VOCES DE RECUPERACION

“Vamos a las reuniones, hacemos un esfuerzo para expresar nuestros sentimientos abiertamente y
actuamos como si el poder para cambiar, para abstenernos de jugar compulsivamente fuese ya nuestro”

Siempre he sido una persona que ve “el gran paisaje” y planes por delante.
En las primeras reuniones no pude comprender que mi abstinencia y recuperación no eran un compromiso de por vida.
Cuando mi recuperación comenzó me encontré con la frase de vivir y actuar “como si”, como si estuviese abstinente, como si tuviese una sólida relación con Dios, como si tuviese un padrino y como si estuviese en realidad en recuperación.
Ese simple ajuste mental me ha ayudado inmensamente. He logrado desde actuar “como si” a estar realmente abstinente, a tener una relación con Dios, a vivir un día a la vez, a tener un padrino (ahora también a ser padrino)
y a recuperarme realmente. El haber aprendido a vivir el momento ha sido una bendición.
Ya no lamento lo que no se ha hecho o lo que ya ha sucedido. He aprendido a “simplemente ser”. Puedo reconocer eso solo por hoy.
Estoy abstinente y agradecido. Ya no estoy sentado en el asiento del conductor. Este simple pensamiento no hubiera sido verdad sin JA

VISITA A UNA PEQUEÑA REUNION

He regresado hace poco de un viaje de seis semanas por el país, visitando a la familia y a algunos amigos.
Es bueno estar de vueltas “a lo normal (ya no es más una rutina).
Es bueno ver a mis queridos amigos e ir a “mis” reuniones.
Es incluso estar agradecido por todo lo que en la Hermandad de J.A.tenemos en ésta área, reuniones diarias, muchos amigos comprensivos, la seguridad visible de que no estamos solos.
Mientras estaba en casa de mi madre, rodeada por tentaciones y de acceso a conseguir dinero facilmente.
Pero seguramente y puedo afirmar que mi Ser Superior me protegia de entrar en la voragine de sensaciones nefastas de realizar alguna apuesta
Así que recogí mis tentaciones y enfilé la carretera, feliz hasta el destino, o ¿es la carretera, hacia un destino feliz?, hacia la única reunión semanal anunciada en el periódico de la pequeña ciudad de Montana.
Conduciendo mi pequeño automovil adquirido con muchos solo por hoy de no apostar
Cuando llegué al lugar de la reunión, un miembro estaba allí ya, preparando café y unas pocas sillas, preparando una grabadora con una cinta.
Mientras bebíamos nuestro café y esperábamos, ella miró el reloj y dijo, “Es hora de empezar la reunión”.
Leyó la parte del Capítulo Cinco, luego conectó la cinta y se sentó a escuchar.
Era una buena cinta, cargada de significado y de inspiración.
Luego, cuando la cinta terminó, hablamos solo las dos.
Fue en este momento cuando ella explicó que es el único miembro en ese grupo.
Asiste semanalmente, planea la reunión como si hubiera otros, escucha la cinta y luego medita.
Está abstinente. No se queja. No se tiene lástima. Está contenta por haber encontrado JA.
HOY ESTOY AGRADECIDA POR HABERLA ENCONTRADO A ELLA, ME HA HECHO DARME CUENTA DE LAS BENDICIONES QUE TENGO.

“Vive y deja vivir” - Lema del programa

Estaba sentada en mi máquina de coser tratando de hacer un bordado diferente.
El único bordado que la máquina podía hacer era en zig zag.
Cambié los niveles y empujé los botones, pero los resultados fueron los mismos.
Un pensamiento vino a mí. No importa que tanto yo trate de cambiar a otros, ellos tienen su propia y única manera de ser.
Si ellos necesitan cambiar, Dios hará los cambios.
Mostrar amor y respeto para otros y las decisiones que toman en su vida diaria, me deja libre para tener mejores elecciones de vida en mi propia vida.
Mis relaciones mejoraran si puedo amarme lo suficiente para dejar a otros responsabilizarse por sus propias decisiones.
“Vive y deja vivir” me liberará de la compulsión de criticar, juzgar, condenar y castigar.
Solamente así puedo centrarme en cosas provechosas para mi vida.

“Uno de los aspectos que nos mantiene en este programa es la promesa de la recuperación permanente de este terrible mal.”

Después de 10 años en JA sentía que la única cosa que había hecho bien era permanecer en el programa, aunque estuviera teniendo recaidas. Aún así sentía que algo en mi interior había cambiado, aunque había venido a JA para permanecer sin apostar a nada.
Mientras estaba en unas vacaciones ocurrió mi despertar espiritual y supe que nunca más quería volver a sentirme miserable y así finalmente estuve lista para “SOLTAR EL mi vida y entregarla a mi Ser superior”.
En una reunión de JA, el siguiente fin de semana, conocí a una señora que luego se convirtió en mi madrina y con quien hice el compromiso de seguir un plan diario. Alcancé una buena abstinencia y me he mantenido así por cinco años. Nunca antes me había mantenido por tanto tiempo.
La recuperación permanente es posible, un día a la vez. No estoy esperando magia. No hay magia… pero hay milagros. La promesa de mi recuperación me mantuvo aquí hasta que el milagro sucedió.

“… y la mala voluntad que enveneno nuestros corazones por años se desvanece”

A los cuarenta y cinco años, había pasado la mayor parte de mi vida odiando a mi padre.
Ni siquiera recordaba la razón hasta hace muy poco en que durante una frívola visita dominical a un mercado de pulgas (combinado con una mente abierta sobre la parte de enmiendas del programa de JA) me ofreció una oportunidad inesperada de curar un dolor de toda la vida, innecesario ahora que lo veo en retrospectiva.
Aquella tarde inocente, me encontré por casualidad un vendedor de monedas.
Yo no había coleccionado monedas desde mi infancia, cuando en una ocasión mi padre literalmente vendió mi colección.
Entonces, la vi, mi moneda de cinco centavos de guerra que siempre soñé que valdría millones algún día y que mi padre me había robado.
La moneda estaba aproximadamente en las mismas condiciones que aquella que yo había perdido.
Nerviosamente pregunté el precio y la compre por veinticinco centavos!
Me di cuenta que había odiado toda la vida a mi padre por veinticinco centavos.
Comencé a llorar, luego a reírme, luego a llorar, luego a reírme….!
De alguna manera las lágrimas y la risa disiparon el odio y enojo arraigados tanto tiempo atrás y alimentados por mi enfermedad.
Yo lo llamo mi resentimiento de pacotilla!
Hoy con la ayuda de JA y del los Doce Pasos, vivo en la realidad y evito honestamente darle más importancia a las situaciones de la que realmente tienen.

“Ya no vamos simplemente a hacer lo que queremos hacer o lo que pensemos que podemos hacer.”
Esto se traduce en una palabra para mí: DISCIPLINA, UNA PALABRA QUE MI ENFERMEDAD ODIA.

A mi me gustan los resultados que consigo con la disciplina, pero no me gusta el dolor, la incomodidad y la paciencia que esto requiere.
Ahí es donde yo debo confiar en un Poder más grande que yo mismo.
Confiando en mi Poder Superior y deseando hacer Su Voluntad yo voy a querer hacer lo correcto e inclusive saber qué es lo correcto.
Consigo este “deseo” yendo a las reuniones de JA, orando, escribiendo, siguiendo un plan de diario y ejercitándome.
Todas esas cosas son buenas para mí y la hago sin
importar si mi enfermedad grita en rebelión.
No puedo seguir haciendo LO QUE QUIERO O LO QUE PUEDO.
Yo estoy trabajando un honesto programa mientras aprendo a vivir con integridad y sostengo mi cabeza en alto.
Lentamente mi voluntad está cambiando y alineándose con la voluntad de mí Poder Superior, un día a la vez. Esto funciona si nosotros lo trabajamos.
No te vayas antes de que el milagro suceda –el milagro de la recuperación Sucede!

“Yo celebro el milagro de mi nueva vida en JA”

Poco a poco el hambriento “hueco en mi alma”, la herida abierta que tuve por tanto tiempo se está curando.
Ayer llegué realmente con un estado muy alterardo, a la misma casa en que crecí y recordé la desesperación que allí me embargaba. Recorriendo la casa me di cuenta que en mi corazón no quedaban rastros de esa desesperación.
Solo sentía paz, serenidad y felicidad.
He comenzado a entender que vivir es solo eso, vivir.
No es una batalla o una competencia que debo pelear o ganar para luego jugar compulsivamente.
Estoy comenzando a vivir la vida con ilusión, sin decepciones y sin apostar.
Negación, mentira y desesperación han sido borradas y reemplazadas por aceptación, verdad y felicidad.
Aceptando mi pasado y la verdad acerca de mi vida hoy, puedo recibir el regalo que la vida me da.
Ahora vivo agradecido por mi despertar espiritual que ha permitido que la venda que nublaba mis ojos se esté aclarando día a día.

“Yo miro mi pasado para entenderme y para dejarlo ir”
Como jugador compulsivo, yo tiendo a ser el tipo de persona de todo o nada.
He encontrado que es mejor simplificar mi vida, eliminar tanta basura como sea posible.
Mi vida es un proceso constante de reciclaje. De todas formas en el caso de las relaciones y experiencias pasadas es imposible borrar o ignorar esos sentimientos y memorias.
Yo también tiendo a querer correr, o ir por el arreglo rápido.
Al practicar los principios espirituales del programa y utilizando los instrumentos de recuperación, confronto mis demonios y trabajo a través de mis mayores miedos.
El proceso de destapar, descubrir y descartar es una continua aventura.
Apartándome de lo que creo que paso, aceptando lo que es verdad y permaneciendo en el momento presente me sirve para recordarme que solo este momento importa.
La experiencia es lo que me pasa a mí, pero lo más importante es lo que YO HAGA CON ESA EXPERIENCIA.

“Yo no puedo, Dios sí puede, creo que se lo dejaré a Dios!”.

Antes de venir a JA, Dios me mostró que yo arruinaba mi relación con El .
Yo prometía que no la volvería a apostar.
Por supuesto, no podía cumplir mi promesa!
Yo prometía por las razones correctas, sabiendo que el principal problema no era mi ludopatía, pero estaba tratando de cumplir mi promesa a través de mi propia fuerza.
Gracias a Dios por JA, que trajo la realidad de los Pasos Uno, Dos, y Tres en mi vida.
Yo ahora confío en que Dios hace por mi lo que yo nunca pude hacer por mi mismo.
Yo soy impotente ante los juegos de azar y el resto de mi vida.
Por la gracia de Dios, yo puedo permanecer abstinente y vivir según Su Voluntad “un día a la vez”!

“Yo tengo que ser cuidadoso sobre mi actitud hacia la ira.”

La ira justificada es lo más difícil de dejar ir para mi.
Obtengo un sentimiento tan positivo, tan auto reafirmante por aferrarme a ella.
De todas maneras, el rencor, como el miedo, ocupa tantos megabytes mentales que no hay más espacio para nueva información y nuevos sentimientos, nueva claridad y nuevos caminos hacia la conversación con mi Poder Superior.
Si permito que mi unidad de disco duro (mi corazón) se llene de rencor y miedo, entonces no hay espacio para lo positivo, para lo que mi Poder Superior quiere para mí en la vida.
Cuando el rencor y el miedo se va, que queda?
Una vez especulé que nada quedaría de mí una vez que los hubiera gritado, llorado y liberado.
Ahora me doy cuenta que lo que paso fue un borrón masivo del tablero con todo un trasfondo nuevo –vida – para llenarlo como yo quiero.