perdón en tus labios. La foto de tu esposa en la mano y mil máquinas en la cabeza, su música, sus luces. Diamantes y campanas, cerezas y tres sietes. Unos ahorros que ya no están, deudas, mentiras, engaños. Tu mala cabeza no te deja pensar en nada y la ansiedad se adueña definitivamente de tu mente. Lloras y gritas. Desgarras tu garganta a cada llanto y tus mejillas sonrosadas bañadas en lágrimas advierten de las arrugas que antaño no tenias. Tus ojos azules ahora son celestes y cuando la asfixia no te deja respirar, sales del coche para calmarte. Entonces respiras, caminas e intentas relajarte, ya no queda tanto tiempo para recoger a tu princesa. Pues ella estará cansada de trabajar y te esperará con una sonrisa muy hermosa que sabes que es solo para ti.
Las lágrimas se secan y el colirio devuelve el blanco a tus ojos. Entras en el coche y arrancas. Te repites cien veces lo miserable que eres, lo absurdo de tu existencia y te abres camino en el tráfico. Hora punta. Llegas tarde.





La vida es tan bonita, que desperdiciar solo un minuto en esta enfermedad, es el mayor error que he cometido. Puedo lamentarme de aquella primera vez. Puedo lamentarme de continuar, puedo lamentarme de enfermar. Pero nunca podré curarme del daño que causé.
Uno puede ser valiente cuando deja el juego, deja las drogas o de beber. Pero mas valiente es quien sabe del mal y continua a tu lado. Ese juego es muy peligroso y aun asi, arriesgando su futuro o arriesgandolo todo. Continua a tu lado.
A cuantas llamadas no hemos contestado y cuantas excusas hemos puesto para ocultar nuestro juego.

UN SALUDO
TODO PROBLEMA TIENE SOLUCION
TU FUTURO NO ES UN JUEGO DE AZAR

como siempre me dejas sin palabras!un abrazo