LA APUESTA ES UNA MENTIROSA

La Apuesta es una Mentirosa
La apuesta me dice que puedo estar abstinente usando la apuesta siempre que quiera.
Me dice que esta vez es diferente; puedo apostar lo que quiera, y controlarlo.
La apuesta me dice que no tengo que hacer lo que otros hacen, que yo lo conseguiré a mi manera.
No tengo que ir a reuniones.
No tengo que llamar a otros.
No tengo que rezar.
No tengo que leer literatura.
No tengo que renunciar a transitar por lugares donde se apuesta.
Yo soy diferente, especial y único, y todas esas personas en las salas no son muy inteligentes.
La apuesta me dice que apostar es la única forma de encontrar consuelo y amistad.
Pero no me dice que mi amiga, la apuesta, es caprichosa.
Tendré que continuar esta difícil relación unilateral, siguiendo “buscando y venciendo” a mi apuesta, una y otra vez.
La apuesta me dice que apostar hará que el dolor se vaya. Y se va, durante un momento.
Pero vuelve en cuanto no estoy reventado de tanto apostar.
Entonces regresa el ruido a mi cabeza. Siento la vergüenza ardiente de no tener el control y la culpabilidad punzante
de no haber mantenido mi palabra, de haber crisis no puede esperar media hora, entonces mi apuesta puede esperar y dormir por 24 horas.
La apuesta es una sirena, un lloro tentador, que se sienta a mi lado suplicando ser escuchada.
La apuesta es constante y no conoce límites. Me manipula para que vea sus intenciones enfermizas como la verdad.
No me dejará hasta que responda a sus demandas.
He descubierto que la única forma de sortear este demonio es atravesarlo.
Tengo que pasar el deseo, el largo túnel de lo desconocido, abandonando la apuesta que me llama y aceptando que
soy impotente ante esta criatura y debo dejarla. Cuando lo hago, encuentro una multitud cariñosa al otro lado del túnel.
Muchas personas se están recuperando en Jugadores Anonimos, personas que pueden amarte hasta la liberación de las cadenas,
que conocen los medios de recuperación, que recorren un camino limpio y sobrio, que te aceptarán como eres, y que conocen tu dolor.
No estás solo. La apuesta es una mentirosa.


UN SALUDO
TODO PROBLEMA TIENE SOLUCION
TU FUTURO NO ES UN JUEGO DE AZAR