SOLO POR HOY

La cumbre más alta que un hombre puede alcanzar no es el Conocimiento, o la Virtud, o la Bondad, o la Victoria, sino algo mucho más grande, más heroico y más desesperante: ¡El Respeto Sagrado!

Una de las más grandes bendiciones que un jugador compulsivo puede esperar es la capacidad de asombro:
sentirse lleno de una mezcla de maravilla, gratitud y reverencia hacia ese majestuoso Poder que está en cada uno de nosotros y que nos cura del sufrimiento que ningún talento humano o medicina ha podido tocar, y que cambia la más desdichada de las vidas.
Para aquellos que son bendecidos, la primera prioridad de cada día es dar las gracias.

Sólo por hoy:

Yo sólo era responsable por hacer mi plan diario y de mantenerme en abstinencia no realizando ninguna apuesta y de revertir el proceso... que me llevo a la ruina emocional ......... y a la locura total
Yo sólo NO soy responsable por estar abstinente, no apostando a nada en la vida, libre de los síntomas de mi enfermedad.
Este es el hecho más grande, importante y digno de respeto en mi vida hoy.

El mejor camino para salir es siempre atravesandolo.

Siempre solía escoger dar rodeos, evitando problemas, huyendo de los sentimientos.
En JA oí llamarlo el camino más fácil, más cómodo. ¿Pero es realmente más fácil mi camino? ¡No!.
Es duro y doloroso, el camino de una vida de infierno.
Estoy agradecido por ser consciente de los viejos patrones.
Hoy cuento con la ayuda de Dios para ser liberado de aquellos defectos que dejo al descubierto cuando elijo la forma honesta de salir de mis dificultades.

Sólo por hoy:

Practicar los pasos del cuarto al noveno me prepara para enfrentarme en vez de escaparme de mis problemas.

Un sencillo inventario

“Continuar haciendo un inventario personal significa adquirir la costumbre de examinar con regularidad nuestra conducta, nuestras actitudes y relaciones con los demás”

El inventario diario es una herramienta que podemos usar para simplificar nuestra vida.
Lo más complicado es decidir cómo empezar.
¿Hay que hacerlo por escrito?.
¿Qué debemos examinar?
¿Detallado hasta que punto?
¿Cómo sabemos cuando esta terminado?
En un instante, hemos convertido un sencillo ejercicio en un proyecto de grandes dimensiones.
He aquí una propuesta sencilla para un inventario diario.
Reservamos unos minutos al final de cada día para sentarnos silenciosamente a examinar nuestros sentimientos.
¿Tenemos un nudo en el estomago?
¿Grande o pequeño?
¿Nos sentimos conformes con el día que acaba de terminar?
¿Qué ha pasado?
¿Cuál ha sido nuestra responsabilidad en el asunto?
¿Debemos alguna disculpa?
Si pudiéramos vivirlo otra vez. ¿ Que haríamos diferente?
En el inventario diario tanbien queremos revisar los aspectos positivos de nuestra vida:
¿Qué nos ha dado satisfacción en el día de hoy?
¿Hemos sido productivos?
¿Responsables?
¿Bondadosos?
¿Cariñosos?
¿Nos entregamos desinteresadamente?
¿Disfrutamos plenamente del amor y la belleza que nos ha brindado el día?
¿Qué hemos hecho hoy que quisiéramos volver a hacer?
El inventario diario no tiene por que ser complicado para que sea efectivo.
Es una herramienta muy sencilla que podemos usar para mantenernos en contacto con nosotros mismos.

Solo por hoy:

Quiero mantenerme en contacto con la forma en que me siento al vivir esta vida que se me ha dado.
Al fina del día, haré un inventario breve y sencillo.

Aunque un burro se vaya de viaje, no volverá a casa convertido en caballo.

Ir a otro sitio tiene un gran atractivo para muchos que son adictos a las buenas cosas.
Esto se conoce como "cura geográfica," aunque los que usan este término saben muy bien que lo "geográfico" no cura nada; es sólo otro escape.
Los escapes simplemente confirman la adicción. Si quiero abstinencia, paz de espíritu y bienestar físico, lo que necesito es permanecer donde estoy, asistir al mayor número de reuniones de JA que pueda y pedir ayuda.

Sólo por hoy:

Dios concédeme la sabiduría para comprender mis anhelos, y la buena voluntad para actuar de la manera que más me beneficie.

Opciones

«No elegimos convertirnos en adictos.»

Cuando éramos pequeños todos teníamos sueños. Todos los niños han oído a un pariente o a un vecino
preguntar: «¿Qué quieres ser de mayor?» Aunque algunos no tuviéramos sueños elaborados de triunfo, todos deseábamos un trabajo, una familia y un futuro de dignidad y respeto. Pero nadie nos preguntó: «¿Quieres ser un ludopata cuando crezcas?»
No elegimos convertirnos en adictos, y no podemos elegir dejar de serlo. Tenemos la enfermedad de la adicción. No somos responsables de tenerla, pero sí lo somos de nuestra recuperación. Después de enterarnos de que somos personas enfermas y que hay una forma de recuperarse, podemos dejar de culpar a las circunstancias o a nosotros y empezar a vivir la solución. No elegimos la adicción, pero podemos elegir la recuperación.

Sólo por Hoy:

Elijo la recuperación.

Ciertos pensamientos son como oraciones. Hay momentos en que no importa la actitud que tome el cuerpo, el alma está de rodillas.
La oración es ahora un hábito, una manera de ser libre de los defectos paralizantes. Con frecuencia, en el transcurso del día, puedo pensar o actuar con cierta espontaneidad, aceptando virtualmente todo en la vida.
Esto, para mí es una forma de orar. La oración me reconforta, así no pierdo tiempo deseando que las cosas fueran diferentes.
Esto me permite manejar lo que está ante mí y me da la energía para trabajar manejando las situaciones sobre las que puedo hacer algo, ya sea una enfermedad, un caucho desinflado o una gotera.
La oración me permite buscar y disfrutar la vida y vivir sin sofocarme en la culpa por pasados errores.

Sólo por hoy:

Estoy abierto a la plegaria a lo largo del día, donde sea que esté y lo que esté haciendo.

“Nuestro trabajo es tener la voluntad de dejar ir las viejas actitudes las cuales bloquean la humildad
tales como la baja autoestima, la búsqueda de poder y el egoísmo”.
Cuando me uní al programa de JA escuché acerca de la necesidad de ser humilde.
No estaba seguro de lo que los miembros querían decir exactamente con “humildad”, y ciertamente no estaba seguro de si la deseaba.
Pero un día escuché que ser humilde significa estar dispuesto a aprender: Y pensé, “Creo que puedo hacer eso”
Hay muchas cosas nuevas que he aprendido en JA; cómo mirarme honestamente a mi mismo, cómo utilizar los instrumentos para trabajar los Doce Pasos, como trabajar con los viejos y nuevos resentimientos; como practicar los principios de los Doce Pasos en todos mis asuntos.
Cada día, de una forma u otra, soy llamado a estar dispuesto a aprender.

Sólo por hoy, tengo la voluntad de renunciar a mis antiguos mecanismos, los cuales no funcionaron a cambio de una nueva forma de vivir que me ofrece recuperación de mi adicción a la apuesta.

MI INVENTARIO, NO EL TUYO

El chismorreo mordaz mezclado con nuestra ira, una forma cortés de asesinar por medio de la destrucción del carácter, tiene también para nosotros sus satisfacciones.
En este punto no estamos tratando de ayudar a los que criticamos, sino proclamando inconscientemente nuestra hipocresía.
Algunas veces no me doy cuenta de que he chismorreado de alguien hasta que llega el fin del día y
hago un inventario de mis actividades, y entonces, mis chismorreos aparecen como una mancha en mi lindo día.
¿Cómo podría haber dicho tal cosa?
El chismorreo presenta su fea cara durante un descanso para café o una comida con mis asociados de negocios,
o puedo chismorrear por la noche cuando me encuentro cansado y me siento justificado para reforzar mi ego a expensas de alguien.
Defectos de carácter como el chismorreo se insinúan en mi vida cuando no estoy haciendo un esfuerzo constante para trabajar los Doce Pasos.
Tengo que recordarme que mi singularidad es la bendición de mi ser, y esto se aplica igualmente a todos aquellos que se cruzan en mi camino.
Hoy, el único inventario que tengo que hacer es el mío.
Dejaré el juzgar a otros en manos del Juez Final la Divina Providencia

SOLO POR HOY:

viviré intensamente minuto a minuto sin apostar.

Vivir el ahora

«Vivir sólo por hoy nos alivia de la carga del pasado y del miedo al futuro.»

Pensar en lo malo que ha sido o que podría ser puede agotar nuestras esperanzas de recuperación.
Fantasear sobre lo maravilloso que ha sido o que podría ser puede desviarnos de actuar en el mundo real.
Por eso, en Jugadores Anónimos hablamos de vivir y recuperarnos «sólo por hoy».
En JA sabemos que podemos cambiar. Hemos llegado a creer que nuestro Poder Superior puede devolverle la sensatez a nuestra mente y nuestro corazón.
Por medio de los pasos podemos ocuparnos de las ruinas de nuestro pasado. Si mantenemos nuestra recuperación, sólo por hoy, podemos evitar crearnos problemas en el futuro.
La vida en recuperación no es una fantasía. Soñar despiertos con lo maravilloso que era apostar, o con la manera de apostarr satisfactoriamente en el futuro,
delirios de lo estupendas que podrían ser las cosas, son expectativas pomposas que nos preparan para la desilusión y la recaída, todas ellas carentes de la fuerza de este programa.
Buscamos la voluntad de Dios, no la nuestra. Intentamos servir a los demás, no a nosotros.
Desaparece nuestro egocentrismo y deja de ser importante lo maravilloso que podría, o debería, ser todo.
A la luz de la recuperación, percibimos la diferencia entre realidad y fantasía.

Sólo por hoy:

Estoy agradecido por los principios de recuperación y por la nueva realidad que me han dado.

Salir del aislamiento

«Nos sorprendemos haciendo y disfrutando cosas que nunca pensamos hacer.»

La adicción activa en los juegos de azar nos mantiene aislados por muchas razones.
Al principio evitábamos a la familia y los amigos para que no supieran que apostabamos.
Algunos evitábamos a todos los que no eran adictos por temor a reacciones morales y repercusiones legales.
Despreciábamos a las personas que tenían
vidas «normales» con familia y aficiones; las llamábamos «sosas» ( significa que no tiene gracia, o que le falta sal) y creíamos que nunca podríamos disfrutar de los placeres sencillos de la vida.
Con el tiempo, hasta evitábamos a otros adictos porque no queríamos compartir nuestra compulsion.
Nuestra vida se hacía cada vez más estrecha y nuestros intereses se limitaban al mantenimiento diario de nuestra enfermedad.
Hoy en día, nuestra vida es mucho más completa. Disfrutamos de actividades con otros adictos en recuperación.
Tenemos tiempo para la familia. Y hemos descubierto muchos otros intereses placenteros.
¡Qué cambio en comparación con lo de antes! Podemos vivir la vida tan plenamente como la gente «normal» que en una época despreciábamos.
El goce ha vuelto a nuestra vida. Es un don de la recuperación.

Sólo por hoy:

Puedo disfrutar de las rutinas sencillas de la vida cotidiana.

Las más profundas afinidades son las que más fácilmente se sienten.
¡Qué bien conozco ese sentimiento de encontrarme en "casa" en una reunión de JA!
No importa lo lejos que me encuentre de mi propio grupo, la cálida bienvenida, los gestos de comprensión
me dicen que estoy en compañía de gente con la que tengo más en común que con muchos otros amigos o asociados.
Ser un jugador compulsivo que se está recuperando en JA, significa que nunca será necesario sentirme Sólo con mi enfermedad.
Lo único que tengo que hacer es tomar el teléfono, ir a una reunión y encontrarme con alguien que comparte la misma enfermedad, los mismos síntomas físicos, emocionales y espirituales. Sólo otro miembro de JA sabe lo que se necesitó para traernos aquí.

Sólo por hoy:

La alegría en recuperación se multiplica en proporción
directa a la que comparto con otros jugadores compulsivos.

Dentro de mi hay un lugar en el que vivo solo, y es donde tu renuevas tus manantiales que nunca se secan.
Descubrir los propios recursos internos es un regalo de la abstinencia.
Energías recién encontradas y un espíritu reanimado ocupan el tiempo y el lugar de lo que una vez fue la compulsión por la apuesta.
La abstinencia trae otras sustituciones: tengo valor en vez de miedo, ideas retadoras en vez de pensamientos superficiales, acción en vez de buenas intenciones y un honesto deseo de compartir en vez de intereses egoístas.
Cuanto más tiempo estoy abstinente, mas experiencia adquiero en el arte de vivir y más soy capaz de darme a mi mismo y a otros.

Sólo por hoy:

Una parte de mi nueva forma de vivir es mirar y buscar inspiración dentro de mi.

«Sabemos que si pedimos que se cumpla la voluntad de Dios, recibiremos lo mejor para nosotros, independientemente de lo que pensemos.»

Cuando llegamos a JA, nuestra voz interna se había vuelto indigna de confianza y autodestructiva. La adicción había distorsionado nuestros deseos, nuestros intereses y nuestra intuición de lo que era mejor para nosotros. Por eso, en recuperación, era tan importante que llegáramos a creer en un Poder más grande que nosotros, en algo que pudiera proporcionamos una orientación más sensata y fiable que la nuestra.
Hemos empezado a aprender a confiar en el cuidado de este Poder y en la orientación interna que nos brinda.
Como todo proceso de aprendizaje, pedir «solamente conocer su voluntad para con nosotros y la fortaleza para cumplirla» requiere práctica.
La actitud egoísta que desarrollamos durante nuestra adicción no se abandona de la noche a la mañana y es posible que afecte la forma en que rezamos.
Hasta podríamos sorprendernos pidiendo algo así como: «Quítame este defecto de carácter así quedo bien».
Cuanto más francos seamos respecto a nuestras ideas y deseos, más fácil nos resultará distinguir nuestra voluntad de la del Poder Superior.
«Dios, sólo para que lo sepas podríamos decir, esto es lo que yo quiero de esta situación. Sin embargo, te pido que se haga tu voluntad, no la mía».
Una vez que lo hacemos, estamos preparados para reconocer y aceptar la orientación de nuestro Poder Superior.

Sólo por hoy:

Poder Superior, he aprendido a confiar en tu orientación, sin embargo todavía tengo mis ideas respecto a lo que quiero en la vida.
Déjame compartir estas ideas contigo, y después hazme comprender claramente tu voluntad para conmigo.
Al final, que sea tu voluntad, no la mía, la que se cumpla.

«Estamos agradecidos por la calurosa bienvenida que nos dieron en las reuniones para hacernos sentir cómodos.»

¿Recordamos lo asustados que estábamos al entrar en nuestra primera reunión de JA? Aunque hubiéramos llegado con un amigo, la mayoría recordamos lo difícil que fue asistir a esa primera reunión.
¿Qué fue lo que nos hizo volver? La mayoría tenemos gratos recuerdos de la bienvenida que nos dieron y de lo cómodos que nos hicieron sentir.
Cuando levantamos la mano para identificarnos como recién llegados, abrimos la puerta para que otros miembros se nos acercaran y nos dieran la bienvenida.
A veces, la diferencia entre los adictos que salen de su primera reunión y no vuelven nunca más a JA, y los que se quedan parar recuperarse, es el simple abrazo de un miembro.
Cuando llevamos un tiempo limpios, es fácil apartarse del desfile de recién llegados...
A fin de cuentas, hemos visto a tanta gente llegar e irse.
Pero los miembros con algún tiempo sin apostar compulsivamente pueden ser esa diferencia entre el adicto a los juegos de azar que no vuelve y el que sigue viniendo.
Al dar nuestro número de teléfono, un abrazo o simplemente una cálida bienvenida, extendemos la mano de Jugadores Anónimos al adicto que todavía sufre.

Sólo por hoy:

Recuerdo la bienvenida que me dieron cuando llegué a JA por primera vez.
Hoy, expreso mi gratitud dando un abrazo a un recién llegado.

No tengas miedo a la vida. Cree que la vida merece la pena vivirse y tu creencia ayudará a crear el hecho.

Di Si en vez de No. Aplica este principio a todos los problemas de tu vida.
Aborda tus dificultades con la creencia de que todo incluso el problema mismo está ayudándote a encontrar la solución.
Con tal filosofía no hay sitio para el miedo. No tendrás miedo si crees realmente crees que la vida está contigo y quiere que resuelvas tus problemas.
Cree que puedes estar abstinente. Lo estarás.
Cree que puedes tener sano juicio, paz de espíritu y libertad para vivir la vida que deseas. Lo conseguirás.
Cree que te recuperarás. Lo harás.

Sólo por hoy:

Afirmo que dentro de mí tengo lo que necesito para vivir una vida abstinente y sobria; y creo que la vida merece la pena vivirse.

MIEDO

“Comenzamos a sentirnos a gusto con nuestro Poder Superior como fuente de fortaleza.
Conforme vamos aprendiendo a confiar en este Poder, empezamos a superar nuestro miedo a vivir”

Como somos impotentes, vivir en base a la terquedad es una experiencia aterradora e ingobernable.
En recuperación hemos puesto tranquilamente nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios tal como lo concebimos.
Cuando interrumpimos nuestro programa cuando perdemos contacto consciente con nuestro Poder Superior, empezamos a controlar otra vez nuestra vida y rechazamos la protección de Dios tal como lo concebimos.
Si tomamos diariamente la decisión de entregar nuestra vida al cuidado de nuestro Poder Superior, quizás nos agobie nuestro miedo a la vida.
Mediante el trabajo de los 12 Pasos, hemos descubierto que la fe en un Poder más grande que nosotros nos ayuda a calmar nuestro miedo.
Cuando más nos acerquemos a un Dios bondadoso, más conscientes seamos de la protección de Dios, menores serán nuestros temores.
Cuando tengamos miedo, preguntémonos:
¿Este miedo indica que en mi vida me falta fe?.
¿He vuelto a asumir el control sólo para darme cuenta de que mi vida todavía es ingobernable?
Si respondemos que sí, podemos superar el miedo poniendo otra vez nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios tal como lo concebimos.

Solo por hoy:

Confiaré en la protección de mi PODER SUPERIOR para aliviar mi miedo a la vida.

DEJA IR A AQUELLOS QUE NO ESTAN EN RECUPERACION.

Podemos avanzar en nuestra vida y en nuestra recuperación, incluso a pesar de que alguien a quien amamos no está aún en recuperación.
Imagina un puente. En un lado del puente todo está frío y oscuro.
Ahí estuvimos con otros en el frío y la oscuridad, doblados por el dolor.
Algunos desarrollamos un desorden con los juegos de azar para lidiar con el dolor.
Otros bebían, comian, fumaban o usaban otras drogas.
Algunos más perdimos el control sobre nuestra conducta sexual o nos concentramos obsesivamente en el dolor de personas adictas para distraernos de nuestro propio dolor.
Muchos hicimos ambas cosas: desarrollamos una conducta adictiva y nos distrajimos concentrándonos en otros adictos.
No sabíamos que había un puente.
Pensábamos que estábamos atrapados en un acantilado.
Luego, algunos tuvimos LA ILUMINACION DE NUESTRO SER SUPERIOR Y DEL GRUPO.
Nuestros ojos se abrieron, por la Gracia de Dios, porque era tiempo de ello.
Vimos el puente. La gente nos dijo lo que había del otro lado: calor, luz y curación para nuestro dolor.
Apenas podíamos vislumbrar o imaginar esto, pero decidimos de todas maneras emprender el camino para cruzar el puente.
Tratamos de convencer a la gente que nos rodeaba en el acantilado de que había un puente que conducía a un lugar mejor, pero no quisieron escucharnos. No estaban listos para emprender la jornada.
Decidimos ir solos porque creímos y porque la gente que estaba del otro lado nos animaba a seguir adelante.
Entre más nos acercábamos al otro lado, más podíamos ver y sentir que lo que se nos había prometido era verdad.
Había luz, calor, curación y amor.
El otro lado era un sitio mejor.
Sin embargo ahora hay un puente entre nosotros y los que se quedaron del otro lado.
A veces podemos sentir la tentación de volvernos y traerlos a rastras con nosotros, pero eso no se puede hacer.
A nadie se le puede arrastrar ni obligar a cruzar el puente.
Cada persona debe ir por su propia voluntad, cuando sea su tiempo.
Algunos vendrán; otros se quedarán del otro lado.
La elección no es nuestra.

• Podemos amarlos.
• Podemos saludarlos con la mano.
• Podemos ir y venir.
• Podemos animarlos, como otros nos han animado y nos han alentado.

Pero no podemos obligarlos para que vengan con nosotros.
Si ha llegado nuestro tiempo de cruzar el puente, o si ya lo hemos cruzado y estamos en la luz y en el calor, no tenemos que sentirnos culpables.
Estamos donde teníamos que estar.
No tenemos que regresar al oscuro acantilado porque aún no haya llegado el tiempo de alguien más.
Lo mejor que podemos hacer es quedarnos en la luz,
porque eso les da la seguridad a los otros de que hay un lugar mejor.
Y si esos otros alguna vez se deciden a cruzar el puente, estaremos ahí para animarlos.

Solo por hoy avanzaré en mi vida, a pesar de lo que los otros hagan o dejen de hacer.
Sabré que es mi derecho cruzar el puente a una vida mejor, aunque para hacerlo tenga que dejar a otros atrás.
No me sentiré culpable, no me sentiré avergonzado.
Sé que el lugar ahora es un lugar mejor y que ahí es donde debo estar.

Solo por hoy:

Cada vez que me sienta frustrado, respiraré hondo y hablaré con mi Dios.

Sin entusiasmo nunca nadie consiguió grandes cosas

El entusiasmo debe ser estimulado, empezando en la mas temprana infancia.
Dar al bebé que gatea espacio para explorar; es un crimen contranatural aplastar esa curiosidad, ese ansia de aprender acerca del mundo.
Las madres que sueñan que sus hijos crecerán y lograrán grandes cosas deben dar a esos niños la libertad para utilizar su fuerza.
Si los padres utilizan la propia inteligencia que Dios les ha dado, pueden proveer a un niño con un sitio para crecer y también con un grado razonable de seguridad.
Los padres conscientes pueden también reunirse con los maestros de sus hijos.
Buscar en primer lugar el entusiasmo en un profesor; todo depende de ello.
Es igualmente importante mostrar entusiasmo en casa.
Hay una belleza y un misterio interminables en compartir con un niño, maravillarse y explorar juntos.

Sólo por hoy:

El entusiasmo es contagioso. Es un regalo que doy a todos los que están a mi alrededor, especialmente a los niños.

Nuevos horizontes

«Mí vida está bien perfilada y me estoy conviniendo en
una versión de mí misma más agradable, no en la persona neurótica y aburrida que pensaba que sería sin apuestas.»
¿Existe de verdad una vida sin apuestas? Los recién llegados están convencidos de que están destinados a tener una vida monótona cuando dejen de apostar; pero es un miedo alejado de la realidad.
Jugadores Anónimos abre la puerta a una nueva forma de vida para nuestros miembros.
Lo único que perdemos en JA es la esclavitud de las apuestas.
Ganamos un montón de amigos nuevos, tiempo para nuestras aficiones, la capacidad de tener un empleo estable y hasta de estudiar, si lo deseamos.
Podemos emprender proyectos y verlos terminados.
Podemos ir a bailar y sentirnos cómodos, por muy torpes que seamos.
Empezamos a hacer cálculos de dinero para viajar, aunque sea a un camping cercano.
En recuperación, descubrimos qué nos interesa y nos dedicamos a nuevos pasatiempos.
Nos atrevemos a soñar.
La vida sin duda es diferente cuando tenemos las reuniones de Jugadores Anónimos a las cuales volver.
Por medio del amor que encontramos en JA, empezamos a creer en nosotros.
Equipados con esta confianza, nos animamos a entrar en el mundo en busca de nuevos horizontes.
Muchas veces, el mundo es un poco mejor porque un miembro de JA ha estado allí.

Sólo por hoy:

Puedo vivir una vida agradable y bien perfilada; una vida que nunca había creído que existiera.
La recuperación me ha abierto nuevos horizontes y me ha equipado para explorarlos.

No es en el clamor de las ruidosas calles, ni en los gritos y aplausos de la multitud, sino en nosotros mismos, donde están el triunfo y el fracaso.
No existe mayor triunfo que sentirme bien conmigo mismo no a causa de lo que tengo o soy, sino porque he llegado a gustarme a mi mismo, a aceptarme y a sentirme en paz conmigo mismo.
Es por esta razón por la que muchos miembros de JA dicen que están agradecidos por ser jugadores compulsivos.
Han pasado de la derrota de una enfermedad incurable a la tranquilidad interior que es completamente independiente de cualquier condición exterior.
Frente a esta victoria, todos los logros y posesiones
de una vida palidecen hasta la insignificancia.

Sólo por hoy:

Tendré por lo menos una hora libre en la que daré un paso más hacia la recuperación.

Desapego

«La adicción a los juegos de azar es una enfermedad que afecta a toda la familia, pero sólo podíamos cambiarnos a nosotros mismos.»

Muchos procedemos de familias seriamente dañadas.
A veces, la locura que reina entre nuestros parientes resulta agobiante.
Por momentos tenemos ganas de preparar la maleta e irnos lejos, muy lejos.
Rezamos para que los miembros de nuestra familia se nos unan en la recuperación, pero, para nuestra gran tristeza, esto no siempre sucede.
A veces, a pesar de todos nuestros esfuerzos por llevar el mensaje, vemos que no podemos ayudar a quienes más queremos.
Nuestra experiencia de grupo nos ha enseñado que, con frecuencia, estamos demasiado cerca de nuestros familiares para ayudarlos.
Aprendemos que es mejor dejarlos al cuidado de nuestro Poder Superior.
Hemos visto que cuando no tratamos de arreglar los problemas de nuestros familiares, les damos el espacio que necesitan para resolver sus propios asuntos.
Al recordarles que no podemos resolver los problemas por ellos, nos damos la libertad de vivir nuestra vida.
Tenemos fe en que Dios ayudará a nuestros familiares. Muchas veces, lo mejor que podemos brindar a nuestros seres queridos es el ejemplo de nuestra recuperación continua.
Por el bien del sano juicio de nuestra familia y el nuestro, debemos dejar que nuestros familiares encuentren su propia manera de recuperarse.

Sólo por hoy:

Intentaré trabajar mi propio programa y dejaré a mi familia al cuidado de un Poder Superior.

SIEMPRE QUE LOS LAZOS QUE NOS UNEN SEAN MAS FUERTES QUE AQUELLOS QUE PUEDAN SEPARARNOS, TODO MARCHARA BIEN.

Muchos creemos que sin J.A. con toda seguridad nos habrían internado por la perdida del sano juicio, o presos, o muertos, a causa de nuestra enfermedad.
Por lo tanto, su existencia es nuestro verdadero salvavidas. No obstante, de vez en cuando la desunión es un hecho en la vida de Jugadores Anónimos; debemos aprender a reaccionar en forma constructiva a las influencias destructivas que a veces surgen en nuestra confraternidad, o hermandad.
Si decidimos participar en la solución en vez de formar parte del problema, vamos por buen camino.
Nuestra recuperación personal y el crecimiento de J.A depende del mantenimiento de un ambiente de recuperación en nuestras reuniones.
¿ Estamos dispuestos a ayudar a nuestro grupo a tratar un conflicto constructivamente?.
¿Como miembros del grupo, ¿ Nos esforzamos por resolver las dificultades honesta y justamente?. ¿Intentamos fomentar el bienestar común de todos nuestros miembros antes que nuestras propias ideas?. Y como servidores de confianza, ¿ Tenemos en cuenta el efecto que nuestras acciones puedan tener en los recién llegados?
El servicio puede sacar lo mejor y lo peor de nosotros. Pero a través del servicio, muchas veces empezamos a ponernos en contacto con algunos de nuestros defectos de carácter mas insidiosos.¿Rehuimos los compromisos de servicio en lugar de afrontar lo que podríamos descubrir sobre nosotros?. Si tenemos en cuenta la fuerza de los lazos que nos unen nuestra recuperación de la adicción activa todo marchara bien.

Solo por hoy:

me esforzaré por servir a nuestra confraternidad. No tendré miedo a descubrí quien soy.

¿Donde esta el hombre sabio, el verdadero amigo, el carácter completo que buscamos por todas partes y sólo lo encontramos fragmentado?

¿Dónde, ¡ay!, dónde está esa persona perfecta? Encontraré a alguien que sea todo lo que deseo. Quizás éste. O aquél. Que noble suena la búsqueda de perfección.
¿Por qué hay siempre algo malo en la gente? Después de todo, yo no haría eso, ¡qué horror!. O aquello, ¡pensé!
Hoy he descendido de mi pedestal de “perfeccionismo” y disfruto de la gente tal como es. Soy libre de reírme, especialmente de mi mismo, de unirme para contar cuentos, bromas, chistes. Acepto y amo a las personas como son porque puedo aceptarme y quererme a mi mismo.

Sólo por hoy:

Cuando me libero de mi egocentrismo, dejo a un lado lo de tener la razón y me acerco a otra persona con amor.

Perseverar, confiando en las esperanzas que uno tiene, es valor. El cobarde desespera.
Hay momentos para la tristeza y las lamentaciones, pero una cosa es lamentarse y otra muy diferente negarse a seguir adelante. Antes de tener el programa de JA no tenía ningún camino que seguir.
El fin de mis desdichas no estaba a la vista.
Hoy tengo un camino que seguir, gente con la que estar, una madrina y padrino que me guía.
Puede no apetecerme hacer algo, pero ahora sé que la respuesta es la acción, como lo fue cuando entré en mi primera reunión. Dios me da el valor para confiar, para dar ese primer paso, para llegar a un amigo.

Sólo por hoy:

Con la abstinencia, y el apoyo de JA, tengo el valor para vivir.

No hay dolor mas devastador que esforzarse por ser uno mismo.
Yo quiero ser yo mismo, pero ¿qué soy yo? Es ser mi propio yo, no el yo de otro, sonriendo todo el tiempo,
asintiendo, dejándome llevar sin desearlo en absoluto. Eso no es ser mi propio yo.
Algunos días no sé mucho acerca de mi mismo, pero soy consciente de mis esfuerzos de descubrirlo, de crecer.
Sé que el crecimiento tiene el poder de una brizna de hierba intentando salir a través de una fisura en el cemento.
También sé que el crecimiento llega en sus propios términos y en su propio tiempo.
Tendré paciencia. No hay nada más que pueda hacer.

Sólo por hoy:

Ser yo mismo, es decir lo que quiero, tomar decisiones sin miedo, y renunciar a complacer a la gente solamente para conseguir su aprobación.

Somos sanados del sufrimiento sólo cuando lo experimentamos al máximo.
Cuando sufro, busco distraerme: ir aquí, correr allá, y seguir corriendo hasta que no haya donde ir.
Cualquier forma que use como evasión ya sea la hiperactividad o retirarme en aislamiento y jugar compulsivamente toma lo que sea necesario para hacerme caer de rodillas, y experimentar lo que sea que estoy evitando, entregar mi voluntad al Poder Superior, y en un instante, ser libre.
Me voy, sintiéndome ligero y alegre y preguntándome por qué luché tan duramente.
¿Haré lo mismo la próxima vez? Posiblemente. Pero cada experiencia confirma lo que he aprendido; mi dolor puede durar un minuto,una hora, una semana o un mes pero permitirme sentirlo es un alivio en si mismo y el comienzo de la libertad.

Sólo por hoy:

Es natural evitar el sufrimiento, pero como jugador compulsivo, estoy alerta a mi tendencia a intentar evadir lo que la mayoría de la gente acepta como parte de la vida.