Teléfonos, internet y juegos de vídeo causan ludopatía. (Monterrey, México)

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Teléfonos, internet y juegos de video causan ludopatía

Por Ricardo Alanís - 3/6/2011

Monterrey, N.L., Milenio.- El hecho de que una persona no acuda a un casino, centro de apuestas, o a la lotería de barrio a jugar, no la exenta de padecer el síndrome de ludopatía: a lo mejor está más cerca de lo que cree.

La enfermedad denominada ludopatía ha sido manejada informativamente como una compulsión al juego y a las apuestas; sin embargo, dicha compulsión no sólo abarca eso, pues también incluye la adicción a nuevas tecnologías, como es el caso de la navegación por internet, de videojuegos, en el caso de niños y adolescentes, así como también por el abuso en el uso de teléfonos celulares inteligentes.

Aunque la autoridad aún no tiene información suficiente, se cree que la cantidad de ludópatas derivados del uso de internet, de los videojuegos o de los teléfonos inteligentes es mucho mayor que los que padecen el síndrome porque acuden a jugar a centros de apuesta.

Juan José Roque Segovia, director de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud aclaró que la ludopatía va mucho más allá que los casinos:

"La ludopatía no es nada más juego de apuestas, es, repito, una compulsión a estar jugando, muchas veces el premio no es a lo mejor el dinero, pero el premio es saber quién es el mejor, y eso se convierte en una filosofía obsesiva", enfatizó.


¿Entonces el uso prolongado de Internet también es ludopatía?

"Si alguien no puede ya funcionar sin tener internet, y es una angustia, y por ella es capaz de dejar cualquier otra cosa con tal de estar metido navegando, la cosa ya no anda bien. Puede estarse enfermando, eso también se define como ludopatía".

"¿Por qué?, porque el concepto de ludopatía es que obtiene un placer de eso", manifestó el funcionario estatal.

Juan José Roque Segovia aclaró que un ludópata es una persona que se pone irritable cuando se le priva de poder continuar con su adicción.

La persona que padece este mal en la mayoría de los casos es capaz de mentir o de descuidar actividades cotidianas por este vicio.


El patrimonio a la deriva

En el caso de los apostadores, éstos no pueden dejar de jugar y si les va mal económicamente en ese esfuerzo, piden prestado a familiares o amigos o afectan su patrimonio o el de otros para continuar, según ellos en busca del desquite o revancha, y con ello se da la generación de un círculo vicioso.

"En casos dramáticos empiezan a pedir prestado, a mentir o a robar, es cuando ya el síndrome no es controlable, (y por ende) sustituyen su vida productiva por jugar", consideró.


Falta reconocimiento

Roque Segovia expresó que en nuestro estado mucha gente no recurre al sector salud propiamente por ludopatía, sino inicialmente por problemas de depresión, de crisis familiar o de ansiedad y angustia, o incluso con trastornos obsesivo-compulsivos por la circunstancia difícil que atraviesan a causa de una conducta compulsiva derivada de jugar.Posteriormente, tales personas se enteran de que sufren este síndrome.

Además, las apuestas ya no son exclusivas de los casinos o de otro tipo de establecimientos, ya miles de personas juegan al poker a través de diversas modalidades propias de internet, por mencionar un tipo de entretenimiento muy común hoy en día.

"El juego de apuestas ya no es privativo nada más de casinos, sino que también hay muchos jóvenes que apuestan por internet y se la pueden pasar hasta la madrugada jugando poker con mil personas en todo el mundo y eso se hace también una compulsión.

Y la última forma es la infantil, la que tiene que ver con videojuegos o con juegos por internet que tiene las mismas características: el niño se pone irritable si no lo dejan jugar, monta en cólera, es capaz de destruir cosas, es capaz de ni ir a la escuela si no lo dejan jugar, engaña a los papás o roba juegos a los demás niños, etcétera, se reúnen todos los ítems de lo que es una ludopatía", enfatizó el funcionario estatal.

"Como es una serie de comportamientos que empiezan a padecer con mayor frecuencia, no tenemos todavía una casuística bien delimitada porque no teníamos un sistema que lo estuviera captando en un momento dado.

"Repito, aquí el problema no es que la gente se divierta o juegue o tenga entretenimiento, sino nada más que ciertas personas pueden desarrollar el padecimiento en un momento determinado", aclaró Roque Segovia.


Tecnología ya se había adelantado

El funcionario estatal en el área de la salud aclaró que antes de que aparecieran y se propagaran con gran frecuencia la cantidad de establecimientos donde las personas acuden a hacer apuestas o a jugar con maquinitas, la tecnología, en muy diversas formas, ya había comenzado a generar ludópatas en nuestra sociedad.

"Hay otro tipo de juego que también puede despertar el síndrome y ese digamos llegó antes que el juego de apuestas y que es toda la tecnología.

Yo creo que (ese es el caso de) los jóvenes que se hacen adictos al internet, por ejemplo, o que se hacen adictos a los videojuegos, eso es más antiguo".

"Pero ahora por ejemplo hay muchos adultos que también son adictos a eso, andan con el blackberry y con los teléfonos celulares todo el santo día y a toda hora y no pueden desprenderse de eso, entran en angustia verdaderamente cuando no lo tienen en la mano y no pueden ni dormir; si se les perdió o se les quedó en la oficina tienen que ir en la madrugada por él", apuntó el director de la subsecretaría de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud en el estado.